La Perfección de la Sabiduría. Cómo Desarrollar la Perfección de la
Sabiduría.
Sujāta preguntó al Buda: “Bhagavan, ¿Cómo practica un
Bodhisattva la Perfección de la Sabiduría?”
El Buda: “Buen hombre, has de saber que un Bodhisattva puede
desarrollar la Perfección de la Sabiduría si se esfuerza en la observación de
los preceptos y escucha mucho el Dharma; si lleva una forma correcta de ganarse
la vida, y cultiva la paciencia; si se apena de los seres, si tiene sentido de
la vergüenza y del deshonor, y si se mantiene apartado de la envidia; si conoce
medios hábiles para su entrenamiento; si soporta el sufrimiento para beneficio
de los seres, sin arrepentirse; si se deleita en practicar la generosidad y en
domar a los seres; si conoce bien las
características de sus faltas graves y leves; si se empeña diligentemente en
enseñar a los seres a practicar la generosidad y a realizar acciones
meritorias; si conoce el significado de las palabras sin hacerse arrogante; si permanece
cerca de buenos amigos instruidos, y se beneficia a sí mismo y a los demás; si
estima a las Tres Joyas, a los maestros, a los preceptores, y a los mayores
virtuosos; si no se menosprecia a sí mismo, ni a la Iluminación; si puede ver
las profundas y maravillosas virtudes de la Iluminación; si conoce las
características de lo virtuoso y lo no virtuoso, y conoce todas las doctrinas
mundanas y supra mundanas; si conoce la causa y efecto, y sabe que cada acción
es hecha con una intención y un acto.
En uno la sabiduría surge de tres fuentes: la escucha, la
reflexión, y el entrenamiento en la meditación. La sabiduría surge de la
escucha si uno aprehende los significados en base a la escucha de las palabras.
La sabiduría surge de la reflexión si uno aprehende los significados a través
de la reflexión. La sabiduría surge del entrenamiento en la meditación si uno
aprehende los significados en base al entrenamiento en la meditación.
Es llamado sabiduría si uno puede estudiar las doce categorías
de las escrituras del Tathagata, si puede eliminarla red de sus dudas, aprender
todos los temas y doctrinas mundanos, y si puede discriminar entre los senderos
correctos e incorrectos; si uno puede diferenciar bien entre las doce
categorías de las escrituras; entre los significados de los términos
relacionados con causa y efecto, tales como los cinco agregados, los doce
campos de los sentidos, y las dieciocho esferas o elementos; entre las
meditaciones de la calma mental y de la visión penetrante; entre lo alto,
medio, y bajo; entre lo bueno, lo malo, y lo neutro; entre las cuatro
confusiones[1];
y entre los niveles de ver la Iluminación, y entrenarse para la Iluminación.
Un Bodhisattva Con Sabiduría.
Buen hombre, un hombre sabio que busca adquirir los Dieciocho
Fenómenos Exclusivos-los Diez Poderes, las Cuatro Ausencias de Miedo, la Gran
Compasión, y los Tres Tipos de Mente de la Igualdad-permanece cerca de un Buda
y de Sus discípulos. Si no es posible encontrar el Dharma del Buda en el mundo,
él se deleita estudiando con maestros no budistas. Incluso si se encuentra
discurriendo por un sendero erróneo, el sigue buscando el verdadero Dharma. El
siempre cultiva las Cuatro Mentes Inmensurables-amor benevolente, compasión,
regocijo, y ecuanimidad-y busca conseguir los cinco poderes transcendentales[2].
Con estos poderes, él puede observar la impureza y la impermanencia de los
fenómenos compuestos, y mostrar sus faltas.
El enseña a los seres a aprender los distintos idiomas, oral y
escrito, para que ellos puedan dominar
el habla correcta. El hace posible que los seres dejen atrás sus enfermedades
corporales y mentales. Se deleita en enseñar a otras materias mundanas, y nadie
supera sus esforzados comportamientos, tales como las prácticas del mantra y de
la medicina. Es diestro en la obtención de riqueza. Entonces, él protege su
riqueza, la utiliza para buenas razones, y la dona como limosna de cuerdo al
Dharma. Aunque es instruido, no es arrogante. Aunque ha adquirido grandes
méritos, no cae en la complacencia. El enseña a los seres a encender la fe, a
dar limosna, a respetar los preceptos, a escuchar mucho Dharma, y a desarrollar
la sabiduría. El conoce la diferencia entre los métodos buenos, malos, y
neutros, y entre las causas y condiciones del estudio y del entrenamiento en la
meditación, y su secuencia debida. El conoce el Sendero de la Iluminación y sus
adornos; y las capacidades grandes, medias, y pequeñas de los seres. El también
conoce la teoría no budista de los sonidos, pero no está atado a ello. El
conoce el momento adecuado para domar a los seres. El conoce el mundo de los
seres, y el mundo de sus entornos, y practica completamente las Seis
Perfecciones.
Perfección y Desarrollo de la Sabiduría.
Buen hombre, 1) hay desarrollo de la sabiduría que no es cualificado
como Perfección; 2) hay Perfecciones distintas del desarrollo de la sabiduría;
3) hay desarrollo de la sabiduría que es cualificado como Perfección; y 4) hay
prácticas que no son ni desarrollo de la sabiduría, ni Perfección.
El desarrollo de la sabiduría mundana y el desarrollo de la
sabiduría por parte de los Oyentes y Realizadores Solitarios no es cualificado
como Perfección. No hay otras Perfecciones distintas del desarrollo de la
sabiduría. Por lo tanto, todas las Seis Perfecciones desarrollan la sabiduría.
La generosidad, la observación de la moralidad, y el esfuerzo de los Oyentes y
Realizadores Solitarios no son ni desarrollo de la sabiduría, ni Perfecciones.
Buen hombre, existen dos clases de Bodhisattvas: aquellos que
han renunciado a la vida en familia, y aquellos que llevan una vida en familia.
No es difícil para aquellos Bodhisattvas que han renunciado a la vida en
familia desarrollar una sabiduría pura, pero para los Bodhisattvas que llevan
una vida en familia es difícil desarrollar una sabiduría pura. ¿Por qué? Porque
aquellos que viven en familia están impedidos por muchas causas y condiciones
adversas.
Mientras el Buda estaba exponiendo esta enseñanza del Dharma,
Sujāta, el hijo de un Mayor, y mil seguidores laicos despertaron la mente de la
Insuperable, Perfecta, y Completa Iluminación. Entonces se levantaron de sus
asientos, prestaron obediencia al Buda, y volvieron por donde habían venido.
Traducido del sánscrito
al chino durante la Dinastía Liang del Norte, por el Maestro de Tripitaka,
Dharmaksema, de India.
Traducido al
castellano y anotado por el ignorante y falto de devoción upasaka Losang
Gyatso. Gracias a Mary Carmen S. P. por su ayuda en las diversas lecturas.
Editado a 02/10/2016, en el C.E.T. Nagarjuna, Valencia, España.
[1] Tomar lo
impermanente por permanente, el sufrimiento por felicidad, el yo no existente
por existente, y lo impuro por puro.
[2]
Ojo Divino, Oído Divino, el conocimiento de las vidas pasadas de otros,
conocimiento de los pensamientos de otros, y el poder de transformar el cuerpo
y viajar al instante a cualquier parte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario