La Liberación.
La Llave de
la Liberación.
Entonces el Buda dijo: “Buen hombre, has de saber, que entre
los buenos hombres y las buenas mujeres, aquellos que cultivan la compasión han
adquirido la esencia de un fenómeno llamado la Llave de la Liberación.”
Sujāta preguntó: “Bhagavan, ¿Cuál es la esencia de ese
fenómeno?”
Buda: “Buen hombre, está en el cuerpo, habla, y mente de uno;
y es adquirido a través de los medios hábiles. Existen dos tipos de medios
hábiles: escuchar el Dharma, y meditar en ello. Y también hay otros tres medios
hábiles: dar limosnas, observar los preceptos, y escuchar el Dharma.”
Sujāta preguntó: “Bhagavan, ¿Existe una forma definitiva de
conseguir la llave de la liberación a través de estos tres medios hábiles?”
Buda: “No, buen hombre. ¿Por qué no? Están aquellos que a
través de innumerables vidas dan limosnas a innumerables personas, pero no
pueden adquirir la llave de la liberación. Y están aquellos que dan solo una
vez una cucharada de harina tostada a un mendicante, y pueden adquirir la llave
de la liberación. Están aquellos que han observado los preceptos bajo
innumerables Budas, pero que no pueden adquirir la llave de la liberación. Y
están aquellos que aceptan y observan los ocho preceptos durante un día y una
noche, y sin embargo adquieren la llave de la liberación. Están aquellos que a
través de innumerables vidas, bajo innumerables Budas, aceptan y sostienen,
leen y recitan, las doce categorías de las escrituras[1],
pero no pueden conseguir la llave de la liberación. Y están aquellos que solo
leen una estrofa de cuatro versos[2],
y sin embargo pueden adquirir la llave de la liberación. ¿Por qué? Porque las
mentes de los seres son diferentes.
Adquiriendo o
No Adquiriendo la Llave de la Liberación.
Buen hombre, si uno no puede observar con concentración en un
solo punto los inconvenientes del padecer repetidamente los males del
nacimiento y la muerte; o de observar la paz y el gozo del estado más allá del
dolor[3],
aunque uno practique la limosna, la observación de los preceptos, y la escucha
del Dharma, nunca podrá adquirir la llave de la liberación. Si uno puede llegar
a aborrecer el padecer repetidamente los males del nacimiento y la muerte, y de
observar lo virtuoso, y la paz y el gozo del nirvana, aunque uno haya hecho
poco con respecto al dar limosnas, practicar los preceptos, y a la escucha del
Dharma, uno puede adquirir la llave de la liberación.
Buen hombre, uno puede adquirir la llave de la liberación
durante alguno de estos tres periodos de tiempo: 1) cuando un Buda está en el
mundo; 2) cuando un Realizador Solitario está en el mundo; 3) cuando un dios
del Cielo de Akanistha[4]
expone la enseñanza de la liberación.
Buen hombre, en un tiempo pasado muy remoto, antes de Yo
activara por primera vez la mente de la Iluminación, Yo no encontré a ningún
Buda ni Realizador Solitario, sino que Yo oí a un dios de un cielo de las
moradas puras[5] exponer
la enseñanza de la liberación. Después de oír esa enseñanza, inmediatamente yo
activé la mente de la Iluminación.
Buen hombre, los dioses de los cielos del Reino del Deseo no
pueden adquirir este fenómeno. ¿Por qué no? Debido a su abandono del auto
control. Ni tampoco pueden adquirirlo los dioses de los cielos del Reino de la
Forma. ¿Por qué no? Porque ellos no tienen los tres medios hábiles. Ni tampoco pueden
adquirirlo los dioses de los cielos del Reino Sin Forma. ¿Por qué no? Porque
ellos no tienen ni cuerpo, ni voz; y la esencia de este fenómeno está en el
cuerpo, habla, y mente de uno. Ni tampoco pueden adquirirlo quienes habitan en
el Continente Norte de Uttarakuru. ¿Por qué no? Porque ellos no tienen los tres
medios hábiles.
La llave de la liberación puede ser obtenida solamente por
tres tipos de personas: Oyentes[6],
Realizadores Solitarios[7],
y Bodhisattvas[8]. Si los
seres encuentran a buenos amigos bien entrenados, cada uno de ellos puede
cambiar una liberación de un Oyente en una liberación de un Realizador
Solitario, y entonces cambiar la liberación de un Realizador Solitario en la
liberación de un Bodhisattva. La liberación de un Bodhisattva nunca sufrirá
regresión, ni se perderá o destruirá”.
