El Buda pronuncia el
Sutra del Arrepentimiento en Respuesta a Shariputra.
Catálogo Taisho, 24 n 1492.
Traducido del sánscrito al chino durante la Dinastía Han del
Este, por el Maestro Tripitaka An Shigao, de Anxi.
Esto he oído. Una vez el Buda estaba residiendo en la Montaña
Pico del Buitre, cerca de la ciudad de Rajagriha, junto con una asamblea de 1250
monjes, y mil Bodhisattvas. En aquel tiempo, su discípulo más destacado, el
Venerable Shariputra se levantó de su asiento, fue adelante, a donde se
encontraba el Buda, y llegando ante El apoyó en el suelo su rodilla derecha, y
juntando las palmas de sus manos preguntó al Bhagavan[1]:
“Si los buenos hombres y las buenas mujeres aspiran a buscar la Iluminación,
pero han hecho el mal en sus vidas anteriores, ¿Cómo deberían de arrepentirse?”
Ante esta pregunta, el Buda alabó al Venerable Shariputra:
“¡Muy bien! ¡Muy bien! Shariputra, es muy bueno que tu estés tan preocupado por
el bienestar de dioses y humanos”.
Entonces el Buda dijo: “Si hay buenos hombres y buenas
mujeres que buscan la Iluminación de los Arhats[2],
o la Iluminación de los Pratyekabudas[3],
o la Iluminación de los Budas[4],
o quieren conocer los eventos del pasado y del futuro, día y noche durante los
seis periodos[5] de
tiempo deberían de bañarse, aclarar sus bocas, vestirse de forma adecuada, y
prestar obediencia a los Budas presentes en los mundos de las diez direcciones.
Encarando cada dirección, deberían de juntar las palmas de sus manos, y mostrar
su arrepentimiento así: “Llevado por la codicia, el odio, y la ignorancia; no
conociendo al Buda, el Dharma, y la Sangha, ni discerniendo correctamente lo
bueno de lo malo, en todas mis innumerables vidas pasadas a través de
incontables eones y hasta esta vida, yo he hecho el mal con mi cuerpo, habla, y
mente si he intentado herir al Buda, si he calumniado el Dharma, o he atacado a
la Sangha; si he matado Arhats o a mis propios padres; si yo he cometido las
tres malas acciones del cuerpo[6]
o las cuatro malas acciones del habla[7];
si yo he matado o he incitado a otros a matar seres; si yo me he regocijado
viendo a otros matar seres; si yo he robado o he incitado al robo; si yo me he
regocijado viendo a otros robar; si yo he engañado o incitado a otros a
engañar; si yo me he regocijado viendo a otros engañar a la gente; si yo he
usado o he incitado a otros a utilizar palabras que causen división; si yo me
he regocijado oyendo como otros utilizan un habla que causa división; si yo he
mentido o he dicho a otros que mientan; si yo me he regocijado oyendo a otros
mentir; si yo he albergado o he hecho que otros alberguen envidia; si yo me he
regocijado viendo la envidia de otros; si yo he estado siendo codicioso o he
incitado a otros a la codicia; si yo me he regocijado viendo la codicia de
otros; si yo he descreído o he hecho que otros descrean la verdad; si yo me he
regocijado ante la falta de creencia de otros; si yo he dejado de creer que
haciendo el bien se cosecha lo bueno, y que haciendo el mal se cosecha lo malo;
si yo me he regocijado viendo a otros hacer lo malo; si yo he robado objetos
sagrados de los templos, o los objetos personales de los monjes, o he incitado
a otros a hacer ese tipo de cosas; si yo me he regocijado viendo como otros
roban esas cosas; si yo he estafado a la gente usando medidas de volumen más
pequeñas, o con medidas de longitud más cortas; o con medidas de volumen y
longitud más largas; si me he regocijado viendo a otros estafar con estos tipos
de medidas; si he cometido o he alentado a otros a que cometan las cinco faltas[8]
que tienen una retribución inmediata; si me he regocijado viendo como otros
cometen las cinco faltas que tienen una retribución inmediata.
