La Perfección de la Concentración.
Sujāta preguntó al Buda: “Bhagavan, los Bodhisattvas, los
Grandes Seres, practican la Perfección de la Concentración. ¿Qué significa
concentración?”
El Buda: “Buen hombre, la observación de los preceptos y el
cultivo de los Cuatro Inmensurables-amor benevolente, compasión, regocijo, y
ecuanimidad-es llamado “concentración”. Permanecer alejado de las aflicciones
de uno, y realizar todo tipo de acciones virtuosas, es llamado “concentración”.
Buen hombre, sin concentración uno no puede tener éxito en las cosas mundanas,
y mucho menos en las que trascienden lo mundano. Por tanto, uno debiera de
entrenarse seriamente en la meditación.
Cómo Entrenarse en la Concentración.
Si un Bodhisattva desea entrenarse en la Perfección de la
Concentración, en primer lugar él debería de estar cerca de buenos amigos
instruidos, para aprender los medios hábiles para conseguir la absorción
meditativa, tales como el observar los preceptos de la liberación y los
preceptos de restricción de las facultades, evitar toda forma incorrecta de
ganarse la vida, permanecer en el Dharma, y seguir las instrucciones de sus
maestros. El no debería de estar complacido con lo virtuoso conseguido, sino
que debería de cultivar la virtud sin descanso. Debería de deleitarse en la
tranquilidad, y evitar las cinco coberturas[1].
El debería de deleitarse en la contemplación de los males provenientes del
continuo ciclo de nacimientos y muertes; y debiera de aplicarse sinceramente en
la realización de buenas acciones, no dejándolo nunca.
Con atención correcta, el nunca abandona el autocontrol. El es
moderado en el uso de las palabras, y moderado en dormir y comer. Puro en
cuerpo y mente, el evita a los malos amigos, los intereses no adecuados, y los
asuntos mundanos. El se conoce a sí mismo, conoce el momento propicio, y las
acciones correctas. El observa sus estados mentales, tales como alegría,
ansiedad, enfado, dulzura, y severidad; y los cambia, como hace un orfebre que
es capaz de ajustar el calor y el frio sin error. Se deleita en el sabor de la
concentración, dulce como el rocío. Aunque el está en medio de todas las cosas
mundanas, su mente permanece impertérrita, como el Monte Sumeru, el cual no
puede ser movido por los cuatro vientos.
Si su atención mental es firme, él ve las faltas que hay en el
ver, oír, tocar, y conocer. Has de saber, que quien se entrena sin descanso en
la absorción meditativa, puede llegar a conseguirla completa, igual que
frotando madera de forma incesante llega a producirse el fuego.
La Absorción Meditativa, el Adorno de la Iluminación.
Buen hombre, sin absorción meditativa es imposible conseguir
los fenómenos mundanos, o alcanzar la Iluminación que transciende al mundo.
Buen hombre, las absorciones son las raíces de todos los fenómenos virtuosos.
Por tanto, uno debería de controlar su mente, lo mismo que un espejo en que se
refleja todo lo bueno y malo. Por ello, la absorción meditativa es llamada “el
Adorno del Sendero Hacia la Iluminación”.
El disfrute del gozo en cuerpo y mente es llamado “absorción
meditativa”. El estado mental que ni crece, ni decrece, es llamado “absorción
meditativa firme”. Las meditaciones, desde la que visualiza los huesos sin
carne de un cadáver, hasta la Insuperable, Perfecta, y Completa Iluminación,
son todas ellas llamadas “absorciones meditativas”.
Las cuatro condiciones para conseguir la absorción meditativa
son: 1) determinación; 2) esfuerzo; 3) mente, y 4) sabiduría. A través de estas
cuatro condiciones uno puede adquirir méritos inmensurables, y potenciar la
bondad. Otras tres condiciones son: 1) escuchar el Dharma, 2) reflexionar en las
enseñanzas de Dharma; y 3) aplicarlo. Partiendo de estas tres condiciones, la
absorción meditativa de uno irá desarrollándose en tres niveles de progreso:
entrada, permanencia, y profundización.
Buen hombre, las semillas de la absorción meditativa se encuentran
en el Reino del Deseo. Debido a esas semillas, uno puede obtener la absorción
meditativa. En el Reino del Deseo uno puede alcanzar absorciones meditativas
que van desde el Primer Nivel de Concentración del Reino de la Forma, hasta el
Nivel de Ni Con Percepción, Ni Sin Percepción del Reino Sin Forma, siendo cada
nivel superior al precedente. No obstante, la absorción meditativa puede
retroceder, permanecer, o profundizarse. Si uno ha alcanzado el Cuarto Nivel de
Concentración del Reino de la Forma, entonces esta será firme.
En cada uno de los Cuatro Niveles de Concentración uno
experimenta alegría y alegría sutil, pero no en los niveles intermedios. Esto
también es verdad para la adquisición de los seis poderes milagrosos. Uno
experimenta alegría y alegría sutil después de haber conseguido esos poderes,
pero no antes.
La absorción meditativa es llamada el adorno de la
Iluminación. A través de la absorción meditativa uno puede transitar el sendero
de aquellos que aún están aprendiendo, y con posterioridad andar por el sendero
de aquellos que ya no tienen más que aprender; puede adquirir los Cuatro
Inmensurables; las Tres Puertas de la Liberación, y poderes mágicos
inmensurables que benefician a uno y a los demás; puede conocer la mente de los
demás para domarlos; revelar una inmensa sabiduría; desarrollar las cinco fuerzas[2];
mutar la capacidad pobre en superior; poner fin al ciclo de nacimiento, vejez,
enfermedad, y muerte; conseguir la omnisciencia[3];
ver claramente la naturaleza de la realidad como si fuera vista a través de una
gasa trasparente.
