El Noble Sutra del Recuerdo de las
Tres Joyas.
Arya-Ratnatraya-anusmrti
Sutra.
¡Homenaje al Omnisciente!
Purificado y Realizado, Victorioso, Virtuoso y Transcendente,
Así Ido, Destructor de Enemigos, Completamente y Perfectamente Despierto, Ojos
de Sabiduría y Pies de Sabiduría, Quien ha Ido al Gozo, el Conocedor del Mundo,
el Guía y Domador de los Seres, el Insuperable, el Maestro de Dioses y de
Humanos: ese es el Buda Bhagavan.
El, que es el Así Ido, ejemplifica el mérito, el cual es Su
causa; con El ninguna raíz de virtud se pierde nunca; debido a Sus diversas paciencias,
su aspecto es incomparablemente hermoso. El es la base del tesoro del mérito;
adornado con los signos de la Iluminación, está agraciado con las flores de las
marcas mayores.
Todo lo El que hace es indicado y oportuno, y al verlo solo
se percibe armonía. Indudablemente, El otorga verdadera alegría a aquellos que
le abren sus corazones con fe. Debido a Su excelsa sabiduría, nadie puede
confundirlo; y contra Su poder no hay victoria posible.
El es el Maestro de todos los seres, el Padre de todos los
Bodhisattvas, el Rey de todos los Seres Nobles: Él es el Guía de todos aquellos
que viajan hacia la ciudad del Nirvana.
Su sabiduría es ilimitada, Su seguridad y elocuencia están
más allá de lo imaginable. Su habla es a la vez purísima, de un tono muy bello, y dulce al escucharla.
Cuando uno lo ve, no se sacia de contemplarlo; Su cuerpo está más allá de toda
comparación.
El Reino del Deseo no lo mancha; el Reino de la Forma no
puede contaminarlo; y El no se mezcla con el Reino Sin Forma. El está
completamente libre del sufrimiento, y también está completamente libre de los
agregados. Los elementos no lo dominan, y controla completamente las
facultades. El ha roto completamente todas las cadenas, y está completa y
perfectamente liberado de todo dolor.
No teniendo ningún tipo de deseo, El ha cruzado al otro lado
del torrente. El ha perfeccionado todas las sabidurías, y mora en la sabiduría
de los Budas Bhagavanes del pasado, presente, y futuro.
El no permanece en el Nirvana, donde todo sufrimiento es
transcendido; Su morada está en la verdadera cima de la perfección, residiendo
en ese lugar en el que Él percibe a todos los seres. Tales son las sublimes
cualidades las cuales constituyen la grandeza del Buda Bhagavan.
El sagrado Dharma[1]
es bueno en el principio[2],
bueno en el medio[3], y bueno
en el final[4]; es
excelente en su significado, y también en sus palabras y sílabas. Es completo y
sin mezclas; es todo lo que hace falta para purificar, y purifica por completo.
Este Dharma excelentemente expuesto por el Buda Bhagavan, es
la visión perfecta y está carente de defectos; nunca cesa y nos guía
perfectamente. El ver este Dharma hace que los propósitos de uno se realicen,
pero solo los sabios pueden verlo verdaderamente por medio de la realización de
la sabiduría primordial.
El Dharma expuesto por el Bhagavan se muestra adecuado al
temperamento y necesidades de cada uno. Nos saca de la existencia cíclica[5],
y es la causa que nos hace alcanzar la perfecta Budeidad. Está libre de
contradicción, y en ello todo está resumido. Es algo en lo que se ha de confiar
plenamente; es lo que corta la raíz.
La Sangha[6]
del Mahayana[7],
comprende a aquellos que han entrado correctamente, a quienes han entrado
sabiamente, a quienes han entrado con determinación y unidireccionalmente. Es
correcto el juntar nuestras manos ante ellos, y es correcto el postrarse ante
ellos. Ellos son un glorioso campo de
mérito, son los receptores perfectos para los regalos; son los objeto de
ofrendas; siempre y en todo lugar son los que son dignos de ser objeto de toda
ofrenda.
Así termina el Noble Sutra del Recuerdo de las Tres Joyas.
Trad. al castellano por el ignorante y falto de devoción
upasaka Losang Gyatso. Editado a 8-10-2014.