Yo he nacido una y otra vez entre los seres infernales,
animales, fantasmas hambrientos[9],
humanos, y dioses. Las faltas que yo he cometido mientras estaba en estas
formas de existencia incluyen el no haber honrado a mis padres y maestros[10];
no respetar a los amigos que me beneficiaban; no respetar a los ascetas y
monjes; desdeñar a mis padres y a los maestros; desdeñar a aquellos que buscan
la Iluminación de los Oyentes, o la Iluminación de los Realizadores Solitarios;
calumniar a esos buscadores o envidiarlos; censurar la Iluminación de los
Budas; apoyar los senderos erróneos; llamar erróneo a lo que es correcto, y
llamar correcto a lo que es erróneo. Yo suplico a los Budas presentes en todos
los mundos de las diez direcciones que se apiaden de mí, y yo me arrepiento de
haber cometido todas esas faltas. Yo no volveré a cometer tales acciones nunca
más, ni en lo que me quede de esta vida, ni tampoco en las vidas futuras. ¿Por
qué suplico a los Budas presentes en todos los mundos de las diez direcciones
que se apiaden de mí? Porque los Budas pueden ver y oír a través de mi, y yo no
me arriesgo a engañarlos o a ocultar mis faltas. Por tanto, a partir de ahora
no volveré a cometerlas más.”
El Buda, dirigiéndose a Shariputra, prosiguió diciendo: “Si
hay buenos hombres y buenas mujeres que no quieren nacer como seres infernales,
animales, o fantasmas hambrientos, ellos deberían de arrepentirse de sus faltas
y no ocultarlas. Después de que hayan aceptado los preceptos del Dharma, no
deberían de volver a cometerlas.
Si no desean nacer en países fronterizos en los que no hay
Buda, ni Dharma, ni Sangha, ni príncipes virtuosos, ni distinción entre lo
bueno y lo malo, ellos deberían de arrepentirse de sus faltas, y no debieran de
ocultarlas.
Si no desean nacer ciegos, sordos, mudos, o estúpidos, o
renacer en familias de carniceros, pescadores, cazadores, o carceleros, o
renacer en familias pobres, ellos deberían de arrepentirse de sus faltas y no
debieran de ocultarlas.
Si las mujeres desean nacer con la forma de un hombre,
deberían de arrepentirse de sus faltas.
Aquellos que desean Entrar en la Corriente, convirtiéndose en
alguien que ha entrado en la Corriente, y que ya no renacerá nunca como ser
infernal, animal, o fantasma hambriento, deberían de arrepentirse de sus
faltas. Aquellos que desean convertirse en Quienes Retornan Solo Una vez, y
renacer en un cielo; que desean convertirse en alguien que No Retorna Más, y
renacer en uno de los veinticuatro cielos; llegar a ser Arhats y entrar en el
Paranirvana; o permanecer en el mundo como Arhats o Pratyekabudas; o si desean
conocer todos los eventos del pasado y del futuro, todos ellos deberían de arrepentirse
de sus transgresiones, y no deberían de ocultarlas.
Los buenos hombres y las buenas mujeres deberían, durante los
seis periodos del día, prestar obediencia a los Budas presentes en los mundos
de las diez direcciones, quienes dan las enseñanzas correctas a todos los que
viven bajo el Sol y la Luna, posibilitándoles hacer lo bueno[11].
Como analogía, el cielo derrama la lluvia para que los granos, hierbas, y
árboles florezcan. Similarmente, los Budas dan enseñanzas por medio de Sutras[12]
para posibilitar que todos hagan lo bueno, para renacer entre los seres humanos
como reyes, o nacer en el cielo de los Cuatro Grandes Reyes, o entre los dioses
de los Treinta y Tres, y de este modo poder disfrutar de la riqueza y de los
placeres como retribución. Los Budas también hacen posible que los Oyentes
puedan alcanzar el Entrar en la Corriente, Retornar Solo Una Vez, No Retornar
Más, o llegar a convertirse en un Arhat[13].
Los buenos hombres y las buenas mujeres deberían de rogar que
los Budas presentes en los mundos de las diez direcciones oigan sus palabras: “A
todos aquellos seres en el mundo que practican lo bueno, incluyendo a las
personas y a los insectos que vuelan o se arrastran, tanto que sea dando
limosnas, entrenándose diligentemente para el logro de la Iluminación,
observando los preceptos, recordando a la gente con un amor desinteresado,
haciendo innumerables buenas acciones, haciendo ofrendas a los monjes y
Bodhisattvas, o ejercitando la caridad para con los seres ordinarios y con los
pobres, e incluso con los animales que están sufriendo, yo los animo a que
sigan haciendo lo que es bueno, y expreso mi regocijo simpático. A aquellos que
han sido instruidos por los Budas del pasado para alcanzar el Nirvana, yo les
expreso mi regocijo simpático. A aquellos que serán enseñados por los Budas del
futuro a hacer lo bueno, a poner fin a las cinco transgresiones[14]
en los senderos del samsara, y llegar a convertirse en Arhats o Pratyekabudas,
yo los animo a hacer lo bueno, y les expreso mi regocijo simpático. A aquellos que son enseñados por
los Budas presentes en los mundos de las diez direcciones a dar limosnas, a observar
los preceptos, y a tener compasión por la gente e incluso por los insectos que
vuelan o se arrastran, yo los animo a practicar lo bueno, y les expreso mi
regocijo simpático.