Las Cuatro Absorciones Inmensurables.
Buen hombre, un hombre sabio hace estas observaciones: “Todas
mis aflicciones son mis grandes enemigos. ¿Por qué? Porque mis aflicciones
pueden herirme a mí, y también herir a otros. Por tanto, yo debería de cultivar
la mente del amor benevolente y de la compasión, con la intención de
beneficiar a los seres, y de obtener
inmensurables fenómenos virtuosos puros.”
Los postulados de aquellos que afirman que los fenómenos virtuosos
pueden ser conseguidos sin amor benevolente y compasión, son completamente
erróneos. El amor benevolente y la compasión pueden poner fin a los males,
hacen posible que los seres abandonen el sufrimiento y encuentren la felicidad,
y también hacen posible que uno transcienda el Reino del Deseo. Si el amor
benevolente es mostrado en el Reino del Deseo, se llama “amor benevolente del
Reino del Deseo”. Buen hombre, alguien que pueda cultivar el amor benevolente
conseguirá méritos inmensurables. Si uno da paz a los enemigos antes que a
otros, ello es llamado “cultivar el amor benevolente”.
Buen hombre, los seres están divididos en tres grupos:
enemigos, amigos, e indiferentes. Estos tres son llamados “los objetos del amor
benevolente de uno”. Quien cultiva el amor benevolente debería de comenzar con
los amigos, dándoles felicidad, y luego gradualmente ir extendiéndolo a los
enemigos. Buen hombre, el amor benevolente surge de la observación de los
preceptos o de la práctica de la generosidad. Si uno puede ver a cada uno de
los enemigos como si fuera su único hijo, esto se llama “adquirir el amor
benevolente”.
Buen hombre, con el amor benevolente uno puede tener conexión
con la gente, pero no puede salvarlos del sufrimiento. No obstante, con la
compasión pueden hacerse ambas cosas. Buen hombre, has de saber que quien ve lo
bueno en su enemigo, aunque sea tan ligero como un cabello, y no ve lo que hay
de malo en él, está aprendiendo el amor benevolente. Has de saber que aquel que
visita y cuida de un enemigo cuando está enfermo, y le da aquello que necesita,
está cultivando correctamente el amor benevolente.
Buen hombre, desarrollar la paciencia es la causa del cultivo
del amor benevolente, y el amor benevolente es la causa que da paz y
felicidad a todos. Has de saber que
aquel que puede cultivar el amor benevolente puede destruir las causas y
condiciones de la arrogancia, y puede practicar las Seis Perfecciones de
acuerdo al Dharma.
Aquel que se entrena en la meditación está acumulando méritos
puros, los cuales serán la base para su renacimiento en el Cielo de Brahma. Si
él es capaz de observar los males de soportar repetidamente el nacimiento y la
muerte, y de observar la virtud del Nirvana, los otros deberían de respetar la
tierra que él ha hoyado. El puede soportar lo que es difícil de soportar, dar
lo que es difícil de dar, y hacer lo que es difícil de hacer. El puede
entrenarse en las Cuatro Concentraciones y en las Cuatro Absorciones
Meditativas; y también en las ocho liberaciones. El piensa: “¡Que pueda recibir
yo las dolorosas retribuciones de las malas acciones de cuerpo, habla, y mente
de todos los seres, en su lugar! ¡Que puedan todos los seres recibir las buenas
retribuciones producidas por mis acciones meritorias!”
El amor benevolente y la compasión pueden crecer o menguar con
el número de sus objetos. Existen tres niveles de amor benevolente y compasión:
bajo, medio, y alto. Existen tres grupos de objetos: enemigos, amigos, e
indiferentes. Existen tres clases de objetos: codicia, seres, y no seres. Meditando
en estos objetos con las Cuatro Mentes Inmensurables-amor benevolente,
compasión, regocijo, y ecuanimidad-uno alcanzará las cuatro absorciones
meditativas inmensurables.
Perfección y Concentración.
Buen hombre, 1) hay concentración que no es cualificada como
Perfección; 2) hay Perfecciones distintas de la concentración; 3) hay
concentración que es cualificada como Perfección; 4) hay prácticas que no son
concentración, ni Perfecciones.
La concentración mundana y la concentración practicada por los
Oyentes y por los Realizadores Solitarios no es cualificada como Perfección. La
Perfección de la Generosidad, la Perfección de la Moralidad, la Perfección de
la Paciencia, y la Perfección del Esfuerzo son Perfecciones distintas de la
concentración. La Absorción Meditativa Semejante a un Diamante es una
concentración que es cualificada como Perfección. Las acciones virtuosas de los
seres ordinarios, los Oyentes, y los Realizadores Solitarios inducidas por la
escucha y la reflexión, no son ni concentraciones, ni Perfecciones.
Buen hombre, existen dos clases de Bodhisattvas: aquellos que
han renunciado a la vida en familia, y aquellos que llevan una vida en familia.
No es difícil para aquellos Bodhisattvas que han renunciado a la vida en
familia entrenarse en la concentración pura, pero para los Bodhisattvas que no
han renunciado a la vida en familia es difícil entrenarse en la concentración
pura. ¿Por qué? Porque aquellos que llevan una vida en familia están impedidos
por muchas causas y condiciones adversas.
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