martes, 27 de septiembre de 2016

Sutra de la Moralidad del Laico. Capítulo Veintiséis. La Perfección del Esfuerzo.

La Perfección del Esfuerzo.
Sujāta preguntó al Buda: “Bhagavan, ¿Cuál es la forma correcta de practicar las Seis Perfecciones por parte de un Bodhisattva, un Gran Ser?”
El Buda: “Buen hombre, los Cuatro Esfuerzos Correctos[1] son: 1) poner fin para siempre a lo no virtuoso ya existente; 2) no permitir que surja nada nuevo no virtuoso; 3) hacer que surja lo virtuoso aún no existente; y 4) aumentar lo virtuoso ya existente. Si un buen hombre, o una buena mujer, se involucran con diligencia en los Cuatro Esfuerzos Correctos, es llamado “esfuerzo vigoroso”. Ese esfuerzo vigoroso es la forma correcta de practicar las Seis Perfecciones, y hace posible que uno se libre de las aflicciones. Has de saber que uno que puede tolerar el sufrimiento en cualquiera de los tres destinos desafortunados, puede practicar verdaderamente la Perfección del Esfuerzo de forma firme, ni demasiado deprisa, ni demasiado despacio.
Cómo Hacer Esfuerzos Vigorosos.
Hay dos clases de esfuerzo vigoroso: correcto y erróneo. Un Bodhisattva debería de apartarse del esfuerzo vigoroso erróneo, y debería de hacer un esfuerzo vigoroso correcto. Cultivar la fe, el amor benevolente, la compasión, la práctica de la generosidad, la observación de los preceptos, escuchar el Dharma, y desarrollar la sabiduría, es llamado estar haciendo “el esfuerzo correcto”. Hacer eso durante los tres periodos del día sin arrepentirse, no estar contento con lo virtuoso que uno ha conseguido, y aprender respecto los fenómenos mundanos y supra mundanos, también es llamado el esfuerzo correcto.
Aunque un Bodhisattva no escatima dar ni su cuerpo, ni su vida, no obstante, para proteger el Dharma debería de estimar a ambos. Mientras realiza los cuatro tipos de actividad-andando, de pie, sentado, o acostado-él se entrena de acuerdo al Dharma. Cuando no realiza buenas acciones, no es indolente. Incluso cuando pierde su cuerpo y su vida, el no abandona su conformidad al Dharma. Si el llega a la orilla opuesta a la existencia cíclica, a través de las Seis Perfecciones, es debido a su esfuerzo vigoroso.
Cuando uno lee, recita, copia, y reflexiona en las doce categorías de las escrituras, se llama “hacer un esfuerzo vigoroso para uno mismo”. Cuando uno transforma y doma a los seres, se llama “hacer un esfuerzo vigoroso para otros”. Cuando uno se está entrenando en el Sendero hacia la Iluminación, si da limosnas, observa los preceptos, oye mucho el Dharma, desarrolla la sabiduría, aprende los fenómenos mundanos; hace ofrendas a los padres, maestros, y a aquellos virtuosos; practica la meditación de la calma mental y la meditación analítica; y también lee, recita, y copia los Sutras, es llamado “hacer un esfuerzo vigoroso en el logro de la Iluminación”.
Estas prácticas son todas llamadas “esfuerzo vigoroso”, y es la forma correcta de practicar las Seis Perfecciones. Buen hombre, una persona indolente no puede persistir en la generosidad, en la observancia de los preceptos morales, en el esfuerzo vigoroso, en la práctica de la meditación para controlar su mente, en la paciencia para soportar los males, y en la discriminación entre lo bueno y lo malo. Por tanto, yo digo que la práctica de las Seis Perfecciones está impulsada por el esfuerzo vigoroso.
Perfección y Esfuerzo Vigoroso.
Buen hombre, 1) hay un esfuerzo vigoroso que no es cualificado como Perfección; 2) hay Perfecciones distintas del esfuerzo vigoroso; 3) hay un esfuerzo vigoroso que es cualificado como Perfección; 4) hay prácticas que no son ni esfuerzo vigoroso, ni Perfecciones.
El esfuerzo vigoroso en lo no virtuoso, o en los fenómenos mundanos aún siendo buenos, y el esfuerzo vigoroso realizado por los Oyentes y Realizadores Solitarios no son cualificados como Perfección. La Perfección de la Sabiduría, por ejemplo, es una Perfección distinta del esfuerzo vigoroso. El esfuerzo vigoroso en estas Cinco Perfecciones-las Perfecciones de la Generosidad, Moralidad, Paciencia, Concentración, y Sabiduría-es cualificado como Perfección.
La generosidad, la observación de los preceptos morales, la tolerancia de la adversidad, la concentración, el desarrollo de la sabiduría, y los demás fenómenos virtuosos practicados por las personas ordinarias, los Oyentes, y los Realizadores Solitarios no son ni esfuerzo vigoroso, ni Perfecciones.
Buen hombre, existen dos clases de Bodhisattvas: aquellos que han renunciado a la vida en familia, y aquellos que llevan una vida en familia. No es difícil para aquellos Bodhisattvas que han renunciado a la vida en familia hacer un esfuerzo vigoroso, pero para los Bodhisattvas que llevan una vida en familia, es difícil hacer un esfuerzo vigoroso. ¿Por qué? Porque aquellos que llevan una vida en familia están impedidos por muchas causas y condiciones adversas.



[1] Dentro de los Treinta y Siete Factores de la Iluminación.

lunes, 26 de septiembre de 2016

Sutra de la Moralidad del Laico. Capítulo Veinticinco. La Perfección de la Paciencia.

La Perfección de la Paciencia. Los Dos Tipos de Paciencia.
Sujāta preguntó al Buda: “Bhagavan, el Buda ha explicado las Perfecciones de la Generosidad y de la Moralidad. ¿Cómo practica el Bodhisattva la Perfección de la Paciencia.”
El Buda dijo: “Buen hombre, existen dos clases de paciencia: la paciencia mundana, y la paciencia supra mundana. La paciencia mundana es ser capaz tolerar el hambre, la sed, el frío, el calor, el dolor, y el placer. La paciencia supra mundana es ser paciente en la fe, en la generosidad, en la observación de los preceptos, en la escucha del Dharma, en el desarrollo de la sabiduría, y en sostener las visiones correctas; tener paciencia manteniendo el refugio en el Buda, el Dharma, y la Sangha; tolerar las calumnias, los golpes, los insultos, y las cosas malas, y también ser paciente con la codicia, el enfado, y el engaño de uno; y paciencia en soportar lo que es difícil de soportar, en dar lo que es difícil de dar, y en hacer lo que es difícil de hacer.
Buen hombre, si un Bodhisattva es golpeado, despreciado, calumniado, o regañado con palabras insultantes, el no alberga un pensamiento de venganza. Un Bodhisattva soporta esas cosas, no para obtener beneficios en esta vida, sino en las vidas futuras. Puesto que él retribuye el mal con el bien, el mal no lo volverá a alcanzar.
Perfección y Paciencia.
Buen hombre, 1) existe paciencia que no es cualificada como una Perfección, 2) existen Perfecciones distintas de la paciencia; 3) existe paciencia que tiene la cualificación de Perfección; y 4) existen prácticas que no son ni paciencia, ni Perfecciones.
La paciencia mundana y la paciencia desarrollada por los Oyentes y los Realizadores Solitarios no tienen la condición de Perfección. La Perfección de la Generosidad, la Perfección de la Moralidad, y la Perfección de la Concentración son Perfecciones distintas de la Paciencia. Si en uno no surge ni tan siquiera un solo pensamiento de enfado cuando son cortadas su cabeza, sus ojos, manos, y pies, entonces esta paciencia está cualificada como Perfección. La generosidad y la observación de los preceptos por parte de los Oyentes y Realizadores Solitarios, no son ni paciencia, ni Perfecciones.
Cómo Cultivar la Paciencia.
Buen hombre, para cultivar la paciencia, uno debiera primero destruir su orgullo, enfado, y engaño. Uno debería de percibir que un fenómeno no tiene ni un “yo”, ni lo perteneciente a un “yo”, ni una naturaleza permanente. Has de saber, que aquel que es capaz de contemplar de este modo a todos los fenómenos, puede realmente cultivar la paciencia con deleite.
Cuando un hombre sabio está siendo reñido, el piensa: “Las palabras ofensivas no surgen de forma simultánea. Cuando la primera palabra ha sido pronunciada, la segunda aún no ha surgido. Cuando la segunda es pronunciada, la primera ya ha desaparecido. Puesto que no surgen simultáneamente, ¿Qué es regañar? Son meros sonidos de viento. ¿Por qué debería de estar enfadado? Yo soy una reunión de los cinco agregados. Si los cuatro agregados mentales están ausentes, no puede ser percibida la riña. Mi cuerpo[1], también es una reunión de partes. Todo lo que es una reunión está cambiando incesantemente, pensamiento tras pensamiento. Entonces, ¿Quién es objeto de la riña?
Reñir no es más que el moverse del viento. Existen dos clases de viento: el viento externo, y el interno. Si no me enfado por el viento externo[2]; mucho menos me voy a enfadar por el viento interno[3]. La razón para regañarme puede ser verdadera o falsa. Si yo merezco la reprimenda, ¿Por qué debería de estar enfadado? Si no soy merecedor de ella, la reprensión volverá a quien regaña. Puesto que nada tiene que ver conmigo, ¿Por qué debería de enojarme? Ser presa del enfado es una acción no virtuosa. ¿Por qué? Porque mi enfado me conducirá a alguno de los tres destinos desafortunados. El sufrimiento que experimentaré allí será una retribución por lo que yo hice. Por lo tanto, yo soy la causas de todas mis retribuciones, buenas y malas.”
Buen hombre, para cultivar la paciencia, se han de hacer cinco cosas: 1) no devolver el mal recibido; 2) contemplar la impermanencia de todo; 3) cultivar el amor benevolente y la compasión; 4) no abandonar el auto control; y 5) erradicar el enfado.
Buen hombre, has de saber que uno cultiva realmente la paciencia, si puede conseguir plenamente las cinco cosas citadas; si uno puede emplear palabras siempre agradables, si purifica los potenciales kármicos de su cuerpo y habla, si saluda a los otros de forma amistosa, y si contempla las razones de sufrimiento y felicidad de uno; si uno puede entrenarse en la Absorción Meditativa de la Vacuidad, y observar que todos los seres son impermanentes y que están inmersos en el sufrimiento; y si uno puede ver a quien lo riñe como siendo un loco, un insensato, o un ignorante.
