martes, 31 de mayo de 2016

Sutra de la Disciplina del laico. Capítulo Ocho. Bodhisattvas de Nombre, y Verdaderos Bodhisattvas,

Bodhisattvas de Nombre, y Verdaderos Bodhisattvas.
Los Mal Llamados Bodhisattvas.
Sujāta preguntó: “Bhagavan, el Buda habla de dos clases de Bodhisattvas: los mal llamados Bodhisattvas, y los verdaderos Bodhisattvas. ¿Qué se entiende por “los mal llamados Bodhisattvas”?
El Buda respondió: “Buen hombre, después de que los seres generan la mente de la iluminación, algunos de ellos se siguen deleitando en aceptar y sostener caminos que no son los Caminos del Buda, leen y recitan sus textos, y los enseñan a otros. Ellos no cultivan la compasión, y toman la vida de otros para beneficio de sus propios cuerpos y vidas. Se deleitan en el repetido nacimiento y muerte, hacen acciones que tienen el propósito de propiciar los placeres en su ciclo de nacimientos y muertes. Al carecer de fe en las Tres Joyas, sus mentes son una maraña de dudas. Queriéndose y protegiéndose a sí mismos, son incapaces de tolerar los insultos, y emplean un lenguaje abusivo sin refreno o remordimiento. Ellos se menosprecian, y dicen: “Yo no puedo alcanzar la Insuperable Iluminación”.
Aunque ellos sienten temor de sus aflicciones, ellos no se entrenan con diligencia para erradicarlas utilizando los medios hábiles, así que ellos siempre están afectados por la codicia, el enfado, la tacañería, y la envidia. Al tener una mente indolente y caótica, eligen permanecer cerca de los malos amigos. Ellos prefieren su ignorancia de la verdad y su falta de creencia en las Perfecciones. Ellos ni acumulan méritos, ni contemplan los males de experimentar repetidamente el ciclo de nacimientos y muertes. Ellos encuentran sugerentes las palabras maliciosas de los otros. Los Bodhisattvas como esos son “los mal llamados Bodhisattvas”.
Buen hombre, hay seres que activan la mente de la iluminación con el propósito de alcanzar la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación. Pero tras oír que ellos solo pueden lograr la Iluminación después entrenarse en las prácticas del ascetismo durante innumerables eones, entonces se arrepienten. Ellos se entrenan para el logro de la Iluminación, sin convicción. Al faltarles un sentido de la vergüenza y del deshonor, y al carecer de compasión, ellos se deleitan en la práctica no budista de sacrificar cabras como una ofrenda a los dioses. Ellos tienen algo de fe, pero esta no es firme. Practican el mal en su persecución de los placeres de los cinco sentidos. Orgullosos de su cuerpo, vida, y riqueza, son muy arrogantes. Sin embargo, sus acciones incorrectamente motivadas no pueden beneficiarlos. Ellos dan limosnas con la intención de adquirir placeres en el mundo. Ellos observan los preceptos con la intención de renacer en los cielos. Ellos practican la meditación con la intención de alargar la duración de sus vidas. Tales Bodhisattvas son los “mal llamados Bodhisattvas”.
Los Verdaderos Bodhisattvas.
Los verdaderos Bodhisattvas escuchan el significado profundo del Dharma. Se deleitan en permanecer cerca de los buenos amigos, y en hacer ofrendas a los padres, maestros, y a los buenos amigos. Se deleitan en escuchar las enseñanzas contenidas en las doce categorías de las escrituras, las aceptan y las sostienen, las leen y recitan, las copian, y meditan en sus significados. Para beneficio del Dharma, ellos no escatiman incluso el dar sus cuerpos o sus vidas, sus esposas, hijos, o bienes. Su determinación es firme, y sienten compasión hacia todos. Ellos utilizan palabras agradables, palabras consideradas, y palabras veraces; nunca usan palabras ofensivas, o palabras que inciten a la división, y ellos no se desprecian a sí mismos. Dan limosnas generosamente, sin restricción.
Ellos se deleitan en afilar el cuchillo de la sabiduría. Ellos estudian los textos no budistas con la intención de derrotar y de eliminar los puntos de vista erróneos. Al estar familiarizados con los medios hábiles para domar a los seres, ellos no sienten miedo en medio de una multitud. Ellos enseñan a los seres que es fácil alcanzar la Iluminación, liberándolos del miedo. Ellos hacen esfuerzos enérgicos para progresar a pesar de sus aflicciones, haciendo que sus aflicciones vayan perdiendo fuerza. Sus mentes nunca se dejan llevar por las tendencias habituales, ellos cultivan la paciencia ante la adversidad. Para alcanzar el nirvana, ellos observan los preceptos al par que hacen esfuerzos enérgicos.
Ellos trabajan deseosos de servir a los seres, posibilitándoles obtener la paz y la alegría. Ellos aceptan sufrir para beneficiar a los otros, sin arrepentirse de ello. Sienten compasión hacia aquellos que retroceden de la mente de la iluminación. Ellos pueden rescatar a los demás de todos los tipos de sufrimiento, y pueden ver los males de padecer repetidamente el nacimiento y la muerte. Ellos están equipados con las Seis Perfecciones, y sus hechos mundanos sobrepasan a los de todos los demás. Con una fe firme, ellos cultivan el amor benevolente y la compasión, y no buscan recompensas por su amor benevolente y compasión. Sus mentes no consideran la existencia de amigos y enemigos, como opuestos.
Del mismo modo en que ellos dan limosna con una mente de igualdad, así dan también sus cuerpos con una mente de igualdad. Conociendo las apariencias de la impermanencia, ellos no rehúsan a dar sus cuerpos y sus vidas. Ellos atraen a los seres a través de las Cuatro Formas de Atraer al Dharma. Conociendo la verdad convencional, ellos se comportan de acuerdo a las palabras de los seres. Cuando están sufriendo para el beneficio de los seres, su mente permanece quieta, como el Monte Sumeru. Aunque vean a los seres hacer gran cantidad de malas acciones, nunca olvidan las buenas cualidades de ellos. No dudando en lo más mínimo en las Tres Joyas, ellos encuentran deleite en hacerles ofrendas.
En el caso de que sus recursos sean limitados, ellos dan primero al pobre, y después a los otros campos de fortuna; ellos ayudan primero al pobre, y después al rico. Se deleitan en alabar las bondades de otros, e indican a otros el sendero hacia el Nirvana. Ellos ayudan a los demás a aprender todo tipo de conocimientos, y se deleitan viendo como los otros están cada vez más realizados. Siempre piensan en beneficiar a los demás, y no en sí mismos. Todas las acciones virtuosas hechas con su cuerpo, habla, y mente son dedicadas al bienestar de los otros, y no a su propio beneficio. Tales Bodhisattvas son llamados “los verdaderos Bodhisattvas”.
Buen hombre, hay dos clases de Bodhisattvas: aquellos que han renunciado a la vida en familia, y aquellos que llevan una vida en familia. No es difícil para los Bodhisattvas que han renunciado a una vida en familia ser verdaderos Bodhisattvas, pero para aquellos Bodhisattvas que llevan una vida en familia es difícil ser verdaderos Bodhisattvas. ¿Por qué? Porque aquellos que llevan una vida en familia están obstaculizados por muchas causas y condiciones adversas.”


lunes, 30 de mayo de 2016

Sutra de la Moralidad del Laico. Capítulo Siete-Los Votos.

