martes, 6 de mayo de 2014

Sutra Explicando lo Profundo (Samdhinirmocana Sutra) Capítulo Dos.


CAPITULO DOS: LAS PREGUNTAS DE DHARMODGATA.

 

Entonces, el Bodhisattva Dharmodgata[1] habló al Bhagavan: “Bhagavan, en una época remota del pasado, yendo más allá de este sistema de mundos a través de tantos sistemas de mundos como granos de arena que hay en setenta y siete Ríos Ganges, yo viví en el sistema de mundos llamado Kirtimat, el Campo de Buda del Tathagata Visalakirti. Mientras estaba allí, yo vi siete millones setecientos mil maestros, y otros diversos sistemas tirthikas[2].

Ellos se habían reunido en cierto lugar para comenzar a considerar el carácter último de todos los fenómenos. Aunque ellos contemplaron, pesaron, examinaron detalladamente, y vieron el carácter último de los fenómenos, ellos no lo habían realizado. Tenían opiniones divergentes, dudas, y concepciones erróneas. Debatían y reñían; se insultaban unos a otros, utilizando palabras hirientes; eran injuriosos, falsos, y altivos; se atacaban unos a otros.

Habiéndolos visto tan divididos, Bhagavan, yo pensé: “¡Ay! Los Tathagatas surgen en el mundo, y a través de su surgir se hace posible la completa realización de lo Último, cuyo carácter transciende completamente toda argumentación; ¡Ello es sin duda maravilloso y asombroso!

El Bhagavan respondió al Bodhisattva Dharmodgata: “¡Así es! ¡Dharmodgata, así es! Yo he realizado completa y perfectamente lo Último[3], cuyo carácter transciende completamente toda argumentación. Tras haber realizado esto completa y perfectamente, yo lo he proclamado y lo he dejado claro, lo he despejado y sistematizado, y lo enseño de forma comprensible.

¿Por qué? Yo he explicado que lo Último es realizado individualmente por los Nobles, mientras que los objetos conocidos de forma colectiva por los seres ordinarios pertenecen al reino de lo argumental. Por tanto, Dharmodgata, por medio de esta forma de explicación has de conocer también que todo lo que posee un carácter que transciende completamente toda argumentación, es lo Último.

Además, Dharmodgata, yo he explicado que lo Último pertenece al reino de la carencia de signos, mientras que la argumentación pertenece al reino de los signos. Por tanto, Dharmodgata, por medio de esta forma de explicación has de conocer también que todo lo que posee un carácter que transciende completamente toda argumentación, es lo Último.

Además, Dharmodgata, yo he explicado que lo Último es inexpresable, mientras que la argumentación pertenece al reino de la expresión. Por tanto, Dharmodgata, por medio de esta explicación has de conocer también que todo lo que posee un carácter que transciende completamente toda argumentación, es lo Último.

Además, Dharmodgata, yo he explicado que lo Último está carente de convenciones, mientras que la argumentación pertenece al reino de lo convencional[4]. Por tanto, Dharmodgata, por medio de esta explicación has de conocer también que todo lo que posee un carácter que transciende completamente toda argumentación, es lo Último.

Además, Dharmodgata, yo he explicado que lo Último está completamente carente de toda disputa, mientras que la argumentación pertenece al reino de la controversia. Por tanto, Dharmodgata, por medio de esta explicación has de conocer también que todo lo que posee un carácter que transciende completamente toda argumentación, es lo Último.

Dharmodgata, por ejemplo[5], los seres que durante toda su vida no han probado más que los sabores calientes y amargos, serían incapaces de imaginar, inferir, o apreciar el sabor dulce de la miel, o el sabor del azúcar.

Los seres que han estado involucrados durante mucho tiempo en el deseo pasional, quienes han estado muy atormentados por las punzadas del deseo, son incapaces de imaginar, inferir, o apreciar la felicidad de la soledad interior que está libre de todos los signos de forma, sonido, olor, sabor, o tacto.

Puesto que los seres que han estado involucrados durante mucho tiempo en el pensamiento discursivo, se deleitan manifiestamente en lo discursivo, son incapaces de imaginar, inferir, o apreciar la alegría interior no discursiva de los Nobles.

Puesto que los seres han estado involucrados en las convenciones de lo que se ve, oye, diferencia, y concibe durante mucho tiempo, deleitándose manifiestamente en estas convenciones, ellos son incapaces de imaginar, inferir, o apreciar el Nirvana, el cual es la cesación de la creencia en una personalidad verdadera, la eliminación completa de todas las convenciones.

Dharmodgata, por ejemplo, puesto que los seres han dedicado sus energías durante mucho tiempo a disputar, manifestando un fuerte apego a lo “mío”, deleitándose manifiestamente en la disputa, ellos son incapaces de imaginar, inferir, o apreciar la ausencia de disputa o la ausencia de ese fuerte apego a lo “mío”, tal como sucede con aquellos que habitan en Uttarakuru.

De acuerdo a esto, Dharmodgata, todos aquellos que disputan son incapaces de imaginar, inferir, o apreciar lo Último ya que sus características trascienden completamente toda argumentación.

Entonces, el Bhagavan habló lo siguiente en verso:

“El reino que tiene el carácter de una realización individual

Es inefable y carente de convenciones.

La Realidad Última está carente de disputa,

Y posee un carácter que transciende toda argumentación.”

 

Esto completa el Segundo Capítulo de Dharmodgata.

 



[1] El Bodhisattva Elevado por el Dharma, que es llamado así “porque los seres incrementan ampliamente sus raíces de virtud a través de su enseñanza del Dharma, que es acorde a los intereses de los seres.”
[2] No budistas.
[3] Lo “último” es eso que es no compuesto, que carece de producción y de cesación, y es un objeto de observación para la purificación de las obstrucciones. El maestro indio Vasubandhu dividía lo último en tres: 1) el objetivo último, la Talidad; 2) el logro último, el Nirvana; 3) la práctica última, el Sendero.
[4] Convenciones tales como estar viendo, oyendo tal cosa, etc, que es compartido de forma colectiva por seres del mismo entorno y tipo.
[5] Los cinco ejemplos que se dan a continuación en el Sutra corresponden con los cinco tipos de orientación: 1) orientación limitada; 2) orientación hacia el deseo; 3) orientación hacia lo discursivo; 4) orientación hacia las convenciones, 5) orientación hacia la aprehensión de la agrupación transitoria de los agregados como formando un “yo” y un “mío”.

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