Homenaje a todos los Budas y Bodhisattvas.
CAPÍTULO UNO: EL ESCENARIO.
Esto oí una vez. El Bhagavan[1] estaba
residiendo en Sravasti, en la Arboleda de Jetavana, en el jardín de recreo de
Anathapindika, junto con una gran Sangha[2] de doce
centenares de monjes.
Entre ellos estaban el
Venerable[3] Jñānakaundinya,
el Ven. Asvajit, el Ven. Bāspa, el Ven. Mahānāma, el Ven. Bhadrika, el Ven.
Yasodeva, el Ven. Vimala, el Ven. Subāhu, el Ven. Pūrna, el Ven. Gavāmpati, el
Ven. Uruvilvā Kashyapa, el Ven. Nadīkashyapa, el Ven. Gayakashyapa, junto con
el Ven. Shariputra, el Ven. Maudgalyāyana, el Ven. Mahākāshyapa, el Ven.
Mahakatyayana, el Ven. Mahakapila, el Ven. Kaundinya, el Ven. Cunanda, el Ven.
Purnamaitrayaniputra, y también el Ven. Aniruddha, el Ven. Nandika, el Ven.
Kaspila, el Ven. Subhuti, el Ven. Revata,[2] el Ven. Khadiravanika, junto con
el Ven. Amogharaja, el Ven. Mahaparamika, el Ven. Bakula, el Ven. Nanda, el
Ven. Rahula, el Ven. Svāgata, y el Ven. Ananda.
Junto con estos doce
centenares de monjes, había 32.000 bodhisattvas[4] que
habían obtenido completamente todas las perfecciones del bodhisattva, y a
quienes no les quedaba más que un solo renacimiento. Todos ellos habían
obtenido los conocimientos superiores del bodhisattva, y también habían logrado
todas las retenciones[5] y todas
las confianzas del bodhisattva. Ellos habían completado todas las aspiraciones
del bodhisattva y habían comprendido el conocimiento del bodhisattva en todas
sus formas; y habían obtenido el dominio sobre todas las absorciones
meditativas del bodhisattva. Habían conseguido todos los poderes del bodhisattva,
y permanecían con la paciente aceptación con respecto a todo[6], y
habían completado cada uno de los niveles[7] de los bodhisattvas.
Todos estos bodhisattvas estaban liderados por el Bodhisattva, el Gran
Ser[8]
Maitreya; junto con el Bodhisattva, el Gran Ser Dharanisvararaja; el
Bodhisattva, el Gran Ser Sinhaketu; el Bodhisattva, el Gran Ser Siddharthamati;
el Bodhisattva, el Gran Ser Prasantacaritramati; el Bodhisattva, el Gran Ser
Pratisamvitprapti; el Bodhisattva, el Gran Ser Nityoyukta; y el Bodhisattva, el
Gran Ser Mahakarunacandrin.
En aquel tiempo, el Bhagavan
estaba residiendo en la gran ciudad de Sravasti, donde era honrado, respetado,
y reverenciado. Sobre El llovían ofrendas hechas por las cuatro clases de
seguidores[9]; de reyes,
príncipes, ministros, y dignatarios; de los miembros de la casta de los
guerreros[10], de los brahmines, mercaderes, y de los
cabezas de familia; de quienes habitaban en la ciudad y de los campesinos; de
los no budistas[11], de los
ascetas[12], de los
sacerdotes[13], de los
lógicos[14], y de
los religiosos errantes mendicantes[15]. El fue
tratado como maestro suyo, y le mostraron gran respeto.
Le hicieron todo tipo de ofrendas,
y el Bhagavan recibió abundante comida y bebida sabrosa, ropas monásticas y boles
para mendigar,[3] ropas de cama y medicinas. Plenamente dotado y famoso, el
Bhagavan permaneció desapegado de todo. Y la gran reputación del Bhagavan se
extendió a través del mundo:
“El
Bhagavan es el Tathagata[16], el
Arhat[17], el
Buda Completo y Perfecto; dotado con conocimiento perfecto y conducta perfecta.
