lunes, 21 de agosto de 2017

Sutra del Desarrollo de la actividad completa. (Lalitavistara Sutra) Capítulo Uno: El escenario.

Homenaje a todos los Budas y Bodhisattvas.

CAPÍTULO UNO: EL ESCENARIO.

Esto oí una vez. El Bhagavan[1] estaba residiendo en Sravasti, en la Arboleda de Jetavana, en el jardín de recreo de Anathapindika, junto con una gran Sangha[2] de doce centenares de monjes.

Entre ellos estaban el Venerable[3] Jñānakaundinya, el Ven. Asvajit, el Ven. Bāspa, el Ven. Mahānāma, el Ven. Bhadrika, el Ven. Yasodeva, el Ven. Vimala, el Ven. Subāhu, el Ven. Pūrna, el Ven. Gavāmpati, el Ven. Uruvilvā Kashyapa, el Ven. Nadīkashyapa, el Ven. Gayakashyapa, junto con el Ven. Shariputra, el Ven. Maudgalyāyana, el Ven. Mahākāshyapa, el Ven. Mahakatyayana, el Ven. Mahakapila, el Ven. Kaundinya, el Ven. Cunanda, el Ven. Purnamaitrayaniputra, y también el Ven. Aniruddha, el Ven. Nandika, el Ven. Kaspila, el Ven. Subhuti, el Ven. Revata,[2] el Ven. Khadiravanika, junto con el Ven. Amogharaja, el Ven. Mahaparamika, el Ven. Bakula, el Ven. Nanda, el Ven. Rahula, el Ven. Svāgata, y el Ven. Ananda.

Junto con estos doce centenares de monjes, había 32.000 bodhisattvas[4] que habían obtenido completamente todas las perfecciones del bodhisattva, y a quienes no les quedaba más que un solo renacimiento. Todos ellos habían obtenido los conocimientos superiores del bodhisattva, y también habían logrado todas las retenciones[5] y todas las confianzas del bodhisattva. Ellos habían completado todas las aspiraciones del bodhisattva y habían comprendido el conocimiento del bodhisattva en todas sus formas; y habían obtenido el dominio sobre todas las absorciones meditativas del bodhisattva. Habían conseguido todos los poderes del bodhisattva, y permanecían con la paciente aceptación con respecto a todo[6], y habían completado cada uno de los niveles[7] de los bodhisattvas.

Todos estos bodhisattvas  estaban liderados por el Bodhisattva, el Gran Ser[8] Maitreya; junto con el Bodhisattva, el Gran Ser Dharanisvararaja; el Bodhisattva, el Gran Ser Sinhaketu; el Bodhisattva, el Gran Ser Siddharthamati; el Bodhisattva, el Gran Ser Prasantacaritramati; el Bodhisattva, el Gran Ser Pratisamvitprapti; el Bodhisattva, el Gran Ser Nityoyukta; y el Bodhisattva, el Gran Ser Mahakarunacandrin.

En aquel tiempo, el Bhagavan estaba residiendo en la gran ciudad de Sravasti, donde era honrado, respetado, y reverenciado. Sobre El llovían ofrendas hechas por las cuatro clases de seguidores[9]; de reyes, príncipes, ministros, y dignatarios; de los miembros de la casta de los guerreros[10],  de los brahmines, mercaderes, y de los cabezas de familia; de quienes habitaban en la ciudad y de los campesinos; de los no budistas[11], de los ascetas[12], de los sacerdotes[13], de los lógicos[14], y de los religiosos errantes mendicantes[15]. El fue tratado como maestro suyo, y le mostraron gran respeto.

