martes, 31 de julio de 2012

Sutra de la Total Extinción del Dharma.

Esto he oído:

Cierta vez el Buda se encontraba en el estado de Kusinagara; él iba a alcanzar el Paranirvana dentro de tres meses.

Junto con todos los monjes y todos los Bodhisattvas, una enorme multitud vino a visitar el lugar en el que se encontraba el Buda, y se postraron en el suelo ante él. El Honrado por Todo el Mundo estaba inmóvil, en silencio, y no predicaba nada. Su natural brillante radiación no se manifestaba.

El sabio y respetable Ananda le prestó obediencia, y se dirigió al Buda diciendo: “Honrado por Todo el Mundo, siempre que tú has predicado el Dharma, tú majestuoso brillo ha sido ilustremente único. Pero ahora, ha venido junta una gran multitud, y tu irradiación no se está manifestando en lo más mínimo. ¿Cuál es la razón de esto? Ciertamente, tiene que haber una razón, y nosotros queremos que nos enseñes su significado.”

El Buda estaba en silencio, y no respondió. Después de que Ananda le repitiera la pregunta tres veces, el Buda le dijo:

“Después de mi Nirvana, las Cinco Faltas (matar al padre, matar a la madre, matar a un Arhat, hacer sangre a un Buda, crear desunión en la Comunidad) ensuciarán el mundo, y el sendero de  Mara (el demonio) florecerá en sobremanera. Los Maras se convertirán en monjes para arruinar y destruir mi Sendero; o vestirán las ropas de los laicos, disfrutando el uso de tejidos multicolores. Beberán vino y comerán carne, matarán a los seres sintientes en su deseo de disfrutar de delicados sabores. No tendrán mentes compasivas, ellos se odiarán y envidiarán unos a otros.

A veces, habrá Bodhisattvas, Realizadores Solitarios (Pratyekabuddhas) y Oyentes (Arhats) que se concentrarán sin distracción en cultivar el mérito y en tratar a todos los seres con reverencia; siendo los objetos de la devoción de la gente, predicarán y convertirán con imparcialidad. Sentirán compasión por el pobre, y siempre tendrán al anciano en sus pensamientos, y cuidarán de aquellos que estén en la pobreza y la dificultad. Ellos inducirán constantemente a la gente a adorar y servir a las escrituras sagradas y a las imágenes, practicando todos aquellos actos que acumulan mérito; sus deseos y sus naturalezas serán la gentileza y la bondad. Ellos no perseguirán o injuriarán a la gente, sino que ellos mismos se sacrificarán por la liberación de los demás. Ellos no se excusarán, sino que se crecerán con el insulto, siendo benevolentes y armoniosos.

Existiendo tal tipo de ser, el grupo de los monjes de Mara se unirán para odiarlo, difamándolo, y centrándose en sus defectos. El será expulsado y desterrado; ellos no soportarán que pueda permanecer. A partir de entonces, todos ellos dejarán de cultivar el mérito de acuerdo al Sendero. Los templos estarán vacíos y desolados, y no serán vueltos a reparar, sino que se dejarán que se derrumben en ruinas. Los monjes no codiciarán más que los bienes materiales; acumulándolos sin repartirlos, no harán buenas acciones.

Tratarán en esclavos y esclavas, ararán los campos y los plantarán, deforestando las montañas con el fuego, y causando daño a todos los seres vivos; ellos no tendrán mentes compasivas.

Los hombres esclavos llegarán a convertirse en monjes, las mujeres esclavas se convertirán en monjas; ellos no tendrán ninguno de los méritos que surgen de la práctica del Sendero, sino que serán impuros y depravados, sucios y turbulentos; los hombres y las mujeres no estarán separados.

¡La razón por la que el Sendero llegará a ser débil y superficial, es debido todo ello a este tipo de personas!

Algunos se evadirán de la policía tomando refugio en mi Sendero, aparentando haberse hecho monjes, pero sin practicar los preceptos y las reglas. Al medio y el final del mes lunar, aunque nominalmente ellos debieran de cantar los preceptos, estarán cansados de ello, y resentidos; perezosos y descuidados, y no desearán escuchar. Ellos seleccionarán y abreviarán aquí y allá, no queriendo hablar de ello. Las escrituras no serán recitadas, y aunque debería de haber lectores, no conocerán los caracteres y las frases; ellos forzarán interpretaciones y afirmarán que son exactas, no preocupándose de preguntar a quienes saben. En su arrogancia ellos perseguirán la fama, haciendo un alarde vano de elegantes maneras que sirvan para glorificarlos, y esperan las ofrendas de la gente.

Este grupo de monjes de Mara estarán destinados a caer condenados en el Infierno del Avici tras el final de sus vidas. En su castigo por haber cometido las Cinco Faltas, no habrá sufrimiento que no experimenten como fantasmas hambrientos (pretas) y como animales domésticos durante tantos Kalpas como granos de arena hay en el rio Ganges. Cuando su karma esté agotado, solo entonces volverán a renacer como humanos, pero renacerán en un estado fronterizo, en el que no habrá ningún lugar en el que se puedan encontrar las Tres Joyas.

Cuando el Dharma esté al borde de ser destruido, serán las mujeres quienes se concentrarán en el progreso espiritual, y tendrán el hábito de practicar buenas acciones. Los hombres serán perezosos e indolentes, no les encontrarán utilidad a las palabras del Dharma. Considerarán a los monjes como si fueran una escoria; en sus mentes no habrá ninguna creencia.

Cuando el Dharma esté a punto de ser destruido, y cuando llegue el tiempo para eso, todos los dioses llorarán. Las estaciones secas y las húmedas no seguirán sus ciclos, los cinco granos no madurarán, prevalecerán los vapores pestilentes; habrá mucha muerte. La gente común trabajará en condiciones penosas, los oficiales públicos serán calculadores y desconsiderados; no sometiéndose a los principios del Sendero, todos ellos tendrán sus corazones puestos en el placer o en el desorden. Los hombres perversos se incrementarán gradualmente en número, para ser como las arenas del mar; los buenos serán muy escasos, no más de uno o dos.

Debido a que el kalpa está próximo a su fin, los días y los meses llegarán a ser cada vez más cortos, y la vida de los hombres pasará más y más rápidamente; sus cabezas estarán canas a los cuarenta.

Los hombres serán impuros y depravados; ellos agotarán su semen y sus vidas se acortarán, viviendo la mayoría hasta la edad de sesenta años. Las vidas de los hombres llegarán a hacerse más cortas, pero sin embargo las vidas de las mujeres llegarán a ser más largas, hasta los setenta, ochenta, o noventa; algunas alcanzarán los cien años.