El es el Sugata[18], el
Señor del Conocimiento, el líder insuperable de aquellos que han de ser
guiados, el maestro de hombres y dioses. El Buda Bhagavan ha aparecido en el
mundo. Dotado con los cinco ojos, mora junto con los dioses de este mundo y de
más allá; mora con los demonios y con Brahma; con los ascetas y brahmines; y
con muchos otros seres, tanto con dioses como con los mortales ordinarios.
Tras
haber alcanzado la omnisciencia completa, el enseñó el Dharma, que es bueno en
el principio, bueno en el medio, y bueno en el final; verdaderamente excelente
en significado y hermoso en cuanto a expresión; completamente realizado; libre
de contaminaciones; verdaderamente puro, verdaderamente prístino, y manteniendo
su pureza. Ese es el Dharma que ha enseñado.”
Un día, a medianoche, el
Bhagavan entro en la absorción meditativa[19] llamada
la “absorción meditativa de la Disposición de los Ornamentos del Buda”[20]. Apenas
había entrado en esta absorción meditativa cuando desde lo alto de su cabeza,
desde la misma coronilla, brilló un fuerte rayo de luz llamado “La luz de la
sabiduría ilimitada que recuerda a los Budas del pasado”[21]. Este
rayo iluminó todas las moradas de los dioses del reino de Suddhāvāsa[22],
atrayendo a innumerables hijos de los dioses, incluyendo al hijo de los dioses
Mahesvara.
Desde dentro de ese rayo de
luz surgieron estrofas de exhortación:
“Venid
a encontraros con el Sabio, el León de los Sakya[23];
Su
sabiduría conquista la oscuridad
Con
una luz bella y espléndida, inmaculada y pura;
Pues
su forma está llena de paz, y su mente esta calmada y virtuosa.
Recurrid
al Gran Dominador quien realiza el Dharma de forma natural,
Un
océano de sabiduría, dotado de poder puro y vasto;
El
es el Señor del Dharma, el conocedor de todas las cosas;
Maestro
de los sabios, Dios de los dioses, reverenciado por dioses y humanos.
Id
tras el Lleno de Paz, el Que está Liberado,
Quien
ha dominado las mentes de aquellos que son difíciles de domar,
Y
cuya propia mente está libre de los lazos de Mara,
Pues
verle y oírle no deja de reportar beneficio.[4]
Todos
vosotros id, con devoción suprema,
Ante
Quien es Insuperable Exponiendo el Dharma,
Quien
disipa la oscuridad y muestra el camino sublime,
Con
una conducta llena de paz y un conocimiento infinito.
El
es el Rey de los Médicos, quien dispensa el elixir de la inmortalidad;
El
es el Supremo Orador, destructor de los ejércitos del mal con su elocuencia;
Conociendo
perfectamente el significado el Dharma, el es Amigo del Dharma;
Es
el Guía Incomparable que muestra el sendero.”
Tocados por la “Luz de la
sabiduría Ilimitada que recuerda a los Budas del pasado”, los hijos de los
dioses de los reinos de las moradas puras, inspirados por estos versos,
salieron de sus meditaciones perfectamente tranquilas. A través del poder del
Buda, ellos recordaron a los Budas Benditos de innumerables e incalculables
eones; recordando las cualidades de los campos de Buda de cada Buda Bendito, al
igual que al séquito que rodeaba a los Budas, y las enseñanzas que dieron.
Esa noche, los hijos de los
dioses residentes en las moradas puras, visitaron al Bhagavan. Entre ellos
estaban Ishvara, Mahesvara, Nanda, Sunanda, Candana, Mahita, Prasānta,
Prasāntavinīteshvara, y otros muchos hijos de los dioses de los reinos de las
moradas puras, reluciendo con sus colores brillantes iluminaron con su luz
divina toda la Arboleda de Jetavana. Apareciendo ante el Bhagavan, se postraron
tocando con sus cabezas Sus pies, y entonces se pusieron a un lado, y dijeron
al Bhagavan:
“Bhagavan,
existe una amplia colección de discursos que lleva el nombre de Lalitavistara. Esta enseñanza ilumina
las raíces de virtud del bodhisattva, revelando en detalle cómo el bodhisatva
descendió desde el Cielo de Tushita[24], cómo
entró intencionadamente en el vientre, y como permaneció dentro del vientre.