A los Bodhisattvas que en el pasado han dado limosnas en su
práctica de la Perfección de la Generosidad, que han observado los preceptos en
su práctica de la Perfección de la Moralidad, que han soportado las
adversidades en su práctica de la Perfección de la Paciencia, que han hecho
progresos enérgicos en su práctica de la Perfección del Esfuerzo, que han
meditado concentrándose en un solo punto en su práctica de la Perfección de la
Concentración, que han desarrollado la visión penetrante en su práctica de la
Perfección de la Sabiduría, yo los animo a que se regocijen en su desarrollo de
las Perfecciones, y expreso mi regocijo simpático. A los Bodhisattvas que ahora
mismo cultivan las Seis Perfecciones, yo los animo a que se regocijen en su
mérito, y expreso mi alegría simpática.
Yo doy todos los méritos que haya adquirido, a modo de
limosna, a todos los seres que habitan en los mundos de las diez direcciones,
incluyendo a las personas, quienes han sido mis padres a través de mis
renacimientos, e incluyendo también incluso a los insectos que vuelan y a
aquellos que se arrastran sobre dos, cuatro, o múltiples patas, de forma que
todos ellos tengan la posibilidad de convertirse en Budas o Pratyekabudas. El
transferir mis méritos a ellos es cien, mil, diez mil, y un Koti [15]de
veces más favorecedor que el darles, como limosna, tesoros del tipo del oro y
de la plata, en una cantidad que llenara cuatro grandes ciudades”.
El Buda dijo a Shariputra:”Los buenos hombres y las buenas
mujeres deberían, día y noche, en los seis periodos de tiempo, prestar
obediencia a los Budas presentes en los mundos de las diez direcciones, y
decir: “Yo ruego que Ellos oigan mis palabras. Si los Budas presentes en los
mundos de las diez direcciones no quieren pronunciar Sutras, yo les pido que
pronuncien Sutras a los dioses, humanos, e incluso a los insectos que vuelan o
se arrastran, liberándolos a todos ellos de los senderos samsáricos de los
infiernos, animales, y fantasmas hambrientos; y de la estupidez y la pobreza,
permitiéndolos alcanzar el Nirvana. Si los Budas presentes en los mundos de las
diez direcciones quieren entrar en el Paranirvana, yo les suplico que no entren
en el Paranirvana, sino que beneficien a los dioses, humanos, e incluso a los
insectos que vuelan o se arrastran por el suelo, permitiéndoles evitar los
senderos samsáricos de los seres infernales, animales, y fantasmas
hambrientos”.
Acto seguido, el Buda dijo a Shariputra: “En mis vidas
pasadas, cuando era un Bodhisattva, yo siempre supliqué a los Budas que no
entraran en el Paranirvana, sino que pronunciaran Sutras. Por tanto, yo llegué
a convertirme en un Buda. Entonces, los Cuatro Grandes Reyes del primer cielo
del Reino del Deseo, y Sakra, el Jefe de los Dioses del segundo cielo del Reino
del Deseo vinieron desde sus cielos. Ellos juntaron las palmas de sus manos, me
prestaron obediencia, y me suplicaron que
no entrara en el Paranirvana, sino que pronunciara Sutras a los dioses y
humanos, y que permitiera que los dioses me conocieran”.
Entonces, el Buda dijo a Shariputra: “La gente cosecha lo que
siembra. Mientras que aquellos que hacen el bien reciben buena fortuna, quienes
hacen el mal reciben infortunio”.
Shariputra preguntó al Buda: “Si los buenos hombres y las
buenas mujeres aspiran a alcanzar la Iluminación de un Buda, ¿Cómo debería de
rogar para obtenerla?”
El Buda replicó: “Los buenos hombres y las buenas mujeres
deberían, día y noche durante los seis periodos de tiempo, prestar obediencia a
los Budas presentes en los mundos de las diez direcciones, y decir: “Yo ruego
que los Budas presentes en los mundos de las diez direcciones oigan mis
palabras. Yo he adquirido méritos a partir de las buenas acciones realizadas en
mis vidas anteriores durante innumerables eones, habiendo dado limosnas, habiendo
sostenido los Sutras, habiendo tenido aspiraciones correctas, practicando la
acción virtuosa para con el Buda, el Dharma, la Sangha, para con los seres
ordinarios, y para con los animales. Conociendo que uno recibe el infortunio a
partir de sus malas acciones, y la buena fortuna a partir de las buenas, yo me
arrepiento de todas mis transgresiones. Yo sostengo los Sutras y los preceptos
sin violarlos, si es que prefiero observar los preceptos antes que mantener
relaciones íntimas con mujeres; si pido a los Budas y Bodhisattvas que
beneficien a las multitudes de seres; si suplico a los Budas que no entren en
el Paranirvana. Yo reúno todos los méritos que he adquirido desde que comencé a
aprender el Dharma, y con un amor desinteresado yo se los doy, como limosna, a
todos los seres, incluyendo las personas, quienes han sido mis padres a través
de mis renacimientos, e incluso a los insectos que vuelan o a los que se
arrastran, posibilitando que todos ellos puedan recibir la buena fortuna. Yo
mantendré guardada una pequeña porción para permitirme realizar las enseñanzas
de los Sutras, pronunciando aquellos que aún no han sido pronunciados,
liberando a aquellos que aún no han sido liberados, y permitiendo que aquellos
que aún no han alcanzado el Nirvana, lo alcancen”.
El Buda dijo a Shariputra: “Supón que todos los hombres y
mujeres que hay en el mundo se han convertido en Arhats o Pratyekabudas. Supón
que alguien hace ofrendas a esos Arhats o Pratyekabudas durante mil años.
¿Sería grande este mérito?
Shariputra contestó: “El mérito adquirido a partir del hacer
ofrendas aunque sea a un solo Arhat o Pratyekabuda durante un día es
inmensurable, no hace falta mencionar el mérito adquirido al hacer ofrendas a
todos los Arhats y Pratyekabudas del mundo durante mil años”.
El Buda dijo: “El hacer ofrendas a todos los Arhats y
Pratyekabudas que hay en el mundo durante mil años no puede compararse con el
leer este Sutra del Arrepentimiento durante un día y una noche en los seis
periodos de tiempo. El mérito adquirido por leer este Sutra del Arrepentimiento
es cien, mil, diez mil, y un Koti de veces mayor que el que se obtiene del
hacer ofrendas a todos los Arhats y Pratyekabudas del mundo”.
Trad. al castellano y anotado por el ignorante y falto de
devoción upasaka Losang Gyatso. Editado a 1-5-2014.
[1] El
Bendito.
[3]
Un Realizador Solitario; el fruto del segundo de los Vehículos Hinayana, que es
llamado un “medio Buda”.
[4]
El fruto supremo del Vehículo del Mahayana.
[5]
El tiempo de las 24 horas del día es dividido en seis porciones de cuatro horas
cada una, tres son los periodos diurnos: 6-10; 10-14; 14-18; y tres los
nocturnos: 18-22; 22-2; 2-6.
[6]
Matar, robar, y mantener una conducta sexual no adecuada.
[7]
Mentir, calumniar, insultar, charlatanería.
[8]
Matar a la madre, matar al padre, matar a un Arhat, hacer sangre a un Buda,
causar división en la Sangha.
[9] Pretas.
[10] Los
maestros o profesores que nos instruyen en la escritura y demás artes
necesarias en la vida.
[11]
Practicar el Dharma de forma correcta y apropiada,
[12]
Discursos sobre la Enseñanza.
[13]
Los cuatro niveles del Hinayana, que divididos dos cada uno: alcanzar, y morar
en el, constituyen los ocho niveles del Hinayana.
[14]
1)Matar, 2) robar, 3) conducta sexual incorrecta, 4) hablar falsedades,
calumniar, insultar, y charlatanería; 5) ingerir intoxicantes. Todas estas
transgresiones surgen de la codicia, odio, e ignorancia, los tres venenos raíz.
[15] Una
medida de cantidad de la antigua India que indica una cantidad muy grande.
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