Un hombre sabio piensa: “Si quien riñe conmigo es más fuerte que yo, no debiera de enfadarme. ¿Por qué? Porque si yo me enfado, él puede quitarme la vida. Si es más débil que yo, no debiera de enfadarme. ¿Por qué? Porque él no es rival para mí. Si yo respondo a la reprimenda regañando, resulta un insulto para mi cuerpo y habla. Utilizando una analogía, si alguien da veneno a otro como venganza, los otros no estarán sorprendidos. Sin embargo, si él toma el veneno (para vengarse de otro), los otros se reirán de él. Lo mismo es verdad para mí. Si yo me enfado con otro, yo seré censurado por los seres santos, y en el futuro tendré que padecer un terrible sufrimiento. Por lo tanto, aunque mi cuerpo sea cortado en pedazos, yo no me enfadaré. En vez de ello, yo debiera de observar las causas y condiciones resultantes de los potenciales kármicos de las acciones hechas en el pasado, y cultivar el amor benevolente y la compasión hacia todos. Si no puedo tolerar tan poca cosa, ¿Cómo puedo yo domar a los seres? Tolerar la adversidad es la causa verdadera de la Iluminación. El logro de la Insuperable, Perfecta, y Completa Iluminación es el verdadero fruto de la paciencia. Si yo no planto esa semilla, ¿Cómo puedo madurar ese fruto?”
Un Bodhisattva Con Paciencia.
Buen hombre, un hombre sabio que se deleita en el cultivo de la paciencia parece amistoso y agradable. El disfruta de un carácter alegre, y la gente lo aprecia, no cansándose nunca de verlo. Sin embargo, el no tiene apego hacia aquellos que él transforma.
Cuando un hombre sabio sufre la enemistad y le hacen daño, el hace una aspiración, deseando que los enemigos en una vida futura lleguen a ser sus padres, hijos, o familiares, quienes no lo odiarán. El observa que toda privación, deformidad, característica facial horrenda, o facultades incompletas, son  retribuciones para el enfado. Por ello, un hombre sabio cultiva diligentemente la virtud de la paciencia.
Buen hombre, puesto que un Bodhisattva, un Gran Ser, cultiva la paciencia ante la adversidad, el se deleita en observar los males de padecer repetidamente el nacimiento y muerte, y se deleita en entrenarse de acuerdo al Dharma y en hacer esfuerzos enérgicos. El lee, recita, y copia los Sutras del Tathagata, y hace ofrendas a los maestros y a aquellos virtuosos. El cuida del enfermo y del angustiado, y cultiva el amor benevolente y la compasión universal. Cuando él ve a quienes están sufriendo, hace posible que dejen atrás su sufrimiento.
El se deleita siempre en abandonar la vida en familia. Durante toda su vida, el observa los preceptos, se esfuerza enérgicamente, y restringe sus seis facultades, no permitiéndoles que activen sus aflicciones. El preferiría más perder su cuerpo y su vida antes que violar los preceptos. Si otros tienen proyectos, el se deleita en ayudarlos a realizarlos. El tiene siempre un sentido de la vergüenza y del deshonor, y alaba la virtud de la paciencia. Para domar a los seres, él puede tolerar miríadas de dolores. El puede tolerar incluso los males ocasionados por los enemigos, mucho más los hechos por los parientes.
El puede tolerar dos clases de enfado: el enfado de los seres, y el enfado de los “no seres”. El olvida su propia felicidad para hacer posible la felicidad de otros. El no tiene en cuenta las malas acciones de los demás, y nunca olvida las más ligeras bondades de los otros. El evita hablar causando división, y guarda silencio con respecto a las faltas de otros. En vez de ello, él habla de los inconvenientes de las aflicciones, haciendo posible que los seres abandonen sus aflicciones. No obstante, no habla de las cosas que desagradan a otros. El purifica sus acciones de cuerpo, habla, y mente. Si comete una falta debido al surgir de las aflicciones, se siente avergonzado y lleno de remordimiento.
Buen hombre, existen dos clases de Bodhisattvas: aquellos que han renunciado a la vida en familia, y aquellos que llevan una vida en familia. No es difícil para aquellos que han renunciado a la vida en familia el cultivar la paciencia, pero para los Bodhisattvas que llevan una vida en familia es difícil cultivar la paciencia. ¿Por qué? Porque aquellos que llevan una vida en familia están impedidos por muchas causas y condiciones adversas.



[1] El agregado de la forma.
[2] Mucho más fuerte, y producido por la naturaleza.
[3] Muchísimo más débil, y producido por los seres. 

sábado, 24 de septiembre de 2016

Sutra de la Moralidad del Laico. Capítulo Veinticuatro. Acciones y Retribuciones.

Acciones y Retribuciones.
Sujāta preguntó: “Bhagavan, antes de que un Buda, un Tathagata aparezca en el mundo, qué pueden los Bodhisattvas, los Grandes Seres, aceptar como preceptos?”
El Buda: “Buen hombre, antes de que aparezca un Buda en el mundo, no es posible tomar los preceptos de los Tres Refugios. El sabio que busca la Iluminación se entrena en las diez acciones virtuosas. Sin embargo, excepto los Budas, nadie puede explicar las diez acciones virtuosas. Las explicaciones dadas por los Budas del pasado han seguido pasando hasta el día de hoy, sin omisiones; y el sabio las acepta y las lleva a cabo. Buen hombre, aquellos que no han estado cerca de los Budas, o que no han servido a los Budas en sus vidas pasadas, no pueden aceptar o entrenarse en las diez acciones virtuosas.
Buen hombre, los seres tienen diversos pensamientos los cuales generan varias aflicciones. Conducidos por las diversas aflicciones, ellos hacen varias acciones las cuales activan diversos potenciales kármicos que llevan a la existencia. Impulsado por esas diversas fuerzas potenciales que llevan a la existencia, uno renace repetidamente en varios cuerpos. Buen hombre, habiendo nacido en un cuerpo, uno ve diversos objetos. Habiendo visto diversos objetos, surge el pensamiento incorrecto. Este pensamiento incorrecto, enraizado en la ignorancia, y que surge del ansia de la mente, también es llamado “sed de lo amado”. Lo que uno hace por amor, es llamado acción. Las acciones cometidas por uno traen su retribución. El sabio comprende este proceso.
Aunque uno esté atado dentro por las aflicciones, y fuera, por las causas y condiciones, uno puede romper esa esclavitud por medio del entrenamiento en las diez acciones virtuosas. Por lo tanto, el Tathagata, después de haber alcanzado la Insuperable, Perfecta, y Completa Iluminación, expuso en primer lugar el Sendero de las Diez Acciones Virtuosas. Tomando el Sendero de las Diez Acciones Virtuosas, uno puede diferenciar entre las buenas y malas acciones, entre los buenos y los malos destinos; y puede conseguir la liberación. Por tanto, los seres deberían de estudiar seriamente y comprender el Sendero de las Diez Acciones Virtuosas.
No obstante, mientras que algunos seres toman este Sendero, otros no lo hacen. Por ello, en el Reino del Deseo, con su gran tierra, montañas, aguas, y vientos como nubes, existen los seres infernales, los fantasmas hambrientos, los animales, los humanos, los semidioses, y los dioses de los seis cielos del Reino del Deseo. Debido a las Diez Acciones Virtuosas existen los Cuatro Reyes Que Giran la Rueda, con ruedas de hierro, cobre, plata, y oro; y están mis siete grupos de discípulos[1], quienes aceptan los preceptos, y aspiran a conseguir la Iluminación Insuperable. Por realizar las Diez Acciones Virtuosas, y las diez acciones no virtuosas, las apariencias de los seres difieren; y la duración de sus vidas, y las cosas internas y externas aumentan o disminuyen. Por consiguiente, el sabio se entrena plenamente en las Diez Acciones Virtuosas.
Las diferentes clases de aflicciones surgen cuando los seres son jóvenes, de mediana edad, o viejos; durante la primavera, verano, otoño, e invierno; en un eón pequeño, medio, o grande. Cuando los seres se entrenaron primero en las diez acciones virtuosas, ellos adquirieron una duración de vida inmensurable, y disfrutaron excelentes objetos de los sentidos, tales como vistas, aromas, y sabores. Entonces, debido a su codicia, enfado, y a su engaño, ellos perdieron todo eso. Debido a sus diez acciones no virtuosas, existen los cambios en las estaciones, los años, las estrellas, el Sol, la Luna, y los cuatro dominios[2]. Sin embargo, aquel que observe estas cosas puede conseguir la liberación.
Debido al sufrimiento, los seres desarrollan fe en el Dharma. Con fe, ellos pueden observar la diferencia entre lo bueno y lo malo. Observando esto, ellos se entrenan en las diez acciones virtuosas. Como la mente de uno es la que activa todas las diez acciones, también son llamadas “los diez senderos”.
Las Diez Acciones No Virtuosas.
Los Tres Senderos No Virtuosos de Cuerpo son matar, robar, y la conducta sexual errónea. Los Cuatro Senderos No Virtuosos del Habla son mentir, causar división, insultar, y la charlatanería. Los Tres Senderos No Virtuosos de la Mente son la codicia, el enfado, y el engaño de las visiones erróneas. Estas diez acciones no virtuosas son las raíces de todos los males. Puesto que los seres difieren en cuanto a sus reinos de existencia, sus destinos, sus modos de vida, cuerpos, vidas, y nombres, ellos realizan innumerables acciones buenas y malas, no solo diez.
De las diez acciones, las tres acciones no virtuosas de la mente son llamadas acciones, pero no senderos; y las siete acciones no virtuosas cometidas con el cuerpo y el habla son llamadas acciones, y también senderos. Por realizar las diez acciones virtuosas, o las diez acciones no virtuosas, sea uno solo o en compañía de otros, uno recibirá retribuciones buenas o malas. Estas acciones hacen que los seres sean buenos o malos. Por consiguiente, el sabio no piensa ni siquiera en hacer acciones no virtuosas, y mucho menos en hacerlas a propósito con su cuerpo o voz.
Has de saber que aquel que permite que sus aflicciones lo dominen, camina por los diez senderos no virtuosos. Si uno rompe en pedazos las cadenas de sus aflicciones y su imperio, camina por los diez senderos virtuosos. Supón que alguien ha tomado medidas preventivas; si, sin que medie premeditación, él comete accidentalmente una acción no virtuosa, él no es culpable de dicha acción.
Por tanto, el sabio se entrena con diligencia en las diez acciones virtuosas para realizar las Cuatro Nobles Verdades. Si uno planea hacer alguna mala acción, pero fracasa en ello, no es culpable de ninguna falta. Por tanto, el sabio se entrena diligentemente en las diez acciones virtuosas. Los seres que se entrenan en las diez acciones virtuosas pueden aumentar la duración de sus vidas, y las cosas internas y externas. Mientras que las emociones aflictivas de uno consiguen que las diez acciones no virtuosas se incrementen, el estar libre de las aflicciones, causa que se incrementen las acciones virtuosas.
Los Tres Elementos de la Acción.
Buen hombre, una acción comprende tres elementos: 1) el acto; 2) el método; y 3) la conclusión.
Si uno ve a otro como a un objetivo, conoce que es un ser vivo, y con una mente traidora toma su vida, o incita a otro a tomar su vida, ello es llamado “el acto”. Si uno busca cuchillos, afila cuchillos, adquiere veneno, o hace una cuerda, ello es llamado “el método”. Si tras haber matado a un ser, sin vergüenza ni remordimiento uno toca el cuerpo, lo pesa, o lo transporta; lo come o lo tira; usa sus partes o regala parte de él; se deleita en su acto; o se alaba por hacerlo con gran orgullo y arrogancia, ello es llamado “conclusión”.
