Sutra Grande y Extenso
del Inconcebible Estado de los Tathagatas.
TRIPITAKA Taisho 10, nº
301.
Traducido del sánscrito al chino durante la Dinastía Tang,
por el Maestro Tripitaka Siksananda, de Kustana.
Esto he oído: Una vez el Buda alcanzó la Completa y Perfecta
Iluminación bajo el Árbol de la Iluminación, en el Reino de Magadha. Este Árbol
de la Iluminación era llamado Ashvattha. Tenía unas raíces profundamente
hundidas en el suelo, y su tronco era derecho, redondeado, y sin nudos, como
una columna de sándalo. Siempre que los pájaros se acercaban, tenían que volar
rodeándolo en círculo ya que ninguno de ellos era capaz de volar sobre él. La
corteza del árbol era fina y lustrosa, con varios colores, lo mismo que una
hermosa seda. El denso follaje era de color verde brillante, y se extendía
sobre una multitud de ramas.
Alrededor de la copa del árbol había muchas flores hermosas y
adorables que estaban completamente abiertas y emitiendo fragancias. Excepto
las flores de los árboles celestiales kovidara y parijata, no había ninguna
otra que pudiera comparársele.
Además, este Árbol de la Iluminación, al estar rodeado por
innumerables árboles más pequeños, este rey de los árboles, era majestuoso y agradable
de contemplar, como el Monte Sumeru que sobresale sobre todas las demás
montañas. Era tan alto que todo el mundo podía verlo desde una Yojana de distancia.
En el medio de fragancias que se expandían por doquier, irradiaba un halo de
luz gloriosa. Cuando este árbol era visto desde la distancia en la noche,
parecía un conjunto de fuegos artificiales. El área bajo este árbol era
majestuoso, bello, abierto a las cuatro direcciones, y plano; era como un
jardín feliz, con una hierba lujuriante plena de fragancia tan hermosa como las
plumas de un pavo real; y la gente no se cansaba de contemplarlo.
En este lugar, el Tathagata se sentó majestuosamente, rodeado
por multitudes, como la Luna en medio de las estrellas. En aquel tiempo, los
Budas de todas las direcciones, tan numerosos como las partículas de polvo que
hay en diez Campos de Buda, con el propósito de hacer más sublime el Asiento de
la Iluminación de Vairocana,
asumieron la forma de Bodhisattvas y vinieron a sentarse en esta asamblea.
Entre ellos estaban el Bodhisattva Avalokiteshvara,
el Bodhisattva Mañjushri,
el Bodhisattva Kshitigarbha,
el Bodhisattva Akashagarbha,
el Bodhisattva Vajragarbha,
el Bodhisattva Vimalakirti, el Bodhisattva Luz Imponente Excelente, el
Bodhisattva Eliminado las Envolturas, el Bodhisattva Ratnapani,
el Bodhisattva Mahamati,
y el Bodhisattva Samantabhadra.
Además, innumerables cientos de Kotis
de Bodhisattvas aparecieron como Shravakas,
y también se sentaron en esta asamblea. A la cabeza de este grupo estaban
Shariputra, Mahamaudgalyayana, Subhuti, Rahula, Ajñata-Kaundinya, Mahakashyapa,
Upali, Aniruddha, Revata, Ananda, Devadatta, Upandanda, y otros. Todos ellos
habían practicado las Seis Perfecciones durante mucho tiempo, y estaban cerca
de alcanzar la Iluminación de un Buda. Para liberar a los seres de esta tierra
impura, ellos aparecieron como Oyentes.
También había innumerables miles de monjas lideradas por
Maha-Prajapati. Todas ellas ya habían realizado las virtudes meritorias de los
hombres grandes y sabios; y para domar a los seres recalcitrantes ellas habían
aparecido como mujeres.
Entre quienes allí se encontraban había innumerables Brahmas,
Sakras, y protectores del mundo; al igual que dioses, dragones, gandharvas,
asuras, garudas, kinnaras, mahoragas, humanos, no humanos, y otros. Todos ellos
eran grandes Bodhisattvas, y ninguno de ellos era un ser ordinario.
En aquel tiempo, el Bhagavan,
sentado bajo el Árbol de la Iluminación, estaba sublime, puro, refinado y
maravilloso, como una Joya que Otorga los Deseos bajo el árbol parijata. Su
atención mental estaba inamovible, como el Monte Sumeru. Para hacer que los
Bodhisattvas y los seres entendiesen el poderoso poder espiritual de la
profunda y secreta concentración
de los Budas, entró en el samadhi
llamado “El Inconcebible Estado de los Tathagatas”.
Inmediatamente, las Treinta y Dos Marcas Mayores manifestaron
cada una de ellas innumerables Campos de Buda y sus Budas, del mismo modo en
que un espejo limpio refleja diversos colores. Además, cada una de las Ochenta
Marcas Menores del Bhagavan manifestó Su entrenamiento en el Sendero del
Bodhisattva en el pasado, desde el tiempo en el que El había sido el Rey
Radiación, hasta la época en la que se había estado entrenando bajo el Buda
Dipankara.