Sujāta preguntó: “Bhagavan, ¿Cómo puede alguien que está
exponiendo el Dharma diferenciar ente aquellos que han obtenido la llave de la
liberación, de aquellos otros que no la han adquirido?”
Buda: “Buen hombre, este fenómeno puede ser adquirido por dos
clases de personas: aquellos que han renunciado a la vida en familia, y
aquellos que llevan una vida en familia. Ambos escuchan el Dharma con gran
atención, y entonces lo mantienen. Cuando ellos oyen hablar de los sufrimientos
de los tres destinos desafortunados, debido al miedo, lloran mientras corren
las lágrimas y se les erizan los vellos del cuerpo. Con total determinación,
ellos observan los preceptos puros, no permitiéndose cometer nunca ni tan
siquiera la menor transgresión. Has de saber que estas personas han adquirido
la llave de la liberación.
Buen hombre, un no budista puede lograr la absorción
meditativa de Ni Con Percepción, Ni Sin Percepción, y entonces renacer en el
cielo correspondiente[9]
en el que permanece durante incontables eones. Si él ha fracasado en la
obtención de la llave de la liberación, considéralo como a alguien que está en
el infierno. Al contrario, si alguien que ha padecido los horrendos
sufrimientos del Infierno de Avici puede adquirir la llave de la liberación,
considéralo como a alguien que está en el nirvana. Buen hombre, es por ello por
lo que yo me apeno de Udraka-Ramaputra, pero no de Devadatta[10].
En suma, Shariputra y otros Oyentes han visto el Sendero hacia la Iluminación
durante 60.000 eones, pero no obstante retroceden, puesto que ellos han
fracasado en la adquisición de la llave de la liberación. Sin embargo, sus
capacidades superan a las de un Realizador Solitario.
Los Tres
Grados de Liberación.
Buen hombre, este fenómeno de liberación tiene tres grados:
bajo, medio, y alto, que está asignado respectivamente a los Oyentes,
Realizadores Solitarios, y Bodhisattvas. Buen hombre, existen aquellos que
buscan los preceptos del seguidor laico y que los observan tal como los han
oído durante innumerables vidas, pero no llegan a adquirirlos en un verdadero
sentido. Existen aquellos que, tras renunciar a la vida en familia, buscan los
preceptos del monje o de la monja, y los observan tal como los han oído durante
innumerables vidas, pero no llegan a adquirirlos en un verdadero sentido. ¿Por
qué? Porque no han adquirido la llave de la liberación. Por lo tanto, su
observancia de los preceptos es llamada “el aprendizaje de los preceptos”, y no
“mantener los preceptos”.
Buen hombre, si un Bodhisattva ha adquirido la llave de la
liberación, el nunca realizará acciones con el propósito de renacer en un cielo
del Reino del Deseo, del Reino de la Forma, o del Reino Sin Forma, porque él
siempre quiere renacer donde puede beneficiar a los seres. Si a través de la
meditación él sabe que tiene un karma acumulado para renacer en un cielo, en el
que el karma se refiere a su práctica de la caridad, a su observación de los
preceptos, y a la meditación, él transferirá estos méritos buscando renacer
como un ser humano.
Buen hombre, si un Oyente ha adquirido la llave de la
liberación, en tres renacimientos él alcanzará la liberación total como un
Destructor de Enemigos[11].
Lo mismo es verdad para uno que alcanza la liberación total como un Realizador
Solitario. Si un Bodhisattva ha adquirido la llave de la liberación, durante
innumerables vidas él nunca retrocederá. Su mente no reversible supera a todas
las de los Oyentes y Realizadores Solitarios. Buen hombre, el que ha adquirido
la llave de la liberación cosechará inmensurables frutos, aunque haya dado pocas
limosnas, haya observado poco los preceptos, y haya escuchado poco el Dharma.
Incluso si él se encuentra en uno de los tres destinos desafortunados, no
estará sujeto al mismo sufrimiento que los otros en el mismo destino.
Los Bodhisattvas que han adquirido la llave de la liberación permanecen
en el Nivel de Cese. ¿Por qué? Porque sus aflicciones se van debilitando
gradualmente y disminuyendo. Son llamado aquellos que van contra la corriente
del nacimiento y la muerte. Buen hombre, hay cuatro clases de personas: 1)
aquellos que son arrastrados por la corriente del nacimiento y la muerte[12];
2) aquellos que van contra la corriente del nacimiento y la muerte[13];
3) aquellos que ni son arrastrados, ni van contra la corriente del nacimiento y
la muerte[14]; 4)
aquellos que han llegado a la otra orilla[15].
