El Noble Sutra Mahayana llamado
Las Preguntas de la Niña Sumati.
Arya Sumati darika pariprccha nama
Mahayana Sutra.
Catálogo Taisho, Nº 310, pág.
547-549.
Esto he
oído: Cierta vez el Buda estaba residiendo en la Montaña Pico del Buitre, cerca
de Rajagriha, acompañado por 1.250 grandes monjes, y diez mil Bodhisattvas
Grandes Seres.
En aquel tiempo, la hija de un Mayor, llamada Sumati[1],
quien solo tenía ocho años, estaba viviendo en la ciudad de Rajagriha. Ella
tenía una apariencia grácil, y era exquisitamente hermosa. Debido a su belleza
y gracejo, era adorada por todo el que la veía. En sus vidas pasadas, ella
había estado estrechamente relacionada con innumerables Budas, les había hecho
ofrendas, y había plantado raíces de virtud de todo tipo.
Un día, esta muchachita fue a visitar al Tathagata. Cuando
ella llegó, rindió homenaje al Buda postrando su cabeza a sus pies, y
circunvalándolo hacia la derecha por tres veces. Entonces, arrodillándose, con
las palmas de sus manos juntas, ella habló al Buda en verso:
“Insuperable, Completa, y Perfectamente Iluminado,
Gran y Brillante Luz del Mundo,
Por favor, escucha mis preguntas
Sobre las prácticas de un Bodhisattva”
El Buda dijo a Sumati: “Haz todas las preguntas que quieras.
Yo te explicaré las respuestas, y resolveré tus dudas”.
Entonces Sumati preguntó al Buda en verso:
“¿Cómo obtiene uno una forma hermosa,
O gran riqueza, o nobleza?
¿Qué causa el que uno nazca
Entre parientes y amigos armoniosos?
¿Por qué medios puede uno nacer de forma milagrosa,
Sentado en un loto de mil pétalos,
Para poder hacer ofrecimientos a los Budas, cara a cara?
¿Cómo puede uno obtener el dominio
De los poderes milagrosos superiores,
Y así poder viajar a incontables Campos de Buda?
¿Cómo puede uno liberarse de la enemistad,
Y hacer que los otros crean en las palabras de uno?
¿Cómo pueden ser eliminados todos los obstáculos al Dharma,
Y cómo pueden ser abandonadas para siempre las acciones de
Mara[2]?
Y cuando la vida de uno llegue a su final,
¿Cómo puede uno ver a muchos Budas,
Y entonces, libre del dolor,
Oírlos exponer el Dharma puro?
¡Insuperablemente Compasivo, Supremamente Honrado por Todo el
Mundo, por favor, háblame de todo esto!”.
El Buda respondió a la niña Sumati: “¡Excelente, excelente!
Es bueno que tú hagas esas preguntas tan profundas. Ahora, escucha atentamente
y piensa bien sobre esto. Te lo contaré”.
Sumati dijo: “Si, Bhagavat[3],
escucharé con placer”.
El Buda dijo: “Sumati, si un Bodhisattva logra cuatro cosas,
él estará dotado con una apariencia hermosa. ¿Cuáles son las cuatro?
1) La primera, no estar enfadado ni siquiera con un mal
amigo;
2) La segunda, tener una gran bondad;
3) La tercera, regocijarse en el Dharma verdadero;
4) La cuarta, hacer imágenes de Budas”.
Entonces, el Honrado por Todo el Mundo, repitió esto en
verso:
“No alberges odio, el cual destruye las raíces de virtud.
Regocíjate en el Dharma, se bondadosa,
Y haz imágenes de los Budas.
Esto te proporcionará un cuerpo bien formado,
Que deleitará a todos al verlo”.
El Buda continuó: “Además, Sumati, si un Bodhisattva logra
cuatro cosas, estará dotado con riquezas y nobleza. ¿Cuáles son las cuatro?
1) La primera, dar regalos en el momento adecuado;
2) La segunda, dar sin desprecio o arrogancia;
3) La tercera, dar alegremente;
4) La cuarta, no esperar recompensa a cambio.