Ocurrirán grandes inundaciones de forma repentina, que golpearán por sorpresa, sin contar con ellas. La gente en el mundo no tendrá fe, y por lo tanto tomarán al mundo como algo permanente. Criaturas de todo tipo, sin distinción entre el acomodado y el plebeyo, se ahogarán y flotarán, siendo estrellados, para ser comidos por los peces y las tortugas.

En esa época, habrá Bodhisattvas, Realizadores Solitarios, y Oyentes; el grupo de Maras los echará fuera, y ellos no formarán parte de la comunidad religiosa. Estos tres tipos de discípulos entrarán en las montañas, a una tierra de mérito. Serenos y auto controlados ellos permanecerán contentos así. Sus vidas se harán más largas, los diversos dioses los protegerán y cuidarán de ellos, y el Bodhisattva Chandraprabha (Luz de Luna) aparecerá en el mundo. Ellos serán capaces de reunirse con él, y juntos harán que mi Sendero florezca.

En cincuenta y dos años después de esto, el Sutra de Surangama y el pratyutpanna samadhi (en él se ven a los Budas de las Diez Direcciones) cambiarán de forma prematura y desaparecerán; y poco después las doce divisiones del Canon Mahayana también serán destruidas en su totalidad, y no volverán a aparecer. Los hábitos de los mojes espontáneamente se volverán blancos.

Cuando mi Dharma esté destruido, el proceso será comparable al de una lámpara de aceite, la cual al estar cercano el momento de apagarse, iluminará incluso con más brillo e irradiación, y entonces se extinguirá. Cuando mi Dharma sea destruido, con seguridad será como una lámpara apagándose.

Lo que ocurrirá entonces no es posible describirlo en detalle. Pero varios miles de miríadas de años después de que esto suceda, Maitreya descenderá para ser el Buda en el mundo. Todos los que estén bajo el cielo disfrutarán de paz, prosperidad, e igualdad; los vapores pestilentes serán dispersados y  expulsados. Entonces la lluvia volverá a ser apropiada, y los cinco granos crecerán y florecerán. Los árboles crecerán altos, y los hombres medirán ochenta pies de altura (25m). Todos ellos vivirán ochenta y cuatro mil años. Es imposible el contar cuantos seres vicos serán capaces de salvarse.”

El sabio y respetable Ananda le prestó obediencia, y le dijo al Buda: “¿Cómo debemos de llamar a este Sutra? ¿Cómo ha de ser venerado y practicado?”

El Buda le dijo a Ananda: “El nombre de este Sutra es “La Total Extinción del Dharma”. Propagadlo a todos; deberíais de hacer que todos tuvieran una comprensión clara y completa de él. Los méritos de sus realizaciones son ilimitados, y no pueden ser contados.”

Los cuatro tipos de discípulos oyeron el Sutra; golpeados por el dolor y tristes, todos ellos hicieron voto de alcanzar la Suprema Iluminación. Todos prestaron obediencia al Buda, y partieron.

 

 

 

Trad. al castellano por el ignorante y falto de devoción upasaka Losang Gyatso.

 

 

martes, 24 de julio de 2012

Samajivina Sutta ( Armonía en el Matrimonio)

Una vez el Bendito estaba viviendo entre los Bhaggas, en el Parque del Ciervo; en la Arboleda de Bhesakala, cerca del Nidal de los Cocodrilos. Por la mañana temprano, el Bendito se puso sus hábitos y, cogiendo su escudilla y su manto, se dirigió hacia la casa de un cabeza de familia, el padre de Nakula. Cuando llegó, se sentó en un asiento que ya tenía preparado. Entonces el padre y la madre de Nakula vinieron a dónde se encontraba el Bendito y, tras llegar, se postraron ante él, y se sentaron a un lado. Estando sentados allí, el padre de Nakula le dijo al Bendito: “ Señor, incluso desde que la madre de Nakula, que siendo una jovencita me fue traída para que fuera mi esposa cuando yo era aún solo un adolescente, yo no soy consciente de haberle sido infiel a ella, ni tan siquiera con el pensamiento, y mucho menos con el cuerpo. Nosotros queremos vernos uno al otro, no solo en esta vida, sino también en la siguiente.”
Y la madre de Nakula también  le dijo al Bendito: “Señor, incluso desde que siendo yo una jovencita fui traída al padre de Nakula para ser su esposa cuando él era solo un adolescente, yo no soy consciente de haberle sido infiel a él, ni tan siquiera con el pensamiento, y mucho menos con el cuerpo. Nosotros queremos vernos uno al otro, no solo en esta vida, sino también en la siguiente.”
Entonces el Bendito dijo: “Si ambos, marido y mujer, quieren verse uno al otro no solo en la presente vida, sino también en la siguiente, deberían de estar en armonía en la fe, en armonía en la virtud, en armonía en la generosidad, y en armonía en el discernimiento. Entonces ellos se verán uno al otro, no solo en esta vida, sino también en la siguiente.

Marido y mujer, ambos,
Teniendo fe,
Siendo responsables,
Siendo auto controlados,
Viviendo para el Dharma,
Dirigiéndose uno a otro
Con palabras cariñosas:
Ellos se beneficiarán de varias formas.
Para ellos llegará el gozo.
Sus enemigos se desaniman
Cuando ambos armonizan en la virtud.
Habiendo seguido el Dharma aquí, en este mundo.
Estando ambos en armonía respecto a los preceptos y las prácticas,
Ellos se deleitarán en el mundo de los dioses,
Disfrutando de los placeres que ellos deseen.


Traducido del Pali por el Monje Thanissaro.

Trad. al castellano por el ignorante y falto de devoción upasaka Losang Gyatso.

viernes, 13 de julio de 2012

Sutra de las Diez Acciones Virtuosas.