Le hicieron todo tipo de ofrendas, y el Bhagavan recibió abundante comida y bebida sabrosa, ropas monásticas y boles para mendigar,[3] ropas de cama y medicinas. Plenamente dotado y famoso, el Bhagavan permaneció desapegado de todo. Y la gran reputación del Bhagavan se extendió a través del mundo:

“El Bhagavan es el Tathagata[16], el Arhat[17], el Buda Completo y Perfecto; dotado con conocimiento perfecto y conducta perfecta. El es el Sugata[18], el Señor del Conocimiento, el líder insuperable de aquellos que han de ser guiados, el maestro de hombres y dioses. El Buda Bhagavan ha aparecido en el mundo. Dotado con los cinco ojos, mora junto con los dioses de este mundo y de más allá; mora con los demonios y con Brahma; con los ascetas y brahmines; y con muchos otros seres, tanto con dioses como con los mortales ordinarios.
Tras haber alcanzado la omnisciencia completa, el enseñó el Dharma, que es bueno en el principio, bueno en el medio, y bueno en el final; verdaderamente excelente en significado y hermoso en cuanto a expresión; completamente realizado; libre de contaminaciones; verdaderamente puro, verdaderamente prístino, y manteniendo su pureza. Ese es el Dharma que ha enseñado.”

Un día, a medianoche, el Bhagavan entro en la absorción meditativa[19] llamada la “absorción meditativa de la Disposición de los Ornamentos del Buda”[20]. Apenas había entrado en esta absorción meditativa cuando desde lo alto de su cabeza, desde la misma coronilla, brilló un fuerte rayo de luz llamado “La luz de la sabiduría ilimitada que recuerda a los Budas del pasado”[21]. Este rayo iluminó todas las moradas de los dioses del reino de Suddhāvāsa[22], atrayendo a innumerables hijos de los dioses, incluyendo al hijo de los dioses Mahesvara.
Desde dentro de ese rayo de luz surgieron estrofas de exhortación:

“Venid a encontraros con el Sabio, el León de los Sakya[23];
Su sabiduría conquista la oscuridad
Con una luz bella y espléndida, inmaculada y pura;
Pues su forma está llena de paz, y su mente esta calmada y virtuosa.

Recurrid al Gran Dominador quien realiza el Dharma de forma natural,
Un océano de sabiduría, dotado de poder puro y vasto;
El es el Señor del Dharma, el conocedor de todas las cosas;
Maestro de los sabios, Dios de los dioses, reverenciado por dioses y humanos.

Id tras el Lleno de Paz, el Que está Liberado,
Quien ha dominado las mentes de aquellos que son difíciles de domar,
Y cuya propia mente está libre de los lazos de Mara,
Pues verle y oírle no deja de reportar beneficio.[4]

Todos vosotros id, con devoción suprema,
Ante Quien es Insuperable Exponiendo el Dharma,
Quien disipa la oscuridad y muestra el camino sublime,
Con una conducta llena de paz y un conocimiento infinito.

El es el Rey de los Médicos, quien dispensa el elixir de la inmortalidad;
El es el Supremo Orador, destructor de los ejércitos del mal con su elocuencia;
Conociendo perfectamente el significado el Dharma, el es Amigo del Dharma;
Es el Guía Incomparable que muestra el sendero.”

Tocados por la “Luz de la sabiduría Ilimitada que recuerda a los Budas del pasado”, los hijos de los dioses de los reinos de las moradas puras, inspirados por estos versos, salieron de sus meditaciones perfectamente tranquilas. A través del poder del Buda, ellos recordaron a los Budas Benditos de innumerables e incalculables eones; recordando las cualidades de los campos de Buda de cada Buda Bendito, al igual que al séquito que rodeaba a los Budas, y las enseñanzas que dieron.
Esa noche, los hijos de los dioses residentes en las moradas puras, visitaron al Bhagavan. Entre ellos estaban Ishvara, Mahesvara, Nanda, Sunanda, Candana, Mahita, Prasānta, Prasāntavinīteshvara, y otros muchos hijos de los dioses de los reinos de las moradas puras, reluciendo con sus colores brillantes iluminaron con su luz divina toda la Arboleda de Jetavana. Apareciendo ante el Bhagavan, se postraron tocando con sus cabezas Sus pies, y entonces se pusieron a un lado, y dijeron al Bhagavan:

“Bhagavan, existe una amplia colección de discursos que lleva el nombre de Lalitavistara. Esta enseñanza ilumina las raíces de virtud del bodhisattva, revelando en detalle cómo el bodhisatva descendió desde el Cielo de Tushita[24], cómo entró intencionadamente en el vientre, y como permaneció dentro del vientre. Muestra el poder del lugar en el que el Bodhisatva nació dentro de una buena familia, y como El superó a todos los demás a través de todas las cualidades especiales que demostró en sus actividades durante la juventud; muestra sus cualidades únicas inigualables, en actividades tales como sus destrezas en los distintos oficios, en la escritura, aritmética, cálculo, astrología, en el uso de la espada, y en el del arco; en sus hazañas de fuerza física y en la lucha, en las que mostraba su superioridad en todas estas sobre todos los demás seres sin excepción. Muestra cómo disfrutaba de su séquito de consortes, y de los placeres de su reino.[5]
Esta enseñanza enseña cómo él proclamó el resultado generado por la causa concordante de todas las actividades del bodhisatva; mostrando cómo él se manifestó como un bodhisatva y destruyó a todos los ejércitos de Mara. Explica los diez poderes, las cuatro ausencias de miedo, su adquisición de los dieciocho atributos exclusivos de un Buda, y las otras cualidades innumerables de un Tathagata; y presenta las infinitas enseñanzas dadas por los Tathagatas del pasado, incluyendo a Padmottara, Dharmaketu, Dipamkara, Gunaketu, Mahākara, Rsideva, Srītejas, Satyaketu, Vajrasamhata, Sarvābidhū, Hemavarna, Atyucchagāmin, Prabālasāgara, Puspaketu, Vararūpa, Sulochana, Rsigupta, Jinavaktra, Unnata, Puspita, Ūrnatejas, Pushkara, Surasmi, Mangala, Sudarsana, Mahāsimhatejas, Sthitabuddhidatta, Vasantagandhin, Satyadharmavipulakīrti, Tisya, Pusya, Lokasundara, Vistīrnabheda, Ratnakīrti, Ugratejas, Brahmatejas, Sughosa, Supuspa, Sumanojñaghosa, Sucestarūpa, Prahasitanetra, Gunarāsi, Meghasvara, Sundaravarna, Jinavaktra, Āyustejas, Salīlagajagāmin, Lokābhilāsita, Jitasatru, Sampūjita, Vipasyi, Sikhin, Visvabhū, Krakucchanda, Kanakamuni; enseñanzas que también fueron enseñadas por el Tathagata Kāshyapa, el Arhat, el Buda Completo y Perfecto.
Bhagavan, por favor, enseña ahora esto para curar a la multitud de los seres; enséñalo para traerles la felicidad; enséñalo movido por el amor hacia el mundo, para beneficiar a los seres, incluidos dioses y humanos. Enséñalo para ser nuestro médico, para nuestra felicidad. Sácalo a la luz para explicar el Mahayana, para derrotar a los oponentes, y para vencer a todas las fuerzas de los Maras; para instruir a todos los bodhisatvas e inspirar a todos aquellos que siguen el camino del bodhisatva a desarrollar la diligencia; para abrazar el verdadero Dharma, y asegurar la continuidad de las Tres Joyas.[6] Por favor, enséñalo para iluminar todas las actividades del Buda.”

Movido por el amor hacia esos hijos de los dioses, e indudablemente también hacia todos los seres, incluidos los dioses, el Bhagavan permaneció en silencio, otorgando su consentimiento. Viendo que este silencio significaba que otorgaba su consentimiento, los hijos de los dioses se regocijaron y alegraron. Llenos de felicidad y de deleite, se postraron a Sus pies, y lo circunvalaron tres veces, esparciendo polvo de sándalo, polvo de aloe, y flores de mandarava. Entonces ellos se desvanecieron.

Al amanecer del siguiente día, el Bhagavan se dirigió a una arboleda de bambú. Rodeado por una asamblea de bodhisatvas y con una Sangha de Oyentes[25] en torno a él, se sentó en el asiento que ellos habían preparado, y se dirigió a los monjes.

