sábado, 8 de diciembre de 2012

Sutra de la Perfección de la Sabiduría en 8000 Lineas. Capítulo 25 El Entrenamiento.

CAPÍTULO VEINTICINCO: EL ENTRENAMIENTO.
 
COMO ES ENTRENADO UN BODHISATTVA EN LA OMNISCIENCIA. (1)
 
Subhuti: ¿En qué, Oh Señor, se debe de ejercitar un Bodhisattva para entrenarse en la omnisciencia?
El Señor: Ha de ejercitarse en la Extinción, en la No Producción, en el No Cese, en el No Nacimiento, en la ausencia de positividad, en el Aislamiento, en la Imparcialidad, en el  Espacio, en el elemento de la Verdad (Dharmadhatu), y en el Nirvana.
Subhuti: ¿Por qué razón, todo eso constituye un entrenamiento en la omnisciencia?
El Señor: ¿Qué piensas, Subhuti; la Talidad del Tathagata, la cual es la causa de que un Tathagata sea un Tathagata, llega eso a extinguirse?
Subhuti: No, Señor. Pues la extinción no puede ser extinguida, al ser la extinción inextinguible.
El Señor: ¿La Talidad del Tathagata, la cual es la causa principal de que el Tathagata sea un Tathagata, es producida ahora, o cesada, o nacida; llega a ser, o cesa de llegar a ser; o llega a estar aislada; o a ser parcial, o imparcial; o llega a ser como el espacio; o llega a ser como la naturaleza de la verdad?
Subhuti: No, Señor.
El Señor: ¿Entra entonces esa Talidad en el Nirvana?
Subhuti: No, Señor.
El Señor: Entonces, por tanto, Subhuti, un Bodhisattva que se ejercite, es entrenado con la convicción de que: “La Talidad no se extingue.” Cuando él se ejercita así, alcanza la perfección de todo el entrenamiento. No puede ser destruido por Mara, o por los asociados a Mara, o por las huestes de Mara. El alcanzará pronto la condición de la irreversibilidad. Pronto se sentará en el lugar de la iluminación. El discurre en su propio recorrido. El está entrenado en todos los fenómenos que le hacen un salvador; está entrenado en la gran amistad, en la gran compasión, en el gran regocijo simpático, en la gran imparcialidad. El se entrena para girar la Rueda del Dharma, con sus tres giros, y sus doce aspectos. El se entrena para salvar a no menos seres de los que debiera. El se entrena para asegurar la no interrupción del linaje de los Tathagatas. El se entrena para abrir la puerta del elemento de la inmortalidad.
Sin embargo, un ser de capacidad inferior es incapaz de este sublime entrenamiento; pues una persona con debilidad no puede ser ejercitada en este entrenamiento. Porque los que son ejercitados en este entrenamiento son la verdadera crema de entre todos los seres, son personas que quieren salvar a todos los seres. Ellos quieren alcanzar un estado en donde están elevados, por encima de todos los seres.
Un Bodhisattva que se entrena así, no renace en los infiernos, o entre los animales, o en el reino de los Pretas, ni entre los Asuras, ni en los estados fronterizos (entre bárbaros), ni en las familias de descastados, o de criadores de aves, o de cazadores, pescadores, o carniceros; ni entre los otros tipos de familias de clase baja, en la que uno es adicto a ese tipo de actos bajos.
El no llega a ser ciego, sordo, o tuerto; no es un tullido, ni un jorobado; ni un hombre al que se le haya secado un brazo o una pierna; ni que cojea, ni es lisiado o pasmado; tampoco es tímido, tembloroso, o carente de firmeza; sus miembros no son débiles ni incompletos, ni anormales; no es débil, ni tiene una mala complexión o figura; sus facultades no son inferiores ni incompletas, sino que son perfectas en todas las maneras; y tiene una voz melodiosa.
El no llega a ser una persona que quite la vida; o que coja lo que no le es dado; o que actúe incorrectamente debido al deseo sexual; o que habla falsamente; o maliciosamente; o con dureza; o alguien que parlotea de todo; o alguien que es codicioso; o alguien que alberga malicia en su corazón; o alguien que mantiene puntos de vista erróneos; y él no se gana la vida de forma no apropiada. Pues existe su destreza en los medios, y dotado con eso, él no renace entre los Dioses de larga vida.
¿Pero qué es esa destreza en los medios de un Bodhisattva? Es solo esta Perfección de la Sabiduría. Y él la aplica a su destreza en los medios, de forma tal, que dotado con ella el Bodhisattva entra en los trances, sin renacer debido a la influencia de los trances. Un Bodhisattva, cuando se entrena así, adquiere la perfecta pureza de los poderes, de los fundamentos de la intrepidez, de los fenómenos de un Buda. El logra todo eso.
Subhuti: ¿Pero, Oh Señor, si como todos nosotros sabemos, todos los fenómenos son por naturaleza completamente puros, entonces con respecto a qué fenómeno un Bodhisattva adquiere y logra la perfecta pureza de los poderes, de los fundamentos de la intrepidez, y de los fenómenos de un Buda?
El Señor: Así es, Subhuti. Pues todos los fenómenos son por naturaleza perfectamente puros. Cuando un Bodhisattva se entrena en la sabiduría perfecta, no se desanima y permanece sin acobardarse, ya que todos los fenómenos en su verdadera naturaleza primordial son perfectamente puros; esa es su Perfección de la Sabiduría.
Pero la gente ordinaria neciamente no conoce, ni ve, que los fenómenos están realmente constituidos así; y ellos ni conocen, ni ven, la verdadera naturaleza de los fenómenos.
El Bodhisattva se esfuerza y lucha en beneficio de esos seres, de forma que esos que no lo conocen puedan llegar a ser capaces de conocerlo; de forma que a aquellos que no lo ven, pueda hacerse que lo vean. Ellos se ejercitan en este entrenamiento, y por lo tanto (en el mundo de la apariencia) el Bodhisattva alcanza los poderes, los fenómenos de la intrepidez, y todos los fenómenos de un Buda.
Cuando se entrenan de este modo, los Bodhisattvas sabiamente conocen los pensamientos palpitantes y las acciones de otros seres, de otras personas, tal y como verdaderamente son. Y entonces ellos van más allá del conocimiento de los pensamientos y las acciones de los otros.
 