Si uno ve a otro como a un objetivo, identifica las cosas poseídas por él, y con una mente traicionera las roba o envía a otros a robarlas, o las mueve a otro lugar, ello es llamado “el acto”. Si uno daña las paredes, utiliza una escalera de mano para entrar en su casa, busca las cosas, o las toca con sus manos, ello es llamado “el método”. Si tras haber robado las cosas, sin que haya ninguna vergüenza ni remordimiento, uno las esconde, las utiliza, las disfruta, las vende, o da parte de ellas; o se alaba por haberlo hecho con gran orgullo y arrogancia, ello es llamado “conclusión”.
Si uno ve a una mujer casada como a un objetivo, y con una mente traicionera mantiene relaciones sexuales con ella, ello es llamado “el acto”. Si uno envía a buscarla, va a verla, le da regalos, la toca, y emplea palabras insinuantes, ello es llamado “el método”. Si tras haber realizado el acto sexual, sin que haya vergüenza o remordimiento uno le da a ella joyas, o disfruta comiendo y bebiendo con ella; o se alaba a uno mismo con gran orgullo y arrogancia, ello es llamado “conclusión”.
Si uno abandona su integridad y miente a otros durante dos o tres periodos del día o de la noche, ello es llamado “el acto”. Si uno prepara cuidadosamente las palabras, o acepta las palabras de otro para contar mentiras, ello es llamado “el método”. Si tras haber mentido a otros, sin ninguna vergüenza ni remordimiento uno acepta el pago de dinero o bienes, los disfruta, o da parte de ello; o se alaba con gran orgullo y arrogancia, ello es llamado “conclusión”.
Si uno cuenta mentiras para dividir a otros, ello es llamado “el acto”. Si uno habla de las faltas de otro y de cosas malas, o persuade a otros a separarse en vez de unirse, ello es llamado “el método”. Si tras haber dividido a otros, sin vergüenza ni remordimiento uno acepta el pago de dinero o bienes, los disfruta, o da parte de ello; o se alaba con gran orgullo y arrogancia, ello es llamado “conclusión”.
Si uno riñe con un rostro colérico, ello es llamado “el acto”. Si uno oye hablar de las faltas de otro, y urde palabras para acusarlo, ello es llamado “el método”. Si tras haber reñido a otro, sin ninguna vergüenza ni remordimiento uno acepta el pago de dinero o bienes, los disfruta, o da parte de ello; o se alaba con gran orgullo y arrogancia, ello es llamado “conclusión”.
Si uno emplea palabras insinuantes o inapropiadas, ello es llamado “el acto”. Si uno canta o recita pasajes carentes de significado, o causa todo tipo de problemas entre los demás, ello es llamado “el método”. Si tras haber hecho insinuaciones a otro, sin ninguna vergüenza ni remordimiento uno acepta el pago de dinero o bienes, los disfruta, o da parte de ello; o se alaba con gran orgullo y arrogancia, ello es llamado “conclusión”.
Si uno, llevado por la codicia, tiene apetencia de riqueza, ello es llamado “el acto”. Si uno está obsesionado con ello, ello es llamado “el método”. Si uno adquiere la riqueza sin ninguna vergüenza ni remordimiento, la disfruta, o da parte de ella; si cuenta a otros sobre ello, o se alaba con gran orgullo y arrogancia, ello es llamado “conclusión”.
Si, movido por el enfado, uno golpea o riñe a otro, ello es llamado “el acto”. Si uno utiliza porras o piedras para interrogar a otro con respecto a sus insultos, ello es llamado “él método”. Si tras haber herido a otro, uno se regocija sin ninguna vergüenza ni remordimiento; acepta el pago de dinero o bienes, los disfruta, o da parte de ello; o se alaba con gran orgullo y arrogancia, ello es llamado “conclusión”.
Si, movido por el engaño, uno difama la verdad o la causalidad de las acciones, o calumnia a aquellos que son santos y sabios, ello es llamado “el acto”. Si uno lee y recita textos con las visiones erróneas, los copia y acepta, o los alaba, ello es llamado “el método”. Si tras haber aceptado las visiones erróneas uno las enseña a otros para fortificar sus visiones erróneas sin ninguna vergüenza ni remordimiento; acepta el pago de dinero o bienes, los disfruta, o da parte de ellos; o se alaba con gran orgullo y arrogancia, ello es llamado “conclusión”.
Haciendo Dos o Más Acciones No Virtuosas Simultáneamente.
De las diez acciones no virtuosas, dos pueden ser hechas de forma simultánea, tales como mentir y causar división. También hay tres que pueden ser hechas de forma simultánea, tales como mentir, causar división, e insultar. Un ejemplo es ser partidario de las visiones erróneas, utilizando el mentir e insultar. En estas tres acciones no virtuosas está implícita una cuarta, la charlatanería.
La codicia y el enfado no surgen simultáneamente, pero las otras ocho acciones no virtuosas pueden hacerlo de forma simultánea. Por ejemplo, utilizando las seis facultades de uno, uno hace dos acciones no virtuosas: cometer adulterio con la esposa de otro, y decir que esa acción no traerá ninguna retribución. Mientras uno está haciendo una acción, uno está haciendo otras acciones de forma simultánea.
Cada una de las diez acciones no virtuosas puede ser hecha solo con un acto, sin sus elementos asociados: el método y la conclusión. Si comprende los tres elementos, está hecha con ambos: un acto, y sus elementos asociados.
Algunas de las diez acciones no virtuosas son más graves que otras. Las acciones más graves son matar a la madre, al padre, a un Realizador Solitario (o a un Arhat), robar las cosas que pertenecen a las Tres Joyas, deshonrar a la propia madre o a una monja, y contar mentiras para dañar a la Sangha.
Las Acciones No Virtuosas son Guiadas por los Tres Venenos.
Buen hombre, cada una de las diez acciones no virtuosas son conducidas por los tres venenos: codicia, enfado, y engaño.
Uno mata por tres razones. Si uno mata a otro para recibir beneficios, está empujado por la codicia. Si uno mata a un enemigo, está empujado por el enfado. Si uno mata a su padre, está empujado por el engaño.
Uno roba por tres razones. Si uno roba a otro para uno mismo, para su esposa, o para su séquito, está empujado por la codicia. Si uno roba a un enemigo, está empujado por el enfado. Si uno roba al pobre, está empujado por el engaño.
Uno se involucra en una conducta sexual incorrecta por tres razones. Si uno tiene sexo ilícito por placer, uno está empujado por la codicia. Si uno tiene sexo ilícito para destruir a un enemigo suyo, está empujado por el enfado. Si uno deshonra a su madre, está empujado por el engaño.
Uno miente por tres razones. Si uno miente para obtener ganancias financieras o placeres, está empujado por la codicia. Si uno miente para destruir a un enemigo, está empujado por el enfado. Si uno miente porque tiene miedo a la muerte, está empujado por el engaño.
Uno habla para causar división por tres razones. Si uno habla para causar división y lograr así ganancias financieras, está empujado por la codicia. Si uno habla para causar división y destruir así a su enemigo, está empujado por el enfado. Si uno habla para causar división y destruir la unidad de aquellos que sostienen visiones erróneas[3], está empujado por el engaño.
Uno insulta por tres razones. Si uno reprende a las mujeres y a los niños para obtener ganancias financiaras, está empujado por la codicia. Si uno reprende a un enemigo con respecto a sus maldades, está empujado por el enfado. Si uno reprende al muerto por sus faltas, está empujado por el engaño.
Uno utiliza la charlatanería por tres razones. Si uno canta y grita por placer, está empujado por la codicia. Si uno canta y grita para molestar a otros, está empujado por el enfado. Si uno canta y grita para defender las visiones erróneas, está empujado por el engaño.
La codicia engendra envidia; el enfado engendra más enfado; y el engaño engendra visiones erróneas. El entrenamiento en las diez acciones virtuosas hace posible que uno pueda liberarse de esos tres venenos, que son quienes impulsan todas las acciones no virtuosas.
Las Retribuciones para las Diez Acciones No Virtuosas.
Alguien que realice alguna de las diez acciones no virtuosas, ciertamente recibirá malas retribuciones, renaciendo como un ser infernal, fantasma hambriento, o animal. Más tarde, uno recibirá las retribuciones residuales, renaciendo como un ser humano que vive en la pobreza, con una vida corta, con una esposa infiel, sin amigos íntimos, sin ser creído y siendo criticado por otros, y como alguien cuyos oídos no oirán las palabras virtuosas.
Esos transgresores pueden hacer que los cuatro dominios se debiliten, y que las cosas externas se deterioren. La tierra será escabrosa, azotada por tormentas de vientos, en ella no se encontrarán los siete tesoros, y estará cubierta de arena, piedras, y cardos. Las estaciones serán impredecibles, las frutas y melones carecerán de sabor, y las cosechas serán pobres.
Para impedir estas consecuencias, uno debería de entrenarse seriamente en las diez acciones virtuosas. Tanto que se acepten o no se acepten como preceptos, las diez acciones virtuosas son posibles para los humanos en los tres continentes[4]. Cuatro son posibles para aquellos que habitan en Uttarakuru, el Continente Norte. Cinco son posibles para los seres infernales. Todas las diez son posibles para los fantasmas hambrientos, los animales, y los dioses, pero no como preceptos. Para hacer las acciones, los dioses de los cielos de los Reinos del Deseo no necesitan el método, y ellos solo usan dos elementos: el acto, y la “conclusión”.
Matar.
La acción es hecha en un pensamiento. Si el asesino y su víctima mueren a la vez en el acto, el asesino no recibirá las retribuciones kármicas por la falta de matar. Si uno hace las preparaciones necesarias para matar, pero fracasa al llevarlas a cabo, uno recibirá las retribuciones por el método, pero no por el acto. Si uno hace las preparaciones y mata a la víctima, uno es culpable del acto. Si el asesinato no está seguido de la conclusión, uno no es culpable de este elemento asociado. Si el asesino muere en un pensamiento, y la víctima muere en el siguiente pensamiento, el asesino no es culpable de la falta de matar.
Si uno contrata a un asesino para matar a alguien, el asesino es culpable del acto, mientras que el otro es culpable del acto y de sus elementos asociados. Si uno emplea palabras insultantes para enviar a un asesino a matar a alguien, uno es culpable del acto y de sus elementos asociados. Después de que la víctima es matada, aunque uno tenga pensamientos benignos o neutrales, uno sigue siendo culpable del acto y de sus elementos asociados.
Algunos dicen: “El pasado ya se ha ido, el futuro no ha venido, y el presente no permanece. ¿Cómo puede haber asesinato si en un pensamiento de no matar, incluso ni una partícula de polvo es destruida? Si uno no tiene un pensamiento de matar, uno no puede tener muchos pensamientos de matar. ¿Cómo puede haber asesinato?” Su afirmación no es cierta. ¿Por qué? Porque aunque uno ahora tiene el pensamiento de no matar, no puede impedir pensamientos futuros de matar. Por consiguiente, el matar acontece. Uno no puede deducir que no se mate en ninguna parte, ya que uno ve que en un lugar determinado, no se está matando.