Los Oyentes que han adquirido la llave de la liberación
también permanecen en el Nivel de Cese. Para los Bodhisattvas el Nivel de Cese
también es llamado el Nivel Alegre[16].
¿Por qué? Porque una vez llegado allí, ya no es posible retroceder en los
logros. ¿Por qué son llamados Bodhisattvas? Porque ellos despiertan las mentes
de los seres. Aunque esos Bodhisattvas conocen las doctrinas no budistas, nunca
las sostienen, ni las enseñan a otros. Esos Bodhisattvas no son dioses ni
humanos. Más allá de los cinco destinos, ellos se están entrenando en el
sendero de no obstrucción.
Haciendo
Crecer las Semillas de la Iluminación.
Buen hombre, hay cuatro semillas de la Iluminación: 1) no
codiciar la riqueza; 2) no dar de mala gana el cuerpo o la vida de uno; 3) el
entrenamiento para soportar las adversidades; y 4) tener compasión hacia los
seres.
Buen hombre, para hacer crecer estas semillas, uno
necesitaría cinco cosas: 1) no carecer de confianza, diciendo: “Yo no puedo
alcanzar la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación”; 2) no arrepentirse
en medio del sufrimiento; 3) esforzarse enérgicamente en progresar sin
descanso; 4) rescatar a los seres del inmenso sufrimiento; y 5) alabar siempre
las maravillosas virtudes de las Tres Joyas. Un hombre sabio que se entrene en
la consecución de la Iluminación siempre debiera hacer estas cinco cosas para
hacer crecer las semillas de la Iluminación. El también debiera de practicar
las Seis Perfecciones, desde la Perfección de la Generosidad hasta la
Perfección de la Sabiduría. Su práctica de las Seis Perfecciones está realzada por
una cosa, el auto control. Si él no abandona el auto control, las Seis
Perfecciones crecerán.
Buen hombre, puesto que un Bodhisattva busca la Iluminación,
el debería de hacer cuatro cosas: 1) estar cerca de buenos amigos; 2) poseer
una resolución indestructible; 3) hacer lo que es difícil de hacer; 4) sentir compasión
hacia los seres. Debería de hacer también otras cuatro cosas: 1) expresar una
alegría simpática ante los beneficios adquiridos por los otros; 2) apreciar y
alabar el mérito de los otros; 3) deleitarse en el entrenamiento en los seis
recuerdos[17]; 4)
exponer diligentemente los males de padecer repetidamente el nacimiento y la
muerte. Buen hombre, si alguien dice que puede ser lograda la iluminación sin
hacer estas ocho cosas, está completamente equivocado.
Buen hombre, tan pronto como un Bodhisattva activa la mente
de la Insuperable Iluminación, él es llamado un campo de fortuna[18]
insuperable. Ese Bodhisattva supera a todos los seres y a todas las cosas
mundanas.
La Dificultad
de Alcanzar la Budeidad.
Buen hombre, algunos pueden reconocer que hay Budas
innumerables en mundos incontables. Sin embargo, es extremadamente difícil
alcanzar la Iluminación de un Buda. ¿Por qué? Porque del mismo modo en que los
mundos son incontables, así lo son también los seres. Del mismo modo en que los
seres son incontables, así lo son también los Budas. Si la Iluminación de un
Buda fuera fácil de alcanzar, entonces un solo Buda-Bhagavan sería capaz de
liberar a todos los seres. Pero esto significaría que los seres son contables.
Buen hombre, cuando un Buda aparece en el mundo puede liberar
a 99.000 mil Niyutas[19]
de seres, y un Oyente discípulo Suyo puede liberar a un Niyuta de seres. Sin embargo, los seres son incontables porque no
tienen fin. Por lo tanto, en los Sutras de los Oyentes Yo digo que no hay Budas
en los mundos de las diez direcciones. ¿Por qué no? Porque Yo estoy seguro de
que los seres se tomarían la Iluminación de un Buda a la ligera.
La Iluminación de los Budas transciende lo mundano. Por lo
tanto, las palabras del Tathagata nunca son falsas. El Tathagata, el Bhagavan
no siente celos de otros Budas. Porque es difícil alcanzar la Budeidad es por
lo que se dice que no hay Budas-Bhagavanes en los mundos de las diez
direcciones.
Buen hombre, aunque son innumerables los seres que han
generado la mente de la iluminación, la inmensa mayoría fracasan en su
entrenamiento en el Vehículo del Bodhisattva[20].
Alguno puede plantear una pregunta difícil: “Si hay innumerables Budas del
presente, ¿Por qué los Sutras del Vehículo Pequeño[21]solo
mencionan a los innumerables Budas del pasado y del futuro, pero no a los Budas
del presente?”