Esto he oído:
Cierta vez, el Buda se encontraba en el palacio del Rey Dragón del Océano, junto con una asamblea de ochenta mil grandes monjes, y treinta y dos mil Bodhisattvas Grandes Seres. En aquel tiempo, el Honrado por Todo el Mundo se dirigió al Rey Dragón diciendo:
“Debido a que todos los seres tienen conciencias y pensamientos diferentes, también realizan acciones diversas y, como una consecuencia, acontece este girar a través de los diferentes estados de la existencia. ¡Oh Rey Dragón! ¿Ves las distintas formas y apariencias que hay en esta reunión y en el gran océano? ¿No son ellas diferentes unas de otras?
Siendo así, entre todas ellas no hay ni una sola que no haya sido creada por la mente. Tanto que hayan sido creadas por las acciones virtuosas o no virtuosas del cuerpo, habla, y mente, aún así, la mente carece de forma, y no puede ser aprehendida o percibida, sino que es la ilusoria acumulación y el surgir de todos los fenómenos, los cuales ultimadamente carecen de un poseedor, de un “yo”, y de un “mío”.
Aunque lo que se manifiesta en cada ser debido al poder de las acciones no es lo mismo, realmente nunca hay un creador en esas acciones. Por lo tanto, todos los fenómenos son inconcebibles e inexpresables, siendo su propia naturaleza similar a una ilusión. Los sabios, conociendo esto, deben de cultivar las acciones virtuosas. Aunque todo esto ha sido generado por los elementos y los agregados basados en la sensación, todo ello se mantendrá, y en aquellos que lo ven no surgirá el cansancio respecto a ello.
¡Oh Rey Dragón!, Cuando tú contemplas el cuerpo de un Buda nacido de cien mil kotis de mérito, que está adornado con todas las marcas, el esplendor de su irradiación cubre a toda la gran asamblea, e incluso si hubiera inmensurables kotis de dioses Ishvara y Brahma, ninguno de ellos podría volver a aparecer.
Aquellos que miran con reverencia al cuerpo del Tathagata, ¿Cómo pueden no estar deslumbrados? Tú también puedes contemplar a todos estos grandes Bodhisattvas de maravillosa apariencia, dignificados y puros. Todo esto llega a surgir enteramente gracias al mérito obtenido al practicar acciones virtuosas. También todos los seres poderosos, como las ocho clases de dioses y los dragones, y aquellos que son semejantes a ellos, también han llegado a surgir debido al mérito de las acciones virtuosas.
Ahora bien, todos los seres que habitan en el océano, con sus distintas formas y apariencias, todos ellos, tanto que sean grandes como pequeños, han realizado acciones no virtuosas con el cuerpo, habla, y mente, debido a que su mente estaba ofuscada por diversos tipos de pensamientos.
Por lo tanto, es un hecho el que cada ser recibe su resultado de acuerdo a sus acciones. Tú debes de practicar y de estudiar constantemente de esta forma, y también has de llevar a los seres a una completa comprensión de la causa y efecto, y a practicar las acciones virtuosas.
En esto tú has de tener una visión correcta inamovible, y no tienes que caer de nuevo en las visiones del nihilismo y del eternalismo. Con respecto a los campos de mérito (Nota: las Tres Joyas; los padres y maestros; los enfermos, necesitados, y animales) regocíjate en ellos, respétalos, y protégelos, porque gracias a ellos tú también serás respetado y protegido por los hombres y por los dioses.
¡Oh, Rey Dragón! Tú debes de saber que el Bodhisattva tiene un método que le permite cortar con todos los sufrimientos de los malos destinos. ¿Qué tipo de método es este? Es el estar constantemente, día y noche, recordando, reflexionando, y meditando en los elementos (dharmas) virtuosos, de forma que consigue que los elementos virtuosos se incrementen de momento del pensamiento en momento del pensamiento, sin permitir que ni siquiera el menor pensamiento no virtuoso se mezcle con ellos. Esto te permitirá cortar todo el mal para siempre, también llevar los elementos virtuosos a la consumación, y estar constantemente cerca de todos los Budas, Bodhisattvas, y otras asambleas de seres santos.
Hablando de los elementos virtuosos, de los cuerpos de hombres y dioses, de la Iluminación de los Oyentes, de Iluminación de los Realizadores Solitarios, y de la Suprema Iluminación, la realización de todo ello depende de estos elementos de virtud, los cuales han de ser considerados como fundamentales. Por consiguiente, son llamados los elementos virtuosos.
Estos elementos son las diez acciones virtuosas. ¿Cuáles son estas diez? Son la habilidad para abandonar para siempre el matar, el robar, la conducta sexual errónea, el mentir, el difamar,
el hablar con enemistad, el hablar frívolamente, el codiciar, el desear mal, y los puntos de vista erróneos.
¡Oh, Rey Dragón! Si uno abandona el quitar la vida, entonces conseguirá las diez formas de liberarse de las contrariedades.
¿Cuáles son las diez?
1)      Uno da con ecuanimidad a todos los seres, sin miedo.
2)      Uno siempre tiene un corazón con gran compasión hacia todos los seres.
3)      Todas las tendencias de odio habituales en uno mismo, serán cortadas para siempre.
4)      El cuerpo de uno siempre está libre de enfermedades.
5)      La vida de uno es larga.
6)      Uno está constantemente protegido por los seres no humanos.
7)      Uno siempre está libre de pesadillas, y duerme y se despierta feliz.
8)      La maraña de la enemistad es erradicada, y uno está libre de todo odio.
9)      Uno está libre del pavor a los malos destinos.
10)  Cuando la vida de uno llegue a su fin, renacerá como un dios.
Estas son las diez. Si uno es alguien que es capaz de volverse hacia la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación, finalmente llegará a ser un Buda, y tendrá la habilidad propia de  un Buda de vivir tanto tiempo como desee.
También, ¡Oh Rey Dragón!, si uno abandona el robar, entonces obtendrá los diez tipos de elementos que pueden proteger su confianza.
¿Cuáles son los diez?
1)      La riqueza de uno se incrementará y acumulará, y no podrá se esparcida o destruida por los reyes, ladrones, inundaciones, fuegos, o hijos sin cuidado.
2)      Uno despierta pensamientos de afecto en mucha gente.
3)      La gente no busca aprovecharse de uno.
4)      Uno es alabado en todas partes.
5)      Uno está despreocupado de que pudiera ser injuriado.
6)      El buen nombre de uno se extiende.
7)      Uno no siente miedo en público.
8)      Uno está dotado con riqueza, una vida larga, fuerza, paz, felicidad, y es diestro en la conversación, sin tener deficiencias.
9)      Uno siempre piensa en dar.
10)   Cuando la vida de uno llegue a su fin, renacerá como un dios.
Estos son los diez. Si uno es alguien que es capaz de volverse hacia la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación, finalmente llegará a ser un Buda, y obtendrá la realización de la purificada gran iluminación de la sabiduría.
También, ¡Oh Rey Dragón! Si uno abandona la conducta sexual errónea, obtendrá los cuatro tipos de elementos que son alabados por el sabio.
¿Cuáles son los cuatro?
1)      Todas las facultades de uno están correctas y ajustadas.
2)      Uno está libre de la confusión y de la excitación.
3)      Uno es alabado y ensalzado por el mundo.
4)      La esposa de uno no puede serle quitada por nadie.
Estos son los cuatro. Si uno es alguien capaz de volverse hacia la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación, finalmente llegará a ser un Buda, y obtendrá el signo principal de un Buda de poseer un órgano (sexual) interno.
