viernes, 24 de junio de 2016

Sutra de la Moralidad del Laico.Capítulo Doce. Los Dos Ornamentos.

Los Dos Ornamentos.
Sujāta preguntó: “Bhagavan, ¿Cómo hace un Bodhisattva para adornarse a sí mismo y a los demás?”
El Buda respondió: “Buen hombre, un Bodhisattva se adorna a sí mismo y a otros con dos acumulaciones: la de mérito y la de sabiduría.”
Sujāta: “Bhagavan, ¿A través de qué causas y condiciones puede adquirir él esos dos ornamentos?”
Adquiriendo los Dos Ornamentos.
El Buda dijo: “Buen hombre, un Bodhisattva adquiere estos dos ornamentos practicando las Seis Perfecciones. De estas Seis Perfecciones, la Generosidad, Moralidad, y el Esfuerzo traerán al mérito como ornamento; la Paciencia, la Concentración, y la Sabiduría traerán a la sabiduría como ornamento.
Las causas de estos dos ornamentos incluyen otros seis fenómenos-los seis recuerdos. De estos seis, el recuerdo del Buda, el Dharma, y la Sangha traerán a la sabiduría como ornamento; el recuerdo de la observación de la moralidad, la práctica de la generosidad, y de los dioses, traerán al mérito como ornamento.
Buen hombre, si un Bodhisattva luce estos dos adornos, el puede beneficiarse a sí mismo y a los demás. Incluso cuando para el bien de los seres, él está experimentando el sufrimiento de alguno de los tres destinos desafortunados, en su mente no surge ni el pesar, ni el arrepentimiento. Si él está equipado con estos dos ornamentos, el tendrá maravillosos medios hábiles, y el conocimiento de los fenómenos mundanos y de los que transcienden lo mundano.
Buen hombre, en cuanto a ornamentos, el mérito es sabiduría, y la sabiduría es mérito. ¿Por qué? Porque un hombre sabio acumula buenas acciones realizando las diez acciones virtuosas, y es así como obtiene el dominio sobre la riqueza. Con el dominio de la riqueza, el se beneficia a sí mismo y a los otros. Además, un hombre sabio sobresale en los temas mundanos, y así el puede alcanzar el dominio sobre la riqueza. Con el dominio de la riqueza él se beneficia a sí mismo y a los demás, en sus vidas presentes, y en sus vidas futuras. Además, un hombre sabio distingue entre los fenómenos mundanos, y los que transcienden lo mundano. Los “fenómenos mundanos”, quiere decir todas las doctrinas mundanas y todas las meditaciones mundanas. Los que “transcienden lo mundano” tienen que ver con el conocimiento de los cinco agregados[1], los doce campos de los sentidos[2], y los dieciocho elementos constituyentes o esferas[3].
Un Bodhisattva que conozca las causas y condiciones para los dos ornamentos puede beneficiarse tanto a él mismo como a los demás, en sus vidas presentes y en las futuras. Buen hombre, un Bodhisattva sabe que todos los fenómenos mundanos son falsos, pero él aún puede generar las causas y las condiciones para la felicidad mundana. ¿Por qué? Porque él desea beneficiar a los seres.
Buen hombre, los dos ornamentos tienen dos causas principales: el amor benevolente y la compasión. Si uno produce estas dos causas, incluso como alguien que está transmigrando a través del amargo océano del nacimiento y la muerte, no tiene arrepentimiento.
Además, un Bodhisattva puede adornar la Insuperable mente de la iluminación si él adquiere dos fenómenos: 1) el desagrado al tener que soportar repetidamente el nacimiento y la muerte; 2) un profundo deseo de alcanzar la liberación. Entonces él puede beneficiarse a sí mismo y a los demás en la vida presente, y en las vidas futuras. El penetrará la apariencia de los fenómenos, desarrollará gran sabiduría, y será posible para él mismo y para los demás el incrementar sus riquezas, y las duraciones de sus vidas.
Buen hombre, un Bodhisattva equipado con estas dos cosas no tendrá ansiedad o arrepentimiento cuando da limosna, y él será capaz de soportar la mirada de los malvados.
Cuando un Bodhisattva da limosnas, el actúa en dos campos de fortuna: el campo que otorga toda prosperidad[4], y el campo de la pobreza[5]. Para revelar la insuperable sabiduría, el da al campo de prosperidad; para adquirir mérito, el da al campo de pobreza. Para pagar la amabilidad, él da al campo de prosperidad; para cultivar la compasión, el da al campo de pobreza. Para erradicar sus aflicciones, él da al campo de prosperidad; para adquirir mérito da al campo de pobreza. Para producir causas y condiciones para la felicidad, el da al campo de prosperidad; para eliminar las causas y condiciones para el sufrimiento, da al campo de pobreza. Para pagar la amabilidad, da a los seres queridos; para eliminar la malicia, da a sus enemigos. Un Bodhisattva ve a cualquiera que se acerque a él en busca de limosna como si fuera su único hijo. Por tanto, el pone lo mejor de sí para obsequiar. Esto es llamado Perfección de la Generosidad.
Si un Bodhisattva da limosna sin tacañería, es llamado Perfección de la Moralidad. Si tolera las palabras de aquellos que le demandan limosnas, es llamado Perfección de la Paciencia. Si les da limosna con sus propias manos, es llamado Perfección del Esfuerzo. Si mientras está dando limosna no olvida la liberación, es llamado Perfección de la Concentración. Si mientras está dando, no discrimina entre amigos y enemigos, es llamado Perfección de la Sabiduría.
Buen hombre, cuando un ser mata ofuscado por la codicia o el enojo, en un solo pensamiento están incluidos los Doce Vínculos de la Generación Dependiente. Similarmente, cuando un Bodhisattva practica la generosidad, en un solo pensamiento están incluidas las Seis Perfecciones, las cuales traen los dos ornamentos del mérito y la sabiduría.
Además, buen hombre, cuando un Bodhisattva, un Gran Ser, produce las causas y condiciones para adquirir los Dieciocho Fenómenos Exclusivos de un Buda, trae el mérito como ornamento. Cuando él enseña a los seres a alcanzar los tres tipos de Iluminación, trae a la sabiduría como ornamento. Además, buen hombre, cuando un Bodhisattva experimenta el sufrimiento junto con los seres, trae al mérito como ornamento. Cuando él doma a los seres, trae a la sabiduría como ornamento.
Además, buen hombre, si un Bodhisattva, un Gran Ser, está equipado con cinco fenómenos, el puede adornar la insuperable Iluminación. ¿Cuáles son estos cinco? Son: 1) la fe; 2) la compasión; 3) una resolución entusiasta; 4) el estudio incansable de las doctrinas mundanas; 5) el aprender incansablemente sobre los temas mundanos.
Las Habilidades de un Bodhisattva Equipado con los Dos Ornamentos.
Buen hombre, un Bodhisattva equipado con los dos ornamentos tiene siete habilidades. ¿Cuáles son estas siete? 1) El conoce sus propias faltas; 2) el no habla de las faltas de otros; 3) él se deleita cuidando del enfermo; 4) él se deleita en dar limosna al pobre; 5) él ha activado la mente de la iluminación; 6) su mente no deja ningún abandono; 7) el practica en todo momento las Seis Perfecciones.
El tiene también otras siete habilidades. ¿Cuáles son estas siete? 1) Él se deleita en transformar la enemistad; 2) él hace eso incansablemente; 3) el posibilita a otros el obtener la madurez y alcanzar la liberación; 4) el utiliza todo lo que conoce sobre las palabras y las cosas mundanas para eliminar la codicia de las mentes de los seres; 5) él puede soportar todas las tribulaciones; 6) él nunca habla de las cosas que otros odian oír; 7) hacia aquellos que son malvados y hacia quienes rompen los preceptos, el siente compasión, y nunca enojo. Si un Bodhisattva, un Gran Ser, tiene estas siete habilidades, puede beneficiarse a sí mismo y a los otros.
Buen hombre, existen dos clases de Bodhisattvas: aquellos que han renunciado a la vida en familia, y aquellos que llevan una vida en familia. Para los Bodhisattvas que han renunciado a la vida en familia es fácil adquirir los dos ornamentos; pero es difícil adquirir los dos ornamentos para aquellos Bodhisattvas que llevan una vida en familia. ¿Por qué? Porque aquellos que llevan una vida en familia están obstaculizados por muchas causas y condiciones adversas.