También proyectó todas Sus acciones difíciles y sus prácticas ascéticas, tales
como el donar su cabeza, ojos, cuerpo, piel, carne, manos y pies, al igual que
sus esposas, sirvientes, reinos, palacios, etc.
Un poder inmensamente poderoso surge de este samadhi. Todos
los Budas están constantemente en este samadhi cuando están comiendo,
caminando, exponiendo el Dharma, o cuando entran en el Nirvana. ¿Por qué? Todos
los Tathagatas confían en este samadhi para alcanzar un gran poder espiritual
inmensurable, para realizar y verificar la naturaleza vacía de todos los
fenómenos, y para manifestar según su voluntad diversos tipos de cosas en todos
los Campos de Buda de las diez direcciones. Por ejemplo, una persona ve
diversos tipos de cosas mágicas en un sueño, pero cuando se despierta, todas
esas cosas que él ha visto se han ido. Del mismo modo, las personas ordinarias,
viviendo en sueños fabricados por la ignorancia, de forma errónea perciben a
los fenómenos como entidades verdaderamente existentes por sí mismas. En
contraste, los Budas, después de haber alcanzado la Iluminación, no se aferran
a nada, y de este modo Ellos pueden mostrar según su deseo, en un solo
pensamiento, todas las inconcebibles Actividades de un Budaen
todos los Campos de Buda en las diez direcciones, para beneficiar a los seres y
llevarles a la realización, permitiéndoles a todos ellos entrar en la
inmensurable, profunda y maravillosa Puerta de la Liberación.
Entonces, el Bodhisattva
Esencia de Virtud, quien aún no había completado su entrenamiento en el
Sendero a la Iluminación, preguntó al Bodhisattva-Mahasattva
Samantabhadra: “¿Cuál es el nombre del samadhi en el que el Tathagata ha
acabado de entrar? ¿Cómo puede ser adquirido? ¿Por qué El manifiesta a voluntad
los diversos tipos de Actividades de un Buda en todos los mundos de las diez
direcciones para liberar a los seres?”
Entonces el Bodhisattva
Samantabhadra dijo al Bodhisattva Esencia de Virtud: “Escucha atentamente,
y te lo diré.”
En aquel instante, todos los
otros Bodhisattvas como una sola mente, miraron hacia ellos con respeto,
alabando con una sola voz: “¡Que buena pregunta! Es profunda y maravillosa. El Noble
Samantabhadra, quien conoce y ve todo, va a responder ahora.” En ese mismo
instante, la tierra tembló de seis formas diferentes, del cielo cayó una lluvia
de flores maravillosas, y los seres con aflicciones y dolores encontraron
alivio durante algún tiempo.
El Bodhisattva
Samantabhadra dijo: “Hijo del Buda, este samadhi es llamado el Inconcebible
Estado de los Tathagatas. Tan pronto como el Bhagavan recibió del Buda
Dipankara la profecía del logro de su Budeidad, El inmediatamente entró en esta
absorción meditativa. Sin hacer ningún tipo de esfuerzo, al mismo tiempo y de
forma natural manifiesta las infinitas Actividades de un Buda como
responsabilidad hacia todos los seres.
Esto es, dentro de la punta de un solo cabello en el espacio,
hay situados tantos Campos de Buda como partículas de polvo hay en todos los
Campos de Buda. En cada uno de estos Campos el Tathagata puede aparecer como
naciendo en el Cielo de Tushita; puede aparecer como descendiendo de ese cielo
y entrando en el vientre de su madre; puede aparecer como un niño recién nacido
y andar siete pasos anunciando: “Ahora yo estoy al final del ciclo del
nacimiento y la muerte”; puede aparecer como estando en el palacio; puede
aparecer como renunciando a la vida en familia para emprender la práctica de
las austeridades de un asceta; puede aparecer como subyugando a los Maras,
o como alcanzando la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación,
o girando la maravillosa Rueda del Dharma; puede aparecer como si El
permaneciera en el mundo y liberara a los seres durante innumerables eones,
haciendo posible que abandonen su sufrimiento; o puede aparecer como entrando en el
Paranirvana.
El puede mostrar que todos los eones están en un solo momento,
o que un solo momento incluye todos los eones, mientras que ni los eones ni los
momentos aumentan ni disminuyen. Mientras que los seres no hayan sido
liberados, momento tras momento, El constantemente realiza las diversas
Actividades de un Buda en todas las partes de estos mundos, no descansando
nunca, y no obstante no hace ningún esfuerzo.
Es como esto, dentro de la punta de un solo cabello en el
espacio, hay infinitos mundos. En esos mundos, cada pensamiento infinitesimal
del Bhagavan revela las diversas majestuosidades y Actividades de todos los
Budas, y mientras tanto El no hace nada. Similarmente, dentro de las puntas de
todos los cabellos que se expanden a través del espacio, hay infinitos mundos.