LA ESCASEZ DE BODHISATTVAS. (2)
 
En esta tierra, pocos son los lugares libres de piedras; pocos los terrenos en los que se encuentran plata y oro. Son mucho más numerosos los desiertos salinos, los desiertos áridos, los lugares cubiertos por hierba, o por espinos, o con precipicios. De forma similar, en el mundo de los seres existen pocos Bodhisattvas que se entrenen en la omnisciencia, en el entrenamiento de la sabiduría perfecta. Son mucho más numerosos los que se entrenan en las prácticas propias de los Discípulos y Pratyekabuddhas.
Además, Subhuti, en el mundo de los seres pocos son los que han realizado las acciones que llevan a la autoridad de un monarca universal. Mucho más numerosos son aquellos que han realizado acciones que los llevan a ostentar la autoridad como comandantes de una fortaleza. De la misma forma, en el mundo de los seres son pocos los Bodhisattvas que han entrado en este sendero de la sabiduría perfecta, y que han tomado la resolución de conocer la Completa Iluminación.  Muchos más son aquellos que han tomado el Sendero de los Discípulos y de los Pratyekabuddhas.
Además, solo unos pocos han realizado las acciones que les permiten llegar a convertirse en Sakra, el Jefe de los Dioses. Son mucho más numerosos aquellos cuyos hechos les llevan al mundo de los dioses menores. Similarmente, solo son unos pocos los Bodhisattvas que se ejercitan en este entrenamiento de la sabiduría perfecta. Son mucho más numerosos los Bodhisattvas que se ejercitan en el entrenamiento de los Discípulos y Pratyekabuddhas.
Además, pocos seres han realizado los actos que les permiten llegar a convertirse en Brahma. Son mucho más numerosos aquellos cuyas acciones los llevan a la asamblea de Brahma. De la misma forma, solo unos pocos seres son irreversibles a la Completa Iluminación. Son mucho más numerosos aquellos Bodhisattvas que se apartan de la Completa Iluminación.
Por lo tanto, Subhuti, en el mundo de los seres existen pocos que se hayan encaminado hacia la Completa Iluminación. Son aún más escasos aquellos que se preparan en la Talidad. Aún menos son aquellos pocos que se esfuerzan en la sabiduría perfecta. Son aún más escasos aquellos pocos, muy pocos Bodhisattvas que son irreversibles hacia la Completa Iluminación. Un Bodhisattva que quiera ser contado entre esos pocos, muy pocos Bodhisattvas irreversibles, debería por tanto de entrenarse en esta Perfección de la Sabiduría, y hacer esfuerzos en ella.
Además, Subhuti, al Bodhisattva que se entrena de este modo en la sabiduría perfecta, no le surgen pensamientos crueles, o un pensamiento de duda, o un pensamiento de envidia o de mezquindad, o un pensamiento inmoral, o un pensamiento malicioso, o un pensamiento perezoso, o un pensamiento distraído, o un pensamiento estúpido.
 