Una persona puede morir si su mano ha sido traspasada, mientras que otra persona puede sobrevivir después de que sus piernas hayan sido amputadas. Sin embargo, uno muere si la cabeza de uno es traspasada o cortada. Ese acto es una falta grave, y por eso el matar es llamado un sendero kármico.
De las diez acciones no virtuosas, las tres acciones de la mente involucran solo a uno mismo; y las otras siete acciones involucran tanto a uno mismo, como a los demás. Si no hay acto, no puede haber conclusión. Algunos postulan que las acciones del cuerpo, pero no las acciones del habla, son hechas con un acto y sus elementos asociados. Su afirmación no es cierta. ¿Por qué? Porque si las acciones verbales no requirieran un acto y sus elementos asociados, uno que ordena a un asesino matar a alguien, no sería culpable de ninguna falta. Por tanto, las acciones del habla también son hechas con un acto y sus elementos asociados. Las excepciones son las acciones mentales. ¿Por qué? Porque los seres santos y sabios no cometen faltas ni siquiera con sus mentes.
¿Cuáles son las consecuencias de un acto y de sus elementos asociados? Si uno realiza malas acciones a través de ellos, uno caerá dentro de uno de los tres destinos desafortunados. Las retribuciones principales para los transgresores pueden ser o no ser similares, permaneciendo en el Infierno de Reviviendo o en el Infierno de las Cuerdas Negras. Después ellos recibirán la retribución residual renaciendo como un fantasma hambriento, un animal, o un ser humano. Las retribuciones residuales son similares. Como ser humano, la vida será corta, y uno sufre al poseer facultades defectuosas.
Supón que uno mata a otro, y que la acción de uno origina dos muertes. Por haber matado a la persona que era el objetivo, uno es culpable del acto y de sus elementos asociados.
Algunos postulan que ni el cuerpo de uno, ni la vida de uno pueden ser clasificados como buenos o malos. ¿Por qué matar a alguien es una falta? Su postulado no es cierto. ¿Por qué? Porque el cuerpo y la vida de uno son el barco de la mente virtuosa y no virtuosas de uno. Si el barco es destruido, ya no puede sostener más a la mente virtuosa y no virtuosa de uno. Por lo tanto, el asesino ha cometido una falta.
Si el rey ordena que alguien sea matado, y los funcionarios al cargo aplauden su decisión, tanto el rey como los funcionarios son culpables de la misma falta. Lo mismo es verdad para la caza.
Si uno mata a alguien que está cercano a la muerte, pero cuya mente aún piensa, uno es culpable de la transgresión de matar. Si uno apuñala a alguien hasta la muerte, uno es culpable de la falta del matar. Si uno apuñala a alguien que ya está muerto, uno no es culpable de la falta del matar. Supón que uno intenta solamente golpear a alguien. Si muere tan pronto como uno pose su mano sobre él, uno no es culpable de matar. Si uno destruye un embrión dentro de una mujer haciendo que ella tome un veneno, uno es culpable de dos faltas, del acto y de sus elementos asociados. Si uno comete suicidio, uno no es culpable de matar. ¿Por qué? Porque uno no se ve a sí mismo como un objetivo, no tiene enfado, y no involucra a otros en el acto.
Algunos postulan que puesto que uno muere a causa del fuego y del veneno, tanto que su mente sea virtuosa, no virtuosa, o neutra, un asesino es culpable de la falta del matar tanto que su mente sea virtuosa, no virtuosa, o neutra. Su postulado no es cierto. ¿Por qué? Porque se dan casos en los que aquellos que han sufrido quemaduras, o que han tomado venenos, no mueren. Similarmente, si uno mata a alguien sin que medie malicia, uno no es culpable por matar, como por ejemplo, los médicos cuyos pacientes mueren a pesar de sus tratamientos.
Algunos afirman que el Rsi Vasu, quien recita mantras para sacrificar a personas y cabras como ofrenda a los dioses, no es culpable de la falta del matar. Su afirmación no es cierta. ¿Por qué? Porque él mata seres empujado por el engaño.
Si uno se regocija tras estar viendo que alguien está siendo matado, él es culpable de culminación. Es culpable de la misma falta alguien que alegremente recompense al asesino. Supón que uno encarga a un asesino que mate a alguien, y el asesino tortura a la víctima antes de matarlo. Uno es culpable del acto; y el asesino es culpable dos faltas, del acto y de los elementos asociados.
Robar.
Si, empujado por la malicia, uno roba cosas de otro, uno es culpable de dos faltas: el acto y sus elementos asociados; si uno roba repetidamente, si roba  los bienes confiados a uno, o si roba a través de los negocios. Si uno incita a otros a robar, uno también es culpable de esas dos faltas, incluso si uno no desea, coge, o usa las cosas robadas.
Supón que alguien intenta robar oro, y por error coge plata. Si, dándose cuenta de su error, él devuelve la plata a su lugar original, no es culpable de la falta de robar. Supón que alguien, después de haber robado oro, se siente lleno de remordimiento pues realiza la impermanencia de todo. Temiendo devolverla directamente a su propietario, él la devuelve por medio de medios hábiles. Aunque el oro no es devuelto a su lugar original, él no es culpable de la falta de robar.
Supón que un sirviente mezcla sus activos con los de su señor. Entonces, empujado por la codicia, el coge las cosas de su señor, y las esconde. Más tarde, el considera esas cosas como activos conjuntos, aunque estén lejos de su lugar original. El no es culpable de robo.
Supón que un viajero, después de haber sido robado por unos bandidos, va hacia una aldea. El jefe de la aldea se ofrece a remplazarle lo que ha perdido. Si él pide más de lo que ha perdido, él es culpable de robo.
Supón que un donante da a alguien dos túnicas. El receptor coge una túnica, y dice que él no necesita una segunda. Si el donante coge de nuevo una, y la guarda, el es culpable de robo.
Supón que un donante tiene la intención de dar alojamiento, cama, medicinas, y otras cosas necesarias a un monje. Entonces él oye que una persona virtuosa ha venido de cualquier parte. Si en vez de ello, él da esas cosas a esa otra persona, él es culpable de la falta del robo.
Si alguien roba las cosas de un monje muerto, ¿Contra quién comete la falta? Si él ha revelado su falta en una confesión comunitaria de las acciones cometidas, el ha cometido una falta contra la Sangha que condujo esa ceremonia. Si él no ha hecho eso, ha cometido una falta contra las Sanghas de todas las diez direcciones. Si alguien roba las posesiones de una persona moribunda, el ha cometido la falta en la escena del crimen.
Si uno roba las cosas ofrecidas en un templo a la estatua de un Buda, uno ha cometido una falta contra el guardián del templo. Supón que una violenta inundación trae cosas, tales como grano, frutas, melones, ropas, y otras cosas necesarias. Si uno las coge, no es culpable de robo.
La Conducta Sexual Incorrecta.
Si uno tiene sexo en un momento inapropiado[5] o en un lugar inapropiado[6], con alguien que es una virgen[7], con alguien que no es su esposa, o que no es una mujer, uno es culpable de la falta de la conducta sexual incorrecta. Esta falta se comete en tres continentes, pero no en el Continente Norte de Uttarakuru.
Si un monje tiene sexo con un animal, con otro monje, con un prisionero, un fugitivo, o con la esposa de su maestro, él es culpable de la falta de la conducta sexual incorrecta. Si el monje no pertenece a la Sangha, ¿Contra quién ha transgredido? El ha cometido una falta contra la ley de su país.
Supón que durante tiempos en los que impera el mal, o en tiempos tumultuosos, o bajo el gobierno de un rey tiránico, debido al temor, uno ordena a su esposa y a sus concubinas que se conviertan en monjas. Si uno aún intima con ellas, usando alguno de los tres orificios, uno es culpable de conducta sexual incorrecta.
Si uno tiene sexo consigo mismo o con alguien por la carretera, al lado de una estupa o de un templo, o en una asamblea, uno es culpable de mantener una conducta sexual inapropiada. Si uno mantiene relaciones sexuales con alguien que-aunque está bajo la protección del rey, o de los padres, o de los hermanos-ha mantenido una cita, o ha aceptado la invitación de uno, o el pago, uno es culpable de tener una conducta sexual incorrecta.
Uno es culpable de mantener una conducta sexual incorrecta, si mientras está teniendo sexo con su esposa, se imagina que ella es otra mujer; o si, mientras está teniendo sexo con la esposa de otro, se imagina que ella es su propia esposa. La falta de la conducta sexual incorrecta puede ser grave o leve. Si es provocada por aflicciones fuertes, es grave; si es provocada por aflicciones débiles, es leve.
El Habla Incorrecta.
Si uno pudo haber visto, oído, sentido, o conocido algo, si uno duda o pregunta, si uno dice algo que no es cierto, eso se llama “hablar con falsedad”. Si las afirmaciones de uno no están basadas en lo que ha visto, oído, sentido, o conocido, también es llamado “hablar con falsedad”, y no una afirmación veraz. Si uno habla sin ocultar, no es llamado habla falsa. Si uno habla en un idioma extranjero que sea incomprensible para los otros, es llamado “hablar con falsedad”, y no una exposición creíble. Si uno presenta una tesis retorcida o un galimatías intrincado, que resulta incomprensible para los otros, eso también es llamado hablar con falsedad, y no una propuesta creíble.
Uno es culpable de crear división o de insultar con el habla, si uno hace daño a otros con sus palabras. De forma similar, uno comete la falta de hablar insinuando o de hablar por hablar.
Estas siete acciones no virtuosas son a la vez acciones y senderos, mientras que las tres acciones no virtuosas de la mente, solo son acciones, pero no senderos. ¿Por qué? Porque uno no puede cometer una falta solo con la acción mental.
Acción Frente a No Acción.
Algunos postulan: “La partículas surgen unas tras otras, y perecen pensamiento tras pensamiento. Después de que una partícula perece, no permanece en ninguna parte. Todo lo que no existe no tiene ninguna relación con una acción, por no hablar de la inacción.” Su postulado no es cierto. ¿Por qué? Porque en el mundo todos los fenómenos funcionan en virtud de causa y efecto. Sin una causa no existe el efecto. Por ejemplo, si uno se pone frente al agua[8], o a un espejo, entonces la imagen de la cara aparece reflejada allí. Sin una cara, no existe la imagen. Similarmente, una acción es realizada por el cuerpo (o el habla) de uno. Lo opuesto de una acción, es la inacción.
Cuando uno se coloca frente al agua o a un espejo, la imagen de la cara de uno aparece reflejada allí. Similarmente, una persona con malos pensamientos parece desagradable, mientras que una persona con pensamientos virtuosos parece agradable. Similarmente, allí puede existir una acción y una inacción. Una persona tiene una buena apariencia debido al resultado de sus buenas acciones, mientras que otra tiene una apariencia horrible debido a sus malas acciones. Similarmente, allí puede existir una acción y una inacción. Aunque los pensamientos de uno perecen uno tras otro, este proceso no invalida una acción o una inacción, tal como Yo expliqué antes utilizando las analogías de la lámpara[9] y el río[10]. Aunque los pensamientos de uno perecen uno tras otro, uno puede hablar de una acción y de una inacción desde el punto de vista de la verdad relativa[11]. Aunque las partículas perecen una tras otra, la vacuidad de este proceso[12], no invalida la verdad relativa. Uno puede dar un nombre (falso) al proceso.