[1] Skandhas. Son: forma (rupa), sensaciones (Vedana); concepciones o percepciones (samjña) , formaciones o procesos mentales (samskaras) , y consciencia (vijñana).
[2] Ayatanas. Son las seis facultades del ojo, oído, nariz, lengua, cuerpo, y mente; y sus seis objetos (visiones, sonidos, olores, sabores, lo tangible, y los objetos mentales). Las seis facultades son llamados los campos internos, y los objetos son llamados los campos externos.
[3] Astadasa-dhatu. Son las seis facultades de los sentidos, los seis objetos de los sentidos, y las seis consciencias.
[4] El Campo Afortunado del Mérito (Buda, Dharma, y Sangha) y el Campo de la Amabilidad (padres y maestros).
[5] El Campo de Compasión, estos es, todos los seres en situación de privación y sufrimiento.

jueves, 23 de junio de 2016

Sutra de la Moralidad del Laico. Capítulo Once- Adornandose a Sí Mismo y a los Demás.

Adornándose a Sí Mismo y a los Demás.
Las Ocho Cosas Necesarias para un Bodhisattva.
Sujāta preguntó: “Bhagavan, ¿Cuántas cosas debería de tener un Bodhisattva, un Gran Ser, para beneficiarse a sí mismo y a los demás?”
El Buda respondió: “Buen hombre, el debería de tener ocho cosas para beneficiarse a sí mismo y a los demás. ¿Cuáles son estas ocho? Son: 1) longevidad; 2) una buena apariencia; 3) fuerza física; 4) una casta elevada[1]; 5) tener abundantes riquezas; 6) nacer como varón; 7) poseer un habla elocuente; y 8) no temer a las multitudes.”
Sujāta preguntó: “Bhagavan, ¿A través de qué causas y condiciones puede el Bodhisattva adquirir esas ocho cosas, desde la longevidad hasta no tener miedo de las multitudes?”
El Buda contestó: “Buen hombre, un Bodhisattva, un Gran Ser, durante innumerables vidas anteriores, habiendo estado movido por un amor benevolente, no mató a los seres, y por eso ahora el está dotado de longevidad. Durante innumerables vidas anteriores, el dio ropas y lámparas como limosna, y por eso ahora él está dotado de una buena apariencia. Durante innumerables vidas anteriores, el dio comida y bebida como limosna, y por eso ahora el está dotado con fuerza física. Durante innumerables vidas anteriores, el destruyó su arrogancia, y por eso ahora el renace en una casta elevada. Durante innumerables vidas anteriores, el se deleitó en la exposición del Dharma, y por eso ahora posee abundantes riquezas. Durante innumerables vidas anteriores, a él le disgustó el asumir una forma femenina, y por eso ahora el nace como un varón. Durante innumerables vidas anteriores él observó celosamente los preceptos morales, y por eso ahora el posee el don de la elocuencia. Durante innumerables vidas anteriores, el hizo ofrendas a las Tres Joyas, y por eso ahora él no teme a las multitudes.
Estas ocho acciones tienen que reunir tres condiciones: 1) que las cosas dadas sean puras; 2) que la mente de quien da limosna sea pura; y 3) que el campo de fortuna[2] sea puro.
¿Qué significa “que las cosas dadas sean puras”? No han de ser bienes robados, ni ofrendas que hayan sido aceptadas ya por los seres santos, ni cosas de propiedad comunal, ni cosas que pertenezcan a las Tres Joyas. No tienen que ser dadas primero a una sola persona, y después a muchos; o ser dadas primero a muchos, y después a una sola persona. No tienen que haber sido adquiridas por alguien por medio del acoso, engaño, o por la fuerza. Este es el significado de dar cosas puras.
¿Qué significa “que la mente de quien da limosna sea pura”? Cuando él da limosna, es para adorno de la Iluminación, y para domar a los seres, y no para conseguir retribuciones en la existencia cíclica, tales como el nacer en una casta elevada, tener una buena apariencia, fuerza física, riqueza, continuidad en la línea familiar, o un gran séquito. Este es el significado de una mente pura.
¿Qué significa “que el campo de fortuna sea puro”? Si quien recibe la limosna permanece alejado de los ocho senderos malvados[3], es llamado un campo de fortuna puro.
Buen hombre, la concurrencia de estas tres condiciones asegura la adquisición de esas ocho cosas por parte del Bodhisattva. Buen hombre, un Bodhisattva busca tener una vida larga porque él, ante los seres, quiere alabanzas, y no el matar. El quiere tener una apariencia agradable porque pretende que los seres se encuentren deleitados al verlo. El busca una casta elevada porque quiere obtener el respeto de los seres. El busca fuerza física porque quiere mantener los preceptos, recitar los Sutras, y practicar meditación. El busca una abundante riqueza porque pretende domar a los seres. El busca renacer como un varón porque desea ser un vaso adecuado para el Dharma, y porque quiere hacer buenas acciones. El busca hablar con elocuencia porque quiere que los seres acepten sus palabras sobre Dharma. El busca no tener miedo de las multitudes porque quiere exponer el verdadero Dharma.
Beneficiándose a Sí Mismo y a los Demás con Sabiduría y Autocontrol.
Buen hombre, un Bodhisattva equipado con las ocho cosas puede beneficiarse a sí mismo y a los demás, y sus acciones son llamadas acciones concretas. Equipado con las ocho cosas, un Bodhisattva, un Gran Ser, acepta y sostiene plenamente las diez acciones virtuosas para de buen grado transformar a los seres. El también acepta y mantiene los preceptos del laico, para con mucho gusto transformar a otros. El está dotado con una buena apariencia, una casta elevada, fuerza física, y abundante riqueza, pero no obstante en él no surge nunca el orgullo. El observa los preceptos con pureza, escucha asiduamente el Dharma, y hace esfuerzos enérgicos para progresar, pero la arrogancia nunca aparece en él. El nunca pierde el autocontrol, y nunca utiliza ilusiones para engañar a los seres. El honra a los seis elementos de la armonía y respeto[4].