Muestra el poder del lugar en el que el Bodhisatva nació dentro de una buena
familia, y como El superó a todos los demás a través de todas las cualidades
especiales que demostró en sus actividades durante la juventud; muestra sus
cualidades únicas inigualables, en actividades tales como sus destrezas en los
distintos oficios, en la escritura, aritmética, cálculo, astrología, en el uso
de la espada, y en el del arco; en sus hazañas de fuerza física y en la lucha,
en las que mostraba su superioridad en todas estas sobre todos los demás seres
sin excepción. Muestra cómo disfrutaba de su séquito de consortes, y de los
placeres de su reino.[5]
Esta
enseñanza enseña cómo él proclamó el resultado generado por la causa
concordante de todas las actividades del bodhisatva; mostrando cómo él se
manifestó como un bodhisatva y destruyó a todos los ejércitos de Mara. Explica
los diez poderes, las cuatro ausencias de miedo, su adquisición de los
dieciocho atributos exclusivos de un Buda, y las otras cualidades innumerables
de un Tathagata; y presenta las infinitas enseñanzas dadas por los Tathagatas
del pasado, incluyendo a Padmottara, Dharmaketu, Dipamkara, Gunaketu, Mahākara,
Rsideva, Srītejas, Satyaketu, Vajrasamhata, Sarvābidhū, Hemavarna,
Atyucchagāmin, Prabālasāgara, Puspaketu, Vararūpa, Sulochana, Rsigupta,
Jinavaktra, Unnata, Puspita, Ūrnatejas, Pushkara, Surasmi, Mangala, Sudarsana,
Mahāsimhatejas, Sthitabuddhidatta, Vasantagandhin, Satyadharmavipulakīrti,
Tisya, Pusya, Lokasundara, Vistīrnabheda, Ratnakīrti, Ugratejas, Brahmatejas,
Sughosa, Supuspa, Sumanojñaghosa, Sucestarūpa, Prahasitanetra, Gunarāsi,
Meghasvara, Sundaravarna, Jinavaktra, Āyustejas, Salīlagajagāmin,
Lokābhilāsita, Jitasatru, Sampūjita, Vipasyi, Sikhin, Visvabhū, Krakucchanda,
Kanakamuni; enseñanzas que también fueron enseñadas por el Tathagata Kāshyapa,
el Arhat, el Buda Completo y Perfecto.
Bhagavan,
por favor, enseña ahora esto para curar a la multitud de los seres; enséñalo
para traerles la felicidad; enséñalo movido por el amor hacia el mundo, para
beneficiar a los seres, incluidos dioses y humanos. Enséñalo para ser nuestro
médico, para nuestra felicidad. Sácalo a la luz para explicar el Mahayana, para
derrotar a los oponentes, y para vencer a todas las fuerzas de los Maras; para
instruir a todos los bodhisatvas e inspirar a todos aquellos que siguen el
camino del bodhisatva a desarrollar la diligencia; para abrazar el verdadero
Dharma, y asegurar la continuidad de las Tres Joyas.[6] Por favor, enséñalo
para iluminar todas las actividades del Buda.”
Movido por el amor hacia esos
hijos de los dioses, e indudablemente también hacia todos los seres, incluidos
los dioses, el Bhagavan permaneció en silencio, otorgando su consentimiento.
Viendo que este silencio significaba que otorgaba su consentimiento, los hijos
de los dioses se regocijaron y alegraron. Llenos de felicidad y de deleite, se
postraron a Sus pies, y lo circunvalaron tres veces, esparciendo polvo de
sándalo, polvo de aloe, y flores de mandarava. Entonces ellos se desvanecieron.
Al amanecer del siguiente
día, el Bhagavan se dirigió a una arboleda de bambú. Rodeado por una asamblea
de bodhisatvas y con una Sangha de Oyentes[25] en
torno a él, se sentó en el asiento que ellos habían preparado, y se dirigió a
los monjes.