Buen hombre, Yo digo que en un mundo los Budas del pasado y
del futuro son tan numerosos como las arenas del Ganges; pero que solo hay un
Buda del presente. Buen hombre, solo aquel que realiza la verdad más elevada
alcanza la Iluminación de un Buda. Puesto que son innumerables los seres que se
entrenan para alcanzar la Iluminación de un Buda, la inmensa mayoría retrocede.
Solo una vez en un prolongado periodo de tiempo una persona llega a alcanzar la
liberación, y él es una rareza, lo mismo que la floración del árbol de
udumbara, o a un pez que sobrevive entre los incontables huevos de pez puestos.
Buen hombre, hay dos clases de Bodhisattvas: aquellos que han
renunciado a la vida de familia, y aquellos que llevan una vida en familia. No
es difícil para aquellos que han abandonado la vida en familia el adquirir la
llave de la liberación, pero para quienes llevan una vida en familia el adquirir
la llave de la liberación, es difícil. ¿Por qué? Porque aquellos que llevan una
vida en familia están impedidos por muchas causas y condiciones adversas”
[1] Agama.
[2] Stanza.
[3] Nirvana.
[4]
El más superior de los dieciocho cielos del Reino de la Forma.
[5]
Los cielos de las moradas puras son los cinco últimos cielos de los dieciocho
cielos del Reino de la Forma, y están en cuarto Dhyana o nivel de
concentración. Al primer nivel de Dhyana pertenecen tres cielos: Séquito de
Brahma (Brahma-pārisadya), Ministro
de Brahma (Brahma-purohita), y Gran
Brahma (Mahabrahma); al segundo nivel
de Dhyana pertenecen otros tres cielos: Luz Limitada (Parittabha), Luz Infinita (Apramānābha),
y Radiación Pura (Ābhāsrava); el
tercer nivel de Dhyana comprende también tres cielos: Esplendor Limitado (Parīttasubha), Esplendor Infinito (Apramānasubha), y Esplendor Que Llena
Todo (Subhakrtsna); al cuarto nivel
de Dhyana pertenecen nueve cielos: Sin Nubes (Anabhraka), Surgiendo Mérito (Punyaprasava),
Fructificación Masiva (Brhatphala),
Sin Percepción (Asamjña) , Sin
Impaciencia (Avrha), Sin Calor (Atapa), Buena Apariencia (Sudrsa) , Buena Visión (Sudarsana), y El Último (Akanistha). Estos cinco últimos cielos
son los que están comprendidos en los cielos de las moradas puras.
[6] Sravakas.
[7] Pratyekabudas.
[8] Seres
Iluminados.
[9] El Cielo
de Ni Con Percepción, Ni Sin Percepción es el cuarto cielo del Reino Sin Forma.
[10]
Udraka, el Hijo de Rama, fue el segundo maestro de meditación de Gautama,
durante los años de su búsqueda espiritual. Tras alcanzar la Insuperable,
Completa, y Perfecta Iluminación, el Buda quiso enseñar a Udraka Ramaputra,
pero ya había fallecido. Con su ojo divino vio que había renacido en el Reino
Sin Forma, en el Cielo Ni con percepción, Ni Sin Percepción. Devadatta era el
primo del Buda, quien lo envidiaba e intentó asesinarle. Como retribución
renació en el Infierno de Avici, pero el Buda vio que en una vida en el pasado
remoto, él había aprendido el Mahayana de una encarnación anterior de
Devadatta. Entonces el Buda profetizó la Perfecta Iluminación de Devadatta,
aunque estuviera en el infierno.
[11] Arhat.
[12] Los
seres ordinarios.
[13] Los
Oyentes y Realizadores Solitarios.
[14] Los
Bodhisattvas.
[15] Los
Tathagatas, los Budas.
[16]
Pramudita Bhumi, el primero de los
Diez Bhumis o Niveles del Bodhisattva.
[17] El
recuerdo de: 1) el Buda; 2) el Dharma; 3) la Sangha; 4) los preceptos; 5) la
limosna; 6) los dioses.
[18]
Los campos de fortuna, en los que crecen
las semillas de lo virtuoso, son tres: 1) el Campo de Reverencia, constituido
por las Tres Joyas, es el campo insuperable; 2) el Campo de la Amabilidad,
constituido por los padres de uno, y por los maestros que nos han enseñado a
leer, etc.; 3) el Campo de Compasión, constituido por los pobres, enfermos, y
animales.
[19] Un
número que significa una cantidad de cien mil, un millón, o diez millones.
[20]
Otro nombre para el Mahayana.
[21] Hinayana.
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