Para un Bodhisattva que está equipado con las ocho cosas, la vida en familia no es diferente de renunciar a la vida en familia. Ese Bodhisattva nunca genera causas o condiciones que dañen a otros. ¿Por qué no? Porque tiene un fuerte sentido de la vergüenza y del decoro. Buen hombre, supón que alguien que lleva una vida en familia ha recibido y observado los preceptos del laico en una vida. Incluso aunque en una vida futura llegue a renacer en algún lugar en el que las Tres Joyas no se encuentren, él nunca generará causas y condiciones que dañen a otros. ¿Por qué no? Por dos razones: por sabiduría y por autocontrol.
Buen hombre, él no hará el mal en un lugar en el que el mal impere, por cuatro razones: 1) porque él entiende las faltas producidas por sus aflicciones; 2) porque no sigue a sus aflicciones; 3) porque es capaz de tolerar el sufrimiento; 4) porque no tiene miedo. Un Bodhisattva equipado con estos cuatro fenómenos, no es agitado por cinco razones: 1) porque él se deleita en la acumulación de actos virtuosos; 2) porque discrimina correctamente entre lo bueno y lo malo; 3) porque permanece cercano al verdadero Dharma; 4) porque tiene compasión hacia los seres; 5) porque él reconoce los efectos de las vidas pasadas.
Las Habilidades de un Bodhisattva Equipado con las Ocho Cosas.
Buen hombre, un Bodhisattva equipado con las ocho cosas puede tolerar las difamaciones y críticas de los otros. Cuando otros lo alaban, se siente avergonzado y embarazado. Cuando él se entrena para el logro de la Iluminación, el se alegra, pero en modo alguno surge en él el orgullo. El puede domar al malo, y unir a un grupo desunido. El da a conocer las buenas acciones de otros, pero nunca airea sus faltas. El no hace público aquello de lo que otros se avergüenzan. Cuando él oye un secreto de otro, no lo da a conocer. El no hace súplicas para conseguir cosas mundanas. El da una gran retribución a cambio de la escasa amabilidad recibida. El mantiene una mente benevolente hacia aquel que siente resentimiento hacia él. Cuando hay amigos y enemigos sufriendo, el rescata primero del sufrimiento al enemigo. El siente compasión hacia aquellos que lo insultan, y hacia aquellos que lo golpean. Cuando ve a alguien robándolo, el permanece quieto e imperturbable. El ve a todos los seres como si fueran sus padres. El preferiría antes perder su vida, que contar mentiras. ¿Por qué? Porque él sabe que cada acción tiene su correspondiente retribución.
El mira a las aflicciones como a enemigos, y a las acciones virtuosas como a un viejo amigo muy querido. Cuando en él surge la codicia hacia los objetos externos, él inmediatamente observa sus faltas. Y lo mismo hace con todas sus aflicciones.
Si permanece cerca de malas personas, el no intenta intimar con ellos. Aunque no viva con buenos amigos, el no piensa que esté muy alejado de ellos. Aunque él hace ofrendas a los padres, maestros, y mayores, el nunca comete malas acciones para  poder hacer estas ofrendas. Aunque posea pocos bienes materiales, en el no surgen pensamientos de malicia cuando otros le piden limosna. Aunque él no intima con las personas viles, el siempre tiene compasión hacia ellos, y les paga el mal con bien. Cuando el está experimentando placeres, no menosprecia a otros; y cuando ve que otros están sufriendo, no se regocija.
El utiliza los cuatro modos de actividad para transformar a los seres, con las acciones puras del cuerpo. El recita las doce categorías de las escrituras para transformar a los seres, con la acción pura del habla. El se entrena en los Cuatro Inmensurables[5] para transformar a los seres, con la acción pura de la mente. El se deleita en hacer cualquier cosa con tal de traer la felicidad a los seres, incluso aunque a él le suponga tener que experimentar dolor en su cuerpo. Aunque los temas mundanos no lo benefician, él los llega a dominar para beneficio de los seres. Incluso en el caso de que en aquello en lo que él se ha entrenado llegue a ser el mayor de los expertos, el no muestra orgullo por ello. Usando lo que ha aprendido, transforma diligentemente a los seres, deseando continuar haciéndolo infinitamente, y posibilita que sus amigos y parientes no hagan el mal.
Equipado con las ocho cosas, el se delita en enseñar a los seres, explicándoles el principio de la causación, el cual no tiene error. Cuando los seres queridos se van, el no se siente destrozado, porque él es consciente de la impermanencia. Cuando experimenta placeres, no se siente apegado a ellos, porque es consciente del sufrimiento y la impermanencia. Buen hombre, un Bodhisattva equipado con las ocho cosas es capaz de hacer todo esto.
Buen hombre, existen dos clases de Bodhisattvas: aquellos que han renunciado a la vida en familia, y aquellos que llevan una vida en familia. Para los Bodhisattvas que han renunciado a la vida en familia, es fácil entrenarse para conseguir las ocho cosas; pero para los bodhisattvas que llevan una vida en familia es difícil el entrenamiento para conseguir las ocho cosas. ¿Por qué? Porque aquellos que llevan una vida en familia están impedidos por muchas causas y condiciones adversas.



[1] Nacer en una familia de brahmines o de aristócratas, esto es, tener un estatus social elevado.
[2] Quien recibe. Existen tres campos de fortuna, el Campo del Mérito; el Campo de la Amabilidad; y el Campo de Compasión.
[3] Son los ocho opuestos al Noble Sendero Óctuple.
[4] Los miembros de la Sangha necesitan actuar de forma acorde con el cuerpo, habla, y mente practicando los preceptos morales, la generosidad, y la visión. Todos ellos son elementos que crean la armonía y el respeto dentro de una comunidad.
[5] Amor, compasión, alegría, y ecuanimidad inmensurables.

domingo, 19 de junio de 2016

Sutra de la Moralidad del Laico. Capítulo Diez. El Beneficio para Uno y los Demás.

