miércoles, 20 de julio de 2016

Sutra de la Moralidad del Laico. Capítulo Diecisiete-Haciendo Ofrendas a las Tres Joyas.

Haciendo Ofrendas a las Tres Joyas.
Las Tres Joyas como Campos Afortunados.
Sujāta preguntó: “Bhagavan, después de que un Bodhisattva haya recibido los preceptos del laico, ¿Cómo hace él las ofrendas a las Tres Joyas?”
El Buda dijo: “Buen hombre, existen Tres Campos Afortunados en el mundo: el Campo de la Amabilidad, el Campo del Mérito[1], y el Campo de Pobreza[2]. El Campo de la Amabilidad lo constituyen los padres, maestros, y preceptores de uno; el Campo de Mérito lo constituyen desde aquellos que ya han alcanzado el Nivel de Calor, hasta la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación. El Campo de Pobreza se refiere a los pobres y atribulados.
El Buda es ambos campos: el Campo de la Amabilidad y el Campo del Mérito; y lo mismo sucede con el Dharma, que es ambos campos: el Campo de la Amabilidad, y el Campo del Mérito. La Sangha de los monjes y monjas son los tres campos: el Campo de la Amabilidad, el Campo del Mérito, y el Campo de Pobreza. Por lo tanto, un Bodhisattva que ha recibido los preceptos de laico, debería de hacer ofrendas con fervor y diligencia a las Tres Joyas.
Haciendo Ofrendas al Buda.
Buen hombre, un Tathagata es la entera matriz del Dharma. Por consiguiente, un hombre sabio hace ofrendas con devoción a Su cuerpo viviente durante Su vida y, después de Su muerte, venera Sus reliquias, imágenes, y estupas. Cuando está en las soledades, donde no pueden encontrarse Sus imágenes o estupas, él piensa constantemente en El, y lo alaba respetuosamente.
El hace ofrendas y anima a los demás a hacer lo mismo. Cuando ve a otros hacerlo, se siente feliz por ellos. Autorizado por sus méritos, él enseña ampliamente a los otros a hacer las ofrendas junto con él. Después de haber hecho las ofrendas, él no se menosprecia a sí mismo, ni a las Tres Joyas. Para hacer las ofrendas, él nunca pide a los otros que las hagan por él, ni tiene la intención de hacerlas por otros. Mientras está haciendo las ofrendas, él no tiene ni arrepentimiento, ni tampoco expectativas.
El junta con respeto sus manos y reverentemente alaba al Buda, tanto que lo que esté ofreciendo sea una sola moneda o innumerables tesoros; un hilo o innumerables hilos; una flor o innumerables flores; un palillo de incienso o innumerables palillos de incienso; una sola estrofa[3] o innumerables estrofas; sea que haga una sola postración, o innumerables postraciones; sea que haga una sola circunvalación o innumerables circunvalaciones; sea que haga ofrendas solo una vez, o innumerables veces; sea que lo haga solo o en compañía de otros.
Buen hombre, si uno manifiesta fervor al hacer ofrendas al Buda, el Dharma, y la Sangha, uno debería de hacerlo tras mi Parinirvana del mismo modo en que lo hace ahora, durante Mi vida. Cuando uno ve una estupa, uno debería de hacer ofrendas de oro, plata, cobre, hierro, cintas, estandartes, toldos, música, incienso, aceite, o lámparas. Si resulta dañada, o es pisada por los pájaros u otros animales, uno debería de repararla o limpiarla. Si el daño es causado por el viento, agua, o fuego, uno también debería de repararla. Si uno es incapaz de repararla por sí mismo, entonces debería de pedir a otros que lo hagan, utilizando oro, plata, cobre, hierro, madera, o arcilla. Si está polvorienta, uno debería de derramar agua sobre ella, y limpiarla. Si está pisada, se debería de lavar con agua perfumada.
Si uno construye una estupa hecha de joyas, o hace una imagen del Buda con joyas, después de estar terminada, uno debería de hacer ofrenda de varios estandartes, toldos, inciensos, y flores. Si uno no puede conseguir tesoros para su construcción, puede utilizar madera y arcilla en la construcción de la estupa. Después de estar terminada, uno debería de hacer ofrendas de estandartes, toldos, inciensos, flores, y música. Uno debería de quitar de todo el entorno de la estupa las malas hierbas y las flores marchitas, los pájaros muertos y los cuerpos de otros animales muertos, las heces, y la suciedad. Uno debería de tapar los agujeros de los muros de la estupa para impedir la entrada de las serpientes y ratas.
Uno debería de hacer cuanto pueda para limpiar y perfumar con fragancias cualquier estatua del Buda hecha de oro, plata, cobre, aguamarina, cristal, madera, piedra, o arcilla. De acuerdo a la habilidad de cada uno, debiera de ser adornada con diversas guirnaldas.
Como si se estuviera adornando la estupa de un Rey Que Gira la Rueda[4], uno debería de aplicar dentro de un templo perfume sólido y arcilla blanca. Una vez que la estupa y la estatua del Buda estén acabadas, uno debería de hacer ofrendas de aguamarinas, cristal, gemas preciosas, finos brocados, sedas de colores, campanillas, y cintas. Cuando uno pinta la imagen de un Buda, uno no debiera de mezclar resina con leche o huevo de ave en la pintura. Día y noche uno debiera de hacer ofrenda de guirnaldas, flores, cintas maravillosas, espejos pulidos, incienso, polvo de incienso, incienso encendido, perfumes sólidos, y diversos tipos de música y canciones de baile.