Dentro de cada uno de los átomos de esos mundos, cada uno de ellos contiene
muchos más mundos que partículas de polvo hay en todos los Campos de Buda. En
un mismo instante, y en todos esos mundos, las diversas actividades y
majestuosidades de los Budas son reveladas de forma natural e universal, tales
como el nacer en el cielo, entrar en el Paranirvana, o liberar a innumerables cantidades
inconcebibles de seres. De este modo, pensamiento tras pensamiento, los
Bhagavanes están realizando constantemente las Actividades de un Buda para
beneficiar a los seres. No descansarán nunca, incluso aunque el dominio del
espacio y el reino de los seres lleguen a su fin. Sin embargo, los Campos de Buda
nunca decrecen, y los átomos nunca aumentan. ¿Por qué? Porque todos los fenómenos
son como un espejismo, y no son sólidos.
Por ejemplo, en esta asamblea los Grandes Bodhisattvas son
tan numerosos como las partículas de polvo existentes en diez Campos de Buda;
todos ellos permanecen juntos en este área de doce yojanas de extensión en el
estado de Magadha, permanecen juntos pero sin amontonarse unos sobre otros. Del
mismo modo, cada una de esas partículas de polvo contiene dentro innumerables
Campos de Buda. Esos Campos de Buda algunos están cara hacia arriba, otros
hacia abajo; unos están frente a otros, y otros espalda con espalda; algunos
están lado con lado, otros están interpenetrando a otros, pero ninguno se obstruye uno a otro.
Por ejemplo, uno puede ver en un sueño diversos tipos de
cosas en el mismo lugar, pero debido a que no son reales, no se obstruyen unas
a otras. Similarmente, todos estos mundos no son más que manifestaciones de la
mente de uno: tanto que sea un mundo ardiendo al final de un eón, o con el
fuego ya extinto; o que sea un mundo formándose por el viento; o que sea un
mundo de cosas limpias o sucias; o un mundo en el que no haya un Buda. Los
seres perciben los distintos tipos de escenas de forma acorde a sus propios
karmas.
Por ejemplo, conducidos por su propia hambre y sed, los
fantasmas hambrientos
van al Rio Ganges, Cuando llegan, algunos de ellos pueden ver agua, pero otros
pueden ver que el rio está lleno de cosas impuras como cenizas, pus, sangre, y
heces.
Así pues, cada uno de los seres sigue sus propios karmas, y
ve sus Campos de Buda como puros o como impuros. Algunos pueden ver a un Buda
viviendo o entrando en el Paranirvana. Algunos pueden ver al Buda en el Asiento
de la Iluminación enseñando el Dharma a las multitudes. Algunos pueden oírle
estar hablando de la Verdad Suprema; otros pueden oírle pronunciando las
enseñanzas y alabanzas sobre la generosidad del dar limosna. Algunos pueden
verle andando o estando quieto; pueden verle estando sentado o mientras come;
algunos pueden ver el tamaño de su cuerpo como siendo el doble, o incluso siete
veces mayor que el de un ser humano normal; o de una, cien o mil yojanas de
alto. Algunos pueden ver la imponente radiación Suya como si fuera el Sol
naciente, o la Luna llena. Algunos pueden ver a los Budas asumiendo la forma de
grandes Bodhisattvas de inconcebible virtud, viniendo a esta asamblea desde sus
propios Campos.
En contraste, debido a los obstáculos kármicos, puede suceder
que algunos vivan mucho después de que el Buda, el Tathagata haya entrado en el
Paranirvana. Algunos nunca oyen tan siquiera los nombres de los Budas, del
mismo modo en que esos fantasmas hambrientos son incapaces de ver agua en el
Rio Ganges, sino que ven tan solo diversos tipos de cosas sucias.
En un Campo hay seres que solo pueden ver que su mundo se
está quemando al final de un eón; mientras que los seres que están llenando
otro Campo, todos ellos pueden ver a los Budas. Algunos pueden ver como el
Tathagata coge todos los Campos y los pone dentro de un solo Campo de Buda;
otros pueden ver como el Tathagata inserta un Campo de Buda dentro de todos los
Campos de Buda.
Del mismo modo, algunas personas que tienen enfermedades en
la vista aún permaneciendo en el mismo lugar ven escenas diferentes, y estas
escenas percibidas no interfieren unas con otras. Son incapaces de ver la
realidad, y todo ello debido a la enfermedad de sus ojos. Esto es verdad para
todos los seres.
Aunque la verdadera naturaleza de la forma es no obstruida,
las condiciones mentales de todos ellos son
diferentes; y al no tener una visión correcta, son incapaces de comprender la
Talidad.
Hijo del Buda, ahora yo voy a contarte en resumen el método
para permanecer en esta absorción meditativa. Puesto que el Buda, el Bhagavan, permanece en este samadhi, por medio de un
pensamiento infinitesimal El interpenetra completamente todos los infinitos
Campos de Buda situados dentro de las puntas de los cabellos que se expanden a
través de todo el espacio. Además, contenidas en todas esas partículas de polvo
de esos Campos de Buda hay mundos tan numerosos como las partículas de polvo
que hay en el Reino de la Verdad.