El Beneficio para Uno y los Demás.
El Camino Supremo a la Iluminación.
Sujāta preguntó: “Bhagavan, ¿Qué es la Iluminación, y qué es el Camino a la Iluminación?”
El Buda respondió: “Buen hombre, no hay Camino a la Iluminación separado de la Iluminación. No hay iluminación separada del Camino a la Iluminación. El Camino a la Iluminación es Iluminación, y la Iluminación es el Camino a la Iluminación. Lo que supera a la Iluminación que es el fruto de los Oyentes y de los Realizadores Solitarios, es llamado Iluminación, o Camino a la Iluminación.”
Sujāta dijo: “Bhagavan, si el fruto espiritual alcanzado por los Oyentes y por los Realizadores Solitarios, es la Iluminación, o el Camino de la Iluminación, ¿Cómo puede ser superado?”
El Buda respondió: “Buen hombre, el Camino de los Oyentes y de los Realizadores Solitarios no es vasto, y su realización de la verdad no lo abarca todo. Al contrario, la Iluminación, o el Camino a la Iluminación, es supremo. Por ejemplo, las doce categorías de las escrituras son los más destacados entre todos los textos que hay en el mundo. ¿Por qué? Porque las enseñanzas que contienen son verdaderas y rectas. Lo mismo sucede con el Camino a la Iluminación cuando se lo compara con los otros Dos Vehículos.
El Aprendizaje, y el Fruto del Aprendizaje en el Camino a la Iluminación.
Buen hombre, el Camino a la Iluminación abarca el aprendizaje y la fructificación del aprendizaje. ¿Qué se quiere decir por aprendizaje y fructificación del aprendizaje? Mientras no se ha conseguido la no reversibilidad en el Camino a la Iluminación, es llamado aprendizaje; y si uno ha alcanzado la irreversibilidad, es llamado fructificación del aprendizaje. Si uno no ha logrado la certeza de alcanzar la iluminación[1], es llamado aprendizaje; si durante el tercer eón inmensurable de entrenamiento, uno ha logrado la certeza de alcanzar la Iluminación, es llamado fructificación del aprendizaje.
En el primer eón inmensurable, uno es incapaz de dar todo, de dar todo siempre, o de dar a todos los seres. En el segundo eón inmensurable uno es capaz de dar todo, pero es incapaz de dar siempre, y también es incapaz de dar a todos los seres. Durante estos dos eones es llamado aprendizaje. En el tercer eón inmensurable uno es capaz de dar todo, es capaz de dar siempre, y también de dar a todos los seres, por tanto es llamado fructificación del aprendizaje.
Buen hombre, si un Bodhisattva practica las Seis Perfecciones-la Perfección de las virtudes de la Generosidad, Moralidad, Paciencia, Esfuerzo Entusiasta, Concentración, y Sabiduría-es llamado aprendizaje. Si ha cruzado a la Otra Orilla, es llamado fructificación del aprendizaje.
La Perfección de la Generosidad, y la Generosidad.
Buen hombre, existen: 1) una práctica de la generosidad que no es una Perfección; 2) Perfecciones que no son la práctica de la generosidad; 3) una práctica de la generosidad que es Perfección; y 4) prácticas que no son ni generosidad, ni Perfecciones.
Buen hombre, la práctica de la generosidad de los Oyentes, Realizadores Solitarios, personas ordinarias, de los no budistas que sostienen diversas visiones erróneas, y también la de los Bodhisattvas que se encuentran en sus dos primeros eones incalculables de entrenamiento, no es una verdadera Perfección. La moralidad, la paciencia, el esfuerzo entusiasta, la meditación, y la sabiduría son otras Perfecciones distintas de la generosidad. La generosidad practicada por los Bodhisattvas en su tercer eón inmensurable de entrenamiento, es una verdadera Perfección. La moralidad que observa los preceptos, la paciencia que soporta la adversidad, el esfuerzo entusiasta en progresar, la meditación, el amor benevolente, y la compasión practicadas por los Oyentes y los Realizadores Solitarios no son ni generosidad, ni una Perfección.
Cuando uno practica la generosidad dando limosna, y no es una Perfección, es llamado aprendizaje. Cuando uno practica la generosidad dando limosna, y es una Perfección, es llamado fructificación del aprendizaje.
Aprendizaje y Fructificación del Aprendizaje.
Buen hombre, la Iluminación incluye la sabiduría que conoce que las aflicciones de uno se han terminado, y la que conoce que los nacimientos de uno impulsados por los resultados de las acciones, se han terminado. En la adquisición este conocimiento, si uno está reuniendo los Treinta y Siete Factores de la Iluminación[2], es llamado aprendizaje; y si uno ha alcanzado la Iluminación, es llamado fructificación del aprendizaje. Si uno primero refrena sus facultades[3], y después lo hace con las de otros, ello es llamado aprendizaje; si uno ha alcanzado la liberación, y posibilita que otros la consigan, ello es llamado fructificación del aprendizaje. Si uno se entrena para conseguir los Dieciocho Atributos Exclusivos-los Diez Poderes, las Cuatro Ausencias de Miedo, la Gran Compasión, y los Tres Recuerdos de la Igualdad-ello es llamado aprendizaje. Si uno ha logrado completamente los Dieciocho Atributos Exclusivos, es llamado fructificación del aprendizaje.
Si uno realiza acciones para beneficio suyo y de los otros, es llamado aprendizaje; si uno se ha beneficiado a sí mismo y a los otros, es llamado fructificación del aprendizaje. Si uno estudia los fenómenos mundanos, es llamado aprendizaje; si estudia los fenómenos que transcienden lo mundano, es llamado fructificación del aprendizaje. Si uno no es capaz de dar su cuerpo y sus posesiones para el beneficio de los otros, es llamado aprendizaje; si uno no se retrae a la hora de dar su cuerpo y sus riquezas, incluso su vida, para el beneficio de los demás, es llamado fructificación del aprendizaje. Si uno enseña a los seres a realizar acciones virtuosas para que estos puedan renacer como humanos o dioses, es llamado aprendizaje; si uno los enseña para que realicen aquellas acciones que los liberarán de las aflicciones, es llamado fructificación del aprendizaje. Si uno da como limosna a los seres bienes materiales, es llamado aprendizaje; si uno les da enseñanzas sobre el Dharma como limosna, es llamado fructificación del aprendizaje. Si uno puede erradicar su propia codicia y envidia, es llamado aprendizaje; si uno puede erradicar la codicia y envidia de otros, es llamado fructificación del aprendizaje. Si uno desarrolla sus cinco fuerzas y se entrena en la atención mental, es llamado aprendizaje; si uno enseña a los demás a completar los Treinta y Siete Factores de la Iluminación, es llamado fructificación del aprendizaje.
Beneficiándose a Uno Mismo, y a los Otros.
Buen hombre, un Bodhisattva con fe debería de beneficiarse a sí mismo y a los otros. Si él se beneficia solo a sí mismo, ese no es un verdadero beneficio. Beneficiar a otros es beneficiarse uno mismo. ¿Por qué? Porque si un Bodhisattva, para beneficiar a otros, es incapaz de dar su cuerpo, sus riquezas, e incluso su vida, se dice que se está beneficiando a sí mismo. Supón que un Bodhisattva sabe que hay seres que no aceptarían el significado de las enseñanzas de los Oyentes y Realizadores Solitarios. Si entonces él les enseña los placeres del mundo de los humanos y del de los dioses, se dice que él está beneficiando a los otros. El beneficiar a otros es beneficiarse uno mismo.
Si un Bodhisattva que es incapaz de beneficiarse a sí mismo y a los demás, busca el beneficio propio, el es llamado un Bodhisattva de grado inferior. ¿Por qué? Porque ese Bodhisattva siente codicia hacia la riqueza del Dharma, y ni siquiera es capaz de beneficiarse a sí mismo. Si un Bodhisattva deja que los otros estén experimentado el sufrimiento, mientras que él disfruta de la paz y alegría[4], no puede beneficiar a los otros. Si un Bodhisattva deja de dar limosna, de observar los preceptos morales, y de escuchar asiduamente el Dharma, pero enseña a otros, se dice que él está beneficiando a los demás, pero no a sí mismo. Si un Bodhisattva se equipa con las cinco fuerzas, incluyendo la fe, y las enseña a otros, se dice que está beneficiándose a sí mismo y a los otros.
Buen hombre, uno puede buscar beneficios en esta misma vida o en las futuras. Si un Bodhisattva busca el beneficio en esta misma vida, ello no es llamado un verdadero beneficio. Si el busca beneficios en las vidas futuras, entonces su esfuerzo le trae beneficios en esta misma vida, y también en las futuras.
Buen hombre, existen dos tipos de felicidad, y dos tipos de mérito, el mundano y el que transciende lo mundano. Si un Bodhisattva está provisto con esas dos clases de felicidad y esos dos tipos de mérito para transformar a los seres, se dice que beneficia tanto a los otros, como a él mismo.
El Entrenamiento para Beneficiarse Uno y los Otros.
Buen hombre, si un Bodhisattva está provisto con una cosa, él puede beneficiarse a él mismo, y a los otros. Esta cosa es el auto control. Hay otras dos cosas para beneficiarse uno mismo y los demás: 1) escuchar mucho (el Dharma), y 2) reflexionar sobre lo escuchado. Hay otras tres cosas para beneficiarse uno mismo y los demás: 1) tener compasión hacia los seres, 2) esforzarse en progresar, y 3) no permanecer distraído. Hay otras cuatro cosas para beneficiarse uno mismo y los otros: son las cuatro formas de permanecer: 1) andando, 2) de pie quieto, 3) sentado, 4) acostado. Hay otras cinco cosas para beneficiarse uno y los demás: 1) tener fe, 2) observar los preceptos de la moralidad, 3) escuchar asiduamente el Dharma, 4) practicar la generosidad dando limosnas; y 5) desarrollar la sabiduría. Hay otras seis cosas para beneficiarse uno y los demás: los seis recuerdos. Hay otras siete cosas para beneficiarse uno y los demás: la destrucción de las siete clases de orgullo.
Buen hombre, supón que en una multitud de ascetas, brahmines, mayores, hombres, y mujeres, hay alguien que tiene faltas. Un Bodhisattva debería en primer lugar dejarlo a su manera, y después exponerle el Dharma para domarlo. Si el Bodhisattva no lo deja en primer lugar comportarse a su manera e intenta inmediatamente exponerle el Dharma, ese Bodhisattva es llamado un Bodhisattva de nivel bajo.
Los Bodhisattva que Pueden Beneficiarse a Sí Mismos y a Otros.
Buen hombre, existen dos clases de Bodhisattvas: aquellos que se deleitan permaneciendo cerca de los buenos amigos, y aquellos que no se deleitan en permanecer cerca de los buenos amigos. Mientras que aquellos que se deleitan en permanecer cerca de los buenos amigos, pueden beneficiarse ellos y beneficiar a los otros, aquellos que no encuentran deleite en permanecer cerca de los buenos amigos son incapaces de beneficiarse a sí mismos y a los demás.
Buen hombre, entre aquellos que se deleitan en permanecer cerca de los buenos amigos existen dos clases: aquellos que se deleitan en hacer ofrendas, y aquellos que no se deleitan en hacer ofrendas. Mientras que aquellos que se deleitan en hacer ofrendas pueden beneficiarse a sí mismos y beneficiar a otros, quienes no se deleitan en hacer ofrendas, son incapaces de beneficiarse a sí mismos y a los demás.
Entre aquellos que se deleitan en hacer ofrendas, existen dos clases: aquellos que escuchan atentamente el Dharma, y aquellos que no escuchan atentamente el Dharma. Mientras que aquellos que escuchan atentamente el Dharma pueden beneficiarse a sí mismos y beneficiar a otros, quienes no escuchan atentamente el Dharma son incapaces de beneficiarse a sí mismos y a los demás.
Entre aquellos que escuchan atentamente el Dharma, existen dos clases: aquellos que hacen preguntas, y aquellos que no hacen preguntas. Mientras que aquellos que hacen preguntas pueden beneficiarse a sí mismos y a los otros, quienes no hacen preguntas son incapaces de beneficiarse a sí mismos y a los demás.
Entre aquellos que hacen preguntas con respecto al significado, existen dos clases: aquellos que sostienen fervientemente el significado, y aquellos que no sostienen fervientemente el significado. Mientras que aquellos que sostienen fervientemente el significado pueden beneficiarse a sí mismos y beneficiar a los otros, quienes no sostienen fervientemente el significado son incapaces de beneficiarse a sí mismos y a los demás.
Entre aquellos que sostienen fervientemente el significado, existen dos clases: aquellos que reflexionan en el significado, y aquellos que no reflexionan en el significado. Mientras que aquellos que reflexionan en el significado pueden beneficiarse a sí mismo y beneficiar a los otros, quienes no reflexionan en el significado son incapaces de beneficiarse a sí mismos y a los demás.
Entre aquellos que reflexionan en el significado, existen dos clases: aquellos que entienden el significado, y aquellos que no entienden el significado. Mientras que aquellos que entienden el significado pueden beneficiarse a sí mismos y beneficiar a otros, quienes no entienden el significado son incapaces de beneficiarse a sí mismos y a los demás.
Entre aquellos que entienden el significado, existen dos clases: aquellos que permanecen en su comprensión, y aquellos que no permanecen en su comprensión. Mientras que aquellos que permanecen en su comprensión pueden beneficiarse a sí mismos y beneficiar a otros, quienes no permanecen en su comprensión son incapaces de beneficiarse a sí mismos y a los demás.
Entre aquellos que permanecen en la comprensión del significado, existen dos clases: aquellos que han adquirido los ocho conocimientos superiores y aquellos que no han adquirido los ocho conocimientos superiores. Los ocho conocimientos superiores son: 1) el conocimiento del Dharma; 2) el conocimiento de los significados de las enseñanzas del Dharma; 3) el conocimiento del momento adecuado para actuar; 4) el contentamiento; 5) el conocimiento del ego y de los otros; 6) el conocimiento de las diferencias entre los grupos; 7) el conocimiento de las facultades de cada individuo; 8) el conocimiento de las capacidades de cada individuo.
Los Bodhisattvas Poseedores de los Ocho Conocimientos Superiores.
Aquellos equipados con estos Ocho Conocimientos Superiores poseen un habla dotada con dieciséis cualidades: 1) hablan en el momento adecuado; 2) hablan honestamente; 3) hablan de forma bien estructurada; 4) hablan de forma amigable; 5) hablan de forma acorde al significado del Dharma; 6) hablan alegremente; 7) hablan de acuerdo a las mentes de quienes lo escuchan; 8) hablan sin menospreciar a los oyentes, 9) hablan sin reprender a los oyentes; 10) hablan de acuerdo al significado del Dharma; 11) hablan para su propio beneficio y el de otros; 12) hablan sin divagaciones; 13) hablan para explicar debidamente el significado; 14) hablan la verdad; 15) hablan sin orgullo; y 16) hablan sin buscar ninguna recompensa mundana.
Quienes hablan de este modo también poseen dieciséis cualidades a la hora de escuchar: 1) siempre escuchan; 2) escuchan con deleite; 3) escuchan con atención; 4) escuchan con respeto; 5) escuchan sin buscar faltas; 6) escuchan sin buscar un debate; 7) escuchan sin buscar superar quien habla; 8) escuchan sin menospreciar a quien habla; 9) escuchan sin menospreciar el Dharma; 10) escuchan sin menospreciarse a sí mismos; 11) escuchan con una mente libre de las cinco marañas[5]; 12) escuchan para aceptar y sostener las enseñanzas del Dharma; 13) escuchan para eliminar sus cinco aflicciones; 14) escuchan con fe; 15) escuchan para domar a los seres; y 16) escuchan para suspender la facultad de oír mientras permanecen en meditación.
Buen hombre, aquellos que han adquirido los Ocho Conocimientos pueden hablar y oír bien, y pueden beneficiarse a sí mismos y a los demás. Aquellos que no poseen estos Ocho Conocimientos no pueden beneficiarse ni a sí mismos, ni a los demás.
Los Bodhisattvas Cuya Habla es Pura.
Buen hombre, entre aquellos capaces de hablar bien, existen dos clases: los puros y los impuros. Los impuros hablan por cinco razones: 1) para obtener beneficio; 2) para obtener retribuciones; 3) para superar a otros; 4) para conseguir compensaciones mundanas; 5) para expresar dudas. Los puros también hablan por cinco razones: 1) para repetir después de haber dado comida a los oyentes; 2) para apoyar a las Tres Joyas; 3) para erradicar las aflicciones en sí mismos y en los otros; 4) para discriminar lo correcto de lo incorrecto; 5) para hacer posible que los oyentes tengan éxito.
Buen hombre, el habla impura es llamada suciedad, traición al Dharma, sacrilegio, equivocación, o negligencia. El habla pura es llamada pureza, habla correcta, habla verdadera, o una compilación del Dharma. Buen hombre, si uno está bien versado en las doce categorías de las escrituras, en los idiomas, y en la lógica; y si conoce las premisas y los ejemplos de la lógica, al beneficiarlo a él mismo y a los otros, es llamado habla correcta.
Los Diferentes Tipos de Seres que Han de Ser Domados.
Hay cuatro tipos de oyentes: 1) aquellos que obtienen una gran comprensión con solo escuchar un poco; 2) aquellos que adquieren comprensión a través de las explicaciones; 3) aquellos que comprenden el significado que se quiere expresar; y 4) aquellos que aprehenden el significado, palabra por palabra, y frase por frase. Un Tathagata expone el Dharma a los tres primeros tipos de oyente, pero no al cuarto. ¿Por qué? Porque no son vasos adecuados para el Dharma. Estos cuatro tipos de oyentes se dividen en dos clases: maduros e inmaduros. Los maduros pueden ser domados ahora; y los inmaduros serán domados en el futuro.
Buen hombre, como analogía, existen cuatro tipos de árboles: 1) aquellos fáciles de cortar, pero difíciles de transportar; 2) aquellos difíciles de cortar, pero fáciles de transportar; 3) aquellos fáciles de cortar y fáciles de transportar; 4) aquellos difíciles de cortar y difíciles de transportar. Similarmente, aquellos que han renunciado a la vida en familia se clasifican en cuatro grupos:1) aquellos que son fáciles de domar, pero difíciles de liberar; 2) aquellos que son difíciles de domar, pero fáciles de liberar; 3) aquellos que fáciles de domar y fáciles de liberar; y 4) aquellos que son difíciles de domar y difíciles de liberar. Estos cuatro grupos se clasifican en dos tipos: aquellos que pueden domarse a sí mismos, y aquellos que necesitan de otros para ser domados.
Domando a los Seres.
Un Bodhisattva puede domar a los seres de tres modos: 1) reprendiéndolos; 2) persuadiéndolos; 3) reprendiendo y persuadiendo. Hay otras dos formas: 1) dándoles regalos; 2) por medio de mantras. El momento adecuado para domar a estos cuatro grupos de seres puede ser cuando están felices, o cuando están sufriendo.
Para exponer el Dharma a estos cuatro grupos, un Bodhisattva necesita dos medios hábiles: 1) un buen conocimiento de los asuntos mundanos, y 2) atenderlos en sus necesidades. Buen hombre, un Bodhisattva que conozca estos dos medios hábiles puede beneficiarse a sí mismo y a los otros. Si él no los conoce, entonces no puede beneficiarse ni a sí mismo, ni a los demás.
Buen hombre, para beneficiar a los otros, un Bodhisattva debería de estudiar los textos no budistas, y entonces exponer las enseñanzas de las doce categorías de las escrituras. Cuando los seres oigan las enseñanzas contenidas en las doce categorías de las escrituras, ellos desecharán los textos no budistas. Además, un Bodhisattva debería de enseñar los inconvenientes que hay en las aflicciones, y cómo uno puede liberarse de ellas; y debería de alabar los méritos de la práctica de la generosidad, y denunciar los efectos negativos de la tacañería. Un Bodhisattva se deleita en el silencio, y alaba las virtudes del silencio. El se entrena continuamente en el Dharma, y alaba el mérito de tales acciones. Si él es capaz de hacer todo eso, el puede beneficiarse a sí mismo y a los demás.
Las Dos Clases de Bodhisattva Apoyándose Unos a Otros.
Los Bodhisattvas que llevan una vida en familia, en primer lugar, deberían de domarse a sí mismos. Si no pueden domarse a sí mismos, no deberían de renunciar a la vida en familia. Mientras que los Bodhisattvas que llevan una vida en familia pueden liberar a mucha gente, los Bodhisattvas que han abandonado la vida en familia no pueden. ¿Por qué no? Porque sin aquellos que llevan una vida en familia, no habría nadie que pudiera llevar una vida renunciando a la vida en familia. Aquellos que han renunciado a la vida en familia para montar en alguno de los Tres Vehículos que llevan a la Iluminación, y para observar los preceptos, recitar los Sutras, y practicar la meditación, están adornados por aquellos que llevan una vida en familia.
Buen hombre, existen el Sendero, y el Ornamento del Sendero. El Sendero se refiere a las acciones del Dharma; y el Ornamento del Sendero se refiere a aquellos que llevan una vida en familia. Los Bodhisattvas que han renunciado a la vida en familia se entrenan para alcanzar la Iluminación para beneficio de los Bodhisattvas que llevan una vida en familia. Aquellos que llevan una vida en familia hacen acciones de Dharma para mantener a aquellos que han renunciado a la vida en familia.
Aquellos que llevan una vida en familia se entrenan en dos cosas: recibir, y dar. Aquellos que han renunciado a llevar una vida en familia también se entrenan en dos cosas: recitar, y enseñar. Buen hombre, si un Bodhisattva, un Gran Ser, hace las cuatro cosas-recibir y dar; y recitar y enseñar-se dice que se beneficia a sí mismo y a los otros.
Transformando a los Seres.
Si un Bodhisattva desea explicar a los seres el profundo significado del Reino de la Realidad[6], en primer lugar debería de enseñar sobre los fenómenos mundanos, y con posterioridad hablar sobre el profundo Reino de la Realidad. ¿Por qué? Porque es más fácil transformarlos de este modo. Un Bodhisattva, un Gran Ser, debería de proteger las mentes de todos los seres. A no ser que proteja sus mentes, él no podrá domarlos. Un Bodhisattva también debería de protegerse a sí mismo. Si él no se protege a sí mismo, no podrá domar a los seres. Aunque no escatima su cuerpo, vida, o riqueza, un Bodhisattva las protege con la intención de domar a los seres.
Un Bodhisattva, un Gran Ser, debería de eliminar sus propias malas acciones, y entonces enseñar a los otros a eliminar las suyas. Si él no elimina sus faltas, y en cambio enseña a los otros como eliminar las suyas, no es un comportamiento correcto. Por consiguiente, un Bodhisattva debería de practicar la generosidad dando limosna, observando los preceptos morales, logrando el contentamiento, y haciendo esfuerzos enérgicos para progresar; y entonces él puede enseñar a los otros a hacer lo mismo. Si un Bodhisattva no realiza en sí mismo las acciones de Dharma, él no puede tener éxito enseñando y transformando a los seres.
Buen hombre, las capacidades de los Bodhisattvas y de los seres se clasifican en pequeñas, medias, y grandes. Un Bodhisattva de capacidad pequeña solo puede transformar a seres de capacidad pequeña. Un Bodhisattva de capacidad media puede transformar a seres de capacidad pequeña y media. Un Bodhisattva de capacidad grande puede transformar a seres de las tres capacidades.
Buen hombre, existen dos clases de Bodhisattvas: aquellos que llevan una vida en familia, y aquellos que han abandonado la vida en familia. Es fácil para aquellos que han renunciado a la vida en familia el beneficiarse a sí mismos y a los otros, pero para aquellos que llevan una vida en familia es difícil beneficiarse a sí mismos y a los demás. ¿Por qué? Porque quienes llevan una vida en familia están obstaculizados por muchas causas y condiciones adversas.




