miércoles, 18 de mayo de 2016

Sutra de la Disciplina del Laico. Capítulo Cinco. Los Tres Tipos de Iluminación.

Los Tres Tipos de Iluminación.
Sujāta dijo: “Bhagavan, el Buda habla de dos clases de Bodhisattvas: aquellos que han renunciado a la vida en familia, y aquellos que llevan una vida en familia. El Buda también habla de tres tipos de Iluminación: la Iluminación de los Oyentes, la Iluminación de los Realizadores Solitarios, y la Iluminación de un Buda. Si aquellos que han alcanzado la Iluminación son llamados Budas, ¿Por qué los Oyentes y los Realizadores Solitarios no son llamados Budas? Si aquellos que han realizado la naturaleza última de los fenómenos son llamados Budas, ¿Por qué los Oyentes y los Realizadores Solitarios, que han realizado la naturaleza de los fenómenos, no son llamados Budas? Si aquellos que han logrado la Omnisciencia son llamados Budas, ¿Por qué los Oyentes y los Realizadores Solitarios, quienes han logrado el conocimiento de lo cognoscible, no son llamados Budas, considerando que todos los fenómenos están abarcados en las Cuatro Nobles Verdades?”
El Buda replicó: “Buen hombre, existen tres tipos de Iluminación. La primera es obtenida en base a la escucha; la segunda es alcanzada en base a la reflexión; y la tercera es alcanzada a través del entrenamiento.”
Por Qué Es Suprema La Iluminación de un Buda.
“Los Oyentes alcanzan su Iluminación a través de escuchar las Cuatro Nobles Verdades, y por eso no son llamados Budas. Los Realizadores Solitarios alcanzan su Iluminación a través del examen de la producción dependiente de todos los fenómenos, y por eso no son llamados Budas. Los Tathagatas no tienen maestros, y no confían en la escucha o la reflexión. Ellos alcanzan su Iluminación a través del entrenamiento espiritual, y por eso son llamados Budas.
Buen hombre, aquellos que comprenden la naturaleza última de todos los fenómenos, son llamados Budas. Existen dos aspectos de la naturaleza de los fenómenos: su apariencia general[1], y su apariencia particular[2]. Los Oyentes conocen solo las apariencias generales, y por eso no son llamados Budas. Los Realizadores Solitarios también conocen solamente las apariencias generales, aunque no a través de la escucha, y por eso no son llamados Budas. Los Tathagatas, los Bhagavanes conocen ambas, las apariencias generales y las apariencias particulares de todos los fenómenos. Ellos son llamados Budas porque, sin haber tenido maestros, ellos realizan la naturaleza última de los fenómenos a través de su propio entrenamiento espiritual, sin confiar en la escucha y la reflexión.
Buen hombre,  los Tathagatas, los Bhagavanes, poseen la sabiduría que conoce plenamente todas las condiciones. Los Oyentes y los Realizadores Solitarios, aunque conocen las Cuatro Nobles Verdades, no poseen la sabiduría que conoce completamente todas las condiciones, por eso no son llamados Budas. Los Tathagatas, los Bhagavanes, poseen la sabiduría que conoce completamente todas las condiciones, por eso son llamados Budas.
Buen hombre, utilizando una analogía, hay tres animales-un conejo, un caballo, y un elefante-que cruzan el Ganges. El conejo lo cruza nadando sin tocar el fondo. El caballo puede o no puede tocar el fondo. El elefante toca completamente el fondo. El Ganges es como el rio de los Doce Vínculos de la Generación Dependiente. Cuando los Oyentes cruzan este rio, son como el conejo. Cuando los Realizadores Solitarios cruzan este rio, son como el caballo. Cuando los Tathagatas cruzan este rio, son como el gran elefante macho que deja su olor, por lo tanto son llamados Budas.
Aunque los Oyentes y Realizadores Solitarios ponen fin a sus aflicciones, ellos no pueden poner fin a sus tendencias latentes[3]. Los Tathagatas pueden arrancar la raíz de todas las aflicciones, junto con sus latencias, por eso son llamados Budas.
Buen hombre, hay dos clases de duda: la duda de las aflicciones[4], y la duda neutra[5]. Quienes montan en los Dos Vehículos[6], pueden poner fin a sus dudas de las aflicciones, pero no pueden poner fin a sus dudas neutras. Los Tathagatas han puesto fin a ambas clases de duda, por eso son llamados Budas.
Buen hombre, los Oyentes pueden cansarse de oír el Dharma; los Realizadores Solitarios pueden cansarse de reflexionar. Los Budas nunca se cansan de oír y de reflexionar, por eso son llamados Budas.
Buen hombre, utilizando una analogía, cuando un objeto puro es colocado dentro de un vaso puro, el contenido y el vaso, ambos son puros. Aunque los Oyentes y los Realizadores Solitarios han conseguido la sabiduría, sus vasos[7] son impuros. Los Tathagatas son puros en su sabiduría y en sus vasos, por eso son llamados Tathagatas.
Buen hombre, hay dos clases de pureza: la pureza en sabiduría y la pureza en las acciones. Los Oyentes y Realizadores Solitarios son puros en su sabiduría, pero no son puros en sus acciones. Los Tathagatas, los Bhagavanes son puros en ambas, en su sabiduría y en sus acciones, por eso son llamados Budas.