Para beneficiar a todos los seres, momento tras momento, en todas partes y en
todos y cada uno de esos mundos El proyecta los medios hábiles, y las
majestuosas actividades de los Budas, quienes son tan numerosos como las
partículas de polvo que hay en diez Campos de Buda. De esa forma, hasta que
todos los seres no hayan alcanzado la Insuperable Iluminación, tales
Actividades de Buda no se terminarán. De este modo, no solo un Buda, sino
también dos, y tres…hasta llegar a todos los Budas de las diez direcciones,
cada uno de ellos proyecta los grandes poderes de sus inconcebibles virtudes.”
Después de haber oído estas palabras, allí y entonces, el
Bodhisattva Esencia de Virtud adquirió esa absorción meditativa sentado en su
asiento. Repentinamente vio a aquellos infinitos Budas y conoció todos sus
poderes, virtudes, y medios hábiles. Con el poder de este samadhi, el también
fue capaz de domar a los seres del mismo modo. Además, los Bodhisattvas de
aquella asamblea, que eran tan numerosos como las arenas de Cien Ríos Ganges,
cada uno de ellos obtuvieron diversos tipos de samadhis, paciencias, y
alcanzaron diferentes Bhumis.
El Bodhisattva Avalokiteshvara y otros Grandes Bodhisattvas que
moran en el Décimo Bhumi, debido a todas las meritorias virtudes y las
maravillosas prácticas que ellos han perfeccionado, han adquirido este samadhi
hace muchos eones. Ellos también pueden reunir todos los eones y aglutinarlos
en un solo instante, de almacenar infinitos mundos dentro de un solo átomo, de
interpenetrar todos los mundos con un solo pensamiento, y de liberar a
innumerables seres sin esfuerzo porque pueden manifestar las Actividades de un
Buda a voluntad. Por ello, aunque ellos escuchen ahora este Dharma, ellos no
hacen ya más progresos. Lo mismo que una botella llena de agua colocada bajo la
lluvia, en la que no hay espacio para una sola gota de lluvia, así son dichos
Bodhisattvas.
En aquel tiempo, el Bhagavan, en este samadhi, emitió desde
Su entrecejo la luz
llamada “La Gran Proyección”. Todos los Bodhisattvas que tenían que hacer sus
prácticas con esfuerzo porque aún no habían alcanzado el décimo Bhumi en el
Sendero del Bodhisattva, una vez que fueron tocados por esa luz, inmediatamente
vieron innumerables Campos de Buda en las puntas de los cabellos en el espacio,
al igual que los Campos de Buda en las partículas de polvo. De la misma forma
en la que uno puede ver las semillas de mostaza blancas dentro una jarra de
cristal, idénticamente esos Bodhisattvas veían claramente todos los Campos de
Buda contenidos en las partículas polvo. También veían a todos los Budas en
esos mundos. En el cuerpo de un Buda, ellos veían a todos los Budas.
Todos y cada uno de los Budas tiene innumerables nombres para
beneficio de todos y cada uno de los seres. Pensamiento tras pensamiento, El de
forma espontánea y naturalmente aparece en cada Campo de Buda y alcanza la
Insuperable, Completa y Perfecta Iluminación. Por analogía, una Joya que Otorga
los deseos colocada en lo alto de un estandarte cilíndrico alto, de forma
natural derrama la lluvia de los diversos tipos de tesoro de acuerdo a los
deseos de los seres, para satisfacerlos, Similarmente, los Tathagatas muestran
su realización de la Insuperable, Completa y Perfecta Iluminación, y
naturalmente liberan a innumerables seres.
En cada mundo, todos los seres son diferentes, pero ellos no
se obstruyen unos a otros. Cada uno de ellos es como alguien que está viajando
a través del espacio gracias a los poderes transcendentales, y que no es
obstruido por montañas, ríos, y precipicios. ¿Por qué? Porque todos los viajes
de la vida son como espejismos. No son sólidos.
Tras haber sido testigos de todas esas proyecciones, todos
los Bodhisattvas se vieron físicamente presentes en todos los Campos. Con un
pensamiento, ellos vienen ante todos y cada uno de los Budas, y respetuosamente
les hacen ofrendas y mantienen a esos Budas durante un eón, dos eones, tres
eones, hasta llegar a cientos, miles de eones; o durante la duración de un
pensamiento, o durante un instante, o la fracción de un instante. Ellos pueden
oír que cada Tathagata está explicando las Puertas de las Perfecciones y los
dharanis, o que explica los diversos Bhumis de los Bodhisattvas. O ellos lo ven
mostrando poderes espirituales, tales como el reunir todos los eones dentro de
un solo pensamiento. Percibiendo esas demostraciones como algo extraordinario y
raro de encontrar, cada uno de ellos tuvo este pensamiento: “¿Cómo hizo el Bhagavan, quien posee una
supremamente poderosa virtud, hacerme adquirir en un solo instante mi mérito y
las raíces de virtud, las cuales necesitan de innumerables eones para su
adquisición, y posibilitarme el dominar tan rápidamente el gran, y supremamente
poderoso poder espiritual de la absorción meditativa del Inconcebible Estado de
los Tathagatas?”