Uno nunca debería de hacer ofrenda de mantequilla refinada o de cebada, tal como hacen los no budistas. Ni tampoco se debiera de usar nunca mantequilla para untar una estupa o una imagen del Buda, o utilizar leche para lavarlas. Uno no debiera de hacer una estatua de un Buda, con tan solo la parte superior del cuerpo. Si existiera una estatua con el cuerpo incompleto, uno debiera de esconderla, y buscar a alguien capaz de repararla. Después de que ya tenga el cuerpo completo, entonces ya puede mostrarla. Cuando uno ve una estatua dañada, uno debería de venerarla y hacerle ofrendas lo mismo que si estuviera perfecta.
Cuando uno hace ofrendas, debe de hacerlas uno mismo. Si uno está débil, uno puede pedirle a alguien que le ayude a hacerlas, o que las haga por uno. Supón que hay alguien que presenta al Tathagata una ofrenda de todos los tesoros de los Cuatro Continentes; y supón que hay otra persona que ofrece al Tathagata una ofrenda de sus méritos, alabanzas respetuosas, y ferviente veneración. Los méritos adquiridos por estas dos personas son iguales, sin diferencia alguna.
Un Tathagata está completo en cuerpo y mente. Su cuerpo está adornado con las Treinta y Dos Marcas, y las Ochenta características excelentes[5], y está dotado de gran fuerza. Su mente está revestida de autoridad por las Dieciocho Características Peculiares de un Buda: los Diez Poderes, las Cuatro Ausencias de Miedo, la Gran Compasión, y los Tres Recuerdos de Igualdad; y por las cinco sabidurías[6], las Absorciones Meditativas, las Tres Puertas del Dharma, las once observaciones de la vacuidad, el conocimiento de los Doce Vínculos de la Generación Dependiente, y el inmensurable logro en meditación. Equipado con los siete conocimientos, El ha cruzado a la Otra Orilla por medio de la realización de las Seis Perfecciones. Si uno alaba a un Buda por estas cosas, uno realmente está haciendo ofrendas al Buda.
Haciendo Ofrendas al Dharma y a la Sangha.
Sujāta preguntó: “¿Cómo hace uno ofrendas al Dharma?”
El Buda respondió: “Buen hombre, si uno hace ofrendas a las doce categorías de las escrituras, a eso se le llama hacer ofrendas al Dharma.”
Sujāta: “¿Cómo hacer ofrendas a las doce categorías de las escrituras?”
Buda: “Si uno cree en esas escrituras, si las acepta y sostiene, si las lee y recita, si las explica, si pone en práctica sus enseñanzas, y si enseña a otros a hacer lo mismo, ello es llamado hacer ofrendas a las doce categorías de las escrituras.
Si uno copia alguna de las escrituras de las doce categorías, entonces uno debiera de hacer diversas ofrendas a las copias, de un modo semejante a las ofrendas hechas a un Buda. Existe otro Dharma, el cual tiene que ver con los Bodhisattvas de una capacidad, los Realizadores Solitarios de tres capacidades, y las tres verdades[7]. Si uno cree en este Dharma[8], ello es llamado hacer ofrendas al Dharma.
Si uno hace ofrendas a aquellos que han renunciado a la vida en familia, generado la mente de la iluminación, quienes han recibido los preceptos y los guardan, y a los santos Oyentes de los Ocho Niveles del Oyente[9], desde Quien Entra en la Corriente hasta aquellos que se han convertido en Arhats, a ello se le llama hacer ofrendas a la Sangha.
Has de saber que aquellos que hacen ofrendas al Buda, el Dharma, y la Sangha, no están lejos de los Tathagatas que habitan en los mundos de las diez direcciones. Tanto que caminen, permanezcan de pie, sentados, o acostados, ellos están siempre con los Budas. Has de saber que aquellos que hacen ofrendas a los Tres Campos Afortunados, sean estas grandes o pequeñas, recibirán beneficios en innumerables vidas futuras.
Buen hombre, hay dos clases de Bodhisattvas: aquellos que han renunciado a la vida en familia, y aquellos que llevan una vida en familia. Es fácil para los Bodhisattvas que han renunciado a la vida en familia hacer ofrendas a las Tres Joyas, pero para los Bodhisattvas que llevan una vida en familia resulta difícil hacer ofrendas a las Tres Joyas. ¿Por qué? Porque aquellos que llevan una vida en familia están impedidos por muchas causas y condiciones adversas.



[1] O Campo de Veneración.
[2] O Campo de la Compasión.
[3] Stanza, una estrofa de cuatro versos.
[4] Chakravartin.
[5] Las Ochenta Marcas Menores.
[6] 1) la sabiduría que conoce la verdadera naturaleza de todos los fenómenos (Dharmadhatu-svabhava-jñana); 2) la sabiduría semejante a un espejo (Adarsa-jñana); 3) la sabiduría de la igualdad (Samata-jñana) ; 4) la sabiduría del discernimiento (Pratyaveksanā-jñana); 5) la sabiduría de realización (krtyānusthāna-jñana).
[7] Los tres primeros de los Cuatro Sellos del Dharma (Catur Dharma-mudra), 1) todos los fenómenos condicionados son impermanentes (anitya) ; 2) todos los fenómenos contaminados son sufrimiento (dukha); 3) todos los fenómenos carecen de un yo (anatman); el cuarto sello que no es poseído por los Realizadores Solitarios, ya que su Nirvana es incompleto es: 4) el Nirvana es paz (santi).
[8] De los Cuatro Sellos del Dharma.
[9] Los Ocho Niveles del Oyente son Quien Entra en la Corriente, Quien Permanece en la Corriente; etc.

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