Buen hombre, las acciones de los Oyentes y Realizadores Solitarios tienen límites. Las acciones de los Tathagatas, los Bhagavanes, no tienen límites, por eso son llamados Budas.
Buen hombre, los Tathagatas, los Bhagavanes pueden aniquilar en un pensamiento los dos tipos de obstáculo: los obstáculos de las aflicciones[8], y los obstáculos a la liberación[9], por eso son llamados Budas.
Buen hombre, los Tathagatas tienen ambas: la causa de la sabiduría[10], y el efecto de la sabiduría[11], por eso son llamados Budas.
El Logro Insuperable de un Buda.
Buen Hombre, las palabras de un Tathagata son inequívocas, libres de error, y nunca son falsas. Su sabiduría y Su elocuencia deleitante están libres de obstáculos. Su sabiduría conoce completamente las causas, el tiempo, y los aspectos de todos los fenómenos. El no oculta nada, ni esconde nada, y no puede encontrársele ninguna falta. El conoce las aflicciones de todos los seres, y las causas y condiciones del principio y del final de sus esclavitudes. Movido por la gran compasión, El libera a todos los seres de sus sufrimientos. El no puede ser agitado por los ocho vientos mundanos[12]. El ha adquirido los Diez Poderes, las Cuatro Ausencias de Miedo, la Gran Compasión, y las Tres Atenciones Ecuánimes.
Un Tathagata tiene plenamente colmados sus poderes físicos y mentales. ¿Qué se quiere decir por plenitud de poderes físicos? Buen hombre, en el Cielo de los Treinta y Tres[13], hay una gran ciudad llamada Sudarsana[14]. Su longitud y anchura es de 50.000 Kilómetros, y en ella se encuentran 1.000.000 de palacios celestiales, en los que habitan 10.666.666 dioses. Durante los tres meses de verano, el Rey de los Dioses, Sakra-Devanam-Indra va a la arboleda de Pārijāta a disfrutar. En la Montaña de Gandha[15] vive un poderoso elefante macho llamado Airāvana, que tiene siete cabezas. Cuando Sakra, el Rey de los Dioses, piensa en reunirse con Airāvana, este inmediatamente va a él. Como se encamina hacia la arboleda de Pārijāta, la cual dista a cincuenta yojanas[16] de la ciudad de Sudarsana, todos los dioses de la ciudad van con él, dando vueltas sobre sus cabezas.
El poder físico de este elefante sobrepasa al de todos los elefantes machos. No obstante, el poder de 18.000 elefantes machos similares a Airāvana solo alcanza a igualar el poder de un dedo del Buda. Por consiguiente, Su poder físico sobrepasa al de todos los seres. Además, al igual que los mundos y los seres son incontables, similarmente, el poder de la mente del Buda es ilimitado. Por lo tanto, los Tathagatas son llamados Budas, mientras que quienes discurren en los Dos Vehículos, no son llamados Budas.
Por ello, un Tathagata es llamado un Maestro Insuperable, un Gran Hombre, un Poderoso Elefante Entre los Hombres, un León, el Rey de los Nagas, un Domador, un Guía, un Gran Capitán de Barco, un Gran Maestro de la Medicina, el Gran Rey de los Toros, un Rey de los Toros entre los Hombres, una Flor de Loto Pura, el Realizado sin Maestros, el Ojo de Todos los Seres, el Gran Donador de Limosnas, el Gran Asceta, el Gran Brahmín.
A través de la meditación de la calma mental, de la observación de los preceptos, y del esfuerzo entusiasta, los Tathagatas han llegado a la otra orilla de la existencia cíclica, han alcanzado la liberación, por eso son llamados Budas. Buen hombre, los Oyentes y los Realizadores Solitarios no son honrados como Budas, aunque ellos han alcanzado sus Iluminaciones.
Buen hombre, hay dos clases de Bodhisattvas: aquellos que han renunciado a la vida en familia, y aquellos que llevan una vida en familia. No es difícil para los Bodhisattvas que han renunciado a la vida en familia el distinguir entre estas tres iluminaciones, pero para los Bodhisattvas que llevan una vida en familia, es difícil el distinguir entre estas tres clases de Iluminación. ¿Por qué? Porque aquellos que llevan una vida en familia están impedidos por muchas causas y condiciones adversas.”



[1] La apariencia general de todos los fenómenos es su ausencia de una existencia inherente y su vacuidad.
[2] La apariencia particular es la característica distintiva de un fenómeno en particular, tal como la apariencia de solidez del suelo, y la apariencia de calor del fuego.
[3] Vasanas.
[4] La duda con respecto al Maestro, a la Sangha, al Dharma.
[5] Aquella que no es ni buena, ni mala. Por ejemplo, conocer el número de hojas que hay en un bosque, tal como se relata en un Sutra.
[6] Los Dos Vehículos Hinayana: Oyentes y Realizadores Solitarios.
[7] Sus cuerpos y mentes.
[8] Las aflicciones raíz del apego, rechazo, e ignorancia.
[9] La percepción de donante, receptor, y el objeto.
[10] La mente de la Iluminación o bodhicitta.
[11] La Budeidad.
[12] Los ocho vientos o intereses mundanos son: ganancia y pérdida, fama e irrelevancia, alabanza y crítica, placer y dolor.
[13] El segundo cielo del Reino del Deseo.
[14] Buena Visión.
[15] La Montaña Fragante.
[16] Una yojana es una antigua medida de longitud de India, que equivale a la distancia recorrida por una yunta de bueyes en un día.

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