Entonces el Bodhisattva
Esencia de Virtud, para beneficiar a los seres, preguntó acto seguido al
Bodhisattva Samantabhadra: “Para aquellos que quieran alcanzar este samadhi,
¿Qué tipo de mérito, generosidad, y sabiduría es necesario que acumulen?”
Entonces el Bodhisattva
Samantabhadra, quien en todas las Tierras Puras de las diez direcciones
muestra el logro de la Perfecta Iluminación y la transformación de los seres,
dijo al Bodhisattva Esencia de Virtud: “Hijo del Buda, para realizar esta
absorción meditativa, primero uno debería de acumular mérito y desarrollar las
raíces de virtud. Esto es, uno debería de hacer de forma persistente ofrendas
al Buda, el Dharma y la Sangha;
al igual que a los padres de uno.
Uno debería de auxiliar a todos aquellos que son pobres, que están angustiados,
sin ayuda, sin hogar, y a los seres sintientes dignos de compasión,
y no abandonarlos nunca. Uno no debería de ser egoísta incluso a costa de su
propio cuerpo y carne. ¿Por qué? Porque aquellos que hacen ofrendas al Buda
conseguirán un gran mérito. Ellos realizarán rápidamente la Insuperable,
Completa y Perfecta Iluminación, y hará posible el que los seres puedan
alcanzar la paz y la felicidad. Aquellos que hacen ofrendas al Dharma verán
cómo se incrementa su sabiduría y verificarán el Dharma con facilidad; tendrán
una comprensión correcta de la naturaleza verdadera de todos los fenómenos.
Aquellos que hacen ofrendas y sostienen a la Sangha adquirirán un mérito y
sabiduría inmensurable como provisiones requeridas para la realización de la
Iluminación de un Buda.
Aquellos que hacen ofrendas y sostienen a los padres, monjes,
maestros y otros seres en el mundo, de quienes ellos han recibido beneficios, y
de cuya amabilidad han dependido, deberían de recordar el devolver esa
amabilidad con ofrendas dobladas. ¿Por qué? Porque aquellos que conocen la
gratitud, aunque aún estén en el ciclo del nacimiento y de la muerte,
mantendrán intactas sus raíces de virtud. Aquellos que no conocen el
agradecimiento han arruinado sus raíces de virtud y han desarrollado un mal
karma. Por lo tanto, los Tathagatas elogian al agradecido y reprueban al
desagradecido, y ellos siempre rescatan del sufrimiento a los seres estando movidos
por la simpatía.
Además, los Bodhisattvas nunca van hacia atrás debido a la
fuerza de sus raíces de virtud. Si existen aquellos que pueden acumular mérito
con diligencia, si se acuerdan constantemente de devolver la amabilidad, y
tienen compasión hacia los seres, entonces la Iluminación estará pronto en sus
manos. Deberíamos de saber que el Buda dice: “Aquellos que pueden cultivar esos tres campos afortunados con ofrendas,
desarrollarán inmensurables raíces de virtud.”
Esencia de Virtud, has de saber que los Bodhisattvas a
continuación deberían de plantar una vasta semilla, la cual germinará en los
brotes de esta absorción meditativa y con el tiempo será el soporte de la fruta
de la Iluminación. ¿Cómo planta uno esta semilla? Específicamente, uno debería
de hacer ofrendas de forma respetuosa de diversos tipos de guirnaldas
maravillosas, de perfumes sólidos, incienso en polvo, y música instrumental a
los Budas del presente, o a imágenes de un Buda. Uno debería de desarrollar
este pensamiento: “Como se dijo antes, uno debería de ver a los Budas con sus
inconcebibles poderes y su séquito de multitudes de Bodhisattvas en cada uno de
los innumerables mundos que hay en las puntas de los cabellos a través de todo
el espacio, al igual que todos los innumerables mundos contenidos en las
partículas de polvo. Yo ahora, con absorción correcta y con concentración en un
solo punto, hago ofrendas a todos los Budas en todas sus asambleas. Si yo hago
ofrendas a la naturaleza del Dharma de un Buda, yo en efecto estoy haciendo
ofrendas a la naturaleza del Dharma de todos los Budas. Si yo hago ofrendas a
un Tathagata, yo en realidad estoy haciendo ofrendas a todos los Tathagatas. Si
por virtud del poder espiritual de cada uno de esos Budas, yo también puedo contener
varios eones dentro de un pensamiento, entonces yo también he hecho ofrendas a
todos los Tathagatas durante todos esos eones; si los seres creen y entienden
esta Enseñanza para plantar la semilla vasta, ellos serán capaces de adquirir
esta inmensurable absorción meditativa del Inconcebible Estado de los
Tathagatas. Por lo tanto, buen hombre, uno debería de seguir esta enseñanza haciendo
ofrendas todos los días.
También uno debería de prestar obediencia a los Budas, porque incluso con obedecerlos
una sola vez, ello será causa para que la semilla germine en el brote de este
samadhi. Además, uno debería de regar la semilla con la práctica persistente de
la caridad, observando los preceptos, haciendo los grandes votos, y
desarrollando la sabiduría.