Entonces, el Bhagavat repitió esto en verso:
“Dar regalos en el momento adecuado sin desprecio o
arrogancia,
Dar alegremente sin expectativas de recompensa.
Aquel que practica diligentemente esto,
Renacerá con riqueza y nobleza”.
El Buda continuó: “Además, Sumati, si un Bodhisattva logra
cuatro cosas, tendrá amigos y parientes armoniosos. ¿Cuáles son las cuatro?
1) La primera, evitar el empleo de palabras que produzcan
desagrado;
2) La segunda, ayudar a aquellos con visiones erróneas a
tener una visión correcta;
3) La tercera, proteger al Dharma verdadero de la extinción,
haciendo que perdure;
4) La cuarta, enseñar a los seres a perseguir la Budeidad”.
Entonces, el Bhagavat repitió esto en verso:
“No plantes la discordia, ayuda a cortar de raíz las visiones
erróneas,
Protege de la extinción al verdadero Dharma,
Y lleva a todos los seres dentro del abrazo seguro de la
Iluminación;
Por medio de esto, tú tendrás amigos y parientes armoniosos”.
El Buda continuó: “Además, Sumati, un Bodhisattva que logra
cuatro cosas conseguirá nacer de forma milagrosa ante los Budas, sentado en un
loto de mil pétalos. ¿Cuáles son las cuatro?
1) La primera es dar flores, frutas, y finos polvos de
incienso como ofrendas a los Tathagatas y las estupas;
2) La segunda es no contar mentiras o hacer daño a otros;
3) La tercera es hacer imágenes del Tathagata sentado dentro
de una flor de loto;
4) La cuarta es generar una fe profunda y pura en la
Iluminación de los Budas”
Entonces, el Buda repitió esto en verso:
“Por medio de dar flores e incienso a los Budas y a las
estupas,
Y por no hacer daño a otros, haciendo imágenes,
Y teniendo una fe profunda, y comprensión de la Iluminación,
Tu puedes lograr nacer de una flor de loto ante los Budas”.
El Buda continuó: “Además, Sumati, un Bodhisattva que logra
cuatro cosas puede viajar de un Campo de Buda a otro Campo de Buda. ¿Cuáles son
las cuatro?
1) La primera, es no percibir el cultivo de la raíces de
virtud por parte de otros, como un obstáculo o con disgusto;
2) La segunda, es no estorbar a otros cuando están exponiendo
el Dharma;
3) La tercera, es encender lámparas y hacer ofrendas a las
estupas del Tathagata;
4) La cuarta, es esforzarse constantemente en el desarrollo
de la concentración”.
Entonces, el Buda repitió esto en verso:
“Por medio de ver a
otros cultivar y exponer el verdadero Dharma,
Y no dando lugar a la difamación, al culpar, o a la obstrucción,
Por medio de hacer ofrendas de lámparas a las estupas del
Tathagata,
Y por el desarrollo de la concentración, tú podrás viajar a
los Campos de Buda”.
El Buda continuó: “Además, Sumati, si un Bodhisattva logra
cuatro cosas, será capaz de vivir entre la gente sin enemistad. ¿Cuáles son las
cuatro?
1) La primera, es estar cerca de amigos virtuosos, sin
utilizar la adulación;
2) La segunda, es no envidiar la superioridad de otros;
3) La tercera, es regocijarse cuando alguien alcanza una
buena reputación;
4) La cuarta, es no ofender o difamar las prácticas de un
Bodhisattva”.
Entonces, el Bhagavat repitió esto en verso:
“Si uno no gana amigos por medio de la adulación,
Ni siente celos ante la superioridad de otros,
Si se regocija siempre cuando otros alcanzan notoriedad,
Y nunca difama a un Bodhisattva,
Él estará libre de la enemistad”.
El Buda continuó: “Además, Sumati, las palabras de un
Bodhisattva serán creídas si él practica cuatro cosas. ¿Cuáles son las cuatro?
