miércoles, 24 de octubre de 2012

Sutra de la Perfección de la Sabiduría en 8000 Lineas. Capítulo 14 Símiles.

CAPÍTULO CATORCE: SÍMILES.

 

LOS RENACIMIENTOS PASADOS Y FUTUROS. (1)

 

Subhuti: Si un Bodhisattva, tras meramente oírla, inmediatamente cree en esta Perfección de la Sabiduría, y no llega a estar acobardado, terco, paralizado, o estupefacto; si no duda o se excita, sino que se delita en la sabiduría perfecta, ¿Dónde ha muerto, dónde renace?

El Señor: Si un Bodhisattva reacciona de esa forma ante la Perfección de la Sabiduría, si se deleita en verla y escucharla, si la lleva en mente y la desarrolla, la mantiene fija en su mente sin desviarse de ella en ningún momento, si siente la urgencia de conseguirla, de llevarla en mente, exponerla, estudiarla, difundirla, si una vez que ha oído la sabiduría perfecta él sigue y persigue el recitar la enseñanza, y no se va hasta que conoce de memoria esta Perfección de la Sabiduría, o hasta que la tenga en la forma de un libro, lo mismo que una vaca no abandona a su joven ternero; entonces este Bodhisattva ha muerto entre los humanos, y nacerá entre los humanos.

Subhuti: ¿Puede un Bodhisattva que está dotado con estas cualidades haber muerto en otros Campos de Buda antes de que haya renacido aquí?

El Señor: Es perfectamente posible que un Bodhisattva que está dotado con estas cualidades, antes de que haya nacido aquí, haya muerto en otros Campos de Buda dónde él ha honrado y preguntado a los Budas, los Señores. O puede también haber muerto entre los Dioses de Tushita. Puede que él haya honrado a Maitreya, el Bodhisattva, y que persistentemente le haya preguntado respecto a esta Perfección de la Sabiduría.

 

LOS HECHOS DE UN BODHISATTVA QUE FRACASA EN LA SABIDURÍA PERFECTA. (2)

 

Por otro lado, si un Bodhisattva ha oído en el pasado esta profunda Perfección de la Sabiduría, pero no ha hecho preguntas sobre ella; y si más tarde, cuando el renace entre los humanos y oye esta Perfección de la Sabiduría cuando está siendo enseñada, el se excita, y se queda estupefacto y acobardado, entonces uno puede estar seguro de que en el pasado él fue uno de aquellos que no quisieron hacer preguntas.

Otro Bodhisattva pudo haber tenido en el pasado la actitud correcta hacia esta profunda Perfección de la Sabiduría durante uno, dos, tres, cuatro, o cinco días; y ahora solo tiene fe en ella durante cierto tiempo, pero después es olvidada de nuevo, y ya no siente más el deseo de hacer preguntas en torno a ella. Pues es un hecho que si un Bodhisattva en el pasado no ha estado todo el tiempo haciendo preguntas sobre esta profunda Perfección de la Sabiduría, y no la ha perseguido todo el tiempo, entonces más tarde a veces él sentirá la urgencia de perseguir la escucha de esta profunda Perfección de la Sabiduría, pero no así otras veces; él se caerá de su fe una vez más, llegará a estar desalentado, y su inteligencia llegará a ser inestable, y semejante al algodón. Uno puede estar seguro de que ese Bodhisattva está establecido, pero desde hace poco, en el Vehículo. Estando establecido desde hace poco en el Vehículo, el perderá su fe en él, su serena confianza en él, su urgencia por él, en otras palabras, el no adoptará esta Perfección de la Sabiduría, ni la seguirá. Uno tiene que esperar que él se moverá en uno de los dos niveles, en el nivel de un Discípulo, o en el nivel de un Pratyekabuddha.

 

CUATRO SÍMILES (3)

 

Cuando un barco se hunde en medio del océano, la gente morirá en el agua sin alcanzar la orilla, si ellos no encuentran soporte en un mastil, o en una tabla, o en otro cuerpo sólido. Pero aquellos que se esfuerzan por lograr tal soporte no morirán en el agua; ellos cruzarán hasta la lejana orilla a salvo y sin contratiempos, y se establecerán en tierra firme sin heridas ni daños. De la misma forma, un Bodhisattva que está dotado con fe, pero muy pequeña, con solo una mínima confianza serena, con solo un poco de afecto, solo un poco de deseo de hacer, y que no tiene el soporte de la Perfección de la Sabiduría, se precipita a caer en medio de un mal camino; y sin haber obtenido el estado de omnisciencia, se establecerá en la realización de un Discípulo, o en la realización de un Pratyekabuddha. Diferente es el caso del Bodhisattva que tiene fe en ella, que la acepta pacientemente, que tiene gusto por ella, que tiene deseo de hacer, esfuerzo, vigilancia, determinación, intención ferviente, renunciación, un título que ser respetado, esfuerzo entusiasta, alegría, serena confianza, afecto por ella, persistencia en el intento de lograr la Completa Iluminación, y que también ha logrado el soporte de la Perfección de la Sabiduría; habiendo obtenido la Perfección de la Sabiduría, él se establecerá en la omnisciencia.