Cuando los Bodhisattvas practican la caridad, con el propósito
de regar la semilla de esta absorción meditativa, ellos no deberían de
discriminar entre los campos afortunados, ni entre si son parientes o enemigos,
buenos o malos, ricos o pobres, si observan o quiebran los preceptos. El
también debería de tener este pensamiento: “Aunque mis limosnas dadas al rico
no sean de utilidad para él, aún así yo debería de seguir practicando la
generosidad.”
Los Bodhisattvas deberían de observar los preceptos con
pureza. Cuando ellos ven a aquellos que violan los preceptos, deberían de
sentir gran compasión hacia ellos, en lugar de llegar a estar disgustados o
enfadados.
Los Bodhisattvas deberían de hacer fervientemente grandes
votos para alcanzar la Iluminación,
diciendo: “Con un pensamiento tras otro, a través de todos los mundos que hay en
las puntas de los cabellos a través del espacio, e incluso a través de todos los
innumerables mundos contenidos en las partículas de polvo que hay en todos los
Campos de Buda, yo tomo la determinación de alcanzar la Completa y Perfecta
Iluminación y de girar la maravillosa Rueda del Dharma para liberar a los
seres. Yo no seré diferente del presente Bhagavan, el Buda Vairocana. Sin
esfuerzo alguno, yo abarcaré innumerables eones con un solo pensamiento. Yo
proyectaré en cada uno de estos mundos las majestuosas Actividades de los
Budas, quienes son tan numerosos como las partículas de polvo en los Campos de
Buda. Cada una de mis inconcebibles acciones liberará a seres tan numerosos
como las arenas del Ganges, posibilitando que dejen sus sufrimientos atrás. Yo
no descansaré nunca, incluso aunque el dominio del espacio y el reino de los
seres lleguen a un final.”
Hijo del Buda, ¿Cuál es el significado de “estar cultivando
la sabiduría”? ¡Escucha con atención! Te lo explicaré ahora. Si entre los
buenos hombres y las buenas mujeres están aquellos quienes, buscando la
Insuperable Iluminación, toman la determinación de realizar este samadhi, ellos
deberían de cultivar en primer lugar la sabiduría puesto que este samadhi surge
de la sabiduría.
Para cultivar la sabiduría uno debería de apartarse del
hablar falsedades, del habla frívola, de las murmuraciones que causan
disensión, y de todas aquellas cosas inútiles que son causa de distracción.
Puesto que uno despierta su gran compasión hacia los seres, uno debería de
controlar su mente no dejándola que esté contaminada o distraída.
Uno debería de ir a un lugar santificado a ver una imagen de
un Buda, cuyo cuerpo es de color dorado o de oro fundido, que posee todas las
marcas físicas de un Buda. En su halo uno debería de ver a innumerables Budas
manifestados mágicamente, quienes se sientan en orden alrededor, y están en
samadhi. Ante esta estatua del Buda uno debería de postrarse a sus pies y
generar este pensamiento: “Yo he oído que innumerables Budas están presentes
ahora en los mundos de las diez
direcciones, tales como el Buda Realizando Todo el Significado, el Buda
Amitabha, el Buda Ratnaketu, el Buda Akshobya, el Buda Vairocana, el Buda
Ratnachandra, el Buda Ratnaprabha, y otros Budas.”
Entonces debería de generar una devoción sincera y estima
hacia esos Budas, y desarrollar una fe pura. Uno debería de contemplar la
estatua del Buda como el verdadero cuerpo de un Tathagata apareciéndose ante
uno. Con gran estima y reverencia, uno debería de observar la estatua con
atención unipuntual, arriba y abajo, sin estar distraído.
Entonces uno debería de ir a un lugar apartado y solitario,
sentarse de forma adecuada, y visualizar que ese Buda está frente a uno con un
tamaño de un codo de longuitud. Uno debería de enfocar su mente en la imagen,
no perdiéndola. Si se llega a perder, uno
debería de volver a observar otra vez la estatua del Buda. Conforme uno la está
observando, la estima y la veneración surgen en la mente, como si un Buda vivo
estuviera físicamente presente ante uno. La visión es tan vívida que uno no
puede entender por más tiempo que sea tan solo una estatua. Después de
observarla, uno debería de hacer diversos tipos de ofrendas, tales como
guirnaldas maravillosas, polvo de incienso, y perfumes sólidos; y debería de
circunvalarla hacia la derecha. Uno debería de colocar con atención unipuntual
la imagen de ese Bhagavan frente a uno, y entonces deberíamos de pensar:”El Buda Bhagavan, quien lo ve todo, quien lo
oye todo, y quien conoce todo, conoce mi mente completamente.” Uno debería
de reflexionar repetidamente de esta forma.
Tras haber tenido éxito en la visualización de ese Buda, uno
debería volver un lugar apartado y
solitario, y colocar la imagen ante uno, no perdiéndola. Con una mente centrada
tan solo en ello, uno debería de esforzarse en esta práctica durante 21 días.
Aquellas personas con acumulación de mérito verán entonces que el Tathagata
aparece ante ellos. Aquellos que tienen obstrucciones debido a los malos karmas
provenientes de las vidas pasadas no serán capaces de verlo. No obstante, si
ellos se aplican con una atención unipuntual, sin abandonar o sin seguir otros
pensamientos, entonces pronto serán capaces de ver a ese Buda. ¿Por qué? Cuando
uno está buscando la Insuperable Iluminación, si uno concentra su mente en un
único objeto virtuoso, nada será imposible de realizar. Al contrario, si uno se
involucra tímidamente en su práctica abandonando una y otra vez, uno será
incapaz de liberarse, y mucho menos de liberar a los demás seres. Si uno
encuentra una forma verdadera como esta para alcanzar la Iluminación
rápidamente, pero no puede entrenarse diligentemente en ella, entonces uno solo
es una carga pesada para la tierra.
Por analogía, si uno bebe el agua del gran océano en el
cuenco de sus manos, entonces en efecto ha bebido el agua de todos los ríos que
hay en Jambudvipa.
Lo mismo es verdad para los Bodhisattvas. Si ellos pueden entrenarse en este Océano
de Iluminación, entonces en efecto ellos ya se han entrenado en todos los
samadhis, paciencias, Bhumis, y dharanis. Por lo tanto, uno debería de
entrenarse de forma persistente con diligencia, apartándose de la pereza o de
la disipación. Uno debería de enfocar su mente en un solo pensamiento para ver
a un Buda apareciendo ante uno.
Durante este entrenamiento, cuando uno ve un Buda por primera
vez, uno puede preguntarse: “¿Es este un Buda real, o solo una representación?”
Si uno sabe que lo que está viendo es un Buda real, entonces uno debiera de
caer de rodillas ante el Buda y juntar sus manos reverentemente.
Uno debería de recordar la inmensurable e inconcebible virtud
de todos los Budas que están en todos los mundos que hay en las puntas de los
cabellos en el espacio, y en las virtudes de todos los Budas que están en todos
los mundos que hay en las partículas de polvo, y entonces uno debería de decir:
“Con un gran amor lleno de amabilidad y
compasión, el Buda ha venido ante mí. Yo solo ruego que el Bhagavan me exponga
la Enseñanza sobre el samadhi del Inconcebible Estado de los Tathagatas”.
Si uno escucha atentamente todo lo que es dicho por ese Tathagata, uno debería
de creerlo con convicción, sin que surjan dudas. Entonces, de esta forma, uno
obtiene este samadhi.
Si uno es incapaz de solicitar enseñanzas debido a las
obstrucciones de los karmas del pasado, entonces uno debería de reflexionar en
que todos los fenómenos son como ilusiones, espejismos, visiones
distorsionadas, reflejos, imágenes, y sueños. A través de la contemplación de
la vacuidad de la naturaleza de los fenómenos, uno llegará a esta comprensión:
“El Tathagata sabe que todos los
fenómenos son como ilusiones o sueños. La verdadera naturaleza del Tathagata no
es ni una ilusión, ni un sueño, sino que es como el cielo abierto. Sin embargo,
con Su sabiduría y compasión puede aparecer frente a mí. Yo deseo que El emita
para mí la luz azul de la gran compasión para poner fin a mi sufrimiento.”
Acto seguido, ese Buda emitirá desde la urna
situada en Su entrecejo un rayo de luz llamado “La Llama Verde”. Tan pronto
como la luz brille en uno, todo su sufrimiento será extinguido. Uno adquirirá
inmediatamente la Paciente Luz del Dharma por la concentración, y será capaz de
consumar innumerables samadhis. Durante la séptima noche, uno soñará que ese
Tathagata le otorga a uno la profecía del logro de la Insuperable, Completa y
Perfecta Iluminación.
Si uno sabe que lo que está viendo es una imagen, entonces
uno debería de reflexionar en que los Budas y los seres son como imágenes, sin
ninguna substancia real. Son vistos de acuerdo a nuestras percepciones. Con la
comprensión de que los Tathagatas son como ilusiones, como conjuraciones hechas
por un mago, como sueños y espejismos, entonces uno ve a un Buda apareciendo
naturalmente ante uno como si fuera un sueño, no como algo que pueda ser
aprehendido.
Un Tathagata no nace y sin embargo aparece como nacido. El no
muere, y sin embargo puede desaparecer. El nunca se marcha, y sin embargo
parecer irse. El no es consciencia, y sin embargo manifiesta conocimiento. El
no está gobernado por la causalidad, y sin embargo manifiesta procesos
dependientes de causas y condiciones. El está más allá de las palabras, y sin
embargo expone el Dharma. El no es ni un ego, ni un ser vivo. El no es ni un
ser sintiente, ni un ser que crece debido a la alimentación. El nunca transmigra
en la Existencia Cíclica.
El no percibe nada, ni tampoco actúa. El no es un conocedor, ni confía en la comida.
El no es los cinco agregados, ni tampoco algo dentro de ellos, y sin embargo
manifiesta los cinco agregados. De la misma forma manifiesta los doce campos
y las dieciocho esferas.
Todo es ni existencia, ni no existencia. Por lo tanto, los
Budas y todos los fenómenos son verdaderamente iguales, con la misma apariencia
única.