1) La primera, ser consistente en sus palabras y hechos;
2) La segunda, no esconder lo que hay de malo en uno a los
amigos;
3) La tercera, nunca encontrar faltas en el Dharma que uno
oye;
4) La cuarta, no alentar la malicia contra un maestro del
Dharma”.
Entonces, el Bhagavat repitió esto en verso:
“Uno que es consistente en palabras y hechos,
Y nunca oculta sus acciones erróneas a los amigos,
Ni encuentra faltas en un Sutra o en quien lo expone,
Verá que sus palabras son creídas”.
El Buda continuó: “Además, Sumati, si un Bodhisattva logra cuatro
cosas, no encontrará obstáculos para su práctica del Dharma, y conseguirá
rápidamente la pureza. ¿Cuáles son las cuatro?
1) La primera, es aceptar las Tres Divisiones de la
Disciplina[4]
con profunda convicción;
2) La
segunda, es que uno no difame los Sutras Extremadamente Profundos;
3) La
tercera, es percibir a un Bodhisattva novel como si fuera el surgir del
pensamiento de la omnisciencia;
4) La cuarta,
es contemplar a todos los seres con una
gran bondad y ecuanimidad”.
Entonces, el
Bhagavan, repitió esto en verso:
“Por medio
del aceptar los preceptos con una profunda intención,
Creyendo y
entendiendo los Sutras Extremadamente Profundos,
Venerando al
novel como si fuera el pensamiento de la Budeidad,
Y poseyendo
una mente bondadosa y ecuánime, uno elimina los obstáculos”.
El Buda
continuó: “Además, Sumati, si un Bodhisattva logra cuatro cosas él estará
protegido contra los demonios. ¿Cuáles son las cuatro?
1) La
primera, es conocer completamente la igualdad de la naturaleza de todos los
fenómenos;
2) La
segunda, es esforzarse vigorosamente en progresar;
3) La
tercera, es recordar al Buda continuamente;
4) La cuarta,
es transferir todas las raíces de virtud”.
Entonces, el
Bhagavan repitió esto en verso:
“Si uno
conoce que todos los fenómenos tienen la misma naturaleza,
Si se
esfuerza siempre con vigor, si siempre recuerda al Buda,
Y dedica
todas las raíces de virtud[5],
Ningún
demonio puede encontrar una oportunidad
para atacarlo”.
El Buda
continuó: “Además, Sumati, si un Bodhisattva logra cuatro cosas, al final de la
vida los Budas se manifestarán ante él. ¿Cuáles son las cuatro?
1) La
primera, es colmar los deseos de los demás dándoles lo que ellos estaban
buscando;
2) La
segunda, es dar lugar a una fe profunda y comprensión de los actos virtuosos;
3) La
tercera, es proveer de adornos a los Bodhisattvas;
4) La cuarta,
es hacer diligentemente ofrendas a las Tres Joyas[6]”.
Entonces, el
Bhagavan repitió esto en verso:
“Por medio
de dar a otros lo que buscan,
Creyendo y
entendiendo el profundo Dharma, dando adornos,
Y dando con
diligencia al Campo de Mérito de las Tres Joyas,
Al final de
la vida, los Budas se manifestarán ante ti”.
En aquel
tiempo, la niña Sumati oyó lo que había hablado el Buda, y dijo: “Bhagavat, tal
como el Buda ha hablado de las prácticas de un Bodhisattva, ¡Así las practicaré
yo! Bhagavat, entre estas cuarenta prácticas, si hay una que falte o que no sea
cultivada, entonces esto estará en conflicto con las enseñanzas del Buda, y
supondría engañar al Tathagata”.
En aquel
tiempo, el Venerable Maha Maudgalyāyana, se dirigió a Sumati, diciendo: “La
práctica de un Bodhisattva es extremadamente difícil de llevar a cabo. Ahora,
tú estás desarrollando esta gran aspiración. ¿Cómo podrás lograr la culminación
de este voto?”