Si alguien utiliza una jarra malamente cocida para llevar agua en ella, esa jarra no durará mucho, y verdaderamente se romperá en pedazos rápidamente y desaparecerá en el suelo. Pues es debido a su condición de estar mal cocida por lo que pronto llegará a su fin en el suelo. De la misma forma, aunque un Bodhisattva pueda tener todas las cualidades enumeradas anteriormente, desde la fe hasta el persistente deseo de alcanzar la Iluminación, en cuanto a que ello no ha sido conseguido por medio de la sabiduría perfecta y de la destreza en los medios, él se está dirigiendo a precipitarse en medio de un mal camino, en otras palabras, el caerá en el nivel de un Discípulo, o de un Pratyekabuddha. Pero si alguien llevara agua- desde un rio, o desde un lago, o desde un estanque, o desde un manantial, o desde cualquier otro lugar en el que haya agua- en una jarra bien cocida, entonces esa jarra llevará el agua a salvo y sin daño hasta la casa, debido a esa condición de la jarra de estar bien cocida. Idénticamente, un Bodhisattva que posee no solo las cualidades enumeradas anteriormente, sino que además estas han sido conseguidas por medio de la sabiduría perfecta y de la habilidad en los medios, no incurrirá en una caída en medio de un mal camino, y sin heridas ni daño, se establecerá en la omnisciencia.

Un hombre necio botará al agua una embarcación que no está calafateada o reparada, que ha estado atada a su amarradero durante mucho tiempo, la sobrecargará con sus mercancías, montará en ella, y partirá. Su barco está destinado a colapsarse irremisiblemente antes de que haya transportado las mercancías a través del agua. Cuando su nave haya reventado partiéndose en pedazos, ese mercader necio, el cual carece de destreza en los medios, habrá perdido una gran fortuna, una gran fuente de riqueza. De la misma forma, un Bodhisattva que tenga todas las cualidades enumeradas anteriormente, pero que carezca de la sabiduría perfecta y de destreza en los medios hábiles, si haber obtenido la riqueza de la omnisciencia, se está dirigiendo al colapso en medio de un mal camino, a incurrir en una caída; él ha perdido  una gran cantidad de su riqueza, el también ha perdido una gran cantidad de riqueza de otros, porque él ha perdido la omnisciencia, la cual es como una gran fortuna, y una gran fuente de riqueza; por no mencionar su colapso en medio de un mal camino, su caída dentro del nivel del Discípulo o del Pratyekabuddha. Un mercader inteligente, al contrario, construiría un barco sólido, lo botaría con el cuidado apropiado dentro del agua, lo cargaría con las mercancías y las distribuiría de forma adecuada; y con un viento a favor su nave gradualmente navegaría hacia el país que es el final de su viaje. Su barco no se colapsará en el agua, él irá hacia dónde quiere ir, y el mercader obtendrá una gran riqueza bajo la forma de joyas mundanas. Idénticamente, un Bodhisattva que tiene fe, y las demás cualidades enumeradas anteriormente, y que además ha conseguido la sabiduría perfecta y que no carece de destreza en los medios, es seguro que no se colapsará en el medio de un mal camino, que no incurrirá en una caída, que se establecerá en la Suprema iluminación. Pues es un hecho que si un Bodhisattva tiene fe y las demás cualidades enumeradas anteriormente, y si además estos fenómenos suyos han sido conseguidos por la sabiduría perfecta, y si no está carente de destreza en los medios, entonces ellos no le precipitarán hacia el nivel de un Discípulo, o de un Pratyekabuddha, sino que al contrario estos fenómenos lo dirigirán en dirección hacia la omnisciencia, y ellos lo encaminarán hacia ella, y ellos lo conducirán hacia la obtención de la Completa Iluminación.

Si una persona fuera muy anciana, avanzada en años, decrépita, digamos de ciento veinte años, y si cayera enferma en su cuerpo, ¿Podría él levantarse de su cama sin ser cogido por otros?

Subhuti: ¡No, Señor!

El Señor: E incluso si él pudiera levantarse de su cama, ciertamente el no podría tener la fuerza para caminar durante medio kilómetro. Desgastado por ambos, la vejez y la enfermedad, el no podría caminar durante ningún periodo de tiempo, incluso aunque él fuera capaz de levantarse de su cama. Idénticamente, incluso si un Bodhisattva tiene todas las cualidades enumeradas anteriormente, si no han sido conseguidas por la sabiduría perfecta, y si carece de destreza en los medios, entonces aunque pueda haberse encaminado hacia la Completa Iluminación, sin embargo él está dirigiéndose hacia un colapso en medio de un mal camino, está dirigiéndose a incurrir en una caída, en otras palabras, el se establecerá en el nivel del Discípulo, o en el del Pratyekabuddha. Esta es una consecuencia necesaria del hecho de que no ha sido conseguido por la sabiduría perfecta, y de que carece de destreza en los medios.

Pero puede que dos hombres fuertes sostengan a ese hombre anciano y enfermo, y que cuidadosamente lo levanten, y le prometan que él puede ir a donde quiera que desee, y tan lejos como el desee, porque ellos lo asistirán; y el no necesita tener miedo de caerse en el camino que el coja para ir al lugar al que tiene que ir. De la misma forma, un Bodhisattva que tiene fe, etc, y que está asistido por la sabiduría perfecta, que está dotado con la destreza en los medios, está seguro de no colapsarse en medio de un mal camino; el no incurrirá en una caída, el es capaz de alcanzar su sitio, por ejemplo el estado de Completa Iluminación.

 

 

Trad. al castellano por el ignorante y falto de devoción upasaka Losang Gyatso.

 

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