LA PERFECCIÓN DE LA SABIDURÍA ABARCA A TODAS LAS DEMÁS PERFECCIONES (3)
 
Es así que, para un Bodhisattva que se entrene en la Perfección de la Sabiduría, todas las demás perfecciones son automáticamente incorporadas, cogidas, siguen a continuación, y están incluidas. La visión de la individualidad incluye todas las sesenta y dos visiones, y de forma similar, para un Bodhisattva que se entrena en la Perfección de la Sabiduría, todas las perfecciones están incluidas en ella. Mientras la facultad de vivir de alguien continúa, todas las demás facultades están incluidas en ella. También para un Bodhisattva que se entrena en la sabiduría perfecta, todos los demás fenómenos virtuosos están incluidos en ella. Cuando la facultad de vivir cesa en alguien, todas las demás facultades también cesan. De la misma forma, para un Bodhisattva que se entrena en la sabiduría perfecta, todos los demás fenómenos no virtuosos son cesados solo cuando es parada la discriminación, y todas esas perfecciones están incluidas en esto, y son automáticamente reveladas y realizadas.
 
EL MÉRITO DE LA SABIDURÍA PERFECTA (4)
 
Subhuti, un Bodhisattva que tiene la aspiración de revelar y realizar todas las perfecciones, se entrena aquí y ahora en esta Perfección de la Sabiduría. Conforme se entrena en esta Perfección de la Sabiduría, un Bodhisattva se entrena en lo que es el grado más alto de perfección posible para cualquier ser. Pues su mérito es el mayor posible. Subhuti, si tú consideras a todos los seres en el gran macrocosmos de tercer grado, ¿Son muchos?
Subhuti: Incluso solo en Jambudvipa ya hay muchos seres, ¿Cuánto más podrá haber en el gran macrocosmos de tercer grado?
El Señor: Si un solo Bodhisattva estuviera, durante toda su vida, aprovisionando a todos esos seres con hábitos, cuencos para las limosnas, alojamiento, y remedios medicinales para su uso en las enfermedades, y todo ello les trajera la felicidad, ¿Ese Bodhisattva, debido a la fuerza de ello, generaría una gran cantidad de mérito?
Subhuti: Lo haría, Oh Señor.
El Señor: Sería mucho más grande el mérito que generaría un Bodhisattva que desarrollara esta Perfección de la Sabiduría, incluso durante la duración de un chasquido de dedos. Así de grandemente provechosa es esta Perfección de la Sabiduría de los Bodhisattvas, porque ella nutre a la Suprema Iluminación. Por consiguiente, un Bodhisattva debería de entrenarse en la sabiduría perfecta si es que quiere conocer la Completa Iluminación, llegar a la posición suprema entre todos los seres, convertirse en un protector de quienes están sin ayuda, alcanzar la esfera de un Buda, emular la hombría de un Buda, jugar el juego de un Buda, rugir con el Rugido del León de un Buda, alcanzar la realización de un Buda, y explicar el Dharma en el gran macrocosmos de tercer grado. Cuando un Bodhisattva se entrena en la Perfección de la Sabiduría, yo no veo las realizaciones en las cuales él no haya sido entrenado.
 
LOS BODHISATTVAS Y LOS DISCÍPULOS (5)
 
Subhuti: Entonces, ¿También un Bodhisattva es entrenado en la realización de un Discípulo?
El Señor: El también debería de ser entrenado en eso. Pero no se entrena con la intención de continuar siempre con la realización  de un Discípulo, o con la idea de hacerlo suyo de alguna forma. No se entrena así. El también conoce las cualidades de los Discípulos, pero no permanece en ellas. Las asimila, sin oponerse a ellas. El se entrena con la intención de que también debería de enseñar y revelar las virtudes de los Discípulos. Cuando se entrena de esta forma, el Bodhisattva alcanza una condición donde es digno de recibir los regalos del mundo entero, con sus Dioses, hombres, y Asuras. El sobrepasa a todas las demás personas que son dignas de regalos, asociadas a los Discípulos y Pratyekabuddhas. Y la omnisciencia estará cerca de él. Un Bodhisattva, cuando se entrena de este modo, no se aparta de la Perfección de la Sabiduría, sino que discurre en ella, no tiene carencias en su permanencia en la Perfección de la Sabiduría.
Un Bodhisattva, cuando discurre así, debería de ser conocido como “sin falta, definitivamente sin falta”, con relación a la omnisciencia; y él se mantiene alejado del Nivel de un Discípulo o de un Pratyekabuddha. El está cerca de la Completa Iluminación.
Sin embargo, si a él se le ocurre que: “Esta es la Perfección de la Sabiduría que trae toda esta omnisciencia”- entonces, alguien que albergue tal noción, no discurre en la Perfección de la Sabiduría. Al contrario, él no tiene ni tan siquiera la noción de sabiduría perfecta, él no percibe, él no ve que “Esto es la Perfección de la Sabiduría”, o “La Perfección de la Sabiduría es suya”, o “alimentará a la omnisciencia.” Si discurre así, un Bodhisattva discurre en la Perfección de la Sabiduría.
 
 
Trad. al castellano por el ignorante y falto de devoción upasaka Losang Gyatso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario