miércoles, 29 de agosto de 2012

Sutra de la Perfección de la Sabiduría en 8000 Lineas, Capítulo 2

CAPÍTULO DOS: SAKRA.
 
PREÁMBULO. (1)
 
En aquél tiempo,  muchos dioses vinieron a esa asamblea, y tomaron sus asientos: Sakra, el Jefe de los dioses, junto con cuarenta mil dioses del Reino de los Treinta y Tres; los Cuatro Guardianes del Mundo, con veinte mil dioses pertenecientes al séquito de los Cuatro Grandes Reyes; Brahma, el gobernante de este mundo, junto con cien mil dioses pertenecientes a la compañía de Brahma; y cinco mil dioses de la Morada Pura.
Pero el poder del Buda, su majestad, y su autoridad, sobrepasaba incluso el esplendor de los dioses, que es una recompensa por las acciones que ellos habían hecho en el pasado.
Sakra: Estos muchos miles de dioses, Subhuti, han venido a esta asamblea, y han tomado asiento, porque ellos quieren escuchar hablar de la sabiduría perfecta al Santo Subhuti; y escuchar su consejo a los Bodhisattvas, y su instrucción y admonición. ¿Cómo deberían de situarse los Bodhisattvas en la sabiduría perfecta, cómo entrenarse en ella, cómo dedicarse a ella?
Subhuti: Déjame entonces explicarlo a través del poder del Buda, de su majestad, y de su autoridad. Aquellos dioses que aún no han aspirado a alcanzar la Completa Iluminación, deberían de hacerlo. Sin embargo, aquellos que tienen la certeza de que han alcanzado el estar a salvo fuera de este mundo (los Arhats, que han alcanzado su último nacimiento, y que piensan que con ello ya lo han hecho todo) son incapaces de alcanzar la Completa Iluminación, porque no están deseando volver dentro del ciclo de la vida y la muerte, desde la compasión. ¿Y por qué?
El torrente del nacimiento y muerte los abruma. Incapaces de repetir los renacimientos, ellos son incapaces de aspirar a la Completa Iluminación. Y sin embargo, si ellos también aspiraran a la Completa Iluminación, yo también los confirmo. No obstruiré su raíz de virtud. Pues uno debería de apoyar los fenómenos sobresalientes respecto a todos los demás.
El Señor: Bien dicho, Subhuti; haces bien en encorajinar a los Bodhisattvas.
Subhuti entonces le dijo al Señor: “Nosotros deberíamos de estar agradecidos al Señor, y no desagradecidos. Pues en el pasado, el Señor, en presencia de los Tathagatas del pasado, ha llevado una vida de santidad, con la iluminación como su propósito, para nuestra salvación. Incluso después de convertirse en un Bodhisattva (un ser dedicado a la Iluminación) aún los discípulos lo instruían y sermoneaban en las Perfecciones, y por discurrir en ellas Él ha producido la cognición más alta. Incluso nosotros también deberíamos de auxiliar, defender, ayudar, y sostener a los Bodhisattvas. Porque los Bodhisattvas, si los auxiliamos, defendemos, ayudamos, y sostenemos, pronto conocerán la Completa Iluminación.
 
COMO SITUARSE EN LA VACUIDAD, O LA PERFECCIÓN DE LA SABIDURÍA. (2)
 
Subhuti entonces le dijo a Sakra: “Ahora, Kausika, escucha y entiende bien. Te enseñaré para que sepas, cómo un Bodhisattva debería de situarse en la sabiduría perfecta. A través de situarse en la vacuidad, él debería de situarse en la sabiduría perfecta. Armado con la gran armadura, el Bodhisattva debería de desarrollar así eso que no se sitúa en ninguno de estos: ni en la forma, ni en las sensaciones, ni en las percepciones, ni en los impulsos, ni en la consciencia; ni en el ojo, ni en el oído, ni en la nariz, ni en la lengua, ni en el cuerpo, ni en la mente; ni en las formas, ni en los sonidos, ni en los sabores, ni en los olores, ni en lo tangible, ni en los objetos de la mente; ni en la consciencia del ojo, etc, hasta llegar a ni en la consciencia de la mente; ni en los elementos tierra, agua, fuego, viento, éter; ni en la consciencia: ni en los fundamentos de la atención mental, ni en los esfuerzos correctos, ni en los caminos hacia los poderes psíquicos, ni en las facultades, ni en los poderes, ni en los factores de la iluminación, ni en los aspectos del Sendero, ni en los frutos de quien Entró en la Corriente, ni del que Retorna Una Vez, ni de quien No Retorna Más, ni del Arhat; ni en el estado del Realizador Solitario (Pratyekabuddha), ni en la Budeidad. El no debería de situarse en la idea de “esto es forma”, “esto es sensación”, etc, hasta llegar a “esto es Budeidad”. El no debería de situarse en las ideas de que “la forma es permanente, o impermanente”; de que “la forma es buena, o mala”; de que “la forma es el yo, o no es el yo”; de que “la forma es agradable o repulsiva”; de que “la forma es vacía, o es aprehendida como algo”. El no debería de situarse en la noción de que los frutos de la vida santa reciben su dignidad desde lo Incondicionado. O que uno que ha Entrado en la Corriente es merecedor de regalos, y renacerá siete veces más como mucho. O que uno que Retorna Una Vez es digno de regalos, y que aunque aún no ha llegado completamente al fin, terminará con lo malo después de que haya vuelto tan solo una vez más a este mundo. O que quien No Retorna Más es merecedor de regalos, y que alcanzará el Nirvana sin volver ninguna vez más a este mundo. O que un Arhat es merecedor de regalos, y que aquí, en esta misma existencia obtendrá el Nirvana en el Reino del Nirvana que no deja nada atrás. O que un Realizador Solitario (Pratyekabuddha) es merecedor de regalos, y obtendrá el Nirvana tras elevarse sobre el nivel de los Discípulos, pero sin haber obtenido el nivel de un Buda. O que un Buda es merecedor de regalos, y que obtendrá el Nirvana en el Nirvana de un Buda, en el Reino del Nirvana que no deja nada atrás, después de que él se haya elevado sobre los niveles de un hombre ordinario, de un Discípulo, y de un Realizador Solitario. Que ha trabajado para el bienestar de incontables seres, que ha llevado al Nirvana a incontables cientos de miles de niyutas de kotis (medidas de cantidad de la Antigua India) de seres, que ha asegurado a incontables seres la realización del Discípulo, la realización del Pratyekabuddha, y la Budeidad; que se situó en el estado de un Buda, e hizo el trabajo de un Buda – incluso en eso no debería de situarse un Bodhisattva.
En ese momento, el Venerable Shariputra pensó para sí: “Si incluso uno no debería de situarse en eso, entonces, ¿Cómo debería de situarse, y cómo entrenarse?”
El Venerable Subhuti, a través del poder del Buda, leyó sus pensamientos, y dijo: “¿Qué piensas, Shariputra? ¿Dónde se situó el Tathagata?”
Shariputra: El Tathagata no se situó en ninguna parte, porque su mente no buscó soporte. Él no se situó ni en lo que es condicionado, ni en lo que es no condicionado, ni emergió de ellos.
Subhuti: Incluso así, un Bodhisattva debería de situarse y entrenarse. Él debería de decidir que “como el Tathagata no está situado en ninguna parte, ni deja de estar situado, ni está situado separadamente, ni no está situado separadamente, así estaré situado yo”. Así debería de entrenarse él “como el Tathagata está situado, así estaré situado yo, bien colocado debido a que no hay un lugar en el que estar situado”. Incluso así debería de estar situado un Bodhisattva, y entrenarse. Cuando él se entrena de esta forma, él se ajusta a la sabiduría perfecta, y nunca dejará de llevarla a su corazón.
 