Alguien que ha matado a su madre o a su padre, o  a un Arhat, es culpable de una falta grave más allá de toda medición. Sea un padre o un Arhat, como todo el mundo, están compuestos de los cinco agregados, los doce campos de los sentidos, y los dieciocho elementos (o esferas). ¿Por qué entonces es una falta tan grave? Porque ellos son Campos Afortunados: un padre es un Campo de Amabilidad, y un Arhat es un Campo de Mérito.
Por ejemplo, nadie puede pronunciar dos palabras simultáneamente. Sin embargo, dos palabras pronunciadas una tras otra poseen un significado que cada una de las palabras individualmente no posee. Aunque los pensamientos (o las palabras), perezcan unos tras otros, no es contrario a la verdad mundana llamar a ciertas palabras “habla falsa”. Por ejemplo, cuando uno dispara una flecha, aunque los pensamientos de uno perecen uno tras otro, la flecha alcanzará o errará el blanco, debido al poder de la acción del cuerpo de uno, y de otros factores. Similarmente, allí puede haber una acción y una inacción.
Por ejemplo, cuando uno baila por placer, aunque los pensamientos de uno perezcan uno tras otro, uno puede moverse debido al poder de la acción de cuerpo de uno, y de otros factores. Similarmente, puede allí puede haber una acción y una inacción. Por ejemplo, cuando uno mueve una antorcha en círculo, aunque los pensamientos de uno perecen uno tras otro, el fuego parece una rueda debido al poder de la acción del cuerpo de uno, y de otros factores.
La mente de uno cambia cuando uno se propone actuar, encuentra el método, realiza la acción, y entonces habla de ello. Una acción es una convergencia de causas y de condiciones, y su huella inactiva permanece en la mente de uno. Por ejemplo, cuando los modos de comportarse cambian, la mente de uno cambia. Lo que es indestructible en la mente[13] de uno permanece sin actuar. Después de que la impresión inactiva de una acción es almacenada en la mente de uno[14], incluso aunque la mente de uno  cambie rápidamente entre lo virtuoso, no virtuoso, y neutro, la acción hecha por uno no se perderá nunca, por eso es llamado “inacción”.
Has de saber que alguien que realice una buena acción con el cuerpo, y una mala acción con el habla, recibirá una retribución mezclada. Sin embargo, si su buena acción del cuerpo es realizada con una acción e inacción, y su mala acción verbal es realizada con acción solo, él recibirá buenas retribuciones, y no malas retribuciones. Por consiguiente, los Sutras afirman que cada una de las siete acciones no virtuosas está hecha con una acción y una inacción.
Una enfermedad grave tiene que ser tratada con un conjunto de medicinas, y un paciente no puede ser curado si falta una sola de ellas. ¿Por qué? Porque su enfermedad es grave. Lo mismo es verdad para todos los seres. Sus males tienen que ser tratados con muchos preceptos, y no pueden ser vencidos si falta un solo precepto.
Los Preceptos Erróneos, y las Formas Incorrectas de Ganarse la Vida.
Buen hombre, existen dos clases de seres que cometen transgresiones: aquellos que observan preceptos erróneos, y aquellos que no tienen preceptos que observar. Aquellos que observan los preceptos erróneos siempre son culpables de la falta de matar cuando ellos matan a cualquier ser como, por ejemplo, una cabra, e incluso cuando no matan a ninguno. ¿Por qué? Porque ellos han tomado el juramento de matar. Aquellos que no tienen preceptos que observar, solo cometen la falta de matar, cuando matan; y no son culpables de matar cuando no matan. ¿Por qué? Porque ellos no han tomado el juramento de matar. Por tanto, la mente es la raíz de todos los fenómenos virtuosos y no virtuosos. No obstante, uno comete esas faltas con su cuerpo o su habla, y no solo con su mente.
Incluso aunque uno tenga la intención de aceptar los preceptos virtuosos, sin que se den el momento y las condiciones adecuadas, no es posible recibirlos. Utilizando una analogía, para iniciar un fuego uno necesita hierba seca, una piedra de pedernal, y el esfuerzo humano. Si cualquiera de ellos está ausente, uno no puede encender fuego. Lo mismo es verdad para los preceptos, ya que uno sigue a su mente por aceptarlos, abandonarlos, observarlos, o violarlos. El Tathagata conoce completamente la naturaleza de la realidad[15], y por eso ha instituido los preceptos.
Aquellos que no hacen el mal debido al poder de su pensamiento y sus buenas acciones, realmente observan los preceptos en consonancia al Dharma. Si uno recibe los preceptos de otro, es llamado “aceptación de los preceptos”.
Si uno pudiera adquirir méritos sin la aceptación de los preceptos, entonces los animales feroces, como los leones, tigres, y lobos podrían adquirir méritos todos ellos. Y sin embargo, no pueden. Por tanto, aquellos que aceptan los preceptos correctos adquirirán méritos inmensurables, mientras que aquellos que aceptan preceptos erróneos cometerán faltas inmensurables.
Las formas incorrectas de ganarse la vida, enumeradas en los Sutras, son: 1) criar cabras; 2) criar pollos; 3) criar cerdos; 4) pescar con caña; 5) pescar con redes; 6) matar vacas; 7) vivir como carcelero; 8) criar perros de caza; 9) hacer trampas para animales; 10) vivir como cazador; 11) encantar serpientes con encantamientos; 12) matar personas; 13) vivir como ladrón; 14) enemistar con la palabra; y 15) torturar a la gente con látigos, jaulas, candados, o clavos de hierro ardientes. Además, están los delincuentes que extorsionan a la gente; los monjes que abandonan sus preceptos sin ningún sentido de la vergüenza y del deshonor; y aquellos que carecen de gratitud y traicionan la confianza del rey o de los altos funcionarios del estado.
Estas personas no tienen preceptos que observar. Aunque lo que ellos hacen no es llamado un sendero de acciones no virtuosas, ellos cometen faltas muy graves. ¿Por qué? Porque continúan con sus formas de ganarse la vida. No obstante, sus formas de vida no son llamadas preceptos erróneos, salvo que ellos reciban esos preceptos de otros, o que hayan hecho un juramento.
Los preceptos erróneos son abandonados en cuatro ocasiones: 1) cuando uno manifiesta a la vez órganos sexuales masculinos y femeninos; 2) cuando uno fallece; 3) cuando uno acepta los preceptos correctos; 4) cuando uno rompe la cadena de los deseos.
La Dificultad de Recibir y Observar los Preceptos Correctos.
Algunos postulan que uno debe de aceptar los preceptos erróneos de la misma forma en que acepta completamente los preceptos correctos. Su postulado no es cierto. ¿Por qué? Porque es fácil recibir los preceptos erróneos, cuya única condición es hacer un juramento. Sin embargo, no es fácil recibir los preceptos correctos. Uno tiene que utilizar cinco métodos, esto es, las Cinco Fuerzas[16]. Puesto que es difícil recibir los preceptos correctos, uno debería de observarlos perfectamente.
Algunos postulan: “Los preceptos del laico no prohíben el hablar creando división, el insulto, o el habla sin sentido. Por tanto, los novicios y los monjes no observan ni los preceptos del laico, ni los ocho preceptos”. Su postulado no es cierto. ¿Por qué? Porque ellos observan el precepto del habla pura.
Algunos pueden decir que él ha aceptado los cinco preceptos para purificar su cuerpo, habla, y mente. No obstante, aquel cuya mente es impura no puede observar perfectamente los preceptos.
Supón que alguien ha aceptado los preceptos erróneos. Incluso aunque él no haya matado a ningún ser, los preceptos erróneos lo llevarán a hacer el mal. Al contrario, el monje, que ha aceptado y que observa los preceptos correctos, hará el bien. ¿Por qué? Porque ya que uno observa los preceptos, cada precepto (correcto o incorrecto) lleva a muchas acciones, las cuales traen muchas retribuciones en correspondencia.
Del mismo modo en que los seres son incontables, así lo son los preceptos. Puesto que hay incontables tipos de acciones, también hay incontables tipos de preceptos. El poder de un precepto correcto o erróneo es clasificado en fuerte, medio, y débil. Si uno no acepta los preceptos erróneos, uno no cometerá las faltas ocasionadas por ellos.
Supón que alguien te hace una pregunta desafiante: “¿Por qué los cinco preceptos son observados durante toda la vida, y los ocho preceptos solo son observados durante un día y una noche cada vez?” Tu deberías de responder: “El Tathagata conoce bien y comprende perfectamente las apariencias de la realidad, por ello ha instituido diferentes tipos de preceptos.”
Las Cinco Transgresiones Extremadamente Graves.
Buen hombre, en el mundo existen dos campos afortunados: el Campo del Mérito, y el Campo de la Amabilidad. Alguien que destruya esos dos campos de mérito está cometiendo las cinco faltas extremadamente graves. Uno comete alguna de estas cinco transgresiones extremadamente graves por tres razones: 1) uno posee una mente extremadamente perversa; 2) no reconoce el mérito (de esos campos afortunados); y 3) no es capaz de prever la retribución principal (de su mala acción).
Si uno mata a un Arhat, el cual ha sido percibido erróneamente como alguien que no es un Arhat, uno no es culpable de una falta extremadamente grave. Lo mismo es verdad para alguien que mata a uno de sus padres (a quien ha confundido con alguna otra persona). Supón que alguien no tiene sentido de la vergüenza ni del deshonor, ni tiene intención de pagar la amabilidad recibida de sus padres, y no tiene ningún respeto hacia ellos. Si el encuentra el método para matar a sus padres, pero no realiza la acción, el no es culpable de una falta extremadamente grave, aunque recibirá malas retribuciones por ello.
Los padres enseñan a sus hijos, aman a sus hijos, dan alojamiento a sus hijos, hacen lo que es difícil de hacer por sus hijos, y soportan sufrimientos por el bien de sus hijos; por eso ellos son llamados el Campo de la Amabilidad. Si uno cultiva la bondad después de haber matado a uno de sus padres, su práctica no le proporcionará buenas retribuciones. Por tanto, Yo digo que cuando uno descansa, aunque sea por un tiempo breve, a la sombra de un árbol, uno debería de ser lo suficientemente agradecido como para no dañar las ramas, hojas, o flores del árbol.
Buen hombre, después de Mi Parinirvana, algunos de Mis discípulos dirán que uno que mata a uno de sus padres percibido erróneamente como algún otro, no es culpable de la falta extremadamente grave. Esos discípulos pertenecen a la secta Dharmaguptaka. Los miembros de la secta Mahīsāsaka dirán que el asesino ha cometido una falta extremadamente grave. Los miembros de la secta Sarvāstivāda también dirán que el asesino es culpable de haber cometido una falta extremadamente grave. ¿Por qué? Porque los hechos mundanos son convincentes. El hecho de ser padres de uno, no puede ser cambiado por una percepción errónea.