También, ¡Oh Rey Dragón! Si uno abandona el mentir, entonces obtendrá los ocho elementos que son alabados por los dioses.
¿Cuáles son los ocho?
1)      La boca de uno siempre es pura, y tiene la fragancia de una flor de loto azul.
2)      Uno es creído y obedecido por todo el mundo.
3)      Que lo que uno dice es verdad, y es amado por hombres y dioses.
4)      Uno siempre conforta a los seres con palabras de afecto.
5)      Uno obtiene gozo en su mente, y sus acciones, habla, y pensamientos son puros.
6)      El habla de uno no tiene faltas, y su mente siempre está jubilosa.
7)      Las palabras de uno son respetadas, y son seguidas por hombres y dioses.
8)      La sabiduría de uno es extraordinaria, y no puede ser vencida.
Estos son los ocho. Si uno es alguien capaz de volverse hacia la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación, finalmente llegará a ser un Buda, y obtendrá la verdadera habla de un Tathagata.
También, ¡Oh Rey Dragón! Si uno abandona el difamar, entonces obtendrá los cinco tipos de elementos incorruptibles.
¿Cuáles son los cinco?
1)      Uno obtiene un cuerpo incorruptible, porque nadie puede causarle daño.
2)      Uno tiene una familia incorruptible, porque nadie puede destruirla.
3)      Uno tiene una confianza incorruptible, porque esto está en línea con las propias acciones de uno.
4)      Uno obtiene una vida espiritual incorruptible, porque lo que uno cultiva está firmemente basado.
5)      Uno tiene amigos espirituales incorruptibles, porque uno no lleva por mal camino, ni defrauda a nadie.
Estos son los cinco. Si uno es alguien capaz de volverse hacia la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación, finalmente llegará a ser un Buda, y recibirá un séquito que no puede ser corrompido por ningún Mara (demonio) o por quien mantenga doctrinas erróneas.
También, ¡Oh Rey Dragón! Si uno abandona el hablar con enemistad, entonces obtiene el logro de los ocho tipos de acciones puras.
¿Cuáles son los ocho?
1)      El habla de uno está llena de sentido y es razonable.
2)      Todo lo que uno dice es de provecho.
3)      Las palabras de uno se limitan a ser verdaderas.
4)      El Lenguaje de uno es bello y maravilloso.
5)      Las palabras de uno son aceptadas por los demás.
6)      Las palabras de uno son creíbles.
7)      Las palabras de uno no pueden ser ridiculizadas.
8)      Todas las palabras de uno son pronunciadas con amor, y son disfrutadas por los demás.
Estos son los ocho. Si uno es alguien capaz de volverse hacia la Insuperable, Completa y Perfecta Iluminación, él será dotado con la característica perfecta de la voz de Brahma del Tathagata.
También, ¡Oh Rey Dragón! Si uno abandona el habla frívola, entonces será capaz de alcanzar el logro de las tres certezas.
¿Cuáles son las tres?
1)      Uno está seguro de ser amado por el sabio.
2)      Uno está seguro de ser capaz de responder a las preguntas con sabiduría, y de acuerdo a la realidad.
3)      Uno está seguro de tener la más excelente dignidad y virtud entre los hombres y los dioses, y uno carece de falsedad.
Estas son las tres. Si uno es capaz de volverse hacia la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación, finalmente llegará a ser un Buda, y obtendrá la habilidad de un Tathagata de predecir todo, y ninguna de las predicciones será nunca en vano.
También, ¡Oh Rey Dragón! Si uno abandona los pensamientos de codicia, entonces alcanzará el logro de las cinco clases de libertad.
¿Cuáles son las cinco?
1)      La libertad de las acciones de cuerpo, habla, y mente debido a que las seis facultades son perfectas.
2)      La libertad con respecto a las propiedades, porque los enemigos y los ladrones no pueden robarlo.
3)      La libertad con respecto al mérito, porque todo lo que uno desee le será proveído.
4)      La libertad de estar en la posición de un rey, porque cosas preciosas, raras, y maravillosas le serán ofrecidas a uno con gran reverencia.
5)      Las cosas que uno tendrá superarán cien veces en excelencia aquello que se está buscando, porque en tiempos pasados no fue ni tacaño, ni envidioso.
Estas son las cinco. Si uno es capaz de volverse hacia la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación, finalmente llegará a ser un Buda, y será especialmente venerado en todos los tres reinos, y todos los seres de los tres reinos respetuosamente le harán ofrendas.
También, ¡Oh Rey Dragón! Si uno abandona los pensamientos de odio, entonces logrará los ocho tipos de elementos de gozo mental.
¿Cuáles son los ocho?
1)      La mente de uno está libre del deseo de injuriar y de molestar a los demás.
2)      La mente de uno está libre del odio.
3)      La mente de uno está libre del deseo de disputar y de argüir.
4)      La mente de uno es gentil y recta.
5)      Uno logra la mente de amor desinteresado de un santo.
6)      Uno tiene una mente que actúa siempre de forma benéfica dando paz a los seres.
7)      La apariencia corporal de uno es dignificada, y uno es respetuosamente tratado por todos.
8)      Puesto que uno es amable e indulgente, nacerá pronto en el Mundo de Brahma.
Estos son los ocho. Si uno es capaz de volverse hacia la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación, entonces finalmente llegará a ser un Buda, y logrará la mente de un Buda que está libre de obstáculos. La gente no se cansará de contemplarlo.
También, ¡Oh Rey Dragón! Si uno abandona las visiones erróneas, alcanzará el logro de los diez elementos meritorios.
¿Cuáles son los diez?
1)      Uno logra un éxtasis mental genuino, y tiene buenas compañías genuinas.
2)      Uno tiene una profunda confianza en la ley de causa y efecto; y preferiría perder su vida antes que hacer cualquier mal.
3)      Uno toma refugio solamente en los Budas, y no en los dioses o en otros seres.
4)      Uno tiene una mente recta y visiones correctas, y ha dejado atrás la red de dudas acerca de la buena y mala fortuna.
5)      Uno no renacerá más en un estado desafortunado de existencia, sino que siempre renacerá como un hombre o como un dios.
6)      Inmensurables bendiciones y sabiduría se incrementarán de forma sublime de nacimiento en nacimiento.
7)      Uno abandonará para siempre los caminos erróneos, y transitará por el Sendero de los Budas.
8)      La visión de una personalidad no surgirá, y uno abandona todas las malas acciones.
9)      Uno permanecerá en una comprensión sin obstrucciones.
10)  Uno no caerá en ninguna condición difícil.
Estos son los diez. Si uno es capaz de volverse hacia la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación, entonces finalmente llegará a ser un Buda, y realizará rápidamente todos los elementos de un Buda, y logrará la maestría de los más altos poderes espirituales”
En aquel tiempo, el Honrado por Todo el Mundo siguió hablándole al Rey Dragón, diciendo:
“Si hay un Bodhisattva que es capaz de abandonar el matar y el dañar, y que practica la generosidad, y que sigue estas acciones virtuosas al mismo tiempo que transita por el Sendero, como consecuencia él siempre será rico en riquezas, sin que nadie sea capaz de robarle, tendrá una vida larga y no morirá prematuramente, y él no será herido ni por ladrones, ni por enemigos.
Debido a que ha abandonado el coger lo que no le ha sido dado, y a que practica la generosidad, él siempre será rico en riquezas, sin que haya nadie que pueda robarlo. El será el más excelente, más allá de toda comparación al respecto; y será capaz de reunir completamente toda la acumulación de elementos de un Buda.