Entonces, la niña Sumati replicó diciendo: “Venerable, si mi
gran aspiración de llevar todas estas prácticas a su culminación es verdadera,
y no algo vacío, entonces que puedan los tres mil grandes miles de mundos
temblar en seis direcciones, y que de los cielos caiga una lluvia de flores
maravillosas, y que pueda el tambor celestial sonar”.
Apenas fueron pronunciadas estas palabras, las flores
celestiales comenzaron a caer como una lluvia, y se oyó sonar el tambor
celestial, y los tres mil grandes miles de mundos temblaron en seis
direcciones. Entonces, Sumati se volvió a dirigir a Maha Maudgalyāyana:
“Partiendo de mis palabras de verdad, en una era futura, yo alcanzaré la
Budeidad, lo mismo que hizo Sakyamuni, el Tathagata. En mi Campo de Buda no
habrá hechos de Mara, no existirán siquiera las palabras para designar los
destinos desafortunados[7],
o para mujer. Si lo que yo digo no es una mera imaginación, ¡Que entonces
puedan los cuerpos de todos aquellos que están presentes en esta gran asamblea
volverse del color del oro!” Después de pronunciar estas palabras, la asamblea se
volvió de color dorado.
Entonces, el Venerable Maha Maudgalyāyana se levantó de su
asiento, descubrió su hombro derecho, y se postró con su cabeza a los pies del
Buda. El habló diciendo: “Bhagavat, partiendo de estas cosas, yo he
desarrollado la mente de un Bodhisattva, e incluso la de la asamblea de
Bodhisattvas Grandes Seres”:
En aquel tiempo, Mañjushri,
el Príncipe del Dharma, habló a Sumati, diciendo: “¿En qué permaneces
para hacer esta sincera aspiración?”
Sumati replicó, diciendo: “Mañjushri, no es apropiado
preguntar esto. ¿Por qué? Porque en el Reino de la Realidad[8]
no hay nada que permanezca”.
Entonces, Él volvió a preguntar: “Entonces, ¿Qué es
iluminación?”
Ella contestó: “La no diferenciación de los fenómenos, es lo
que es llamado Iluminación.
Mañjushri volvió
preguntar: “¿Entonces, qué es lo que es llamado un Bodhisattva?”
Ella contestó: “Un Bodhisattva es alguien que es consciente
de que todos los fenómenos son similares al espacio vacío”.
El preguntó: “¿Qué es lo que es llamado la práctica iluminada
(de un Bodhisattva)?”
Ella contestó: “La práctica iluminada es como un espejismo, o
como el eco de un valle”.
El preguntó: “¿Con qué significado oculto dices esas cosas?”
Ella contestó: “En esto, yo no percibo la menor cosa que
pueda ser oculta o manifiesta”.
El entonces dijo: “Si es tal como tú dices, entonces toda la
gente ordinaria estaría iluminada”.
Ella respondió: “¿Tú piensas que una persona ordinaria es
diferente de un Iluminado? ¡No sostengas esa visión! ¿Por qué? Porque ambos
comparten la misma naturaleza, la del Reino de la Realidad; no hay nada que
pueda ser aprehendido o abandonado, nada que realizar o destruir”.
El volvió a preguntar: “¿Cuántos seres son capaces de entender
plenamente tu significado?”
Ella respondió: “Su número es como el número de mentes
ilusorias, y de sus funciones mentales. Quien comprende la ilusión de ser, ya
es capaz de entender mi significado”.
Mañjushri dijo: “Las ilusiones carecen de base, por lo tanto,
¿Cómo puede haber dichos seres, y dichas funciones mentales?”
Ella respondió: “El Reino de la Realidad es también así. Nada
es existente o no existente, y para el Tathagata es también tal como esto”.
Entonces Mañjushri se dirigió al Buda, diciendo: “Bhagavat,
esta Sumati es extraordinaria, ¡Incluso capaz de conseguir la paciencia en el
Dharma!”