Aquel que mata a alguno de sus padres con una mente perversa, comete una transgresión extremadamente grave. No obstante, si uno mata a uno de sus padres por haberlo confundido con algún otro, no es culpable de la falta extremadamente grave. ¿Por qué no? Porque para que se produzca una falta extremadamente grave, han de reunirse cuatro condiciones: 1) saber que el padre de uno es un ser vivo; 2) planear matar al padre; 3) reconocer al objetivo como el padre de uno; y 4) matar al padre con una mente perversa. Una transgresión extremadamente grave está basada en la presencia de esas cuatro condiciones. De otro modo, es injustificada.
Si, movido por la pena, el respeto, o el miedo, o por obediencia a la ley, o por lograr renombre, uno pone en manos de su padre un instrumento mortal para que su padre pueda cometer suicidio, uno comete la falta extremadamente grave, aunque uno no mate a su padre con sus propias manos.
Si uno es forzado a matar a uno de sus padres mientras está llorando y está sintiendo una gran angustia, el acto extremadamente grave es menos grave. También, si uno se propone matar a alguien, pero por error mata a uno de sus padres, uno no es culpable de haber cometido una falta extremadamente grave.
Supón que alguien intenta matar a su madre, y que por error, mata a otra persona que se le parece. Entonces, accidentalmente, él mata a su madre cuando pone el cuchillo en su sitio. El no es culpable de la transgresión extremadamente grave. Si uno mata a un padre por una percepción errónea (o por accidente), uno comete la falta de matar, pero no la falta extremadamente grave.
De las cinco transgresiones extremadamente graves, el parricidio es la menos grave; el matricidio es grave; matar a un Arhat es más grave; hacer sangre (intencionadamente) a un Buda es mucho más grave; y crear la disensión en la Sangha es la más grave de todas.
Existen cuatro casos en el matar: 1) el sujeto matado es valioso, y la intención es menos mala; 2) el sujeto matado es menos valioso, y la intención es mala; 3) el sujeto matado es valioso, y la intención es mala; y 4) el sujeto es menos valioso, y la intención es menos mala. Un ejemplo del primer caso es matar a un padre sin una mente perversa. Un ejemplo del segundo caso es matar a un animal con una mente perversa. Un ejemplo del tercer caso es matar a un padre con una mente perversa. Un ejemplo del cuarto caso es matar a un animal sin una mente perversa.
La Gravedad y lo Definitivo de las Retribuciones.
Los tres elementos de una acción mala tienen diversos niveles de gravedad. Existen casos en los que el método es grave, y la acción y la conclusión son menos graves; donde la conclusión es grave, y el método y la acción son menos graves; donde el método y la acción son graves, y la conclusión es menos grave; donde el método y la conclusión son graves, y la acción es menos grave. Para un mismo objeto dado, uno recibirá retribuciones más graves, o menos graves, de acuerdo a la gravedad de la intención de uno.
Buen hombre, supón que alguien tiene la intención de ofrecerme comida, pero que antes de hacer eso, él la da a un perro hambriento. Yo aún lo alabo como un gran practicante de la generosidad. Quien da limosnas sin detenerse a identificar al receptor como siendo un campo afortunado o no, adquiere méritos inmensurables. ¿Por qué? Porque su mente es buena y pura.
Existen cuatro clases de acciones, una de las cuales no trae retribuciones, mientras que las otras tres traen retribuciones respectivamente en la vida presente, en la siguiente vida, o en una vida futura. Además, de acuerdo a la retribución y su tiempo de llegada, las acciones de uno pueden clasificarse en cuatro clases: 1) la retribución es insegura, pero su tiempo de llegada es seguro; 2) la retribución es segura, pero su tiempo de llegada es inseguro; 3) tanto la retribución como su tiempo de llegada son seguros; y 4) tanto la retribución como su tiempo de llegada son inseguros.
Un tiempo de llegada seguro significa que una retribución va a llegar con seguridad en la vida presente, en la vida siguiente, o en una vida futura. ¿Qué significa una retribución segura? Si uno realiza una acción repetidamente y a propósito, sin arrepentirse, disfrutándola, haciendo votos de ello, y regocijándose después de hacerla, esta acción traerá una retribución segura. Todas las demás acciones acarrean retribuciones inseguras.
Mitigando Una Retribución, y Cambiando Su Tiempo de Llegada.
Si una acción cometida por uno traerá una retribución insegura, y un tiempo de llegada inseguro, este potencial kármico puede ser cambiado. Además, si una retribución va a llegar con seguridad en una vida futura, el potencial kármico de uno también puede ser cambiado de forma que puede recibir la retribución en la vida presente. ¿Por qué? Porque a través del poder de la sabiduría de uno y de una mente benevolente, una retribución mala (al ser recibida primero) puede ser menos grave.
Las retribuciones para los potenciales kármicos pueden ser graves o menos graves, dependiendo de si llegan más alejados o más cercanos en el tiempo. Uno recibe retribuciones una tras otra, siguiendo la convergencia de las causas y condiciones. Supón que alguien observa los preceptos, que controla su cuerpo, y que cultiva su mente y su sabiduría, y que sabe que las buenas y malas acciones traerán sus correspondientes retribuciones. El puede cambiar un potencial kármico mayor en un potencial menor, o puede quedar exento de la retribución de un potencial kármico menor. Supón que alguien es tan afortunado como para encontrar un buen amigo instruido, quien le enseña a cultivar la bondad y a entrenarse para alcanzar la Iluminación. El puede cambiar una retribución grave que debe de llegar en una vida futura en una retribución menos grave que llega en la presente vida.
Supón que alguien tiene potenciales kármicos del Reino del Deseo. Después de que ha alcanzado el tercer fruto del Oyente, convirtiéndose en Uno Que No Retorna Más, el puede cambiar sus potenciales kármicos y recibir en esta vida presente las retribuciones que iban a madurar inicialmente en una vida futura. Los Arhats pueden hacer lo mismo.
Buen hombre, un hombre sabio que observa los preceptos, que controla su cuerpo, y que cultiva su mente y su sabiduría, puede destruir los potenciales kármicos extremadamente graves, lo mismo que el mantra antídoto[17] y la Joya anti veneno, destruyen los males.
Supón que alguien comete una transgresión pequeña con un método menos grave, pero cuya conclusión es grave. Si él no observa los preceptos, no controla su cuerpo, o no cultiva su mente y su sabiduría, el puede hacer que un potencial kármico menor se llegue a convertir en un potencial kármico muy importante.
Potenciales Kármicos Sellados y Abiertos.
Cada ser puede realizar todo tipo de acciones, y el potencial kármico de cada acción puede estar sellado o abierto. Si uno actúa con premeditación, este potencial kármico está sellado. Si uno actúa sin premeditación, está abierto. Un potencial kármico abierto trae una retribución insegura, mientras que un potencial kármico sellado trae una retribución segura. La retribución para un potencial kármico abierto madura en un tiempo indeterminado, mientras que la retribución segura de un potencial kármico sellado llega en un tiempo definitivo.
Quienes crean potenciales kármicos abiertos, observan los preceptos y tienen visiones correctas; mientras que quienes crean potenciales kármicos sellados, violan los preceptos y mantienen visiones erróneas. Quienes crean potenciales kármicos abiertos creen en la causalidad, mientras que aquellos que crean potenciales kármicos sellados no creen en causa y efecto. Quienes crean potenciales kármicos abiertos los ven mitigados por su bondad cuando realizan acciones incorrectas, mientras que quienes crean potenciales kármicos sellados los fortifican con su maldad cuando realizan acciones incorrectas. Quienes crean potenciales kármicos abiertos recibirán retribuciones como humanos, mientras que quienes crean potenciales kármicos sellados reciben retribuciones como seres infernales. Quienes crean potenciales kármicos abiertos poseen atención correcta, mientras que quienes crean potenciales kármicos sellados no poseen atención correcta. Quienes crean potenciales kármicos abiertos se arrepienten de sus acciones durante los tres periodos de tiempo (del día y noche), mientras que quienes crean potenciales kármicos sellados no se arrepienten de sus acciones en los tres periodos de tiempo.
Si uno ha creado potenciales kármicos sellados, buenos o malos, grandes o pequeños, traerán de forma segura las retribuciones correspondiente, y en la escala correspondiente.
Las Retribuciones Correspondientes para las Diversas Acciones.
El cuerpo de uno está formado por la consciencia inicial. Después de que el cuerpo está formado, surgen inmensurables pensamientos. Aunque la consciencia inicial es virtuosa, después de que el cuerpo está formado, uno recibe una mezcla de retribuciones buenas y malas, como sucede con dioses y humanos. El cuerpo de un habitante de los reinos infernales está formado por su consciencia no virtuosa. Después de que su cuerpo está formado, recibe malas retribuciones. El cuerpo de un fantasma hambriento y el cuerpo de un animal también está formado por su consciencia no virtuosa. Después de que su cuerpo está formado, reciben una mezcla de retribuciones buenas y malas. El cuerpo provisional entre la muerte y el renacimiento, está formado por su consciencia inicial, la cual no es virtuosa, ni no virtuosa. Después de que está formado el cuerpo provisional, recibe una mezcla de retribuciones buenas y malas. Un ser humano también recibe una mezcla de retribuciones conforme él crece, desde el estado de un embrión hasta la vejez.
Tal como se afirmó en los Sutras, las acciones y las retribuciones poseen cuatro combinaciones: 1) retribuciones negras para las acciones negras; 2) retribuciones blancas para las acciones blancas; 3) retribuciones mezcladas para las acciones mezcladas; y 4) ausencia de retribuciones para las acciones que no son ni negras, ni blancas. Las retribuciones negras para las acciones negras, quiere decir nacer en los reinos infernales. Retribuciones blancas para las acciones blancas quiere decir renacer en los cielos del Reino de la Forma. Retribuciones mezcladas para las acciones mezcladas quiere decir nacer en el Reino del Deseo como dios, humano, animal, o fantasma hambriento. La ausencia de retribución para las acciones que no son negras ni blancas, significa el renacimiento libre de aflicciones de los seres santos.
Buen hombre, quien no comprende la causalidad de los fenómenos transmigra en la existencia cíclica durante innumerables vidas. ¿Por qué? Porque quien no entiende la causalidad de los fenómenos, aunque haya renacido en el Cielo de Ni Con Percepción, Ni Sin Percepción, del Reino Sin Forma, para vivir durante 80.000 eones, cuando agote sus méritos, puede caer incluso en alguno de los tres destinos desafortunados.
Buen hombre, nadie puede moldear las cosas mejor que la mente. Moldea aflicciones, las cuales moldean acciones, las cuales a su vez son las que moldean el cuerpo de uno. A causa de la codicia, uno tendrá una buena apariencia y una buena voz, y un comportamiento pacífico. Debido al enfado, uno tendrá una apariencia desagradable y una voz poco atractiva, y sus comportamientos serán vulgares. Lo mismo es verdad para los efectos del engaño.