Los Votos.
Sujāta preguntó: “Bhagavan, ¿Quién puede realizar las acciones necesarias para adquirir las Treinta y Dos Marcas Físicas de un Buda?”
El Buda respondió: “Buen hombre, el sabio puede hacerlo”.
Sujāta: “Bhagavan, ¿Quiénes son los sabios?”
El Buda: “Buen hombre, aquellos que son capaces de tomar los grandes votos insuperables, son llamados “los sabios”. Después de que un Bodhisattva, un Gran Ser, ha generado la mente de la Iluminación, el desea compartir con todos los seres las  acciones meritorias hechas por él con su cuerpo, habla, y mente, y también el fruto bendito que él recibirá. Un Bodhisattva, un Gran Ser, siempre permanece cerca de los Budas, Realizadores Solitarios, Oyentes, y buenos amigos, haciéndoles ofrendas y haciéndoles preguntas con respecto al profundo Dharma con gran respeto. El acepta y sostiene el Dharma, y nunca lo abandona.
Los Grandes Votos de un Bodhisattva.
El genera estos deseos: “Ahora yo estoy cerca de los Budas, de los Realizadores Solitarios, de los Oyentes, y  de los buenos amigos. Sería mejor soportar unos inmensos sufrimientos en vidas futuras que abandonar la mente de la Iluminación. Si, movidos por la malicia, los seres me golpean, me regañan, o me calumnian, yo quiero que como resultado mi amor benevolente se incremente, y que yo no albergue el menor pensamiento negativo.
Yo deseo, que siempre que renazca en el futuro, vida tras vida, yo no asuma la forma de una mujer; ni que pueda tener ambos órganos, el masculino y el femenino; ni tampoco nacer sin órgano sexual; ni ser esclavo o sirviente. Yo quiero tener la libertad de servir a otros, y no estar sometido a otros. Yo quiero tener unas facultades completas, y permanecer alejado de los malos amigos. Yo deseo no renacer en un país en el que impere la maldad, o en una tierra fronteriza en la que el Dharma no sea conocido. Yo deseo renacer en el seno de una familia prominente y de buen nombre, poseyendo una buena apariencia y una extraordinaria fuerza, poseer y disponer de riqueza; y tener una mente que se esfuerce vigorosamente, que sea auto controlada y con pensamientos virtuosos. Yo deseo que todos aquellos que oigan mis enseñanzas lleguen a sentirse deleitados aceptándolas.
Yo tomo el voto de aniquilar todos los obstáculos, de ejercitarme en el auto control, y de poner fin a todas las malas acciones de cuerpo, habla, y mente. Yo tomo el voto de traer siempre grandes beneficios a los seres. Para beneficiarlos, yo no escatimaré incluso el dar mi cuerpo o mi vida, y yo no cometeré ninguna acción negativa con la intención de beneficiar a mi cuerpo o a mi vida. Cuando yo beneficie a los seres, de ningún modo buscaré retribución alguna por su parte.
Yo encontraré deleite en sostener las doce categorías de las escrituras[1], y las enseñaré a otros. Yo destruiré las visiones erróneas y las malas acciones de los seres. Yo dominaré las ciencias mundanas, y enseñaré a otros cómo conquistarlas. Yo seré un supremo sanador de las graves enfermedades de las mentes y cuerpos de los seres.
Cuando yo vea que ellos viven en la discordia, yo los uniré. Cuando vea que están siendo presas del miedo, yo los salvaré y protegeré; y entonces les daré todo tipo de enseñanzas de Dharma, de forma que ellos puedan protegerse a sí mismos, y domar sus mentes. A los hambrientos, cuando los encuentre, les daré incluso mi propio cuerpo para que se sacien. Yo desearé que cuando lo hagan, no sientan avidez, sino que coman de mi cuerpo como si estuvieran comiendo hierbas y plantas.
Yo siempre me deleitaré en hacer ofrendas a los padres, a los maestros, a los buenos amigos, y a aquellos que moran en la virtud. Yo contemplaré a amigos y enemigos con la misma mente ecuánime. Yo me entrenaré siempre en los seis recuerdos, en comprender que los fenómenos no tienen una naturaleza propia, y en reflexionar en los Doce Vínculos de la Generación Dependiente. Donde no sea posible encontrar a las Tres Joyas, yo me deleitaré en la soledad cultivando el amor benevolente y la compasión. Los seres que me vean, me oigan, o me toquen, abandonarán sus aflicciones.
Un Bodhisattva, buscando solamente la Iluminación, no busca ningún otro fruto para sí mismo; pero no obstante, él busca otros frutos para beneficio de los demás.
Convertirse en un Respetable con la Riqueza del Dharma.
Buen hombre, has de saber que un Bodhisattva que hace estos votos, es un Respetable que posee la insuperable Riqueza del Dharma, un rey buscando el Dharma, uno que será un Rey del Dharma. Buen hombre, para ser llamado un Respetable con la Riqueza del Dharma, un Bodhisattva, un Gran Ser, debería de hacer tres cosas: 1) no deleitarse en textos que no tengan que ver con el Dharma del Buda; 2) no buscar placeres a través del continuo renacimiento y muerte; 3) encontrar siempre deleite en hacer ofrendas al Buda, el Dharma, y la Sangha.
Hay otras tres cosas: 1) aceptar el sufrimiento experimentado para beneficio de otros, sin llegar a arrepentirse; 2) revelar la maravillosa sabiduría insuperable; 3) hacer buenas acciones sin el menor vestigio de arrogancia.
Hay otras tres cosas: 1) soportar el sufrimiento en los infiernos para salvar a los seres, y verlo como el gozo del tercer nivel de concentración; 2) no tener celos cuando se ve a otros obtener realizaciones; 3) hacer buenas acciones, pero no con la intención de repetir nacimiento y muerte.
Hay otras tres cosas: 1) después de ver el dolor en otros, sentir el mismo dolor; 2) hacer buenas acciones para beneficio de los seres; 3) utilizar los medios hábiles para posibilitarles abandonar el sufrimiento.
Hay otras tres cosas: 1) ver a todos los placeres existentes en el ciclo del nacimiento y la muerte como si fueran el veneno de una gran serpiente; 2) deleitarse en soportar continuamente el nacimiento y la muerte para propiciar el beneficio de los seres; 3) reconocer que la Paciente Aceptación de la No Verdadera Producción de Todos los Fenómenos tiene un gran mérito.
Hay otras tres cosas: 1) disposición a abandonar su cuerpo; 2) disposición a abandonar su vida; 3) disposición a abandonar su riqueza. Estas tres cosas son abandonadas para beneficio de los seres.
Hay otras tres cosas: 1) escuchar mucho el Dharma sin llegar a sentirse nunca cansado; 2) soportar los males; 3) enseñar a otros a desarrollar la paciencia.
Hay otras tres cosas: 1) reflexionar en todas las faltas que hay en uno; 2) no divulgar las faltas de otros; 3) cultivar un amor benevolente.
Hay otras tres cosas: 1) observar los preceptos fervientemente; 2) atraer a los seres a través de las Cuatro Formas de Atraer al Dharma[2]; 3) utilizar palabras agradables, y no un lenguaje grosero.
Hay otras tres cosas: 1) dar el Dharma como la mayor de las limosnas; 2) dar riquezas como limosna; 3) convencer a los demás para que hagan lo mismo.
Hay otras tres cosas: 1) enseñar y transformar siempre a los seres por medio de las enseñanzas del Mahayana; 2) progresar siempre empleando los entrenamientos adecuados; 3) no menospreciar nunca a los seres.
Hay otras tres cosas: 1) tener paciencia para con las aflicciones de uno; 2) conocer las faltas ocasionadas por las aflicciones de uno, sin llegar a sentir rechazo de uno mismo; 3) a través de tolerar las aflicciones de uno mismo, erradicar las aflicciones de otros.
Hay otras tres cosas: 1) regocijarse de los méritos de otros, tal como si fueran propios; 2) no mantener solo para uno el disfrute de la paz y gozo adquirido; 3) no considerar a los Dos Vehículos del Hinayana como caminos adecuados hacia la Iluminación.
Hay otras tres cosas: 1) no temer el entrenamiento en un arduo ascetismo; 2) no rechazar nunca ninguna petición; 3) no albergar nunca el pensamiento de ser superior a los demás.
Buen hombre, si uno contempla la causalidad, debería de observar tanto la causa y efecto, como el efecto y su causa. Tal Bodhisattva puede poner fin a la causa y efecto[3], y adquirir causa y efecto[4]. Cuando un Bodhisattva pone fin y adquiere causa y efecto, es llamado el Fruto del Dharma, lo cual es como el rey de todos los fenómenos, pues hay un dominio sobre todos los fenómenos.
Buen hombre, existen dos clases de Bodhisattvas: los que han renunciado a la vida en familia, y los que llevan una vida en familia. No es difícil para los Bodhisattvas que han abandonado la vida en familia el mantener estos votos, pero para los Bodhisattvas que llevan una vida en familia, hacer y mantener estos votos es difícil. ¿Por qué? Porque aquellos que llevan una vida en familia están impedidos por muchas causas y condiciones adversas.”




[1] Las enseñanzas del Buda se encuentran recogidas en doce tipos de escrituras: 1) Sutras, o discursos; 2) Geya, canciones que repiten las enseñanzas; 3) Vyākarana, o profecías; 4) Gāthā, o versos; 5) Udāna, o pronunciamientos; 6) Nidāna, las causas de los discursos; 7) Avadāna, o parábolas; 8) Itivrttaka, discursos que comienzan con “Así ha sido dicho”; 9) Jātaka, o historias de vidas anteriores del Buda; 10) Vaipulya, discursos referidos a temas amplios y profundos; 11) Adbhuta-dharma, eventos maravillosos; 12) Upadesa, instrucciones precisas sobre algún tema.
[2] 1) dando al discípulo bienes materiales cuando son necesarios; 2) utilizar palabras agradables; 3) actuando para beneficio del discípulo; 4) siendo consecuente con las palabras de uno.
[3] Poner fin a las aflicciones y sus consecuencias kármicas.
[4] Alcanzar la Iluminación, y los Tres Cuerpos.

jueves, 26 de mayo de 2016

Sutra de la Disciplina del Laico. Capítulo Seis- Las Treinta y Dos Marcas de un Buda.

El Entrenamiento para Conseguir las Treinta y Dos Marcas Físicas.
Sujāta pregunto: “Bhagavan, ¿Cuándo puede un Bodhisattva poseer la clase de poder físico que Tú has descrito?”
El Buda contestó: “Buen hombre, tan pronto como él comience a realizar las acciones para llegar a adquirir las Treinta y Dos Marcas Físicas de un Buda. Buen hombre, cuando uno se entrena en esas acciones, uno es llamado un Bodhisattva y adquiere dos profundas absorciones meditativas[1]: la Profunda Absorción Meditativa de la Iluminación, y la Profunda Absorción Meditativa de la Existencia. Y uno adquiere otras dos absorciones meditativas: la Absorción Meditativa del Conocimiento de las Vidas Pasadas, y la Absorción Meditativa de las Causas del Adquirir el Verdadero Dharma.
El Entrenamiento para la Budeidad, por parte del Bodhisattva.
Buen hombre, un Bodhisattva oye incansablemente muchas enseñanzas de Dharma durante el intervalo entre el comienzo de su entrenamiento para conseguir las Treinta y Dos Físicas Marcas de un Buda, y el logro definitivo de la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación. Cuando un Bodhisattva, un Gran Ser, se entrena para adquirir esas marcas una tras otra, él es adornado con un centenar de méritos: cincuenta son adquiridos debido a preparar su mente, y cincuenta debido a orientar su mente. Estos son llamados los cien méritos.
Buen hombre, todos los méritos que pueden ser adquiridos en el mundo son inferiores a los de uno solo de los poros del Tathagata; el mérito combinado de todos sus poros es inferior al de una de Sus ochenta características excelentes. El mérito combinado de todas Sus ochenta características excelentes es inferior al mérito de una sola de Sus Treinta y Dos Marcas Físicas; el mérito combinado de sus primeras treinta marcas físicas es inferior al mérito del radiante pelo blanco en su entrecejo[2]; el mérito de Su radiante pelo blanco en el entrecejo es inferior al de la protuberancia invisible en la coronilla de Su cabeza[3].
Buen hombre, un Bodhisattva se entrena con gran entusiasmo y diligencia a lo largo de innumerables eones realizando acciones virtuosas, para traer grandes beneficios a los seres. Por consiguiente, un Tathagata ha acumulado inmensurables méritos, y Sus Treinta y Dos Marcas son la retribución de Su Gran Compasión. Y aunque también un Rey Que Gira la Rueda también las posee, nunca son prominentes ni perfectas.
El origen de esas marcas está en el cuerpo, habla, y mente de uno. Cuando uno se entrena para conseguir las causas, uno debe de ser un habitante de uno de los tres continentes, pero no del continente Norte de Uttarakuru, o de uno de los cielos.
Un Tathagata tiene que asumir el cuerpo de un hombre, o el cuerpo de una mujer. A un Bodhisattva, un Gran Ser, le lleva tres incontables eones el completar su entrenamiento en dichas actividades, para llegar a lograr la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación. Buen hombre, yo completé mi primer eón incontable de entrenamiento bajo el Buda Ratnasikhin, completé mi segundo eón incontable de entrenamiento bajo el Buda Dipamkara, y completé mi último eón incontable de entrenamiento bajo el Buda Kashyapa.
Buen hombre, yo generé por primera vez la mente de la Iluminación bajo el antiguo Buda Sakyamuni. Entonces yo hice ofrendas a Budas tan numerosos como las arenas del Ganges, al igual que hice un entusiasta esfuerzo en el entrenamiento para alcanzar la Iluminación plantando mis raíces de virtud[4], observando los preceptos, y escuchando mucho.
Buen hombre, después de que un Bodhisattva haya comenzado a entrenarse en estas prácticas para adquirir las Treinta y Dos Marcas, el sabe tan claramente que alcanzará la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación, que es como estar viendo un mango en la palma de su mano.
El Entrenamiento para Conseguir las Treinta y Dos Marcas sin Orden Alguno.
Aunque las causas para lograr esas marcas son definitivas, el orden en el que son conseguidas no es definitivo. Algunos dicen que la primera marca que adquiere un Tathagata es el entrecejo del Rey de los Toros. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, durante innumerables vidas pasadas se deleitó en mirar a los seres con una mirada de bondad. Por lo tanto, adquirió en primer lugar el entrecejo del Rey de los Toros, y posteriormente el resto de las marcas. Algunos dicen que la primera marca adquirida por el Tathagata es la de los Ocho Tonos de Brahma, y que posteriormente logró las otras marcas. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, durante innumerables vidas pasadas él siempre enseñó y transformó a los seres empleando palabras gentiles, palabras llenas de consideración, y palabras veraces. Por consiguiente, el adquiere primero esta marca de los Ocho Tonos de Brahma.
Algunos dicen que un Tathagata primero obtiene la marca de una protuberancia invisible en su coronilla, y después las otras marcas. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, durante innumerables vidas pasadas el hizo ofrendas a los Budas, a los Bodhisattvas, y a los Maestros, y postró su cabeza a sus pies, destruyendo su arrogancia. Por lo tanto, el adquiere primero esta marca de una protuberancia invisible. Algunos dicen que un Tathagata primero obtiene la marca de un radiante pelo blanco en el entrecejo, y después las otras marcas. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, durante innumerables vidas pasadas él nunca engañó a los seres. Por lo tanto, él adquiere primero esta marca de un radiante pelo blanco en el entrecejo, y después las otras marcas.
Buen hombre, excepto los Budas, los Bhagavanes, nadie puede explicar las causas para adquirir esas marcas.
Adquiriendo las Treinta y Dos Marcas, en un Orden Dado.
Algunos dan una lista para la adquisición de las Treinta y Dos Marcas en este orden. Un Tathagata obtiene en primer lugar la marca de unos pies planos, y después las otras marcas. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas el dio limosnas y guardó los preceptos, y su mente nunca vaciló mientras se entrenaba para lograr la Iluminación. Por tanto, el adquiere primero esta marca de los pies planos.
Adquirida esta marca, el a continuación consigue la marca de una rueda de mil radios en cada planta de sus pies. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva,  a través de innumerables vidas, el hizo ofrendas a sus padres, a sus maestros, y a los buenos amigos, y ayudó a todos los seres siempre de acuerdo al Dharma. Por tanto, el adquiere en segundo lugar una rueda de mil radios en cada planta de sus pies.
Adquirida esta marca, el a continuación consigue la marca de unos dedos delgados y largos, y la marca de unos talones anchos. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva el siempre aceptó y observó cuidadosamente el primero y el cuarto de los preceptos del practicante laico. Por tanto, el adquiere a continuación esta marca de unos dedos largos y de unos talones amplios.
Tras haber adquirido esta marca, el a continuación consigue la marca de tener unos hombros amplios y redondeados. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas él siguió gustosamente las instrucciones de sus padres, maestros, y buenos amigos. Por tanto, el adquiere a continuación esta marca de unos hombros amplios y redondeados.
Tras haber adquirido esta marca, el a continuación consigue la marca de tener los dedos de manos y pies unidos por una membrana. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas el siempre tiró de los seres a través de las Cuatro Formas de Atraer al Dharma. Por tanto, el adquiere a continuación esta marca de poseer una membrana que une los dedos de sus manos y pies.
Tras haber adquirido esta marca, el a continuación consigue la marca de unos pies y manos blandas. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas el bañó a sus padres y a sus maestros, limpiando la suciedad de sus cuerpos, y untando con aceites aromáticos sus cuerpos. Por tanto, el adquiere a continuación esta marca de unos pies y manos blandos.
Tras haber adquirido esta marca, el a continuación adquiere la marca de unos vellos corporales rizados hacia arriba. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas el siempre transformó a los seres enseñándoles a dar limosna, a cumplir los preceptos, y a realizar todas las buenas acciones. Por tanto, el adquiere a continuación esta marca de unos cabellos rizados hacia arriba.
Tras haber adquirido esta marca, el a continuación adquiere la marca de una pantorrillas como las del rey de los ciervos. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas el escuchó el Dharma ampliamente, y lo expuso sinceramente a otros con el fin de poner fin al ciclo del nacimiento y la muerte. Por tanto, el adquiere a continuación esta marca de unas pantorrillas como las del rey de los ciervos.
Tras haber adquirido esta marca, el a continuación adquiere la marca de un cuerpo redondeado y bien proporcionado, como un árbol ficus, el rey de los árboles. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas el siempre proporcionó medicinas a todos los seres. Por tanto, el adquiere a continuación esta marca de un cuerpo bien proporcionado y redondeado.
Tras haber adquirido esta marca, el a continuación adquiere la marca de unos brazos largos cuyas manos tocan por debajo de las rodillas. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas él nunca engañó a otros, incluyendo a los santos, sabios, padres, maestros, amigos, e instruidos. Por tanto, el adquiere a continuación esta marca de unos brazos largos cuyas manos tocan por debajo de las rodillas.
Tras haber adquirido esta marca, el a continuación adquiere la marca de un órgano masculino oculto como el de un elefante. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva,  a través de innumerables vidas el salvó y protegió a aquellos con miedo, y porque movido por un sentimiento de vergüenza y decoro nunca habló de las faltas de otros, ni divulgó sus transgresiones. Por tanto, el adquiere a continuación esta marca de un órgano masculino oculto.
Tras haber adquirido esta marca, el a continuación adquiere la marca de poseer una piel blanda con un vello en todos y cada uno de sus poros. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas el permaneció cerca de los instruidos, y siempre se deleitó en escuchar y tratar sobre el Dharma, y se entrenó de forma acorde, deleitándose en restaurar los senderos y en eliminar los obstáculos. Por tanto, el adquiere a continuación esta marca de una piel blanda con un pelo en todos y cada uno de sus poros.
Tras haber adquirido esta marca, el a continuación adquiere la marca de un cuerpo de color dorado. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas el dio a los seres alojamiento, cama, comida y bebida, e hizo ofrendas de lámparas encendidas. Por tanto, el adquiere a continuación esta marca de un cuerpo de color dorado.
Tras haber adquirido esta marca, el a continuación adquiere la marca de tener repletos siete lugares de su cuerpo. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas él nunca se dejó vencer por el enfado cuando era provocado, y se deleitó en dar a los seres todo lo que ellos necesitaban. Por tanto, el adquiere a continuación esta marca de un cuerpo repleto en siete lugares del cuerpo.
Tras haber adquirido esta marca, el a continuación adquiere la marca de una mandíbula poderosa. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas él se distinguió en discernir lo bueno de  lo malo, en hablar sin errores o sin sentido, en exponer solo las Enseñanzas que los otros podrían aceptar, y en mantener ocultas las Enseñanzas que para otros eran inaceptables. Por tanto, el adquiere a continuación esta marca de una mandíbula poderosa.
Tras haber adquirido esta marca, el a continuación adquiere dos marcas, las mejillas y la parte superior del cuerpo que son como las de un león. ¿Por qué´? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas él nunca utilizó un habla causante de división, y enseñó a los demás a no utilizarla. Por lo tanto, el adquiere a continuación estas dos marcas.
Tras haber adquirido estas marcas, el a continuación adquiere tres marcas: cuarenta dientes sin falta, de gran blancura, y sin huecos. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas el enseñó y transformó a los seres por medio de enseñar las diez acciones virtuosas, las cuales deleitaron sus corazones; y siempre se deleitó alabando el mérito de los otros. Por tanto, el adquiere a continuación estas tres marcas.
Tras haber adquirido estas tres marcas, el adquiere la marca de tener cuatro incisivos blancos. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas, el desarrolló el amor benevolente del Reino del Deseo, y se deleitó meditando en las acciones virtuosas. Por tanto, el adquiere a continuación esta marca de tener cuatro incisivos blancos.
Tras haber adquirido esta marca, el adquiere la marca de saborear el sabor supremo de entre todos los sabores. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas, el dio limosnas sin necesidad de que se lo pidieran. Por tanto, el adquiere a continuación esta marca de saborear el sabor supremo entre todos los sabores.
Tras haber adquirido esta marca, el adquiere dos marcas: una protuberancia carnosa en lo alto de su cabeza, y una lengua larga y ancha. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas, el aceptó y practicó las diez acciones virtuosas, con las que enseñó y transformó a los seres. Por tanto, el adquiere a continuación estas dos marcas.
Tras haber adquirido estas dos marcas, el adquiere a continuación la marca de los Ocho Tonos de Brahma. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas, el nunca empleó un lenguaje ofensivo, y enseñó a otros a no usarlo. Por tanto, el adquiere a continuación esta marca de los Ocho Tonos de Brahma.
Tras haber adquirido esta marca, el adquiere a continuación la marca de los ojos profundos de color azul oscuro del rey de los toros. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas, el siempre miró a los amigos y enemigos con un amor benevolente ecuánime. Por tanto, el a continuación adquiere esta marca de los ojos del rey de los toros.
Tras haber adquirido esta marca, el adquiere a continuación la marca de un pelo blanco radiante en el entrecejo. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas, el expuso el Dharma verdadero de forma auténtica. Por tanto, el adquiere a continuación esta marca de un pelo blanco radiante.
Tras haber adquirido esta marca, el adquiere la marca de una corona invisible. ¿Por qué? Porque mientras era un Bodhisattva, a través de innumerables vidas el postró su cabeza a los pies de todos los santos, sabios, maestros, y padres, honrándolos, alabándolos, respetándolos, y haciéndoles ofrendas. Por tanto, el adquiere a continuación esta marca de una corona invisible.
Buen hombre, existen dos clases de Bodhisattvas: aquellos que han renunciado a la vida en familia, y aquellos que llevan una vida en familia. Es fácil para aquellos que han abandonado la vida en familia el realizar estas acciones, pero para aquellos que llevan una vida en familia es difícil el realizar estas acciones. ¿Por qué? Porque aquellos que llevan una vida en familia están obstaculizados por muchas causas y condiciones adversas.”



[1] Samadhi.
[2] La marca física número treinta y uno.
[3] La Unisha, la marca física número treinta y dos.
[4] Kusala-mula, las acciones de cuerpo, habla, y mente realizadas sin apego, rechazo, e ignorancia.

miércoles, 18 de mayo de 2016

Sutra de la Disciplina del Laico. Capítulo Cinco. Los Tres Tipos de Iluminación.

Los Tres Tipos de Iluminación.
Sujāta dijo: “Bhagavan, el Buda habla de dos clases de Bodhisattvas: aquellos que han renunciado a la vida en familia, y aquellos que llevan una vida en familia. El Buda también habla de tres tipos de Iluminación: la Iluminación de los Oyentes, la Iluminación de los Realizadores Solitarios, y la Iluminación de un Buda. Si aquellos que han alcanzado la Iluminación son llamados Budas, ¿Por qué los Oyentes y los Realizadores Solitarios no son llamados Budas? Si aquellos que han realizado la naturaleza última de los fenómenos son llamados Budas, ¿Por qué los Oyentes y los Realizadores Solitarios, que han realizado la naturaleza de los fenómenos, no son llamados Budas? Si aquellos que han logrado la Omnisciencia son llamados Budas, ¿Por qué los Oyentes y los Realizadores Solitarios, quienes han logrado el conocimiento de lo cognoscible, no son llamados Budas, considerando que todos los fenómenos están abarcados en las Cuatro Nobles Verdades?”
El Buda replicó: “Buen hombre, existen tres tipos de Iluminación. La primera es obtenida en base a la escucha; la segunda es alcanzada en base a la reflexión; y la tercera es alcanzada a través del entrenamiento.”
Por Qué Es Suprema La Iluminación de un Buda.
“Los Oyentes alcanzan su Iluminación a través de escuchar las Cuatro Nobles Verdades, y por eso no son llamados Budas. Los Realizadores Solitarios alcanzan su Iluminación a través del examen de la producción dependiente de todos los fenómenos, y por eso no son llamados Budas. Los Tathagatas no tienen maestros, y no confían en la escucha o la reflexión. Ellos alcanzan su Iluminación a través del entrenamiento espiritual, y por eso son llamados Budas.
Buen hombre, aquellos que comprenden la naturaleza última de todos los fenómenos, son llamados Budas. Existen dos aspectos de la naturaleza de los fenómenos: su apariencia general[1], y su apariencia particular[2]. Los Oyentes conocen solo las apariencias generales, y por eso no son llamados Budas. Los Realizadores Solitarios también conocen solamente las apariencias generales, aunque no a través de la escucha, y por eso no son llamados Budas. Los Tathagatas, los Bhagavanes conocen ambas, las apariencias generales y las apariencias particulares de todos los fenómenos. Ellos son llamados Budas porque, sin haber tenido maestros, ellos realizan la naturaleza última de los fenómenos a través de su propio entrenamiento espiritual, sin confiar en la escucha y la reflexión.
Buen hombre,  los Tathagatas, los Bhagavanes, poseen la sabiduría que conoce plenamente todas las condiciones. Los Oyentes y los Realizadores Solitarios, aunque conocen las Cuatro Nobles Verdades, no poseen la sabiduría que conoce completamente todas las condiciones, por eso no son llamados Budas. Los Tathagatas, los Bhagavanes, poseen la sabiduría que conoce completamente todas las condiciones, por eso son llamados Budas.
Buen hombre, utilizando una analogía, hay tres animales-un conejo, un caballo, y un elefante-que cruzan el Ganges. El conejo lo cruza nadando sin tocar el fondo. El caballo puede o no puede tocar el fondo. El elefante toca completamente el fondo. El Ganges es como el rio de los Doce Vínculos de la Generación Dependiente. Cuando los Oyentes cruzan este rio, son como el conejo. Cuando los Realizadores Solitarios cruzan este rio, son como el caballo. Cuando los Tathagatas cruzan este rio, son como el gran elefante macho que deja su olor, por lo tanto son llamados Budas.
Aunque los Oyentes y Realizadores Solitarios ponen fin a sus aflicciones, ellos no pueden poner fin a sus tendencias latentes[3]. Los Tathagatas pueden arrancar la raíz de todas las aflicciones, junto con sus latencias, por eso son llamados Budas.
Buen hombre, hay dos clases de duda: la duda de las aflicciones[4], y la duda neutra[5]. Quienes montan en los Dos Vehículos[6], pueden poner fin a sus dudas de las aflicciones, pero no pueden poner fin a sus dudas neutras. Los Tathagatas han puesto fin a ambas clases de duda, por eso son llamados Budas.
Buen hombre, los Oyentes pueden cansarse de oír el Dharma; los Realizadores Solitarios pueden cansarse de reflexionar. Los Budas nunca se cansan de oír y de reflexionar, por eso son llamados Budas.
Buen hombre, utilizando una analogía, cuando un objeto puro es colocado dentro de un vaso puro, el contenido y el vaso, ambos son puros. Aunque los Oyentes y los Realizadores Solitarios han conseguido la sabiduría, sus vasos[7] son impuros. Los Tathagatas son puros en su sabiduría y en sus vasos, por eso son llamados Tathagatas.
Buen hombre, hay dos clases de pureza: la pureza en sabiduría y la pureza en las acciones. Los Oyentes y Realizadores Solitarios son puros en su sabiduría, pero no son puros en sus acciones. Los Tathagatas, los Bhagavanes son puros en ambas, en su sabiduría y en sus acciones, por eso son llamados Budas.
Buen hombre, las acciones de los Oyentes y Realizadores Solitarios tienen límites. Las acciones de los Tathagatas, los Bhagavanes, no tienen límites, por eso son llamados Budas.
Buen hombre, los Tathagatas, los Bhagavanes pueden aniquilar en un pensamiento los dos tipos de obstáculo: los obstáculos de las aflicciones[8], y los obstáculos a la liberación[9], por eso son llamados Budas.
Buen hombre, los Tathagatas tienen ambas: la causa de la sabiduría[10], y el efecto de la sabiduría[11], por eso son llamados Budas.
El Logro Insuperable de un Buda.
Buen Hombre, las palabras de un Tathagata son inequívocas, libres de error, y nunca son falsas. Su sabiduría y Su elocuencia deleitante están libres de obstáculos. Su sabiduría conoce completamente las causas, el tiempo, y los aspectos de todos los fenómenos. El no oculta nada, ni esconde nada, y no puede encontrársele ninguna falta. El conoce las aflicciones de todos los seres, y las causas y condiciones del principio y del final de sus esclavitudes. Movido por la gran compasión, El libera a todos los seres de sus sufrimientos. El no puede ser agitado por los ocho vientos mundanos[12]. El ha adquirido los Diez Poderes, las Cuatro Ausencias de Miedo, la Gran Compasión, y las Tres Atenciones Ecuánimes.
Un Tathagata tiene plenamente colmados sus poderes físicos y mentales. ¿Qué se quiere decir por plenitud de poderes físicos? Buen hombre, en el Cielo de los Treinta y Tres[13], hay una gran ciudad llamada Sudarsana[14]. Su longitud y anchura es de 50.000 Kilómetros, y en ella se encuentran 1.000.000 de palacios celestiales, en los que habitan 10.666.666 dioses. Durante los tres meses de verano, el Rey de los Dioses, Sakra-Devanam-Indra va a la arboleda de Pārijāta a disfrutar. En la Montaña de Gandha[15] vive un poderoso elefante macho llamado Airāvana, que tiene siete cabezas. Cuando Sakra, el Rey de los Dioses, piensa en reunirse con Airāvana, este inmediatamente va a él. Como se encamina hacia la arboleda de Pārijāta, la cual dista a cincuenta yojanas[16] de la ciudad de Sudarsana, todos los dioses de la ciudad van con él, dando vueltas sobre sus cabezas.
El poder físico de este elefante sobrepasa al de todos los elefantes machos. No obstante, el poder de 18.000 elefantes machos similares a Airāvana solo alcanza a igualar el poder de un dedo del Buda. Por consiguiente, Su poder físico sobrepasa al de todos los seres. Además, al igual que los mundos y los seres son incontables, similarmente, el poder de la mente del Buda es ilimitado. Por lo tanto, los Tathagatas son llamados Budas, mientras que quienes discurren en los Dos Vehículos, no son llamados Budas.
Por ello, un Tathagata es llamado un Maestro Insuperable, un Gran Hombre, un Poderoso Elefante Entre los Hombres, un León, el Rey de los Nagas, un Domador, un Guía, un Gran Capitán de Barco, un Gran Maestro de la Medicina, el Gran Rey de los Toros, un Rey de los Toros entre los Hombres, una Flor de Loto Pura, el Realizado sin Maestros, el Ojo de Todos los Seres, el Gran Donador de Limosnas, el Gran Asceta, el Gran Brahmín.
A través de la meditación de la calma mental, de la observación de los preceptos, y del esfuerzo entusiasta, los Tathagatas han llegado a la otra orilla de la existencia cíclica, han alcanzado la liberación, por eso son llamados Budas. Buen hombre, los Oyentes y los Realizadores Solitarios no son honrados como Budas, aunque ellos han alcanzado sus Iluminaciones.
Buen hombre, hay dos clases de Bodhisattvas: aquellos que han renunciado a la vida en familia, y aquellos que llevan una vida en familia. No es difícil para los Bodhisattvas que han renunciado a la vida en familia el distinguir entre estas tres iluminaciones, pero para los Bodhisattvas que llevan una vida en familia, es difícil el distinguir entre estas tres clases de Iluminación. ¿Por qué? Porque aquellos que llevan una vida en familia están impedidos por muchas causas y condiciones adversas.”



[1] La apariencia general de todos los fenómenos es su ausencia de una existencia inherente y su vacuidad.
[2] La apariencia particular es la característica distintiva de un fenómeno en particular, tal como la apariencia de solidez del suelo, y la apariencia de calor del fuego.
[3] Vasanas.
[4] La duda con respecto al Maestro, a la Sangha, al Dharma.
[5] Aquella que no es ni buena, ni mala. Por ejemplo, conocer el número de hojas que hay en un bosque, tal como se relata en un Sutra.
[6] Los Dos Vehículos Hinayana: Oyentes y Realizadores Solitarios.
[7] Sus cuerpos y mentes.
[8] Las aflicciones raíz del apego, rechazo, e ignorancia.
[9] La percepción de donante, receptor, y el objeto.
[10] La mente de la Iluminación o bodhicitta.
[11] La Budeidad.
[12] Los ocho vientos o intereses mundanos son: ganancia y pérdida, fama e irrelevancia, alabanza y crítica, placer y dolor.
[13] El segundo cielo del Reino del Deseo.
[14] Buena Visión.
[15] La Montaña Fragante.
[16] Una yojana es una antigua medida de longitud de India, que equivale a la distancia recorrida por una yunta de bueyes en un día.

domingo, 15 de mayo de 2016

Sutra de la Moralidad del Laico. Capítulo Cuatro. La Liberación.

La Liberación.
La Llave de la Liberación.
Entonces el Buda dijo: “Buen hombre, has de saber, que entre los buenos hombres y las buenas mujeres, aquellos que cultivan la compasión han adquirido la esencia de un fenómeno llamado la Llave de la Liberación.”
Sujāta preguntó: “Bhagavan, ¿Cuál es la esencia de ese fenómeno?”
Buda: “Buen hombre, está en el cuerpo, habla, y mente de uno; y es adquirido a través de los medios hábiles. Existen dos tipos de medios hábiles: escuchar el Dharma, y meditar en ello. Y también hay otros tres medios hábiles: dar limosnas, observar los preceptos, y escuchar el Dharma.”
Sujāta preguntó: “Bhagavan, ¿Existe una forma definitiva de conseguir la llave de la liberación a través de estos tres medios hábiles?”
Buda: “No, buen hombre. ¿Por qué no? Están aquellos que a través de innumerables vidas dan limosnas a innumerables personas, pero no pueden adquirir la llave de la liberación. Y están aquellos que dan solo una vez una cucharada de harina tostada a un mendicante, y pueden adquirir la llave de la liberación. Están aquellos que han observado los preceptos bajo innumerables Budas, pero que no pueden adquirir la llave de la liberación. Y están aquellos que aceptan y observan los ocho preceptos durante un día y una noche, y sin embargo adquieren la llave de la liberación. Están aquellos que a través de innumerables vidas, bajo innumerables Budas, aceptan y sostienen, leen y recitan, las doce categorías de las escrituras[1], pero no pueden conseguir la llave de la liberación. Y están aquellos que solo leen una estrofa de cuatro versos[2], y sin embargo pueden adquirir la llave de la liberación. ¿Por qué? Porque las mentes de los seres son diferentes.
Adquiriendo o No Adquiriendo la Llave de la Liberación.
Buen hombre, si uno no puede observar con concentración en un solo punto los inconvenientes del padecer repetidamente los males del nacimiento y la muerte; o de observar la paz y el gozo del estado más allá del dolor[3], aunque uno practique la limosna, la observación de los preceptos, y la escucha del Dharma, nunca podrá adquirir la llave de la liberación. Si uno puede llegar a aborrecer el padecer repetidamente los males del nacimiento y la muerte, y de observar lo virtuoso, y la paz y el gozo del nirvana, aunque uno haya hecho poco con respecto al dar limosnas, practicar los preceptos, y a la escucha del Dharma, uno puede adquirir la llave de la liberación.
Buen hombre, uno puede adquirir la llave de la liberación durante alguno de estos tres periodos de tiempo: 1) cuando un Buda está en el mundo; 2) cuando un Realizador Solitario está en el mundo; 3) cuando un dios del Cielo de Akanistha[4] expone la enseñanza de la liberación.
Buen hombre, en un tiempo pasado muy remoto, antes de Yo activara por primera vez la mente de la Iluminación, Yo no encontré a ningún Buda ni Realizador Solitario, sino que Yo oí a un dios de un cielo de las moradas puras[5] exponer la enseñanza de la liberación. Después de oír esa enseñanza, inmediatamente yo activé la mente de la Iluminación.
Buen hombre, los dioses de los cielos del Reino del Deseo no pueden adquirir este fenómeno. ¿Por qué no? Debido a su abandono del auto control. Ni tampoco pueden adquirirlo los dioses de los cielos del Reino de la Forma. ¿Por qué no? Porque ellos no tienen los tres medios hábiles. Ni tampoco pueden adquirirlo los dioses de los cielos del Reino Sin Forma. ¿Por qué no? Porque ellos no tienen ni cuerpo, ni voz; y la esencia de este fenómeno está en el cuerpo, habla, y mente de uno. Ni tampoco pueden adquirirlo quienes habitan en el Continente Norte de Uttarakuru. ¿Por qué no? Porque ellos no tienen los tres medios hábiles.
La llave de la liberación puede ser obtenida solamente por tres tipos de personas: Oyentes[6], Realizadores Solitarios[7], y Bodhisattvas[8]. Si los seres encuentran a buenos amigos bien entrenados, cada uno de ellos puede cambiar una liberación de un Oyente en una liberación de un Realizador Solitario, y entonces cambiar la liberación de un Realizador Solitario en la liberación de un Bodhisattva. La liberación de un Bodhisattva nunca sufrirá regresión, ni se perderá o destruirá”.
Sujāta preguntó: “Bhagavan, ¿Cómo puede alguien que está exponiendo el Dharma diferenciar ente aquellos que han obtenido la llave de la liberación, de aquellos otros que no la han adquirido?”
Buda: “Buen hombre, este fenómeno puede ser adquirido por dos clases de personas: aquellos que han renunciado a la vida en familia, y aquellos que llevan una vida en familia. Ambos escuchan el Dharma con gran atención, y entonces lo mantienen. Cuando ellos oyen hablar de los sufrimientos de los tres destinos desafortunados, debido al miedo, lloran mientras corren las lágrimas y se les erizan los vellos del cuerpo. Con total determinación, ellos observan los preceptos puros, no permitiéndose cometer nunca ni tan siquiera la menor transgresión. Has de saber que estas personas han adquirido la llave de la liberación.
Buen hombre, un no budista puede lograr la absorción meditativa de Ni Con Percepción, Ni Sin Percepción, y entonces renacer en el cielo correspondiente[9] en el que permanece durante incontables eones. Si él ha fracasado en la obtención de la llave de la liberación, considéralo como a alguien que está en el infierno. Al contrario, si alguien que ha padecido los horrendos sufrimientos del Infierno de Avici puede adquirir la llave de la liberación, considéralo como a alguien que está en el nirvana. Buen hombre, es por ello por lo que yo me apeno de Udraka-Ramaputra, pero no de Devadatta[10]. En suma, Shariputra y otros Oyentes han visto el Sendero hacia la Iluminación durante 60.000 eones, pero no obstante retroceden, puesto que ellos han fracasado en la adquisición de la llave de la liberación. Sin embargo, sus capacidades superan a las de un Realizador Solitario.
Los Tres Grados de Liberación.
Buen hombre, este fenómeno de liberación tiene tres grados: bajo, medio, y alto, que está asignado respectivamente a los Oyentes, Realizadores Solitarios, y Bodhisattvas. Buen hombre, existen aquellos que buscan los preceptos del seguidor laico y que los observan tal como los han oído durante innumerables vidas, pero no llegan a adquirirlos en un verdadero sentido. Existen aquellos que, tras renunciar a la vida en familia, buscan los preceptos del monje o de la monja, y los observan tal como los han oído durante innumerables vidas, pero no llegan a adquirirlos en un verdadero sentido. ¿Por qué? Porque no han adquirido la llave de la liberación. Por lo tanto, su observancia de los preceptos es llamada “el aprendizaje de los preceptos”, y no “mantener los preceptos”.
Buen hombre, si un Bodhisattva ha adquirido la llave de la liberación, el nunca realizará acciones con el propósito de renacer en un cielo del Reino del Deseo, del Reino de la Forma, o del Reino Sin Forma, porque él siempre quiere renacer donde puede beneficiar a los seres. Si a través de la meditación él sabe que tiene un karma acumulado para renacer en un cielo, en el que el karma se refiere a su práctica de la caridad, a su observación de los preceptos, y a la meditación, él transferirá estos méritos buscando renacer como un ser humano.
Buen hombre, si un Oyente ha adquirido la llave de la liberación, en tres renacimientos él alcanzará la liberación total como un Destructor de Enemigos[11]. Lo mismo es verdad para uno que alcanza la liberación total como un Realizador Solitario. Si un Bodhisattva ha adquirido la llave de la liberación, durante innumerables vidas él nunca retrocederá. Su mente no reversible supera a todas las de los Oyentes y Realizadores Solitarios. Buen hombre, el que ha adquirido la llave de la liberación cosechará inmensurables frutos, aunque haya dado pocas limosnas, haya observado poco los preceptos, y haya escuchado poco el Dharma. Incluso si él se encuentra en uno de los tres destinos desafortunados, no estará sujeto al mismo sufrimiento que los otros en el mismo destino.
Los Bodhisattvas que han adquirido la llave de la liberación permanecen en el Nivel de Cese. ¿Por qué? Porque sus aflicciones se van debilitando gradualmente y disminuyendo. Son llamado aquellos que van contra la corriente del nacimiento y la muerte. Buen hombre, hay cuatro clases de personas: 1) aquellos que son arrastrados por la corriente del nacimiento y la muerte[12]; 2) aquellos que van contra la corriente del nacimiento y la muerte[13]; 3) aquellos que ni son arrastrados, ni van contra la corriente del nacimiento y la muerte[14]; 4) aquellos que han llegado a la otra orilla[15].
Los Oyentes que han adquirido la llave de la liberación también permanecen en el Nivel de Cese. Para los Bodhisattvas el Nivel de Cese también es llamado el Nivel Alegre[16]. ¿Por qué? Porque una vez llegado allí, ya no es posible retroceder en los logros. ¿Por qué son llamados Bodhisattvas? Porque ellos despiertan las mentes de los seres. Aunque esos Bodhisattvas conocen las doctrinas no budistas, nunca las sostienen, ni las enseñan a otros. Esos Bodhisattvas no son dioses ni humanos. Más allá de los cinco destinos, ellos se están entrenando en el sendero de no obstrucción.
Haciendo Crecer las Semillas de la Iluminación.
Buen hombre, hay cuatro semillas de la Iluminación: 1) no codiciar la riqueza; 2) no dar de mala gana el cuerpo o la vida de uno; 3) el entrenamiento para soportar las adversidades; y 4) tener compasión hacia los seres.
Buen hombre, para hacer crecer estas semillas, uno necesitaría cinco cosas: 1) no carecer de confianza, diciendo: “Yo no puedo alcanzar la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación”; 2) no arrepentirse en medio del sufrimiento; 3) esforzarse enérgicamente en progresar sin descanso; 4) rescatar a los seres del inmenso sufrimiento; y 5) alabar siempre las maravillosas virtudes de las Tres Joyas. Un hombre sabio que se entrene en la consecución de la Iluminación siempre debiera hacer estas cinco cosas para hacer crecer las semillas de la Iluminación. El también debiera de practicar las Seis Perfecciones, desde la Perfección de la Generosidad hasta la Perfección de la Sabiduría. Su práctica de las Seis Perfecciones está realzada por una cosa, el auto control. Si él no abandona el auto control, las Seis Perfecciones crecerán.
Buen hombre, puesto que un Bodhisattva busca la Iluminación, el debería de hacer cuatro cosas: 1) estar cerca de buenos amigos; 2) poseer una resolución indestructible; 3) hacer lo que es difícil de hacer; 4) sentir compasión hacia los seres. Debería de hacer también otras cuatro cosas: 1) expresar una alegría simpática ante los beneficios adquiridos por los otros; 2) apreciar y alabar el mérito de los otros; 3) deleitarse en el entrenamiento en los seis recuerdos[17]; 4) exponer diligentemente los males de padecer repetidamente el nacimiento y la muerte. Buen hombre, si alguien dice que puede ser lograda la iluminación sin hacer estas ocho cosas, está completamente equivocado.
Buen hombre, tan pronto como un Bodhisattva activa la mente de la Insuperable Iluminación, él es llamado un campo de fortuna[18] insuperable. Ese Bodhisattva supera a todos los seres y a todas las cosas mundanas.
La Dificultad de Alcanzar la Budeidad.
Buen hombre, algunos pueden reconocer que hay Budas innumerables en mundos incontables. Sin embargo, es extremadamente difícil alcanzar la Iluminación de un Buda. ¿Por qué? Porque del mismo modo en que los mundos son incontables, así lo son también los seres. Del mismo modo en que los seres son incontables, así lo son también los Budas. Si la Iluminación de un Buda fuera fácil de alcanzar, entonces un solo Buda-Bhagavan sería capaz de liberar a todos los seres. Pero esto significaría que los seres son contables.
Buen hombre, cuando un Buda aparece en el mundo puede liberar a 99.000 mil Niyutas[19] de seres, y un Oyente discípulo Suyo puede liberar a un Niyuta de seres. Sin embargo, los seres son incontables porque no tienen fin. Por lo tanto, en los Sutras de los Oyentes Yo digo que no hay Budas en los mundos de las diez direcciones. ¿Por qué no? Porque Yo estoy seguro de que los seres se tomarían la Iluminación de un Buda a la ligera.
La Iluminación de los Budas transciende lo mundano. Por lo tanto, las palabras del Tathagata nunca son falsas. El Tathagata, el Bhagavan no siente celos de otros Budas. Porque es difícil alcanzar la Budeidad es por lo que se dice que no hay Budas-Bhagavanes en los mundos de las diez direcciones.
Buen hombre, aunque son innumerables los seres que han generado la mente de la iluminación, la inmensa mayoría fracasan en su entrenamiento en el Vehículo del Bodhisattva[20]. Alguno puede plantear una pregunta difícil: “Si hay innumerables Budas del presente, ¿Por qué los Sutras del Vehículo Pequeño[21]solo mencionan a los innumerables Budas del pasado y del futuro, pero no a los Budas del presente?”
Buen hombre, Yo digo que en un mundo los Budas del pasado y del futuro son tan numerosos como las arenas del Ganges; pero que solo hay un Buda del presente. Buen hombre, solo aquel que realiza la verdad más elevada alcanza la Iluminación de un Buda. Puesto que son innumerables los seres que se entrenan para alcanzar la Iluminación de un Buda, la inmensa mayoría retrocede. Solo una vez en un prolongado periodo de tiempo una persona llega a alcanzar la liberación, y él es una rareza, lo mismo que la floración del árbol de udumbara, o a un pez que sobrevive entre los incontables huevos de pez puestos.
Buen hombre, hay dos clases de Bodhisattvas: aquellos que han renunciado a la vida de familia, y aquellos que llevan una vida en familia. No es difícil para aquellos que han abandonado la vida en familia el adquirir la llave de la liberación, pero para quienes llevan una vida en familia el adquirir la llave de la liberación, es difícil. ¿Por qué? Porque aquellos que llevan una vida en familia están impedidos por muchas causas y condiciones adversas”



[1] Agama.
[2] Stanza.
[3] Nirvana.
[4] El más superior de los dieciocho cielos del Reino de la Forma.
[5] Los cielos de las moradas puras son los cinco últimos cielos de los dieciocho cielos del Reino de la Forma, y están en cuarto Dhyana o nivel de concentración. Al primer nivel de Dhyana pertenecen tres cielos: Séquito de Brahma (Brahma-pārisadya), Ministro de Brahma (Brahma-purohita), y Gran Brahma (Mahabrahma); al segundo nivel de Dhyana pertenecen otros tres cielos: Luz Limitada (Parittabha), Luz Infinita (Apramānābha), y Radiación Pura (Ābhāsrava); el tercer nivel de Dhyana comprende también tres cielos: Esplendor Limitado (Parīttasubha), Esplendor Infinito (Apramānasubha), y Esplendor Que Llena Todo (Subhakrtsna); al cuarto nivel de Dhyana pertenecen nueve cielos: Sin Nubes (Anabhraka), Surgiendo Mérito (Punyaprasava), Fructificación Masiva (Brhatphala), Sin Percepción (Asamjña) , Sin Impaciencia (Avrha), Sin Calor (Atapa), Buena Apariencia (Sudrsa) , Buena Visión (Sudarsana), y El Último (Akanistha). Estos cinco últimos cielos son los que están comprendidos en los cielos de las moradas puras.
[6] Sravakas.
[7] Pratyekabudas.
[8] Seres Iluminados.
[9] El Cielo de Ni Con Percepción, Ni Sin Percepción es el cuarto cielo del Reino Sin Forma.
[10] Udraka, el Hijo de Rama, fue el segundo maestro de meditación de Gautama, durante los años de su búsqueda espiritual. Tras alcanzar la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación, el Buda quiso enseñar a Udraka Ramaputra, pero ya había fallecido. Con su ojo divino vio que había renacido en el Reino Sin Forma, en el Cielo Ni con percepción, Ni Sin Percepción. Devadatta era el primo del Buda, quien lo envidiaba e intentó asesinarle. Como retribución renació en el Infierno de Avici, pero el Buda vio que en una vida en el pasado remoto, él había aprendido el Mahayana de una encarnación anterior de Devadatta. Entonces el Buda profetizó la Perfecta Iluminación de Devadatta, aunque estuviera en el infierno.
[11] Arhat.
[12] Los seres ordinarios.
[13] Los Oyentes y Realizadores Solitarios.
[14] Los Bodhisattvas.
[15] Los Tathagatas, los Budas.
[16] Pramudita Bhumi, el primero de los Diez Bhumis o Niveles del Bodhisattva.
[17] El recuerdo de: 1) el Buda; 2) el Dharma; 3) la Sangha; 4) los preceptos; 5) la limosna; 6) los dioses.
[18] Los campos de fortuna,  en los que crecen las semillas de lo virtuoso, son tres: 1) el Campo de Reverencia, constituido por las Tres Joyas, es el campo insuperable; 2) el Campo de la Amabilidad, constituido por los padres de uno, y por los maestros que nos han enseñado a leer, etc.; 3) el Campo de Compasión, constituido por los pobres, enfermos, y animales.
[19] Un número que significa una cantidad de cien mil, un millón, o diez millones.
[20] Otro nombre para el Mahayana.
[21] Hinayana.