LOS SANTOS Y SUS LOGROS SON ILUSIONES (3)
 
En eso, a algunos de los dioses presentes en esa asamblea les vino el pensamiento: “Lo que los fairíes (Escuela Fatalista) hablan y murmuran. Que nosotros entendemos entre dientes. Que Subhuti solo nos ha dicho lo que no entendemos”.
Subhuti leyó sus pensamientos, y dijo: “No hay nada que entender, nada que entender finalmente. Pues nada en particular ha sido indicado, nada en particular ha sido explicado”.
Entonces los dioses pensaron: “¡Qué pueda el Santo Subhuti extenderse en esto!¡Qué pueda el Santo Subhuti extenderse en esto! Lo que el Santo Subhuti explora, demuestra, y enseña, es más remoto que lo remoto, más sutil que lo sutil, más profundo que lo profundo”.
Subhuti leyó sus pensamientos, y dijo: “Nadie puede obtener ninguno de los frutos de la vida de santidad, o guardarlos, desde el fruto del que Entra en la Corriente, hasta la Completa Iluminación, a no ser que pacientemente acepte lo inaprehensible del Dharma”.
Entonces los dioses pensaron: “¿Qué debería de desear ser uno de aquellos que están respetuosamente para escuchar la Doctrina (Dharma) expuesta por el Santo Subhuti?”
Subhuti leyó sus pensamientos, y dijo: “Aquellos que aprenden el Dharma de mí, deberían de desear ser como una ilusión mágicamente creada, pues ellos no oirán mis palabras, ni experimentarán los hechos que ellas expresan”
Dioses: ¿Los seres que son como una ilusión mágica, no son tan solo una ilusión?
Subhuti: Esos seres son como una ilusión mágica, como un sueño. Pues la ilusión mágica y los seres no son dos cosas diferentes, son sueños y seres. Todos los hechos objetivos también son como una ilusión mágica, como un sueño. Las diversas clases de seres santos, desde el que Entra en la Corriente hasta la Budeidad, también son como una ilusión mágica, como un sueño.
Dioses: ¿Dices que un Buda Completamente Iluminado es como una ilusión mágica, como un sueño? ¿Dices que también la Budeidad es como una ilusión, como un sueño?
Subhuti: Digo que incluso el Nirvana es como una ilusión mágica, como un sueño. ¡Cómo no va a serlo mucho más cualquier otra cosa!
Dioses: Santo Subhuti, ¿Dices que incluso el Nirvana es como una ilusión, como un sueño?
Subhuti: Si por fortuna hubiera algo que pudiera ser incluso más distinguido, yo también diría respecto a eso que es como una ilusión, como un sueño. Pues ilusión y Nirvana no son dos cosas diferentes, son sueños y Nirvana.
Entonces el Venerable Shariputra, el Venerable Purna, el hijo de Maitrayani, el Venerable Mahakausthila, el Venerable Mahakatyayana, el Venerable Mahakashyapa, y otros Grandes Discípulos, junto con muchos miles de Bodhisattvas dijeron: “Subhuti, ¿Quiénes son aquellos que aprehenden esta sabiduría perfecta tal como fue explicada aquí?”
Entonces, el Venerable Ananda les dijo a aquellos Muy Venerables: “Los Bodhisattvas, que no pueden abandonar, lo aprehenden; o las personas que han alcanzado las visiones firmes; o los Arhats en quienes las efusiones se han secado”.
Subhuti: Nadie aprehenderá esta sabiduría perfecta tal como se explicó aquí. Pues ninguna Doctrina ha sido finalmente indicada, elucidada, o comunicada. Así que no habrá nadie que pueda aprehenderla.
 
LAS FLORES DE SAKRA (4)
 
En ese momento, a Sakra le vino el pensamiento: “Ahora, para venerar este discurso sobre el Dharma que está siendo enseñado por el Santo Subhuti, he de conjurar algunas flores, y esparcirlas sobre el Santo Subhuti”.
El Venerable Subhuti pensó para sí a modo de réplica: “Estas flores que ahora aparecen entre los dioses de los Treinta y Tres, yo nunca las había visto antes. Estas flores, las cuales ha esparcido Sakra, son creaciones mágicas. Ellas no provienen de árboles, arbustos, o enredaderas”.
Entonces Subhuti le dijo: “Kausika, como tú dices:”Estas flores no han provenido de ningún sitio, ni de la mente, ni de árboles, de arbustos, o de enredaderas”, porque lo que no proviene de ningún sitio no es una flor”.
 
ENTRENAMIENTO EN LA SABIDURÍA PERFECTA (5)
 
Entonces a Sakra, el Jefe de los Dioses, le llegó el siguiente pensamiento: “Profundamente sabio es, con seguridad, el Santo Subhuti; eso que él explica de esta existencia meramente nominal (de todas las cosas separadas) que no entra en conflicto (con la norma de la verdad), sino que se extiende en ella, y simplemente la expone”.
Entonces le dijo al Venerable Subhuti: “Así es. El Bodhisattva debería de entrenarse así, en esta penetración, tal como el Venerable Subhuti indica”.
Subhuti: Así debería de hacerlo. Cuando él se entrena de esta forma, él no se entrena en el fruto de quien Entra en la Corriente, ni en otros frutos de la vida de santidad, hasta llegar a la Budeidad. Cuando él se entrena en estos niveles, se está entrenando en la Budeidad, o el estado de omnisciencia; y por consiguiente, en los innumerables e incalculables fenómenos de un Buda. Por lo tanto, uno no se entrena ni para el incremento de la forma, ni del de las sensaciones, etc, ni tampoco para su decrecimiento; ni para apropiarse de la forma, etc, ni para dejarlas ir. Ni tampoco se entrena para aprehender a ningún otro fenómeno, incluso el de la omnisciencia, ni para producir uno, ni para hacerlo desaparecer. Cuando él se entrena así, el Bodhisattva se entrena en la omnisciencia, y él irá más allá, hacia la omnisciencia.
Sakra: ¿Un Bodhisattva irá más allá, hacia la omnisciencia, incluso si él no se entrena para coger ningún fenómeno, ni siquiera el de la omnisciencia, ni para producir uno, ni para hacerlo desaparecer?
Subhuti: Lo hará.
Sakra entonces le dijo a Shariputra: “¿Dónde debería de buscar un Bodhisattva la sabiduría perfecta?”
Shariputra: En la exposición del Venerable Subhuti.
Sakra: ¿A través de qué poder, y con qué autoridad enseña Subhuti la sabiduría perfecta?
Shariputra: A través del poder del Tathagata, y con su autoridad.
Subhuti: Es indudablemente por el poder del Tathagata, Sakra, por el que yo enseño la sabiduría perfecta. Y cuando tú preguntas: “¿Dónde debería de buscar un Bodhisattva la sabiduría perfecta?”, la respuesta es: él no debería de buscar en la forma, ni en ninguno de los otros agregados; ni en lo que es distinto de la forma, o en lo que es distinto de los agregados. Porque la sabiduría no es uno de los agregados, ni tampoco es distinta de ellos.
 
LA INFINITUD DE LA SABIDURÍA PERFECTA. (6)
 