Debido a las acciones de los seres, cada uno de los incontables mundos tiene (innumerables seres infernales) en 136 infiernos[18]; e innumerables fantasmas hambrientos, animales, humanos, y dioses. No obstante, debido a sus acciones virtuosas, incontables seres alcanzan la liberación.
Las Diez Acciones Virtuosas.
Buen hombre, las diez acciones virtuosas pueden conseguir tres cosas: 1) dominar las aflicciones de uno; 2) generar una mente bondadosa; y 3) fortificar la observancia de los preceptos. Son como las tres cosas que pueden eliminar un veneno: 1) la medicina antídoto; 2) un mantra; y 3) una joya verdadera.
Si alguien es diestro en el auto control, y discrimina entre lo correcto e incorrecto con una memoria plena, el puede consumar las diez acciones virtuosas. Y al contrario, si carece de auto control, y no tiene ni fe, ni un sentido de la vergüenza y del deshonor, el puede consumar las diez acciones no virtuosas.
Cada una de las diez acciones virtuosas comprende tres elementos: 1) el método; 2) el acto; y 3) la conclusión. El método es obedecer y hacer ofrendas a los padres, maestros, preceptores, y saludar a los virtuosos con palabras agradables. El acto es hacer estas cosas sinceramente. La conclusión es estar alegre, no arrepentirse, y cultivar la memoria[19].
Cada elemento tiene tres niveles de ejecución: fuerte, medio, y débil. Por ejemplo, el método es fuerte, el acto es medio, y la conclusión es débil; el método es medio, el acto es fuerte, y la conclusión es débil; el método es débil, el acto es fuerte, y la conclusión es media.
Las diez acciones virtuosas están basadas en la ausencia de codicia, enfado, y engaño; mientras que las diez acciones no virtuosas están basadas en la codicia, enfado, y engaño. Uno puede transitar por el sendero de las diez acciones virtuosas tanto que las haya aceptado o no como preceptos.
Los Diferentes Tipos de Preceptos.
Uno pierde los preceptos en seis ocasiones: 1) cuando uno destruye sus raíces de virtud; 2) cuando uno manifiesta al mismo tiempo órganos sexuales masculinos y femeninos; 3) cuando muere; 4) cuando uno abandona los preceptos; 5) cuando uno acepta preceptos erróneos; y 6) cuando uno abandona su cuerpo del Reino del Deseo.
Algunos postulan que uno abandona los preceptos cuando perece el Dharma del Buda. Su postulado no es cierto. ¿Por qué? Porque tras haber aceptado los preceptos, uno no los pierde. Al contrario, si uno no acepta los preceptos, no recibe ninguno de ellos.
Los preceptos que prohíben las malas acciones de cuerpo, habla, y mente son llamados los Preceptos de la Liberación[20]. Los preceptos que surgen en la mente de uno en cualquiera de los Cuatro Niveles de Concentración, y en sus respectivos acercamientos, son llamados los Preceptos de Meditación[21]. Los preceptos que surgen en la mente de uno cuando uno ve la Iluminación[22] antes de lograr el Primer Nivel de Concentración, son llamados los Preceptos Libres de Aflicciones[23]. Los preceptos que permanecen en el continuo mental de uno y que permiten que no actúe de forma incorrecta en las vidas futuras son llamados Preceptos de Inacción. Los preceptos que posibilitan que uno controle sus facultades con atención correcta, y que no abandone el auto control cuando ve, oye, toca, y conoce los objetos de los sentidos, esto es: las visiones, sonidos, olores, sabores, sensaciones táctiles, y objetos mentales; son llamado Preceptos de Control de la Facultades.
¿Por qué los preceptos son llamados “preceptos”? Preceptos significa “prohibiciones”, puesto que prohíben todo lo no virtuoso. Los preceptos también son llamados “un paso estrecho”, porque su naturaleza no permite lo no virtuoso. También son llamados “frescor”, porque no dejan entrar el calor de las aflicciones, no permitiéndoles la entrada. También son llamados “ascendentes”, porque hacen posible que uno renazca en los cielos, e incluso que pueda alcanzar la Iluminación Insuperable. También son llamados “aprendizaje”, porque uno aprende a domar su mente y sus facultades para desarrollar la sabiduría.
Uno puede adquirir un tipo de preceptos, los Preceptos de la Liberación. Uno puede adquirir dos tipos de preceptos añadiendo un segundo, los Preceptos de la Meditación. Uno puede adquirir tres tipos de preceptos, añadiendo un tercero, los Preceptos Libres de Aflicciones. Uno puede adquirir cuatro tipos de preceptos, añadiendo un cuarto, los Preceptos de Control de las Facultades. Uno puede adquirir cinco tipos de preceptos, añadiendo un quinto, los Preceptos de Inacción.
Buen hombre, uno recibe los Preceptos de la Liberación en la vida presente, y adquiere los Preceptos de la Meditación en la vida pasada, presente, o futura. Buen hombre, cuando uno acepta los preceptos (de la Liberación), si uno observa seriamente los males de padecer repetidamente los nacimientos y muertes, y las virtudes de la liberación, uno no solo los recibe como preceptos, sino que también recibe sus esencias como inacción. Los Preceptos de Inacción duran la vida de uno, sea larga o corta.
Uno pierde los Preceptos de Inacción por tres razones: 1) por esforzarse poco en adornar la Iluminación; 2) por abandono del autocontrol; y 3) por indecisión en la aceptación del precepto de acción. Uno retiene un precepto de inacción por tres razones: 1) por mantener sus votos originales; 2) por mantener un estricto auto control; y 3) por una decidida aceptación del precepto de acción.
Buen hombre, además de las diez acciones virtuosas y las diez acciones no virtuosas, calificadas respectivamente por los preceptos correctos y los preceptos erróneos, existen acciones virtuosas y no virtuosas no cubiertas por los preceptos. Uno realiza una acción virtuosa o no virtuosa con una acción y una inacción. Por ejemplo, una buena acción, salvo que sea abandonada, es hecha con ambas, con una acción y una inacción. Entonces, en un segundo pensamiento, solo queda el aspecto de no acción, porque el acto se ha ido.
El aspecto de no acción de una acto hecho en una vida pasada o en la presente, continúa en las vidas futuras. Si alguien que ha recibido los preceptos en esta vida hace el mal, el ha hecho dos acciones, una buena acción[24] con un acto y una mala acción con una inacción. Uno abandona una buena acción hecha con una acción y una inacción por dos razones: 1) las limosnas dadas ya han sido gastadas; y 2) la mente de uno abandona la buena acción.
Uno pierde los Preceptos de la Meditación en dos ocasiones: 1) cuando la meditación de uno retrocede; y 2) cuando uno destruye sus raíces de virtud. Uno las pierde en otras tres ocasiones: 1) cuando uno muere; 2) cuando su meditación retrocede; y 3) cuando uno renace en un cielo.
Uno pierde los Preceptos Libres de Aflicciones en tres ocasiones: 1) cuando el logro espiritual de uno retrocede; 2) cuando la capacidad de uno avanza desde lo bajo a lo alto; y 3) cuando uno consigue un fruto elevado.
Cuando la vida celestial de uno finaliza, todos los potenciales de las buenas acciones mentales desaparecen. Cuando uno corta sus raíces de virtud, todos los potenciales  de todas las buenas acciones de cuerpo, habla, y mente se pierden.
Buen hombre, si alguien ha adquirido plenamente los Preceptos de la Liberación, los Preceptos de la Meditación, los Preceptos Libres de Aflicciones, y los Preceptos del Control de las Facultades, él entiende claramente el sendero de las diez acciones virtuosas.
La Duración de las Vidas de los Seres.
Buen hombre, debido a las diez acciones virtuosas y a las diez acciones no virtuosas las duraciones de las vidas de los seres humanos puede aumentar o disminuir. Puede disminuir hasta llegar a los diez años, o puede aumentar hasta llegar a un número incontable de años. No obstante, la duración de la vida de los humanos en el Continente Norte de Uttarakuru, tiene una duración fija de 1.000 años.
Aquí, en el Continente Sur de Jambudvipa, la duración de la vida humana es de 100 años, mientras que en el Continente Este y en el Continente Oeste,  es de 250 años. Como aquí la duración de la vida de un ser humano puede incrementarse hasta un incontable número de años, también la vida humana allí puede durar un incontable número de años.
La duración de la vida de los dioses en el primer cielo del Reino del Deseo, el de los Cuatro Grandes Reyes, es de 9 millones de años, pero la próxima forma de vida de cada dios es incierta. La duración de la vida de los dioses en el segundo cielo del Reino del Deseo, el de los Treinta y Tres, es de 18 millones de años, pero la próxima forma de vida de cada dios es incierta. La duración de la vida de los dioses en el Cielo de Yama, el tercer cielo del Reino del Deseo, es de 36 millones de años, pero la próxima vida de cada dios es incierta. La duración de vida de los dioses en el Cielo de Tushita, el cuarto cielo del Reino del Deseo, es de 72 millones de años, pero la próxima forma de vida de cada dios es incierta, excepto para los Bodhisattvas que están esperando allí el demostrar el logro de la Budeidad. La duración de la vida de los dioses en el Cielo de Nirmāna-rati, el quinto cielo del Reino del Deseo, es de 144 millones de años, pero la próxima forma de vida de cada dios es incierta. La duración de la vida de los dioses del Cielo de Paranirmita vasa-vartin, el sexto cielo del Reino del Deseo, es de 288 millones de años, pero la próxima forma de vida de cada dios es incierta.
Un año en el Cielo de Paranirmita vasa-vartin es igual a un día y una noche en el Infierno Ardiente[25]. Contando treinta días en un  mes, y doce meses en un año, la duración de las vidas de los habitantes de ese infierno es de 288 millones de años, pero la próxima forma de vida de cada habitante es incierta. Un año en el Cielo de Nirmāna-rati es igual a un día y una noche en el Infierno de Los Tremendos Gritos y Llantos[26]. Contando treinta días en un mes, y doce meses en un año, la duración de las vidas de los habitantes de ese infierno es de 144 millones de años, pero la próxima forma de vida de cada habitante es incierta. Un año en el Cielo de Tushita es igual a un día y una noche en el Infierno de Los Gritos y Llantos[27]. Contando treinta días en un mes, y doce meses en un año, la duración de las vidas de los habitantes de ese infierno es de 72 millones de años, pero la próxima forma de vida de cada habitante es incierta. Un año en el Cielo de Yama es igual a un día y una noche en el Infierno de la Intensa Opresión[28]. Contando treinta días en un mes, y doce meses en un año, la duración de las vidas de los habitantes de ese infierno es de 36 millones de años, pero la próxima forma de vida de cada habitante es incierta. Un año en el Cielo de Los Treinta y Tres es igual a un día y una noche en el Infierno de las Cuerdas Negras[29]. Contando treinta días en un mes, y doce meses en un año, la duración de las vidas de los habitantes de este infierno es de 18 millones de años, pero la próxima forma de vida de cada habitante es incierta. Un año en el Cielo de los Cuatro Grandes Reyes es igual a un día y una noche en el Infierno de Reviviendo[30]. Contando treinta días para un mes, y doce meses para un año, la duración de la vida de los habitantes de ese infierno es de 9 millones a años, pero la próxima forma de vida de cada habitante es incierta.