El Buda dijo: “Así es, así es. Lo que ella ha dicho es
sincero, y cierto. De ese modo, esta niña ha desarrollado desde hace mucho
tiempo la mente de la Iluminación, durante los treinta pasados eones, desarrollando
incluso el discurrir de mi Suprema Iluminación, consiguiendo el permanecer en
la paciente aceptación de la no verdadera producción de todos los fenómenos”.
Entonces, Mañjushri se levantó de su asiento para rendir
homenaje, y se dirigió a Sumati, diciendo: “A través de innumerables eones en
el pasado, yo he hecho ofrendas, y nunca he encontrado eso de lo que tú hablas
ahora”.
Sumati habló, diciendo: “Mañjushri, ahora no deberías de dar
lugar a esas discriminaciones. ¿Por qué? Es la no discriminación la que origina
la paciente aceptación de la no verdadera producción de todos los fenómenos”.
El volvió a preguntar a Sumati: “¿Por qué sigues sin
transformar tu cuerpo femenino?”
Sumati replicó diciendo: “La apariencia femenina no puede ser
aprehendida, por lo tanto, ¿Qué hay que transformar? Mañjushri, en una era
futura, cuando yo alcance la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación[9],
los monjes oirán Mi Dharma, oirán hablar de la vida virtuosa, abandonarán el
hogar, y entrarán en el Sendero. En mi Campo de Buda todos los seres tendrán
cuerpos de color dorado, y disfrutarán de provisiones como las que se
encuentran en el Sexto Cielo[10].
Las bebidas y comidas serán ricas y abundantes, y se obtendrán con solo
pensarlo. Allí no habrá hechos de Mara, ni destinos desafortunados, y ni
siquiera el nombre de “mujer”. Allí habrá un bosque hecho de los siete tesoros,
y por encima una red de joyas, y un toldo enjoyado cubierto con flores de loto
hechas de los siete tesoros. Estará gloriosamente adornado con adornos iguales
a los de la Tierra Completamente Pura de Mañjushri, idéntico y sin ninguna
diferencia.
Si lo que yo digo no es falso, que puedan entonces los
cuerpos de todos los presentes en esta asamblea volverse de color dorado, y que
pueda mi cuerpo femenino transformarse en el de un varón, en la forma de un
monje conocedor del Dharma, de treinta años”.
Entonces, cuando esto fue pronunciado, toda la gran asamblea
tomo un color dorado, y el Bodhisattva Sumati se transformó de mujer en varón,
bajo la forma de un monje de treinta años conocedor del Dharma. Acto seguido,
una multitud de dioses aparecieron alrededor de ellos, y elevaron sus
alabanzas: “¡Maravilloso!¡Maravilloso! ¡El Bodhisattva Sumati, el Gran Ser, en
una era futura, cuando alcance la Iluminación, tendrá un Campo de Buda puro adornado
con tales méritos!”
Entonces el Buda se dirigió a Mañjushri, diciendo: “Este
Bodhisattva Sumati, en una era futura, cuando ella consiga la Completa
Iluminación, tendrá el nombre de Tathagata Tesoro de Joyas de Méritos
Extraordinarios, y se manifestará en el mundo”.
Cuando el Buda hubo pronunciado este Sutra, treinta miríadas
de seres alcanzaron la irreversibilidad de la Insuperable, Completa, y Perfecta
Iluminación. Ochenta miríadas de seres dejaron la suciedad, y lograron el Ojo
de Dharma completamente puro. Ocho mil seres lograron la sabiduría de la
realización. Cinco mil monjes entraron en el Vehículo del Bodhisattva[11],
abandonando una mente con deseos.
Percibiendo la extraordinaria intención del Bodhisattva
Sumati, sus raíces de virtud, y su soberana autoridad, cada monje descubrió la
parte superior de sus ropas monásticas. Ellos hicieron una ofrenda al Tathagata
por medio de la generación de un gran voto, diciendo: “¡A partir de estas
raíces de virtud, cada uno de nosotros resolvemos y aspiramos a alcanzar la
Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación lo mismo que esos hombres
virtuosos, y partiendo de esas raíces de virtud transferidas para el logro de
la Iluminación, saltando sobre noventa eones de experimentar el sufrimiento del
nacimiento y la muerte, avanzar hasta la irreversibilidad de la Insuperable,
Completa, y Perfecta Iluminación!”