[1] Tras haber obtenido la predicción de un Buda.
[2] También llamadas las Treinta y Siete Ayudas a la Iluminación; son: Los Cuatro Fundamentos de la Atención Mental: (1) Atención al Cuerpo, 2) Sensaciones, 3) Mente, y 4) Objetos Mentales), Los Cuatro Esfuerzos Correctos: (1) poner fin a lo no virtuoso; 2) no permitir que surja lo no virtuoso; 3) causar la aparición de lo virtuoso; 4) expandir lo virtuoso); Las Cuatro Vías para Obtener la Absorción: ( 1) Aspiración, 2) esfuerzo, 3) memoria, 4) contemplación; Las Cinco Fuerzas: 1) Fe, 2) Esfuerzo, 3) Memoria, 4) Absorción meditativa; 5) Sabiduría; Los Cinco Poderes: 1)Fe, 2) Esfuerzo, 3) Memoria, 4) Absorción Meditativa, 5) sabiduría; Los Siete Factores de la Iluminación: 1) Examen crítico de las teorías; 2) Esfuerzo; 3) mente alegre; 4) ligereza y paz de cuerpo y mente; 5) atención a todas las actividades y recuerdo del Dharma;6) Absorción Meditativa; 7) ecuanimidad ante lo favorable y desfavorable; el Noble Sendero Óctuple: 1) Visión Correcta, 2) Pensamiento Correcto; 3) Habla Correcta; 4) Acción Correcta; 5) Modo de Vida Correcto; 6) Esfuerzo Correcto; 7) Atención Correcta; 8) Absorción Meditativa Correcta.

[3] Las facultades del ojo, oído, etc.
[4] Del nirvana.
[5] Los cinco obstáculos de la codicia, enfado, engaño, agitación, y duda.
[6] Dharmadhatu

martes, 7 de junio de 2016

Sutra de la Moralidad del Laico. Capítulo Nueve- La Firme Determinación de un Bodhisattva.

La Firme Determinación de un Bodhisattva.
Cómo se Entrenó el Buda en Sus Vidas Anteriores.
Sujāta preguntó: “Bhagavan, ¿Cómo puede un Bodhisattva saber que él es realmente un verdadero Bodhisattva?”
El Buda respondió: “Buen hombre, cuando un Bodhisattva, un Gran Ser, emprende el entrenamiento en el ascetismo, lo primero que debe de hacer es domar su mente. Buen hombre, según yo recuerdo, en el pasado, cuando yo era un Bodhisattva que discurría por el Camino del Bodhisattva[1], yo comencé con prácticas ascéticas no budistas, y yo las practique fervientemente sin ningún pensamiento de abandono. En innumerables vidas pasadas, yo cubrí mi cuerpo con cenizas, y cada día comía solo una semilla de sésamo, un guisante, un grano de arroz, o un grano de trigo. Yo usé como cama lechos de cardos, espinos, ramas secas, y el suelo pedregoso. Yo tomé como medicina el excremento de vaca y la orina. En lo más caluroso del verano yo sometí a mi cuerpo a los cinco tipos de calor; y en lo más crudo del invierno me ponía sobre bloques de hielo. A veces yo usé como comida la hierba, raíces, pedúnculos, hojas, frutos, la tierra del suelo, e incluso el aire. Y esas prácticas de riguroso ascetismo no me beneficiaron ni a mí, ni a los demás. Sin embargo, en mi mente no hubo abandono, y yo transcendí todas las prácticas ascéticas no budistas.
Buen hombre, en el pasado yo abandoné mi cuerpo y mi vida por cuatro razones: 1) para erradicar el sufrimiento de los seres; 2) para hacer posible que los seres puedan tener paz y alegría; 3) para hacer añicos el apego a mi cuerpo; 4) para pagar la amabilidad de mis padres, quienes me tuvieron y criaron. Si un Bodhisattva no es capaz de dar su cuerpo y su vida, el debería de saber que no es un verdadero Bodhisattva.
Buen hombre, en el pasado, para beneficio del Dharma, yo corté la carne de mi cuerpo para hacer 3.600 lámparas. En aquel tiempo, debido a mis aflicciones, yo sentí dolor. Sin embargo, para hacer posible que los seres lograran la liberación, yo dispuse mi mente para mantener la resolución y no abandonar nunca. Entonces, debido a ello, yo logré tres cosas: 1) que mi mente nunca abandonase; 2) me convertí en un verdadero Bodhisattva; 3) yo fui llamado un Bodhisattva inconcebible.
Además, en el pasado, para el bien del verdadero Dharma, durante un eón yo soporté el dolor de tener mil úlceras en todo mi cuerpo. En aquel tiempo, debido a mis aflicciones, yo experimenté dolor. Sin embargo, para posibilitar que los seres alcanzaran la liberación, yo dispuse mi mente para mantener la resolución y no abandonar nunca. Yo fui llamado un Bodhisattva inconcebible.
Además, en el pasado, yo ofrecí mi vida para salvar a una paloma. En aquel tiempo, debido a mis aflicciones, yo sentí dolor. Sin embargo, para posibilitar que los seres alcanzaran la liberación, yo dispuse mi mente para mantener la determinación, y no abandonar nunca. Yo fui llamado un Bodhisattva inconcebible.
Buen hombre, los malos amigos de uno, y las acciones motivadas por las aflicciones de uno son unos compañeros espléndidos en el Camino del Bodhisattva. ¿Por qué? Porque los seres ordinarios, al carecer de sabiduría y de una atención correcta[2], ven a sus aflicciones como a enemigos. Un Bodhisattva que está equipado con sabiduría y atención correcta, toma a sus aflicciones, a las acciones, y a sus malos amigos, como a sus compañeros en el Camino del Bodhisattva.
Buen hombre, aquellos que han erradicado sus aflicciones, ya no renacerán en ningún estado desafortunado. Por consiguiente, aunque un Bodhisattva manifieste malas acciones, esas acciones no están hechas por su cuerpo, habla, o mente, sino que se han manifestado a través del poder de sus votos. A través del poder de sus votos un Bodhisattva puede asumir la apariencia de un animal salvaje, porque él quiere domar a otros animales. Si un Bodhisattva llega a asumir la forma de un animal, el tiene familiaridad con las palabras de los humanos. Cuando asume una forma humana, sus palabras siempre tienen que ver con el Dharma, y son verdaderas, y nunca utiliza un lenguaje insultante o se da a la charlatanería. Apenándose los seres, el siempre cultiva el amor benevolente y la compasión, y ejerce el autocontrol. El es llamado un Bodhisattva inconcebible.
Buen hombre, en el pasado, cuando yo asumí el cuerpo de un oso, yo tenía aflicciones. Sin embargo, estas no tenían poder sobre mí. ¿Por qué? Porque yo tenía atención correcta. En aquel tiempo, yo sentía lástima de los seres, y sostuve el Dharma, y me entrené en el Dharma.
Yo también asumí el cuerpo de una vaca, de un mono, de un conejo, de una serpiente, de un naga, de un elefante, de un garuda, de una paloma, de un ciervo, de un macaco, de una cabra, de un pollo, de un pavo real, de un loro, o de una rana. Cuando yo asumí los cuerpos de esos animales, las aflicciones no tenían poder sobre mí. ¿Por qué? Porque yo tenía atención correcta. En aquel tiempo, yo sentía lástima de los seres, y sostuve el Dharma, y me entrené en el Dharma.
Buen hombre, en tiempos de hambruna, yo hice un gran voto. A través del poder de este gran voto yo asumí el cuerpo de un pez gigante para aliviar el hambre y la sed de los seres. Aquellos que estaban entrenándose para alcanzar la Iluminación, y aquellos que generaron la mente de Iluminación no cometieron ninguna falta por comer mi cuerpo.
En tiempos de epidemias, yo hice un gran voto. A través de este gran voto mi cuerpo llegó a convertirse en un gran árbol medicinal. Aquellos que me vieron, olieron, tocaron, o quienes comieron mi piel, sangre, carne, huesos, o médula, todos ellos fueron curados de sus enfermedades. Buen hombre, si un Bodhisattva soporta semejantes dolores y su mente no retrocede, el es llamado un verdadero Bodhisattva.
Lo Inconcebible con Respecto a un Bodhisattva.
Cuando esa clase de Bodhisattva practica las Perfecciones, él no busca la recompensa que surge de ello, sino que su intención es el beneficio de los seres. Un Bodhisattva conoce bien los males que hay en el tener que soportar repetidamente el nacimiento y la muerte, pero él se deleita en soportar los repetidos nacimientos y muertes para beneficiar a los seres, posibilitándoles que tengan paz y alegría. Un Bodhisattva que, conociendo bien la paz y alegría que hay en la liberación, puede vivir soportando los males de los repetidos nacimientos y muertes, es llamado un Bodhisattva inconcebible.
Un Bodhisattva no busca la retribución para sus acciones bondadosas. Y siempre que recibe amabilidad de otros, lo paga con más amabilidad. Buen hombre, mientras que todos los seres no buscan más que su propio beneficio, un Bodhisattva siempre busca beneficiar a los otros, por eso es llamado un Bodhisattva inconcebible. Aunque un Bodhisattva tiene aflicciones, él beneficia por igual a amigos y enemigos. Por tanto, es llamado un Bodhisattva inconcebible.
Buen hombre, cuando los no budistas transforman a los seres, ellos primero los conducen regañándolos, golpeándolos, o insultándolos, y entonces los doman. Un Bodhisattva actúa de forma diferente. El no utiliza palabras ofensivas, palabras coléricas, o palabras engañosas. El solo utiliza palabras agradables y verdaderas. Los seres que oyen sus palabras son como lotos azules iluminados por la Luna, o como lotos rojos iluminados por el Sol.
Buen hombre, cuando un Bodhisattva da limosnas en una cantidad pequeña, el no se molesta si se le pide más. El es llamado un Bodhisattva inconcebible. Cuando el enseña a los seres que son ciegos, sordos, mudos, idiotas, o que viven en países fronterizos, su mente nunca se cansa. El es llamado un Bodhisattva inconcebible.
Buen hombre, hay cuatro cosas inconcebibles: 1) él puede dar las cosas valiosas que el ama; 2) el tiene aflicciones, pero puede soportar los males; 3) él puede unir a un grupo desunido; 4) él puede cambiar las visiones desfavorables de un moribundo por medio de exponerle el Dharma. Estas son las cuatro cosas inconcebibles con respecto a un Bodhisattva.
Hay otras tres cosas inconcebibles: 1) el reprueba sus propias aflicciones; 2) vive en medio de sus aflicciones y no las erradica; 3) aunque él tiene emociones aflictivas, y también realiza acciones motivadas por esas aflicciones, el nunca abandona el auto control. Estas son las tres cosas inconcebibles con respecto a un Bodhisattva.
Hay otras tres cosas inconcebibles: 1) cuando él decide dar limosnas su mente está llena de alegría; 2) cuando él da limosna, no busca ninguna recompensa; 3) después de que ha dado limosna, está alegre y no se arrepiente. Estas son las tres cosas inconcebibles con respecto a un Bodhisattva.
Buen hombre, cuando un Bodhisattva acomete estas acciones, el observa su mente y se pregunta: “¿Soy yo un Mal llamado Bodhisattva, o un verdadero Bodhisattva?” Has de saber que alguien capaz de hacer estar cosas es un verdadero Bodhisattva.
Buen hombre, existen dos clases de Bodhisattvas: aquellos que han renunciado a la vida en familia, y aquellos que llevan una vida en familia. No es difícil para los Bodhisattvas que han renunciado a la vida en familia hacer estas cosas, pero el hacer estas cosas resulta difícil para aquellos Bodhisattvas que llevan una vida en familia. ¿Por qué? Porque aquellos que llevan una vida en familia están obstaculizados por muchas causas y condiciones adversas.



[1] Bodhisattva-yana, un sinónimo de Mahayana.
[2] Samyak-smrti. La atención o memoria correcta es la séptima de las Ocho Ramas del Noble Sendero Óctuple. Incluye cosas como los Cuatro Fundamentos de la Atención, el recuerdo del Dharma, el recuerdo de un Buda, y la inconcebible atención mental de un Buda.