Lo mismo que los espejismos y demás, los seres, los Budas, y los mundos, todos
ellos están en la mente de cada uno, todos ellos son manifestaciones de la
consciencia y percepciones de uno. En la verdadera realidad,
las formas proyectadas por la consciencia y la percepción no existen.
Un Tathagata está apartado de la consciencia y la percepción.
Por lo tanto, uno no debiera de verlo a través de una imagen, sabiendo que esa
imagen está producida por las percepciones de uno. Esto es verdad incluso para
todos los Budas reales que hay en todos los mundos en las puntas de los cabellos en el
espacio, quienes son iguales y no son diferentes del cielo abierto. Si uno
diferencia, uno verá un Buda; si uno no diferencia, entonces no lo verá. Es la
mente de uno la que forma los Budas. Aparte de la mente de uno, no hay Buda. Esto
es verdad para todos los Budas del pasado, presente, y futuro, cuya existencia
depende de la mente de uno.
Bodhisattva, si uno entiende que todos los Budas y todos los
fenómenos son los que dan una medida de la propia mente, uno obtendrá la
Paciencia en el Estar Acorde (con la Verdad). Uno puede incluso ascender al
primer Bhumi. Después de la muerte, uno renacerá rápidamente o bien en la
Tierra Pura de Abrazando la Alegría, del Buda
Akshobya, o en la Tierra Pura del Gozo Último del Buda Amitabha. Allí
uno verá constantemente al Tathagata, lo servirá, y le hará ofrendas.”
Entonces el Bodhisattva
Esencia de Virtud preguntó al Bodhisattva Samantabhadra: “Si hay seres que
han oído esta Puerta del Dharma, si han aceptado y sostenido, leído y recitado,
copiado o explicado este Sutra, ¿Cuánto es el mérito que adquirirán?
El Bodhisattva
Samantabhadra dijo: “¡Hijo del Buda, escucha con atención! Supón que hay
alguien que puede retirar a todos los seres que hay en los Tres Reinos de la
Existencia y les hace posible el abandonar el ciclo del nacimiento y la muerte,
convirtiéndose en Arhats. Entonces a cada uno de esos Arhats, durante un
periodo de cien eones, uno les hace diversos tipos de ofrendas con un gran
respeto, ofreciéndoles maravillosos vestidos celestiales, alojamiento, comida y
medicinas. Además, después de su Paranirvana, uno erige para cada uno de ellos
una estupa hecha con los siete tesoros y respetuosamente les hace ofrendas.
Ahora supón que alguien observa sus preceptos con total pureza durante cien eones,
o que cultiva la paciencia, diligencia, y la concentración meditativa. Aunque
todos los mencionados anteriormente adquieren un mérito inmensurable, no es
superior al de aquel que tras haber oído esta Puerta del Dharma, la estima,
cree, y acepta, no pensando nunca mal de ella. El mérito de este último supera
todo el mérito de los anteriormente mencionados. Este obtendrá rápidamente la
Perfecta Iluminación.”
Inmediatamente después de esto, innumerables Budas en todos los mundos de las diez direcciones se manifestaron
y alabaron al Bodhisattva Samantabhadra: “¡Muy bien! ¡Muy bien! Hijo del Buda,
indudablemente es como dices.”
Entonces el Tathagata
Sakyamuni emitió una infinita radiación de colores de su cara, iluminando
todos los rincones en los Tres Reinos de la Existencia. Cayó una lluvia de
diversas clases de flores, sonaba una música maravillosa sin que nadie la
tocara, y la tierra tembló ligeramente.
En el medio de Su irradiación, el Buda habló en verso:
“Si la mente de uno es
pura después de oír este Dharma,
Uno obtendrá los
Bhumis, samadhis, y dharanis;
Al igual que los
preceptos, paciencias, y el dominio de los poderes transcendentales.
Uno obtendrá
rápidamente la Insuperable Iluminación de un Buda,
Y girará la maravillosa
Rueda del Dharma como nunca antes.
Lo mismo que los Budas
del pasado,
Uno también podrá
reunir muchos eones en un solo pensamiento
Y proyectar
universalmente la proyección de innumerables mundos
En una partícula de
polvo.
Incontables seres están
hundidos en los Tres Reinos.
Cargando con las
aflicciones y el sufrimiento,
Enredados en las
visiones erróneas, han perdido el camino correcto.
Pensamiento tras
pensamiento, uno los liberará a todos ellos.
Debido a que el Bodhisattva Samantabhadra había pasado a
través de esta Puerta del Dharma hace mucho tiempo, cuando él estaba hablando a
las multitudes, miles de kotis de dioses y de humanos fueron liberados del
sufrimiento. Ellos nunca se volverán atrás de su determinación de alcanzar la
Insuperable, Completa y Perfecta Iluminación. El Bodhisattva Esencia de Virtud
y los otros bodhisattvas, dioses, dragones, asuras, y otros presentes en la
gran asamblea se regocijaron grandemente. Todos ellos creyeron, aceptaron, y
con reverencia practicaron las Enseñanzas.
Trad. al castellano y anotado por el ignorante y falto de
devoción upasaka Losang Gyatso. Editado a 15-3-1014.