Entonces, el Bhagavan hizo una predicción, diciendo: “Todos
vosotros, en el futuro, después de pasados mil eones a partir de ahora, en el
Eón de la Radiación Inmaculada, y en el Campo de Buda del Llameante Mundo de la
Resistencia, alcanzaréis la Budeidad en un solo eón. Todos vosotros tendréis el
mismo nombre de Tathagata Adornado con Elocuencia.
Mañjushri, esta puerta del Dharma puro tiene una gran
soberana autoridad, capaz de hacer que los Bodhisattvas Grandes Seres, y
también aquellos que van en el Vehículo de los Oyentes, obtengan un gran beneficio.
Mañjushri, supón que hay un buen hombre o una buena mujer que están buscando la
Iluminación sin tener los medios hábiles, que practicaron las Seis Perfecciones[12]
durante mil eones. Si también hay una persona que escribe, estudia, y recita
este Sutra, durante una sola noche, entonces la cantidad de mérito recibida por
este último es cien veces, mil veces, miríadas de veces más grande, tan grande
que no puede ser comparado.
Por lo tanto, Mañjushri, una puerta del Dharma sutil como es
esta, es fundamental para el Canon de los Bodhisattvas. Yo ahora te lo
encomiendo a ti, de forma que en una era futura, tú puedas aceptarlo, mantenerlo,
estudiarlo, recitarlo, y explicarlo a otros. Por ejemplo, cuando un Rey Que
Gira la Rueda[13], se
manifiesta en el mundo, los Siete Tesoros siempre están presentes ante él; pero
cuando el rey ha muerto, entonces todas las joyas se desvanecerán. Cuando una
puerta del Dharma sutil como esta se expande en el mundo, los Siete Factores de
la Iluminación de los Tathagatas, y el Ojo del Dharma no serán destruidos; sin
embargo, si no es difundido, entonces el Dharma verdadero se extinguirá. Por lo
tanto, Mañjushri, si un buen hombre o una buena mujer están buscando la Iluminación,
entonces él o ella deberían de escribir este Sutra con entusiasmo, y deberían
de aceptarlo, mantenerlo, estudiarlo, recitarlo, y exponérselo a otros. En una
era final, uno no debiera de dar lugar a una mente de arrepentimiento o desdén
hacia Mis enseñanzas”.
Después de que el Buda hubiera pronunciado este Sutra,
entonces el Bodhisattva Sumati, el Bodhisattva Mañjushri, y todos en aquella
gran multitud, los dioses, humanos, asuras, gandharvas, y demás, oyeron lo que
el Buda había hablado. Con gran gozo, lo creyeron, aceptaron y practicaron de
forma acorde.
Traducido del sánscrito al chino por el Maestro indio
Bodhiruci.
Traducido al castellano y anotado por el ignorante y falto de
devoción upasaka Losang Gyatso. Editado a 20/04/2016.
[1] Gran
Inteligencia.
[2] Las
acciones demoníacas.
[3]
En los Sutras del Canon Chino, la palabra Bhagavat se suele traducir como
“Honrado por Todo el Mundo”. Nagarjuna explicó los diversos significados de
esta palabra en el Mahaprajñaparamita Sastra.
[4]
Posiblemente se refiera a los Tres Entrenamientos Superiores, en la Moralidad,
Concentración, y Sabiduría.
[5]
Para el logro de la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación de todos los
seres, sin excepción.
[6] Buda,
Dharma, y Sangha.
[7]
Los renacimientos en los infiernos, o como fantasma hambriento, o como animal.
[8] Dharmadhatu.
[9] Anuttara
Samyak Sambodhi.
[10] Del
Reino del Deseo.
[11] El
Mahayana.
[12]
Generosidad, moralidad, paciencia, esfuerzo, concentración, y sabiduría.
[13]
Chakravartin, un monarca universal.
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