La duración de la vida de los habitantes del Infierno del Avici es de un eón, y la duración de la vida de los habitantes del Infierno Tremendamente Ardiente[31] es de medio eón. La duración de la vida está fijada solo para aquellos que residen en estos dos infiernos.
Quinientos años en el mundo de los humanos es igual a un día y una noche en el mundo de los fantasmas hambrientos. Contando treinta días en un mes, y doce meses en un año, la duración de la vida de los fantasmas hambrientos es de 15.000 años, pero la próxima forma de vida de cada fantasma hambriento es incierta. En el Reino Animal, la duración de la vida de cada uno es incierta, excepto para los Reyes Naga, los hermanos Nanda y Upananda.
Un año en el Infierno de Avici es igual a un día y una noche en el Cielo de Ni Con Percepción, Ni Sin Percepción, el cuarto cielo del Reino Sin Forma. Contando treinta días en un mes, y doce meses en un año, la duración de las vidas de los dioses en ese cielo es de 80.000 grandes eones. Para los dioses del Cielo de la Nada, el tercer cielo del Reino Sin Forma, la duración de sus vidas es de 60.000 grandes eones; para los dioses del Cielo de Consciencia Ilimitada, el segundo cielo del Reino Sin Forma, la duración de sus vidas es de 40.000 grandes eones; para los dioses del Cielo de Espacio Ilimitado, el primer cielo del Reino Sin Forma, la duración de sus vidas es de 20.000 grandes eones. Has de saber que aquellos que tienen aflicciones ligeras, y que aman el permanecer en absorción meditativa, renacerán en uno de los Cielos Sin Forma.
Los Eones Pequeños, Medios, y Grandes.
La duración de dieciocho rondas de cambios en la duración de la vida humana, incrementándose de los 10 años a los 80.000, y después volviendo a decrecer hasta los 10 años, es llamada un eón medio. La duración de tres rondas de catástrofes menores-cada una de ellas consistentes en tres hambrunas, tres epidemias, y una guerra-es llamada un eón pequeño. Una gran catástrofe provocada por el viento golpea después de cinco rondas de grandes catástrofes provocadas por el fuego y el agua. La duración de cinco grandes catástrofes de viento es llamado un eón grande.
La Desaparición de los Seres del Reino del Deseo.
Cuando se desata la guerra aquí, en Jambudvipa, el Continente Sur, el enfado también surge entre los habitantes de los Continentes Este y Oeste. Cuando aquí la gente se enferma, quienes habitan en los otros continentes sienten dolores de cabeza y se debilitan. Cuando aquí sube el precio del grano, los habitantes de los otros dos continentes piensan en comida. Esos eventos malos no suceden en el Continente Norte de Uttarakuru.
La duración de la vida humana se incrementa debido a no matar, y mengua debido a matar. Durante el eón de destrucción, golpean las catástrofes del fuego y el agua. Cuando comienza la catástrofe del fuego, si las retribuciones de quienes habitan allí se han agotado, entonces saldrán del infierno. Si no se han agotado todavía, renacerán en otros grandes infiernos de los mundos de las diez direcciones. Si los ocho grandes infiernos están vacíos, significa que los habitantes de los infiernos se han ido. Si aquí se han agotado los potenciales kármicos de los seres en los cuatro grandes océanos de mundos, todos los seres serán liberados. Si sus potenciales kármicos no se han agotado, ellos renacerán en los océanos de mundos de otras direcciones. Si aquí ya no hay seres, eso significa que se han marchado.
Bajo el suelo de Jambudvipa, a una profundidad de más de 500 yojanas[32], está la ciudad del Rey Yama, que tiene una longitud y una anchura de 75.000 yojanas. Si los potenciales kármicos de los fantasmas hambrientos ya se han consumido, entonces abandonarán la ciudad. Si sus potenciales kármicos aún no se han agotado, tienen que renacer en otra Ciudad del Rey Yama en los mundos de las otras direcciones. Si no hay fantasmas hambrientos en la ciudad, significa que la han abandonado.
En ese tiempo, a través de causas internas, alguien alcanzará el primer Nivel de Concentración, y anunciará en voz alta: “Está tranquilo en el Primer Nivel de Concentración. Está tranquilo en el Primer Nivel de Concentración”. Todos aquellos que oigan sus palabras meditarán, y alcanzarán el Primer Nivel de Concentración. Entonces ellos abandonarán sus cuerpos humanos, y renacerán (como dioses) en los cielos del Primer Nivel de Concentración.
Entonces, a través de causas internas, uno de los dioses en los cielos del Primer Nivel de Concentración, alcanzará el segundo Nivel de Concentración, y en voz alta anunciará: “Está tranquilo en el Segundo Nivel de Concentración. Está tranquilo en el Segundo Nivel de Concentración”. Aquellos que han oído sus palabras, meditarán y alcanzarán el Segundo Nivel de Concentración. Entonces ellos abandonarán sus cuerpos del Primer Nivel de Meditación, y renacerán en los cielos del Segundo Nivel de Concentración. En ese tiempo, desde el Infierno de Avici hasta los cielos del Primer Nivel de Concentración no habrá ningún ser.
Más allá de los cuatro continentes se eleva la cadena montañosa de Yugandhara[33], donde hay siete soles. Sin embargo, debido al mérito de los seres, solo parece un Sol, y este madura los granos y revitaliza toda la vegetación. Cuando comienza el apocalipsis del fuego, aparecen todos los siete soles, y son incinerados los granos, hierba, árboles, montañas, ríos, la gran tierra, el Monte Sumeru, el Rey de las Montañas, e incluso los cielos del Primer Nivel de Concentración. Cuando los dioses del Segundo Nivel de Concentración ven la catástrofe, se sienten aterrorizados. Sin embargo, los dioses que habían renacido allí antes que ellos, dirán a los dioses recién llegados: “No tengáis miedo. Ya hemos visto ese apocalipsis del fuego antes. Parará allí, y no llegará hasta aquí”
La Reaparición de los Seres en el Reino del Deseo.
Incluso después de que haya transcurrido una ronda entera de la duración de la vida de los humanos, desde los 10 años incrementándose hasta los 80.000, y luego decreciendo hasta los 10, el calor del fuego del apocalipsis aún no se habrá disipado. Entonces las lluvias caerán desde el medio de los cielos de los Niveles de Concentración. Después de otra ronda entera de la duración de la vida de los humanos, creciendo y decreciendo, debido al poder del potencial kármico de los seres, el viento, como siete capas de nubes, aparecerán bajo el agua para retener el agua. En ese tiempo, las lluvias pararán, y sobre la superficie del agua aparecerá una película, como si fuera nata de leche. Entonces el Monte Sumeru y los cuatro continentes que lo rodean, reaparecerán gradualmente. El agua contendrá naturalmente todas las semillas de toda clase de vida.
En ese tiempo, en el Segundo Nivel de Concentración, vivirá un dios cuyos méritos se agotan, y a quien se le ha acortado la duración de su vida. Debido a sus potenciales kármicos, el renacerá en este mundo humano. Aquí el tendrá una vida larga, y emitirá luz para iluminarse a sí mismo. Después de vivir solo durante mucho tiempo, el llegará a estar ansioso, y piensa: “Si yo aún atesoro algún mérito, yo deseo que renazcan otros aquí, para ser mis compañeros”.
Tan pronto como el genera ese pensamiento, en los cielos del Segundo Nivel de Concentración otros dioses que han agotado su mérito, morirán. Debido a sus potenciales kármicos, renacerán allí. Cuando él los ve, se siente deleitado y piensa: “Estas personas son manifestaciones mías. Yo soy su creador, y tengo el poder sobre ellos.” Esas personas también pensarán: “Yo he nacido de él. El me ha manifestado, y tiene el poder sobre mí”.
A través de esas causas y condiciones, todos los seres adoptan la visión errónea de que uno tiene un ego independiente.
Buen hombre, los cinco agregados, los doce campos de los sentidos, y los dieciocho elementos (o esferas), el mundo de los seres, y el mundo de sus países[34] llegan a existir debido a las diez acciones.
Buen hombre, existen dos clases de Bodhisattvas: aquellos que han renunciado a la vida en familia, y aquellos que lleva una vida en familia. Es fácil para aquellos Bodhisattvas que han abandonado la vida en familia observar el sendero de las diez acciones virtuosas; pero para los Bodhisattvas que llevan una vida en familia es difícil observar el sendero de las diez acciones virtuosas. ¿Por qué? Porque quienes llevan una vida en familia están impedidos por muchas causas y condiciones adversas.



[1] Monjes, monjas, novicios, novicias, las novicias en sus dos últimos años antes de su ordenación, los laicos, y las laicas.
[2] Tierra, agua, fuego, y viento.
[3] ¿Quizá: Visiones Correctas?
[4] En el Continente Este de Pūrvavideha, el Continente Sur de Jambudvipa; y el Continente Oeste de Aparagodānīya.
[5] Durante la menstruación, cuando no se desea, cuando están cerca los padres o el maestro de uno.
[6] Cerca de un templo, estupa, u otro lugar sagrado como en presencia de escrituras, imágenes de deidades, etc.
[7] Con una monja, una niña, o con una mujer que haya tomado los ocho preceptos durante un día.
[8] Frente a un charco de agua.
[9] Sus llamas.
[10] La corriente.
[11] O convencional.
[12] De acuerdo a la verdad absoluta o última.
[13] Alaya.
[14] Alaya-vijñana, el almacén de consciencia.
[15] Dharmata.
[16] Las fuerzas de: 1) la fe, 2) el esfuerzo, 3) la atención; 4) la concentración, 5) la sabiduría.
[17] Agada mantra.
[18] Cada uno de los ocho grandes  infiernos está rodeado por dieciséis infiernos circundantes, que suman 128. Por tanto, los 8 grandes infiernos, mas los 128 circundantes, suman 136, en cada uno de los mundos.
[19] El recuerdo de lo correcto y lo incorrecto, esto es, tener siempre presente las enseñanzas del Dharma, en cada ocasión, en cada momento.
[20] Pratimoksa-sila.
[21] Dhyana-sila.
[22] “Ver la Iluminación” se llama al logro del primer fruto del Oyente.
[23] Anāsravā-sila.
[24] El haber tomado los preceptos.
[25] Tapana.
[26] Maharaurava.
[27] Raurava.
[28] Sanghata.
[29] Kalasutra.
[30] Samjiva.
[31] Mahatapana.
[32] La yojana es una antigua medida de longitud es la distancia cubierta durante un día por un ejército, o la distancia que cubre en un día una yunta de bueyes. Es, por tanto, una longitud variable, que puede ir de los 8 a los 19 kilómetros.
[33] La tercera de las ocho cadenas montañosas que rodean al Monte Sumeru.
[34] Su entorno.