Sakra: Esta Perfección de la Sabiduría, Subhuti, es una gran perfección, ilimitada, inmensurable, infinita.
Subhuti: Así es. ¿Y por qué? La sabiduría perfecta es grande, ilimitada, inmensurable, e infinita porque la forma, las sensaciones, etc, son así. Por lo tanto, uno no se establece en la convicción de que esta es una “Gran Perfección”, y una “Perfección Ilimitada”, una “Perfección Inmensurable”, una “Perfección Infinita”. Por eso es por lo que la sabiduría perfecta es una Gran Perfección, ilimitada, inmensurable, e infinita. La sabiduría perfecta es una perfección infinita porque tanto los objetos como los seres son infinitos. La sabiduría perfecta es una perfección infinita porque no puede ser aprehendido el comienzo, medio, o el fin de ningún hecho objetivo (pues al ser un fenómeno, carece de existencia inherente). Además, la sabiduría perfecta es una perfección infinita porque todos los hechos objetivos son infinitos e ilimitados, y su comienzo, medio, o fin no son aprehendidos. Puesto que uno no puede aprehender el comienzo, el medio, y el fin de la forma, etc. En ese sentido, la sabiduría perfecta es una perfección infinita, debido a la infinitud de los objetos. Y también un ser es infinito, es ilimitado, porque uno no puede aprehender su principio, medio, o fin. Por lo tanto, la sabiduría perfecta es una perfección infinita debido a la infinitud de los seres.
Sakra: ¿Cómo es, Santo Subhuti, que la sabiduría perfecta es una perfección infinita debido a la infinitud de los seres?
Subhuti: No es debido a su extraordinario gran número y abundancia.
Sakra: Entonces, Santo Subhuti, ¿Cómo es la sabiduría perfecta una perfección infinita debido a la infinitud de los seres?
Subhuti: ¿Qué entidad verdadera denota la palabra “ser”?
Sakra: La palabra “ser” no denota ni un fenómeno, ni un no fenómeno. Es un término que ha sido añadido a algo que es adventicio, carente de base, que no es nada en sí mismo, que no puede ser encontrado de forma objetiva.
Subhuti: Por lo tanto, ¿Ha sido mostrado algún ser?
Sakra: ¡Indudablemente no, Santo Subhuti!
Subhuti: Cuando no hay ningún ser que pueda ser mostrado, ¿Cómo puede haber una infinitud de ellos? Si un Tathagata, con su voz de registro infinito, con el profundo trueno de su voz, pronunciara, durante eones tan incontables como las arenas del Ganges, la palabra “ser, ser”, ¿Sería por ello producido, o terminado, algún ser en cualquier lugar, sea en el pasado, presente, o futuro?
Sakra: ¡Indudablemente no, Santo Subhuti!
Subhuti: De esta forma, también la sabiduría perfecta es una perfección infinita, debido a la infinitud de los seres. De esta manera, también la infinitud de la sabiduría perfecta debería de ser conocida desde la infinitud de los seres.
 
CONFIRMACIÓN (7)
 
Entonces, los dioses alrededor de Indra, Brahma, y Prajapati; y los hombres y mujeres alrededor de los sabios espirituales (Rishis) gritaron tres veces a modo de triunfo: “¡Salve al Dharma! ¡Salve al Dharma!¡Salve a la realización del Dharma!”
Y ellos añadieron: “Subhuti, el Muy Venerable, bellamente ha indicado ahora, ha demostrado, ha mostrado, y ha clarificado cómo un Tathagata llega ser manifiesto. Por lo tanto, deberíamos de ver a ese Bodhisattva que posee la plenitud de esta Perfección de la Sabiduría, y que permanece en ella, como un Tathagata potencial.
Entonces el Señor dijo: “Así es, ¡Oh dioses! Eso hice yo, cuando yo encontré al Tathagata Dipankara en el bazar de Divapati, la ciudad real, poseía la plenitud de esa Perfección de la Sabiduría, así que Dipankara, el Tathagata, predijo que yo un día estaría Completamente Iluminado, y me dijo: “Tú, joven Brahmín, en un periodo futuro, después de incontables eones, llegarás a ser un Tathagata, de nombre Sakyamuni, dotado con conocimiento y virtud, Perfectamente Ido, conocedor del mundo, insuperable domador de los hombres que han de ser domados, maestro de dioses y hombres, un Buda, un Señor Bendito”.
Los dioses replicaron: “Es maravilloso, ¡Oh, Señor! Es extremadamente maravilloso, ¡Oh, Perfectamente Ido! Cuanta omnisciencia es alimentada y propiciada en los Bodhisattvas, los Grandes Seres, por esta Perfección de la Sabiduría”.
 
FIN DEL CAPÍTULO SEGUNDO.
 
 
Trad. al castellano por el ignorante y falto de devoción upasaka Losang Gyatso.
 
 
 
 
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario