martes, 31 de mayo de 2016

Sutra de la Disciplina del laico. Capítulo Ocho. Bodhisattvas de Nombre, y Verdaderos Bodhisattvas,

Bodhisattvas de Nombre, y Verdaderos Bodhisattvas.
Los Mal Llamados Bodhisattvas.
Sujāta preguntó: “Bhagavan, el Buda habla de dos clases de Bodhisattvas: los mal llamados Bodhisattvas, y los verdaderos Bodhisattvas. ¿Qué se entiende por “los mal llamados Bodhisattvas”?
El Buda respondió: “Buen hombre, después de que los seres generan la mente de la iluminación, algunos de ellos se siguen deleitando en aceptar y sostener caminos que no son los Caminos del Buda, leen y recitan sus textos, y los enseñan a otros. Ellos no cultivan la compasión, y toman la vida de otros para beneficio de sus propios cuerpos y vidas. Se deleitan en el repetido nacimiento y muerte, hacen acciones que tienen el propósito de propiciar los placeres en su ciclo de nacimientos y muertes. Al carecer de fe en las Tres Joyas, sus mentes son una maraña de dudas. Queriéndose y protegiéndose a sí mismos, son incapaces de tolerar los insultos, y emplean un lenguaje abusivo sin refreno o remordimiento. Ellos se menosprecian, y dicen: “Yo no puedo alcanzar la Insuperable Iluminación”.
Aunque ellos sienten temor de sus aflicciones, ellos no se entrenan con diligencia para erradicarlas utilizando los medios hábiles, así que ellos siempre están afectados por la codicia, el enfado, la tacañería, y la envidia. Al tener una mente indolente y caótica, eligen permanecer cerca de los malos amigos. Ellos prefieren su ignorancia de la verdad y su falta de creencia en las Perfecciones. Ellos ni acumulan méritos, ni contemplan los males de experimentar repetidamente el ciclo de nacimientos y muertes. Ellos encuentran sugerentes las palabras maliciosas de los otros. Los Bodhisattvas como esos son “los mal llamados Bodhisattvas”.
Buen hombre, hay seres que activan la mente de la iluminación con el propósito de alcanzar la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación. Pero tras oír que ellos solo pueden lograr la Iluminación después entrenarse en las prácticas del ascetismo durante innumerables eones, entonces se arrepienten. Ellos se entrenan para el logro de la Iluminación, sin convicción. Al faltarles un sentido de la vergüenza y del deshonor, y al carecer de compasión, ellos se deleitan en la práctica no budista de sacrificar cabras como una ofrenda a los dioses. Ellos tienen algo de fe, pero esta no es firme. Practican el mal en su persecución de los placeres de los cinco sentidos. Orgullosos de su cuerpo, vida, y riqueza, son muy arrogantes. Sin embargo, sus acciones incorrectamente motivadas no pueden beneficiarlos. Ellos dan limosnas con la intención de adquirir placeres en el mundo. Ellos observan los preceptos con la intención de renacer en los cielos. Ellos practican la meditación con la intención de alargar la duración de sus vidas. Tales Bodhisattvas son los “mal llamados Bodhisattvas”.
Los Verdaderos Bodhisattvas.
Los verdaderos Bodhisattvas escuchan el significado profundo del Dharma. Se deleitan en permanecer cerca de los buenos amigos, y en hacer ofrendas a los padres, maestros, y a los buenos amigos. Se deleitan en escuchar las enseñanzas contenidas en las doce categorías de las escrituras, las aceptan y las sostienen, las leen y recitan, las copian, y meditan en sus significados. Para beneficio del Dharma, ellos no escatiman incluso el dar sus cuerpos o sus vidas, sus esposas, hijos, o bienes. Su determinación es firme, y sienten compasión hacia todos. Ellos utilizan palabras agradables, palabras consideradas, y palabras veraces; nunca usan palabras ofensivas, o palabras que inciten a la división, y ellos no se desprecian a sí mismos. Dan limosnas generosamente, sin restricción.
Ellos se deleitan en afilar el cuchillo de la sabiduría. Ellos estudian los textos no budistas con la intención de derrotar y de eliminar los puntos de vista erróneos. Al estar familiarizados con los medios hábiles para domar a los seres, ellos no sienten miedo en medio de una multitud. Ellos enseñan a los seres que es fácil alcanzar la Iluminación, liberándolos del miedo. Ellos hacen esfuerzos enérgicos para progresar a pesar de sus aflicciones, haciendo que sus aflicciones vayan perdiendo fuerza. Sus mentes nunca se dejan llevar por las tendencias habituales, ellos cultivan la paciencia ante la adversidad. Para alcanzar el nirvana, ellos observan los preceptos al par que hacen esfuerzos enérgicos.
Ellos trabajan deseosos de servir a los seres, posibilitándoles obtener la paz y la alegría. Ellos aceptan sufrir para beneficiar a los otros, sin arrepentirse de ello. Sienten compasión hacia aquellos que retroceden de la mente de la iluminación. Ellos pueden rescatar a los demás de todos los tipos de sufrimiento, y pueden ver los males de padecer repetidamente el nacimiento y la muerte. Ellos están equipados con las Seis Perfecciones, y sus hechos mundanos sobrepasan a los de todos los demás. Con una fe firme, ellos cultivan el amor benevolente y la compasión, y no buscan recompensas por su amor benevolente y compasión. Sus mentes no consideran la existencia de amigos y enemigos, como opuestos.
Del mismo modo en que ellos dan limosna con una mente de igualdad, así dan también sus cuerpos con una mente de igualdad. Conociendo las apariencias de la impermanencia, ellos no rehúsan a dar sus cuerpos y sus vidas. Ellos atraen a los seres a través de las Cuatro Formas de Atraer al Dharma. Conociendo la verdad convencional, ellos se comportan de acuerdo a las palabras de los seres. Cuando están sufriendo para el beneficio de los seres, su mente permanece quieta, como el Monte Sumeru. Aunque vean a los seres hacer gran cantidad de malas acciones, nunca olvidan las buenas cualidades de ellos. No dudando en lo más mínimo en las Tres Joyas, ellos encuentran deleite en hacerles ofrendas.
En el caso de que sus recursos sean limitados, ellos dan primero al pobre, y después a los otros campos de fortuna; ellos ayudan primero al pobre, y después al rico. Se deleitan en alabar las bondades de otros, e indican a otros el sendero hacia el Nirvana. Ellos ayudan a los demás a aprender todo tipo de conocimientos, y se deleitan viendo como los otros están cada vez más realizados. Siempre piensan en beneficiar a los demás, y no en sí mismos. Todas las acciones virtuosas hechas con su cuerpo, habla, y mente son dedicadas al bienestar de los otros, y no a su propio beneficio. Tales Bodhisattvas son llamados “los verdaderos Bodhisattvas”.
Buen hombre, hay dos clases de Bodhisattvas: aquellos que han renunciado a la vida en familia, y aquellos que llevan una vida en familia. No es difícil para los Bodhisattvas que han renunciado a una vida en familia ser verdaderos Bodhisattvas, pero para aquellos Bodhisattvas que llevan una vida en familia es difícil ser verdaderos Bodhisattvas. ¿Por qué? Porque aquellos que llevan una vida en familia están obstaculizados por muchas causas y condiciones adversas.”


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