“¡Oh Monjes!, esta noche vino ante mí un grupo de dioses de los cielos de las moradas puras. Entre ellos se encontraban Ishvara, Mahesvara, Nandana, Sunanda, Candana, Mahita, Prasānta, Vinītesvara, y muchos otros. Entonces el Bhagavan siguió contando los eventos que habían sucedido la noche anterior, hasta llegar al punto en el que desaparecieron los hijos de los dioses. Después de esto, los bodhisatvas y los Grandes Oyentes se postraron con las manos juntas, entonces hicieron la siguiente petición:

“Bhagavan, por favor, otórganos la enseñanza llamada “El desarrollo de la actividad completa”[26]; por favor, enseña esto ahora como una medicina para la multitud de seres, para traerles la felicidad. Movido por la compasión hacia el mundo, enséñala para beneficiar a miríadas de seres, tanto dioses como humanos. Por favor, enséñala para el beneficio de los bodhisatvas, los Grandes Seres, del presente; y también para beneficiar a las generaciones del futuro. Por favor, enséñala para que puedas ser nuestro médico, y traernos la felicidad.”

Lleno de compasión hacia los bodhisatvas, los Grandes Seres; hacia los Grandes Oyentes, los dioses, humanos, y semidioses[27], el Bhagavan permaneció en silencio, otorgando así su consentimiento. Entonces él se dirigió a la asamblea:[7]

“Monjes, la noche pasada cuando descansaba aquí,
Cómodo y libre de aflicciones,
Y permaneciendo en la igualdad concentrado en un solo punto,
Llegaron ante mí un grupo de hijos de los dioses.

Dotados con grandes poderes milagrosos y colores brillantes.
Eran prístinos, brillando con magnificencia.
Iluminando toda la Arboleda de Jetavana con su esplendor,
Se aproximaron a mí llenos de alegría.

Allí había millones de dioses,
Incluyendo a Mahesvara, Candana, Ishvara, Nanda,
Prasantācitta, Mahita, Sunanda,
Y un hijo de los dioses llamado Sānta.

Se postraron a mis pies, me circunvalaron,
Y se reunieron aquí ante mí.
Juntaron las palmas de sus manos con respeto,
Y me hicieron esta petición:

“¡Oh, Sabio[28]! Ese vasto Sutra,
Rico en aquello que destruye las pasiones,
Ese gran discurso ha sido enseñado por todos los Tathagatas del pasado,
Para sanar y beneficiar al mundo.

Mostrando consideración a toda la asamblea de bodhisatvas,
Que pueda el Sabio explicar una vez más el Mahayana,
Esa enseñanza que vence a todos los demonios
Y subyuga a todos los oponentes.”

Así fue como hicieron su petición los dioses,
Y con mi silencio yo otorgué mi consentimiento.
Esto los llenó de alegría y satisfacción,
Y deleitados esparcieron flores pétalos de flores.

¡Oh monjes! Escuchad atentamente
Este gran discurso, este sutra vasto,
Enseñado para beneficio  del mundo
Por todos los Tathagatas del pasado.


Esto concluye el primer capítulo, “El escenario.”



[1] El Señor.
[2] Comunidad.
[3] Āyusmat.
[4] Seres Iluminados.
[5] Dharanis.
[6] La paciente aceptación con respecto a la no producción verdadera de los fenómenos.
[7] Bhumis.
[8] Mahasattva.
[9] Monjes y monjas, laicos y laicas.
[10] Ksatriyas.
[11] Tirthikas,
[12] Sramanas.
[13] Brahmines.
[14] Carvakas.
[15] Parivrājakas.
[16] El Así Ido.
[17] El Digno de Ofrendas.
[18] El Ido al Gozo.
[19] Samadhi.
[20] Buddhālamkāra-vyūha samadhi.
[21] Pūrva-buddha-anupasmriti-asanga-ajñana-āloka-alamkāra.
[22] Las moradas puras, son cinco niveles del Reino de la Forma, inferiores el Cielo de Akanistha.
[23] Muni Sakya Simha.
[24] El cuarto cielo del Reino del Deseo.
[25] Sravakas, seguidores del Hinayana.
[26] Lalitavistara.
[27] Asuras.
[28] Muni