Debido a que ha abandonado la forma de vivir impura, y a que practica la generosidad, él siempre será rico en riquezas, sin que nadie sea capaz de robarle. Su familia será virtuosa y obediente. Y no habrá nadie que mire a su madre, esposa, o hija con una mente lujuriosa.
Debido a que ha abandonado el hablar con falsedad, y a que practica la generosidad, él siempre será rico en riquezas, sin que nadie sea capaz de robarle. Abandonando el difamar, él adopta el verdadero Dharma. Eso que él hace de acuerdo a sus votos, ciertamente traerá su fruto.
Debido a que abandona el hablar todo aquello que causa separación, y a que practica la generosidad, él siempre será rico en riquezas, sin que nadie sea capaz de robarle. Su familia siempre será harmoniosa, todos los miembros de la familia tendrán las mismas aspiraciones y disfrutarán en común, y nunca disputarán unos con otros de forma no razonable.
Debido que ha abandonado el habla burda y mal intencionada, y a que practica la generosidad, él siempre será rico en riquezas, sin que nadie sea capaz de robarle. En todas las reuniones la gente le aceptará con júbilo como a su maestro. Sus palabras serán recibidas con confianza y sin oposición.
Debido a que ha abandonado el hablar frivolidades, y a que practica la generosidad, él siempre será rico en riquezas, sin que nadie sea capaz de robarle. Sus palabras no serán pronunciadas en vano, sino que serán recibidas con respeto por todo el mundo. El es capaz y diestro en resolver dudas e incertidumbres.
Debido a que ha abandonado los pensamientos codiciosos, y a que practica la generosidad, él siempre será rico en riquezas, sin que nadie sea capaz de robarle. Todo lo que él tiene se lo da a los demás con gusto. Su confianza es firme y su comprensión está bien fundamentada. El está dotado con una gran autoridad y fuerza.
Debido a que ha abandonado una mente siempre enfadada, y a que practica la generosidad, él será siempre rico en riquezas, sin que nadie sea capaz de robarle. El rápidamente consigue por sí mismo la sabiduría que está libre de obstrucciones. Todas sus facultades están bien dignificadas, y aquellos que lo ven lo respetan y aman.
Debido a que uno ha abandonado la mente ignorante, y a que practica la generosidad, él será siempre rico en riquezas, sin que nadie sea capaz de robarle. El nace siempre en una familia que está en posesión de las visiones correctas, de devoción, y de fe. El ve al Buda, escucha el Dharma, y apoya a la Comunidad de los Monjes (Sangha). El nunca olvida o pierde la gran Mente de la Iluminación (bodhicitta).
Estos son los beneficios obtenidos por un Gran Ser (Mahasattva) , el cual, al mismo tiempo que cultiva el Sendero del Bodhisattva, practica las diez acciones virtuosas y las adorna sin abandonarlas.
Por lo tanto, ¡Oh Rey Dragón! Yo lo resumo.
Porque uno adorna la práctica de las diez acciones virtuosas con la ética moral, el significado y el beneficio de toda la Doctrina del Buda ( Dharma) puede surgir, y los grandes votos son llevados a la culminación.
Porque uno adorna la práctica de las diez acciones virtuosas con la paciencia, uno logra la voz perfecta de un Buda, y todas las marcas serán encantadoras.
Porque uno adorna la práctica de las diez acciones virtuosas con el esfuerzo, uno es capaz de destruir el enemigo del Mara (demonio), y de comenzar las acumulaciones de los elementos de un Buda.
Porque uno adorna la práctica de las diez acciones virtuosas con la meditación, surgirán la concentración, la sabiduría, la vergüenza, la consciencia, y la calma.
Porque uno adorna la práctica de las diez acciones virtuosas con la sabiduría, uno es capaz de cortar las visiones erróneas que surgen de la discriminación.
Porque uno adorna la práctica de las diez acciones virtuosas con la compasión, uno siempre tendrá simpatía hacia todos los seres, y nunca se encontrará cansado o indiferente respecto a ellos.
Porque uno adorna la práctica de las diez acciones virtuosas con el regocijo en el bien de los demás, cuando la mente de uno vea a alguien cultivando la virtud estará libre de celos y de envidia.
Porque uno adorna la práctica de las diez acciones virtuosas con la ecuanimidad, uno no tiene una mente que se apegue a las circunstancias favorables, ni que rechace las desfavorables.
Porque uno adorna la práctica de las diez acciones virtuosas con las cuatro formas de ayudar a los demás, uno siempre es diligente en ayudar y enseñar a todos los seres.
Porque uno adorna la práctica de las diez acciones virtuosas con los fundamentos de la atención mental, uno será capaz de ser diestro en la práctica de la contemplación de los cuatro fundamentos de la atención mental.
Porque uno adorna la práctica de las diez acciones virtuosas con los cuatro esfuerzos correctos, uno será capaz de cortar, y de eliminar completamente todas las acciones no virtuosas.
Porque uno adorna la práctica de las diez acciones virtuosas con los cuatro soportes de los poderes, el cuerpo y la mente de uno siempre estarán calmos y a gusto.
Porque uno adorna la práctica de las diez acciones virtuosas con las cinco fuerzas, se establecerá una profunda fe firmemente, habrá un esfuerzo ininterrumpido, uno está libre siempre de la confusión y del engaño, uno está en paz y bien equilibrado, y todas las impurezas serán cortadas.
Porque uno adorna la práctica de las diez acciones virtuosas con los cinco poderes toda enemistad será completamente destruida, y uno no podrá ser herido.
Porque uno adorna la práctica de las diez acciones virtuosas con los siete factores de la Iluminación, uno siempre estará bien despierto con respecto  a todos los fenómenos.
Porque uno adorna la práctica de las diez acciones virtuosas con el Noble Sendero Óctuple, uno logrará la perfecta sabiduría, la cual siempre estará presente.
Porque uno adorna la práctica de las diez acciones virtuosas con la meditación de la calma mental (Samatha), uno es capaz de eliminar todas las ataduras y las tendencias latentes.
Porque uno adorna la práctica de las diez acciones virtuosas con la meditación de la visión penetrante (Vipassana), uno es capaz de conocer la verdadera naturaleza de todos los fenómenos.
Porque uno adorna la práctica de las diez acciones virtuosas con los medios hábiles, uno obtiene rápidamente el logro de toda la felicidad condicionada, y no condicionada.
¡Oh Rey Dragón! Tú debieras de saber que estas diez acciones virtuosas pueden llevar a la realización de los Diez Poderes del Tathagata, de los Cuatro Tipos de Intrepidez, y de los Dieciocho Dharmas que distinguen al Buda, y a todos los dharmas del Buda. Por lo tanto, tú debieras de practicar y de entrenarte con diligencia.
¡Oh, Rey Dragón! Es como las ciudades y pueblos, todos ellos dependen de la gran tierra en la que están asentados. Todas las hierbas, praderas, flores, árboles, y bosques dependen de la tierra para su crecimiento. Con estas diez acciones virtuosas ocurre lo mismo. Todos los hombres y dioses están establecidos en sus estados dependiendo de ellas. La iluminación de todos los Oyentes (Shravakas), de todos los Realizadores Solitarios (Pratyekabuddhas), del Sendero de los Bodhisattvas, y de todos los Budas son obtenidos y llegan a fructificar debido a estos diez grandes fundamentos virtuosos.”
Después de que el Buda pronunciara este discurso, el Rey Dragón del Océano, junto con la gran asamblea, todos los dioses, semidioses (asuras), y demás, todos ellos se regocijaron grandemente, lo recibieron con fe, y con reverencia lo pusieron en práctica.

FIN DEL SUTRA.

Trad. al castellano por el ignorante y falto de devoción upasaka Losang Gyatso.

A Toño.










martes, 10 de julio de 2012

La Profecía del Emperador Ashoka.

Esto he oído: cierta vez el Iluminado estaba residiendo en la ciudad de Sravasti, en el Monasterio de Jetavana, en el Parque de Anathapindika. En una ocasión, cuando el Buda y Ananda habían ido a hacer la ronda de limosnas, había algunos niños jugando en el borde del camino; construyendo casas del tesoro de juguete. Uno de los niños, viendo aproximarse al Buda se regocijó, y pensando que adquiriría mérito, cogió un puñado de tierra, e intentó dárselo al Buda; pero puesto que era tan pequeño, no pudo alcanzar la escudilla de las limosnas, y le pidió a otro niño que lo izara sobre sus hombros. El chico hizo esto, y cuando el Buda bajó su cuenco, él arrojó su puñado de tierra dentro de la escudilla de las limosnas. El Buda lo aceptó, y entregándole el cuenco a Ananda, dijo: “Lleva esta tierra al monasterio, y espárcela. Ananda, cien años después de que yo haya alcanzado el Paranirvana, este niñito, en virtud de haberme hecho una ofrenda con gran alegría, y en virtud de haber sido esparcida en el monasterio, renacerá como el Emperador Ashoka. El niño que le aupó sobre sus hombros, renacerá como su ministro. El emperador gobernará sobre toda India, y hará conocer a todos las bendiciones de las Tres Joyas. El venerará mis reliquias erigiendo ochenta y cuatro mil estupas.”

Ananda, lleno de regocijo, lo creyó, y le preguntó al Buda: “Señor, ¿Debido a haber realizado qué virtudes serán erigidas tantas estupas para las reliquias del Tathagata?”

El Buda respondió: “Escucha con atención Ananda, y guárdalo bien en tú mente. En edades muy lejanas, hubo un rey en esta tierra de Jambudvipa llamado Vidente Claro, el cual tenía ochenta y cuatro mil reyes menores que eran súbditos suyos. En aquel tiempo, el Buda Bursa había ido a dicho mundo, y el  rey y sus ministros prepararon las cuatro necesidades, y se las ofrecieron al Buda y a la Sangha. Aunque el rey y toda su gente constantemente honraban al Buda y le hacían ofrendas, los reyes subordinados no conseguían virtud de esta forma. Para que estos reyes, y el común de la gente pudiera aprender el Dharma, el rey pensó en tener una imagen de Buda pintada para mandárselas a cada uno de ellos. El mandó llamar a todos sus artistas juntándolos, y les ordenó que pintaran una imagen perfecta del Buda. Cuando los artistas estuvieron ante el Buda y vieron sus señales, fueron incapaces de reproducirlas. Por consiguiente, el propio Buda preparó los colores, pintó su propia imagen, y se la dio a ellos.

A partir de esa imagen, los artistas hicieron ochenta y cuatro mil, y el rey se las envió a los reyes subordinados junto con la siguiente proclama: “¡Nobles reyes, y pueblo! Honrad estas imágenes del Señor con flores e incienso; y hacedles ofrendas de las cosas necesarias.”

Cuando la gente vio aquellas imágenes del Tathagata se regocijaron, tuvieron fe, y las honraron.

Ananda, en aquel tiempo, yo era ese rey; puesto que yo tuve las ochenta y cuatro mil imágenes del Tathagata, y se las di a aquellos reyes subordinados, siempre que renací, yo fui Indra, el gobernante de los dioses más elevados.

Ahora yo he alcanzado la Budeidad, y estoy dotado con las treinta y dos marcas de un gran ser; y con las ochenta marcas de perfección secundarias, y cuando alcance mi Paranirvana, serán construidas ochenta y cuatro mil estupas para mis reliquias.”

Cuando el Buda terminó de pronunciar estas palabras, Ananda y toda la gran asamblea se alegraron, y regocijaron.

 

 

 

Trad. por el ignorante y falto de devoción upasaka Losang Gyatso.

 

miércoles, 4 de julio de 2012

La Monja Utpala.

Esto he oído: cierta vez el Buda estaba residiendo en la ciudad de Sravasti, en el Monasterio de Jetavana, en el Parque de Anathapindika.

Tras la muerte del Rey Prasenajit, su hijo Vaidurya ascendió al trono. Debido a que los reyes vasallos no reinaban gobernando de acuerdo al Dharma, fueron incontables los matados siendo pisados por elefantes (una forma de ejecución). Muchas mujeres de las castas más elevadas, viendo esto, abandonaron la vida mundana, y se hicieron monjas. Algunas de estas mujeres eran del clan de los Sakya y de la familia real, y eran agradables y bellas más allá de toda comparación. Cuando quinientas de estas mujeres abandonaron el deseo y el placer, y se unieron a la Sangha, toda la gente del país se alegró, y contribuyeron para cubrir sus necesidades.

Una vez, estas monjas se dijeron unas a otras: “Aunque hemos tomado los votos, aún no hemos degustado el aroma del Dharma; no hemos abandonado el apego, el odio, o la ignorancia, y esto es un error. Vayamos a la monja Prajapati, y escuchemos el Dharma.”

Entonces se dirigieron a dónde se encontraba la monja Prajapati, se postraron ante ella, y le dijeron: “Hermana, cuando fuimos ordenadas no probamos el néctar del Dharma. Te imploramos que nos lo des tú.”

La monja Prajapati les respondió: “Todas vosotras sois de las castas más elevadas y tenéis los siete tesoros: elefantes, caballos, ministros, hombres y mujeres sirvientes, campos de cultivo, y riquezas. ¿Por qué abandonasteis todo esto, cuando sois incapaces de separaros de los placeres debido a los engaños, como hice yo, y de entrar en la enseñanza? Vosotras haríais mejor en volver a vuestros hogares, y disfrutar con vuestros maridos e hijos, y ser felices durante esta vida.”

Cuando oyeron esto, las mujeres lloraron, y se marcharon. Entonces fueron a una monja llamada Utpala, se postraron ante ella, le preguntaron por su salud, y le dijeron: “Hermana, aunque hemos renunciado al mundo y nos hemos hecho monjas, nosotras aún estamos encadenadas por el deseo y el placer, y somos incapaces de liberarnos de las impurezas. Te imploramos, hermana, que nos instruyas en el Supremo Dharma.”

La monja Utpala les dijo: “Preguntad cualquier cosa que deseéis respecto al pasado, presente, o futuro, y yo os lo contaré.”

Las monjas le respondieron: “Hermana, dejemos el pasado y el futuro por el momento; te suplicamos que nos enseñes el Dharma del presente, y que elimines nuestras dudas.”

La monja Utpala dijo: “El apego es como el fuego. Incluso ríos y montañas son consumidos por él, y eventualmente lo quema todo como si fuera hierba. A través del poder del apego, uno hace daño a los demás, y debido a ello cae en los tres malos renacimientos, y entonces no hay medios para alcanzar la liberación. Cuando una mujer se casa, ella verdaderamente está sujeta al sufrimiento. Si ella se ve separada de su marido, siente pesar. El nacimiento, la enfermedad, la vejez, la muerte, y el castigo del rey, todas ellas son miserias que no se pueden mitigar. Si cuando alguien muere renace en el infierno, eso también es un sufrimiento sin fin. Para una persona casada hay poca felicidad, y mucho dolor.

Mis padres eran mendicantes, aunque pertenecían a una casta alta. Ellos me casaron con un mendicante, un hombre sabio e inteligente, alguien que había oído muchas enseñanzas, y tuvimos un hijo. Más tarde, cuando los padres de mi esposo murieron, yo volví a quedar encinta. Cuando se fue acercando el momento del nacimiento del niño, yo le dije a mi marido que deseaba volver a casa de mis padres, y tener al niño allí. Mi marido aceptó, y los tres nos pusimos en marcha. Cuando llegamos a la Provincia Central, mis dolores de parto  comenzaron. Llegue a sentirme mal, y me acosté bajo un árbol, dando a luz a medianoche. Mi marido estaba durmiendo a una cierta distancia. Durante la noche, él fue mordido por una serpiente venenosa. Y fue incapaz de pedir ayuda. Por la mañana, justo al amanecer, yo lo encontré muerto, con su cuerpo ya comenzando a desintegrarse. Yo me desmayé, pero mi hijo, al ver a su padre tirado allí muerto, empezó a gritar. Sus gritos me devolvieron a la consciencia. Me levanté, puse a mi hijo mayor a mi espalda, llevando al bebé junto a mi pecho, y llorando porque ahora ya no tenía a mi querido esposo, nos fuimos. Pasamos a través de un desolado yermo y llegamos a un profundo y ancho rio. Incapaz de llevar conmigo a los dos niños al mismo tiempo, dejé al niño mayor en la orilla, y puse sobre mí al bebé. Entonces, cuando yo volvía para coger al primero de los niños, él saltó al agua tan pronto como me vio, y fue arrastrado por la corriente. Cuando volví a la otra orilla encontré que un lobo se había comido a mi bebé, y que su sangre aún estaba en el suelo.

Yo comencé a andar sola, y durante el trayecto me encontré en el camino a un mendicante que era pariente nuestro. Me preguntó a dónde iba, y por qué estaba viajando sola. Cuando yo le pregunté acerca de mis padres, él dijo: “La casa de tus padres ha sido derruida por un incendio, y toda la gente que vivía allí murió quemada viva. Tus padres ya no están entre los vivos.”

Yo me desmayé después de oir esto, pero mi pariente me ayudó a ponerme en pie, y me llevó a su casa, donde me cuidó con gran cariño, como si fuera su propia hija. Yo viví allí felizmente durante un tiempo; entonces un mendicante me pidió matrimonio. Yo me casé con él, y éramos felices. Yo me quedé encinta otra vez, y cuando llegó la hora de alumbrar al niño, mi marido se fue a un festival. Yo cerré la puerta, y estaba sentada con los dolores del parto cuando mi marido regresó borracho, el llamó a la puerta, y como nadie fue a abrir, derribó la puerta, entró, y comenzó a golpearme. Cuando yo grité: “¡No me golpees!¿No ves que estoy pariendo un hijo?”, el se puso aún más furioso. Mató al bebé que había acabado de nacer, lo frió en aceite, y me hizo comerlo, aunque yo protestaba que no podía comer la carne de mi propio hijo.  Más tarde lo abandoné, y me marché a Benarés.

Mientras estaba sentada bajo un árbol en las afueras de Benarés, un grupo de personas pasó llevando el cuerpo de la esposa de un joven cabeza de familia. Mientras el cabeza de familia estaba sentado llorando por su esposa a la que estaba muy apegado, me vio, y se dirigió a mí con estas palabras:” Mujer, ¿cuál es la razón por la que estás sentada aquí sola?”

Yo le conté todo lo que había sucedido, y el dijo: “Tú y yo seremos hombre y mujer.” Yo acepté, nos casamos, y no mucho después él murió. En aquel lugar era costumbre que cuando el marido fallecía, su esposa era abandonada con su cuerpo, y era enterrada con él. Durante la noche, un ladrón vino a robar las pertenencias del cuerpo del difunto, y mientras escavaba en la tumba, me encontró a mí, y me cogió para él.

El fue capturado mientras estaba robando, y fue ejecutado por orden del rey. Entonces sus hermanos me enterraron en tierra, junto con su cuerpo. Tres días más tarde, un lobo me desenterró, y pude escapar. Entonces yo pensé: “¿Debido a qué  malas acciones pasadas yo me encuentro con el desastre tantas veces, y sin embargo de alguna forma me recobro? Yo he oído que un hijo de los Sakyas a alcanzado la iluminación. El es llamado el Buda, y es famoso por conocer el pasado y el futuro. Iré a él, y él me salvará.”

Entonces yo me dirigí al Parque de Anathapindika, y desde la distancia vi al Buda sentado como si fuera un árbol en plena floración, como la Luna llena en medio de muchas estrellas. Y el Buda, que con su omnisciencia, sabía que yo había ido para ser convertida, se levantó, y me dijo: “Ven”

Yo estaba turbada y avergonzada, y abrochando mi pecho, me senté en el suelo. Entonces el Buda le dijo a Ananda: “Ananda, viste a esta mujer con tu propio hábito”

Ananda me dio su hábito, y yo lo puse, me postré a los pies del Buda, junté mis manos, y dije: “Señor, por tu gran compasión, ordéname”

El Buda le dijo a Ananda: “Ananda, esta mujer va a ser ordenada monja. Llévala a la monja Prajapati”

Cuando la monja Prajapati me ordenó, y me enseño la Doctrina de las Cuatro Nobles Verdades, yo rápidamente la apliqué, y alcancé el fruto de un Arhat, y ahora conozco todas las cosas del pasado, del presente, y de futuro.”

Entonces las monjas le preguntaron: “Hermana, ¿Habiendo hecho qué tipo de acciones has cosechado tal fruto?”

Utpala dijo: “Escuchad bien todas vosotras, y guardadlo en vuestra mente, que yo os lo explicaré. En épocas pasadas, había un hombre muy rico, a quien al no haberle nacido ningún hijo con su primera esposa, se casó de nuevo, y esta segunda esposa pronto le dio un hijo. El padre y la madre amaban al niño, y lo cuidaban con gran ternura.

La primera esposa pensó: “Aunque mi familia es de una casta elevada, no hay ningún hijo que la continúe. Cuando este chico crezca, él heredará toda la propiedad, no me dará nada, y yo estaré en la miseria.”

Con estos pensamientos de malicia y de deseo de mal surgiendo en su mente, ella decidió matar al niño. Cogiendo una aguja, ella perforó la parte blanda de su cabeza, y pronto el niño murió. Puesto que no había marcas, nadie sabía lo que había sucedido, pero la segunda esposa la acusó de haber matado a su bebé.

La primera esposa solemnemente juró: “Si yo he matado a tu hijo, ¡Que en mis vidas futuras, puedan mis maridos ser mordidos por serpientes venenosas! Si yo tengo un hijo, ¡Que pueda él ser devorado por un lobo! ¡Que pueda yo ser enterrada viva, y comer la carne de mi propio hijo! ¡Que puedan mi padre y mi madre ser quemados vivos dentro de su propia casa! Yo fui esa primera esposa que hizo ese juramento en aquellos tiempos, y ahora todos los malos karmas de aquel juramento han fructificado.”

Entonces las monjas le preguntaron: “Hermana, ¿Debido a ejecutar qué tipos de acciones virtuosas te ha dado la bienvenida y ordenado el Buda, y has alcanzado ahora el fin del samsara?”

Utpala respondió: “Hace mucho tiempo, en la tierra de Benarés, había una montaña llamada El Lugar de Reunión de los Sabios Renunciantes, en la que vivían muchos Pratyekabuddhas, Shravakas, y aquellos dotados de poderes espirituales. En cierta ocasión, cuando un Pratyekabuddha había ido a la ciudad en busca de limosnas, la esposa de un cabeza de familia lo vio, se regocijó, y le ofreció comida. A continuación, el Pratyekabuddha se elevó en el cielo, y de su cuerpo surgía luz y manaba agua, y andaba, se sentaba, y se acostaba en el cielo, exhibiendo muchos poderes.

La esposa del cabeza de familia hizo un voto:”Ah, Santo, ¡Que en el futuro pueda yo llegar a ser como tú!”

Era yo quien hizo aquel voto en aquellos tiempos, y ha sido gracias al poder de ese voto por lo que yo he encontrado al Buda ahora, y mi mente ha sido liberada. Pero antes de que yo lograra el fruto del Arhat, yo he soportado sufrimientos como si hubiera sido traspasada desde lo alto de mi cabeza, hasta las suelas de mis pies, por un cincel de hierro al rojo vivo”

Cuando las quinientas monjas escucharon esto, comprendieron que el deseo y el placer son como hoyos llenos de fuego, y sus pensamientos de apego cesaron. Comprendieron que los sufrimientos de la vida matrimonial son como una prisión, y cortaron con ella. Sus impurezas cesaron, y cuando entraron en el samadhi de los tres tiempos, ellas se convirtieron en Arhats.

Entonces las monjas, al unísono, le dijeron a la monja Utpala: “Porque tú nos has enseñado el Dharma a nosotras, a nosotras que estábamos completamente encadenadas por el apego, nosotras hemos alcanzado el fin del ciclo de nacimiento y muerte. Te alabamos y te damos las gracias. Cuando uno enseña el Dharma a los demás, y el fruto es realizado, verdaderamente uno llega a ser el hijo, o la hija de los Budas.”

 

 

 

Trad. por el ignorante y falto de devoción upasaka Losang Gyatso.

 

 

martes, 3 de julio de 2012

El Primer Surgir de la Compasión en el Buda.

Esto he oído: cierta vez el Buda estaba residiendo en la ciudad de Sravasti, en el Monasterio de Jetavana, en Jardín de Anathapindika. Una vez, cuando los monjes salieron del retiro de verano, se acercaron a dónde se encontraba el Buda, se postraron ante él, y le preguntaron por su salud y bienestar. Cuando el Buda, con una mente de gran compasión, les preguntó a los monjes con gran amor e interés sobre su salud, Ananda dijo: “Señor, ¿desde cuando has tenido semejante amor y compasión por los monjes?”

A ello el Buda respondió: “Ananda, si deseas saber esto, escucha. Hace mucho tiempo, hace muchos eones, un hombre lleno de faltas había nacido en el infierno. Los Yamas, los guardianes del inferno lo uncieron a un carro, y lo hacían tirar de él de un lado a otro sin descanso, golpeándolo con un martillo de hierro. El carro era demasiado pesado para que el hombre tirara de él, y ellos lo golpeaban con sus martillos hasta causarle la muerte, tras lo que volvían a traerle a la vida. Un amigo del hombre lo vio intentando tirar del pesado carro, y el amor y la compasión surgieron en su mente. Se dirigió a los Yamas, y les dijo: “Yo solo, liberaré a ese hombre al que habéis uncido a ese carro.”

Los Yamas se enfurecieron, y golpearon al hombre con sus martillos hasta la muerte; y entonces él renació entre los dioses de los Treinta y Tres.

Ananda, yo era ese hombre que generó esa mente de amor y compasión mientras estaba en el infierno, y desde entonces yo he estado dotado con una mente compasiva hacia todos los seres sintientes.”

Cuando Ananda, y toda la gran asamblea oyeron las palabras del Buda, se regocijaron y creyeron en ellas.

 

 

Trad. por el ignorante  y falto de devoción upasaka Losang Gyatso.