“¡Oh Monjes!, esta noche vino
ante mí un grupo de dioses de los cielos de las moradas puras. Entre ellos se
encontraban Ishvara, Mahesvara, Nandana, Sunanda, Candana, Mahita, Prasānta,
Vinītesvara, y muchos otros. Entonces el Bhagavan siguió contando los eventos
que habían sucedido la noche anterior, hasta llegar al punto en el que
desaparecieron los hijos de los dioses. Después de esto, los bodhisatvas y los
Grandes Oyentes se postraron con las manos juntas, entonces hicieron la
siguiente petición:
“Bhagavan, por favor,
otórganos la enseñanza llamada “El desarrollo de la actividad completa”[26]; por
favor, enseña esto ahora como una medicina para la multitud de seres, para traerles
la felicidad. Movido por la compasión hacia el mundo, enséñala para beneficiar
a miríadas de seres, tanto dioses como humanos. Por favor, enséñala para el
beneficio de los bodhisatvas, los Grandes Seres, del presente; y también para
beneficiar a las generaciones del futuro. Por favor, enséñala para que puedas
ser nuestro médico, y traernos la felicidad.”
Lleno
de compasión hacia los bodhisatvas, los Grandes Seres; hacia los Grandes
Oyentes, los dioses, humanos, y semidioses[27], el
Bhagavan permaneció en silencio, otorgando así su consentimiento. Entonces él
se dirigió a la asamblea:[7]
“Monjes,
la noche pasada cuando descansaba aquí,
Cómodo
y libre de aflicciones,
Y
permaneciendo en la igualdad concentrado en un solo punto,
Llegaron
ante mí un grupo de hijos de los dioses.
Dotados
con grandes poderes milagrosos y colores brillantes.
Eran
prístinos, brillando con magnificencia.
Iluminando
toda la Arboleda de Jetavana con su esplendor,
Se
aproximaron a mí llenos de alegría.
Allí
había millones de dioses,
Incluyendo
a Mahesvara, Candana, Ishvara, Nanda,
Prasantācitta,
Mahita, Sunanda,
Y
un hijo de los dioses llamado Sānta.
Se
postraron a mis pies, me circunvalaron,
Y
se reunieron aquí ante mí.
Juntaron
las palmas de sus manos con respeto,
Y
me hicieron esta petición:
“¡Oh,
Sabio[28]! Ese
vasto Sutra,
Rico
en aquello que destruye las pasiones,
Ese
gran discurso ha sido enseñado por todos los Tathagatas del pasado,
Para
sanar y beneficiar al mundo.
Mostrando
consideración a toda la asamblea de bodhisatvas,
Que
pueda el Sabio explicar una vez más el Mahayana,
Esa
enseñanza que vence a todos los demonios
Y
subyuga a todos los oponentes.”
Así
fue como hicieron su petición los dioses,
Y
con mi silencio yo otorgué mi consentimiento.
Esto
los llenó de alegría y satisfacción,
Y deleitados
esparcieron flores pétalos de flores.
¡Oh
monjes! Escuchad atentamente
Este
gran discurso, este sutra vasto,
Enseñado
para beneficio del mundo
Por
todos los Tathagatas del pasado.
Esto
concluye el primer capítulo, “El escenario.”
[1] El
Señor.
[2]
Comunidad.
[3] Āyusmat.
[4] Seres
Iluminados.
[5] Dharanis.
[6] La
paciente aceptación con respecto a la no producción verdadera de los fenómenos.
[7] Bhumis.
[8] Mahasattva.
[9] Monjes y
monjas, laicos y laicas.
[10] Ksatriyas.
[11] Tirthikas,
[12] Sramanas.
[13] Brahmines.
[14] Carvakas.
[15] Parivrājakas.
[16] El Así
Ido.
[17] El
Digno de Ofrendas.
[18] El Ido
al Gozo.
[19] Samadhi.
[20] Buddhālamkāra-vyūha samadhi.
[21] Pūrva-buddha-anupasmriti-asanga-ajñana-āloka-alamkāra.
[22] Las
moradas puras, son cinco niveles del Reino de la Forma, inferiores el Cielo de
Akanistha.
[23] Muni Sakya
Simha.
[24] El
cuarto cielo del Reino del Deseo.
[25] Sravakas, seguidores del Hinayana.
[26] Lalitavistara.
[27] Asuras.
[28] Muni.